Biblia paralela

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1 MÁS vale un bocado de pan seco, y tranquilidad con él, que casa de banquetear continuo, donde reina la discordia. Mejor es un bocado seco, y en paz,
Que casa de contiendas llena de provisiones.
MEJOR es un bocado seco, y en paz, Que la casa de contienda llena de víctimas.
2 El siervo que se maneja bien tendrá dominio sobre el hijo que causa vergüenza, y en medio de los hermanos tendrá parte en la herencia. El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra,
Y con los hermanos compartirá la herencia.
El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, Y entre los hermanos partirá la herencia.
3 El crisol es para la plata, y el hornillo para el oro; mas Jehová prueba los corazones. El crisol para la plata, y la hornaza para el oro;
Pero Jehová prueba los corazones.
El crisol para la plata, y la hornaza para el oro: Mas Jehová prueba los corazones.
4 El malhechor atiende a los labios inicuos, y el embustero presta oídos a la lengua maligna. El malo está atento al labio inicuo;
Y el mentiroso escucha la lengua detractora.
El malo está atento al labio inicuo; Y el mentiroso escucha á la lengua detractora.
5 Quien se mofa del pobre vitupera a su Hacedor; y aquel que se alegra de la calamidad ajena, no quedará sin castigo. El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor;
Y el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.
El que escarnece al pobre, afrenta á su Hacedor: Y el que se alegra en la calamidad, no quedará sin castigo.
6 La corona de los ancianos son los hijos de los hijos; y la gloria de los hijos son sus padres. Corona de los viejos son los nietos,
Y la honra de los hijos, sus padres.
Corona de los viejos son los hijos de los hijos; Y la honra de los hijos, sus padres.
7 Al insensato no le está bien una lengua facunda; ni menos al príncipe una lengua mentirosa. No conviene al necio la altilocuencia;
¡Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!
No conviene al necio la altilocuencia: ¡Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!
8 Piedra preciosa es la dádiva a los ojos de su dueño; a dondequiera que gira, tiene éxito. Piedra preciosa es el soborno para el que lo practica;
Adondequiera que se vuelve, halla prosperidad.
Piedra preciosa es el cohecho en ojos de sus dueños: Á donde quiera que se vuelve, da prosperidad.
9 El que cubre una transgresión busca la amistad; pero aquel que sigue mentando el asunto, separa de al amigo más íntimo. El que cubre la falta busca amistad;
Mas el que la divulga, aparta al amigo.
El que cubre la prevaricación, busca amistad: Mas el que reitera la palabra, aparta al amigo.
10 Una reprensión hace más mella en el hombre entendido, que cien azotes en el insensato. La reprensión aprovecha al entendido,
Más que cien azotes al necio.
Aprovecha la reprensión en el entendido, Más que si cien veces hiriese en el necio.
11 El inicuo no busca más que rebelión; por tanto un mensajero cruel será enviado contra él. El rebelde no busca sino el mal,
Y mensajero cruel será enviado contra él.
El rebelde no busca sino mal; Y mensajero cruel será contra él enviado.
12 Mejor es el encontrarse alguno con una osa a quien le han robado los cachorros, que no con un insensato metido en sus sandeces. Mejor es encontrarse con una osa a la cual han robado sus cachorros,
Que con un fatuo en su necedad.
Mejor es se encuentre un hombre con una osa á la cual han robado sus cachorros, Que con un fatuo en su necedad.
13 Aquel que devuelve el mal por el bien, de su casa nunca se apartará el mal. El que da mal por bien,
No se apartará el mal de su casa.
El que da mal por bien, No se apartará el mal de su casa.
14 El comienzo de la discordia es como el soltarse las aguas; déjese, pues, la disputa, antes que se cante la riña. El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;
Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.
El que comienza la pendencia es como quien suelta las aguas: Deja pues la porfía, antes que se enmarañe.
15 El que justifica al malo, y el que condena al justo, ambos a dos son abominación a Jehová El que justifica al impío, y el que condena al justo,
Ambos son igualmente abominación a Jehová.
El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos á dos son abominación á Jehová.
16 ¿Por qué se pone el precio en mano del insensato, para comprar la sabiduría, si no tiene buen sentido? ¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría,
No teniendo entendimiento?
¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría, No teniendo entendimiento?
17 El amigo ama en todo tiempo, y el hermano es nacido para la adversidad. En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
En todo tiempo ama el amigo; Y el hermano para la angustia es nacido.
18 Un hombre falto de buen sentido, da presto la mano, y sale por fiador en presencia de su amigo. El hombre falto de entendimiento presta fianzas,
Y sale por fiador en presencia de su amigo.
El hombre falto de entendimiento toca la mano, Fiando á otro delante de su amigo.
19 Quien ama la discordia ama la transgresión: y el que ensalza su portada busca la destrucción. El que ama la disputa, ama la transgresión;
Y el que abre demasiado la puerta busca su ruina.
La prevaricación ama el que ama pleito; Y el que alza su portada, quebrantamiento busca.
20 El falaz de corazón nunca hallará el bien; y el doloso de lengua caerá en el mal. El perverso de corazón nunca hallará el bien,
Y el que revuelve con su lengua caerá en el mal.
El perverso de corazón nunca hallará bien: Y el que revuelve con su lengua, caerá en mal.
21 Quien engendra a un insensato es para pesar suyo, y el padre del insensato no tiene alegría. El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra;
Y el padre del necio no se alegrará.
El que engendra al necio, para su tristeza lo engendra: Y el padre del fatuo no se alegrará.
22 El corazón alegre es una buena medicina; mas el espíritu quebrantado reseca los huesos. El corazón alegre constituye buen remedio;
Mas el espíritu triste seca los huesos.
El corazón alegre produce buena disposición: Mas el espíritu triste seca los huesos.
23 El inicuo toma de su seno una dádiva para pervertir los trámites del juicio. El impío toma soborno del seno
Para pervertir las sendas de la justicia.
El impío toma dádiva del seno Para pervertir las sendas del derecho.
24 La sabiduría está ante el rostro del hombre entendido; pero los ojos del insensato vagan por los cabos de la tierra. En el rostro del entendido aparece la sabiduría;
Mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra.
En el rostro del entendido aparece la sabiduría: Mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra.
25 El hijo insensato es el enojo de su padre, y la amargura de aquella que le dió a luz. El hijo necio es pesadumbre de su padre,
Y amargura a la que lo dio a luz.
El hijo necio es enojo á su padre, Y amargura á la que lo engendró.
26 También, no es bueno castigar a los justos, ni herir a los nobles a causa de su rectitud. Ciertamente no es bueno condenar al justo,
Ni herir a los nobles que hacen lo recto.
Ciertamente no es bueno condenar al justo, Ni herir á los príncipes que hacen lo recto.
27 El que ahorra sus palabras tiene inteligencia; y el que es de espíritu sereno es hombre de entendimiento. El que ahorra sus palabras tiene sabiduría;
De espíritu prudente es el hombre entendido.
Detiene sus dichos el que tiene sabiduría: De prudente espíritu es el hombre entendido.
28 Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio, y cuando cierra los labios pasa por hombre entendido. Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio;
El que cierra sus labios es entendido.
Aun el necio cuando calla, es contado por sabio: El que cierra sus labios es entendido.
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