Biblia paralela

# Moderna 1929 actualizada 2020 close Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1960 close Reina-Valera revisada 1909 close
Para el Director del canto. Maskil de los hijos de Coré. Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré. Al Músico principal: Masquil á los hijos de Coré.
1 ¡COMO el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti el alma mía, oh Dios! Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
COMO el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
2 Sedienta está mi alma de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¡Cuándo vendré, y pareceré delante de Dios!
3 Mis lágrimas han sido mi alimento de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios? Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,
Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
4 Acuérdome de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; de cómo yo solía pasar adelante con el gentío, caminando con ellos a la Casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza; entre la festiva gente. Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;
De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,
Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.
Acordaréme de estas cosas, y derramaré sobre mí mi alma: Cuando pasaré en el número, iré con ellos hasta la casa de Dios, Con voz de alegría y de alabanza, haciendo fiesta la multitud.
5 ¿Por qué te abates, oh alma mía? ¿y por qué te conturbas dentro de mí? ¡Espera en Dios; porque aun le tengo de alabar por la salud que de su rostro viene! ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te conturbas en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar Por las saludes de su presencia.
6 ¡Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí! por tanto me acordaré de ti desde la tierra del Jordán, y las alturas del Hermón; desde la colina de Mizar. Dios mío, mi alma está abatida en mí;
Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,
Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
Dios mío, mi alma está en mí abatida: Acordaréme por tanto de ti desde tierra del Jordán, Y de los Hermonitas, desde el monte de Mizhar.
7 Un abismo llama a otro abismo, a la voz de tus cataratas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;
Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
Un abismo llama á otro á la voz de tus canales: Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
8 Empero de día mandará Jehová su misericordia, y de noche su canción estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. Pero de día mandará Jehová su misericordia,
Y de noche su cántico estará conmigo,
Y mi oración al Dios de mi vida.
De día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su canción será conmigo, Y oración al Dios de mi vida.
9 Diré a Dios: ¡Roca mía! ¿por qué te has olvidado de mí? ¿por qué he de andar afligido bajo la opresión del enemigo? Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
Diré á Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
10 Como quien me hiere en los huesos, mis enemigos se mofan de mí, diciéndome todos los días: ¿dónde está tu Dios? Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,
Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
Mientras se están quebrantando mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
11 ¿Por qué te abates, oh alma mía? ¿y por qué te conturbas dentro de mí? ¡Espera en Dios; porque aun lo tengo de alabar, salud de mi rostro y mi Dios! ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te conturbas en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar; Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.
navigate_before Salmo 41 Salmo 43 navigate_next
arrow_upward Arriba