Biblia paralela
# | Moderna 1929 actualizada 2020 | Moderna 1929 | Reina-Valera revisada 1960 | Reina-Valera revisada 1909 |
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1 | ¡HIJO mío, guarda mis dichos, y atesora mis mandamientos dentro de ti! | Hijo mío, guarda mis razones, Y atesora contigo mis mandamientos. |
HIJO mío, guarda mis razones, Y encierra contigo mis mandamientos. | |
2 | ¡Guarda mis mandamientos, y vivirás; sí guarda mi enseñanza como a la niña de tu ojo! | Guarda mis mandamientos y vivirás, Y mi ley como las niñas de tus ojos. |
Guarda mis mandamientos, y vivirás; Y mi ley como las niñas de tus ojos. | |
3 | ¡Átalos sobre tus dedos, escríbelos en la tabla de tu corazón! | Lígalos a tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón. |
Lígalos á tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón. | |
4 | Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y llama a la inteligencia parienta tuya; | Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana, Y a la inteligencia llama parienta; |
Di á la sabiduría: Tú eres mi hermana; Y á la inteligencia llama parienta: | |
5 | a fin de que te guarden de la mujer ajena, de la extraña que habla zalamerías. | Para que te guarden de la mujer ajena, Y de la extraña que ablanda sus palabras. |
Para que te guarden de la mujer ajena, Y de la extraña que ablanda sus palabras. | |
6 | Pues desde la ventana de mi casa estaba yo mirando por entre las celosías, | Porque mirando yo por la ventana de mi casa, Por mi celosía, |
Porque mirando yo por la ventana de mi casa, Por mi celosía, | |
7 | cuando ví entre los simples, advertí entre los mancebos, a un joven falto de entendimiento. | Vi entre los simples, Consideré entre los jóvenes, A un joven falto de entendimiento, |
Vi entre los simples, Consideré entre los jóvenes, Un mancebo falto de entendimiento, | |
8 | Iba éste pasando por la calle, junto a la esquina de aquélla, y seguía el camino de su casa; | El cual pasaba por la calle, junto a la esquina, E iba camino a la casa de ella, |
El cual pasaba por la calle, junto á la esquina de aquella, É iba camino de su casa, | |
9 | en el crepúsculo, a la tarde del día,--en lo profundo de la noche y de las tinieblas; | A la tarde del día, cuando ya oscurecía, En la oscuridad y tinieblas de la noche. |
Á la tarde del día, ya que oscurecía, En la oscuridad y tiniebla de la noche. | |
10 | cuando, he aquí, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera, y astuta de corazón; | Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro, Con atavío de ramera y astuta de corazón. |
Y he aquí, una mujer que le sale al encuentro Con atavío de ramera, astuta de corazón, | |
11 | (turbulenta es y porfiada; en su casa no pueden parar sus pies: | Alborotadora y rencillosa, Sus pies no pueden estar en casa; |
Alborotadora y rencillosa, Sus pies no pueden estar en casa; | |
12 | unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, y puesta en acecho junto a todas las esquinas); | Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, Acechando por todas las esquinas. |
Unas veces de fuera, ó bien por las plazas, Acechando por todas las esquinas. | |
13 | la cual le echa mano, y le besa; y con semblante descarado, le dice: | Se asió de él, y le besó. Con semblante descarado le dijo: |
Y traba de él, y bésalo; Desvergonzó su rostro, y díjole: | |
14 | Sacrificios de ofrendas pacíficas había yo prometido; hoy mismo he cumplido mis votos. | Sacrificios de paz había prometido, Hoy he pagado mis votos; |
Sacrificios de paz había prometido, Hoy he pagado mis votos; | |
15 | Por lo cual he salido a tu encuentro, buscando con empeño tu rostro; ¡y te he hallado! | Por tanto, he salido a encontrarte, Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado. |
Por tanto he salido á encontrarte, Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado. | |
16 | He tendido mi lecho con colchas bordadas, labradas con hilo de Egipto. | He adornado mi cama con colchas Recamadas con cordoncillo de Egipto; |
Con paramentos he ataviado mi cama, Recamados con cordoncillo de Egipto. | |
17 | He rociado mi cama de mirra, de áloe y de canela. | He perfumado mi cámara Con mirra, áloes y canela. |
He sahumado mi cámara Con mirra, áloes, y cinamomo. | |
18 | ¡Ven, saciémonos de caricias hasta la mañana; solacémonos en amores¡ | Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; Alegrémonos en amores. |
Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; Alegrémonos en amores. | |
19 | Porque el marido no está en casa; se ha ido a un viaje muy largo: | Porque el marido no está en casa; Se ha ido a un largo viaje. |
Porque el marido no está en casa, Hase ido á un largo viaje: | |
20 | llevó en su mano una talega de dinero; el día de la luna llena volverá a su casa. | La bolsa de dinero llevó en su mano; El día señalado volverá a su casa. |
El saco de dinero llevó en su mano; El día señalado volverá á su casa. | |
21 | Le rinde con la muchedumbre de sus palabras suaves, con la zalamería de sus labios le arrastra. | Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, Le obligó con la zalamería de sus labios. |
Rindiólo con la mucha suavidad de sus palabras, Obligóle con la blandura de sus labios. | |
22 | Al punto se marcha tras ella, como buey que va al matadero, o como alguno en grillos a la corrección del necio; | Al punto se marchó tras ella, Como va el buey al degolladero, Y como el necio a las prisiones para ser castigado; |
Vase en pos de ella luego, Como va el buey al degolladero, Y como el loco á las prisiones para ser castigado; | |
23 | hasta que una flecha le atraviese el hígado; a la manera que el pájaro se mete presuroso en la red, sin saber que fue tendida contra su vida. | Como el ave que se apresura a la red, Y no sabe que es contra su vida, Hasta que la saeta traspasa su corazón. |
Como el ave que se apresura al lazo, Y no sabe que es contra su vida, Hasta que la saeta traspasó su hígado. | |
24 | ¡Ahora, oh hijos, escuchadme, y atended a los dichos de mi boca! | Ahora pues, hijos, oídme, Y estad atentos a las razones de mi boca. |
Ahora pues, hijos, oídme, Y estad atentos á las razones de mi boca. | |
25 | ¡No se desvíe tu corazón hacia el camino de aquélla, no te extravíes, andando en sus senderos! | No se aparte tu corazón a sus caminos; No yerres en sus veredas. |
No se aparte á sus caminos tu corazón; No yerres en sus veredas. | |
26 | Porque muchos son los traspasados que ella ha echado por tierra; y hueste numerosísima son todos los que han sido muertos por ella. | Porque a muchos ha hecho caer heridos, Y aun los más fuertes han sido muertos por ella. |
Porque á muchos ha hecho caer heridos; Y aun los más fuertes han sido muertos por ella. | |
27 | Caminos del infierno (tal es su casa) que conducen a las cámaras de la muerte! | Camino al Seol es su casa, Que conduce a las cámaras de la muerte. |
Caminos del sepulcro son su casa, Que descienden á las cámaras de la muerte. |