Biblia paralela

# Moderna 1929 actualizada 2020 close Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1960 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 A LO cual respondió Job, y dijo: Respondió entonces Job, y dijo: Y RESPONDIÓ Job, y dijo:
2 ¿Hasta cuándo vejaréis mi alma, y querréis molerme con palabras? ¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma,
Y me moleréis con palabras?
¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, Y me moleréis con palabras?
3 Estas diez veces me habéis vituperado, y no os avergonzáis de echarme injurias. Ya me habéis vituperado diez veces;
¿No os avergonzáis de injuriarme?
Ya me habéis vituperado diez veces: ¿No os avergonzáis de descomediros delante de mí?
4 Pues sea que haya realmente yo errado, conmigo mismo queda mi error. Aun siendo verdad que yo haya errado,
Sobre mí recaería mi error.
Sea así que realmente haya yo errado, Conmigo se quedará mi yerro.
5 Si en verdad, queréis engrandeceros contra mí, y alegar contra mí mi deshonra, Pero si vosotros os engrandecéis contra mí,
Y contra mí alegáis mi oprobio,
Mas si vosotros os engrandeciereis contra mí, Y adujereis contra mí mi oprobio,
6 sabed entonces que Dios ha pervertido mi derecho, y me ha envuelto en su red. Sabed ahora que Dios me ha derribado,
Y me ha envuelto en su red.
Sabed ahora que Dios me ha trastornado, Y traído en derredor su red sobre mí.
7 He aquí que alzo el grito por la violencia que se me hace, mas no soy atendido; clamo por auxilio, pero no hay para mí aunque lo suplique por justicia. He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído;
Daré voces, y no habrá juicio.
He aquí yo clamaré agravio, y no seré oído: Daré voces, y no habrá juicio.
8 Él ha cerrado mi camino con vallado, de modo que no pueda pasar, y mis veredas ha cubierto de tinieblas. Cercó de vallado mi camino, y no pasaré;
Y sobre mis veredas puso tinieblas.
Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; Y sobre mis veredas puso tinieblas.
9 De mi gloria me ha despojado, y ha quitado la corona de sobre mi cabeza. Me ha despojado de mi gloria,
Y quitado la corona de mi cabeza.
Hame despojado de mi gloria, Y quitado la corona de mi cabeza.
10 Me ha derribado por todos lados, y ya me voy; pues ha arrancado, como árbol, mi esperanza. Me arruinó por todos lados, y perezco;
Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.
Arruinóme por todos lados, y perezco; Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.
11 Enciende también contra mí su ira, y me reputa para consigo como uno de sus adversarios. Hizo arder contra mí su furor,
Y me contó para sí entre sus enemigos.
É hizo inflamar contra mí su furor, Y contóme para sí entre sus enemigos.
12 Todas juntas avanzan sus tropas; allanan contra mí su camino, y asientan sus reales en derredor de mi tienda. Vinieron sus ejércitos a una, y se atrincheraron en mí,
Y acamparon en derredor de mi tienda.
Vinieron sus ejércitos á una, y trillaron sobre mí su camino, Y asentaron campo en derredor de mi tienda.
13 A mis hermanos los ha alejado de mí, y mis conocidos se me han hecho del todo extraños. Hizo alejar de mí a mis hermanos,
Y mis conocidos como extraños se apartaron de mí.
Hizo alejar de mí mis hermanos, Y positivamente se extrañaron de mí mis conocidos.
14 Me han faltado mis parientes, y mis amigos familiares se han olvidado de mí. Mis parientes se detuvieron,
Y mis conocidos se olvidaron de mí.
Mis parientes se detuvieron, Y mis conocidos se olvidaron de mí.
15 Los que moran en mi casa, y hasta mis criadas, me tienen por un extraño; cual extranjero he venido a ser en su vista. Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño;
Forastero fui yo a sus ojos.
Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; Forastero fuí yo en sus ojos.
16 Llamo a mi siervo, y no me responde, aunque con mi misma boca me ponga a rogarle. Llamé a mi siervo, y no respondió;
De mi propia boca le suplicaba.
Llamé á mi siervo, y no respondió; De mi propia boca le suplicaba.
17 Mi hálito le es odioso a mi mujer, aunque haga mis súplicas por los hijos de mis entrañas. Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer,
Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
Mi aliento vino á ser extraño á mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
18 Hasta los muchachitos me tratan con desprecio; al ponerme yo en pie, hablan contra mí. Aun los muchachos me menospreciaron;
Al levantarme, hablaban contra mí.
Aun los muchachos me menospreciaron: En levantándome, hablaban contra mí.
19 Me abominan todos mis íntimos amigos, y los que yo amaba se han vuelto contra mí. Todos mis íntimos amigos me aborrecieron,
Y los que yo amaba se volvieron contra mí.
Todos mis confidentes me aborrecieron; Y los que yo amaba, se tornaron contra mí.
20 Mis huesos se pegan a mi carne gastada y a mi piel; y tan solo me he librado con la piel de mis dientes. Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos,
Y he escapado con solo la piel de mis dientes.
Mi cuero y mi carne se pegaron á mis huesos; Y he escapado con la piel de mis dientes.
21 ¡Tened compasión de mí, tened compasión de mí, vosotros mis amigos, porque la mano de Dios me ha tocado! ¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí!
Porque la mano de Dios me ha tocado.
Oh vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí; Porque la mano de Dios me ha tocado.
22 ¿Por qué queréis perseguirme vosotros como Dios, y ni aun de mi carne os saciáis? ¿Por qué me perseguís como Dios,
Y ni aun de mi carne os saciáis?
¿Por qué me perseguís como Dios, Y no os hartáis de mis carnes?
23 ¡Quién diera que fuesen ahora escritas mis palabras! ¡quién diera que se escribieran en un libro; ¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas!
¡Quién diese que se escribiesen en un libro;
¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribieran en un libro!
24 que con cincel de hierro y con plomo fuesen para siempre grabadas en una peña! Que con cincel de hierro y con plomo
Fuesen esculpidas en piedra para siempre!
¡Que con cincel de hierro y con plomo Fuesen en piedra esculpidas para siempre!
25 Pues yo sé que mi Redentor vive, y que en lo venidero ha de levantarse sobre la tierra; Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo:
26 y después que los gusanos hayan despedazado esta mi piel, aun desde mi carne he de ver a Dios; Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
Y después de deshecha esta mi piel, Aun he de ver en mi carne á Dios;
27 a quien yo tengo de ver por mí mismo, y mis ojos le mirarán; y ya no como a un extraño. ¡Desfallece mi alma dentro de mí con ardiente anhelo! Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
Al cual yo tengo de ver por mí, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mis riñones se consuman dentro de mí.
28 Ya que seguís diciendo: ¿Cómo podremos perseguirle, y qué base de acusación hallaremos contra él? Mas debierais decir: ¿Por qué le perseguimos?
Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del negocio en mí se halla.
29 recelaos de la espada; porque la malicia atrae los castigos de la espada; para que tengáis presente que hay un juicio venidero. Temed vosotros delante de la espada;
Porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias,
Para que sepáis que hay un juicio.
Temed vosotros delante de la espada; Porque sobreviene el furor de la espada á causa de las injusticias, Para que sepáis que hay un juicio.
navigate_before Job 18 Job 20 navigate_next
arrow_upward Arriba