Biblia paralela

# Moderna 1929 actualizada 2020 close Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1960 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 ¿NO hay para los mortales una milicia sobre la tierra? ¿y no son sus días como los días del jornalero? ¿No es acaso brega la vida del hombre sobre la tierra,
Y sus días como los días del jornalero?
CIERTAMENTE tiempo limitado tiene el hombre sobre la tierra, Y sus días son como los días del jornalero.
2 Como el esclavo suspira por la sombra, y como el jornalero espera el premio de su trabajo; Como el siervo suspira por la sombra,
Y como el jornalero espera el reposo de su trabajo,
Como el siervo anhela la sombra, Y como el jornalero espera el reposo de su trabajo:
3 así se me ha hecho poseer meses de calamidad, y noches de trabajo me han sido asignadas. Así he recibido meses de calamidad,
Y noches de trabajo me dieron por cuenta.
Así poseo yo meses de vanidad, Y noches de trabajo me dieron por cuenta.
4 Si me acuesto, digo entonces: ¿cuándo me levantaré? Mas la noche es larga, y harto estoy de desasosiegos hasta el alba. Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré?
Mas la noche es larga, y estoy lleno de inquietudes hasta el alba.
Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mide mi corazón la noche, Y estoy harto de devaneos hasta el alba.
5 Se ha vestido mi carne de gusanos y de costras de polvo; mi piel está rota y asquerosa. Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo;
Mi piel hendida y abominable.
Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; Mi piel hendida y abominable.
6 ¡Mis días se me van mas ligeros que una lanzadera de tejedores, y se acaban sin esperanza! Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor,
Y fenecieron sin esperanza.
Y mis días fueron más ligeros que la lanzadera del tejedor, Y fenecieron sin esperanza.
7 ¡Acuérdate que mi vida es un soplo; que mis ojos no volverán a ver el bien! Acuérdate que mi vida es un soplo,
Y que mis ojos no volverán a ver el bien.
Acuérdate que mi vida es viento, Y que mis ojos no volverán á ver el bien.
8 No me verá más el ojo del que ahora me ve;¡fijas tus ojos sobre mí, y ya no existo! Los ojos de los que me ven, no me verán más;
Fijarás en mí tus ojos, y dejaré de ser.
Los ojos de los que me ven, no me verán más: Tus ojos sobre mí, y dejaré de ser.
9 Como la nube se disipa y desaparece, así el que desciende al sepulcro no subirá: Como la nube se desvanece y se va,
Así el que desciende al Seol no subirá;
La nube se consume, y se va: Así el que desciende al sepulcro no subirá;
10 no volverá más a su casa, ni le conocerá más su lugar. No volverá más a su casa,
Ni su lugar le conocerá más.
No tornará más á su casa, Ni su lugar le conocerá más.
11 Por tanto, yo no refrenaré mi boca; hablaré en la angustia de mi espíritu; me quejaré en la amargura de mi alma. Por tanto, no refrenaré mi boca;
Hablaré en la angustia de mi espíritu,
Y me quejaré con la amargura de mi alma.
Por tanto yo no reprimiré mi boca; Hablaré en la angustia de mi espíritu, Y quejaréme con la amargura de mi alma.
12 ¿Soy yo acaso un mar embravecido, o algún monstruo marino, para que me pongas guarda? ¿Soy yo el mar, o un monstruo marino,
Para que me pongas guarda?
¿Soy yo la mar, ó ballena, Que me pongas guarda?
13 Cuando digo: Me consolará mi lecho, mi cama aliviará mis quejas; Cuando digo: Me consolará mi lecho,
Mi cama atenuará mis quejas;
Cuando digo: Mi cama me consolará, Mi cama atenuará mis quejas;
14 entonces me asustas con sueños, y con visiones me aterras; Entonces me asustas con sueños,
Y me aterras con visiones.
Entonces me quebrantarás con sueños, Y me turbarás con visiones.
15 de modo que escoge mi alma la estrangulación, la muerte misma, más bien que estos mis huesos descarnados. Y así mi alma tuvo por mejor la estrangulación,
Y quiso la muerte más que mis huesos.
Y así mi alma tuvo por mejor el ahogamiento, Y quiso la muerte más que mis huesos.
16 ¡Abomino la vida; no quiero vivir para siempre!¡déjame pues, porque mis días son vanidad! Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre;
Déjame, pues, porque mis días son vanidad.
Aburríme: no he de vivir yo para siempre; Déjame, pues que mis días son vanidad.
17 ¿Qué es el mísero hombre, para que tanto caso hagas de él, y para que fijes en él tu atención, ¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas,
Y para que pongas sobre él tu corazón,a
¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y que pongas sobre él tu corazón,
18 para que le visites todas las mañanas, y le pruebes a cada momento? Y lo visites todas las mañanas,
Y todos los momentos lo pruebes?
Y lo visites todas las mañanas, Y todos los momentos lo pruebes?
19 ¿Hasta cuándo no apartarás de mí tu vista airada, y no me soltarás siquiera hasta que trague mi saliva? ¿Hasta cuándo no apartarás de mí tu mirada,
Y no me soltarás siquiera hasta que trague mi saliva?
¿Hasta cuándo no me dejarás, Ni me soltarás hasta que trague mi saliva?
20 Aun cuando yo haya pecado, ¿qué puedo hacerte a ti, oh Atalaya de los hombres? ¿por qué pues me pones por blanco de tus enojos, hasta que venga a ser una carga a mí mismo? Si he pecado, ¿qué puedo hacerte a ti, oh Guarda de los hombres?
¿Por qué me pones por blanco tuyo,
Hasta convertirme en una carga para mí mismo?
Pequé, ¿qué te haré, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto contrario á ti, Y que á mí mismo sea pesado?
21 ¿O por qué no perdonas mi transgresión y quitas mi iniquidad? pues ahora en breve me acostaré en el polvo; y tú me buscarás con empeño, ¡pero ya no existiré! ¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad?
Porque ahora dormiré en el polvo,
Y si me buscares de mañana, ya no existiré.
¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, Y si me buscares de mañana, ya no seré.
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