Biblia paralela
# | Moderna 1929 actualizada 2020 | Moderna 1929 | Reina-Valera revisada 1960 | Reina-Valera revisada 1909 |
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1 | NO te jactes del día de mañana; porque no sabes lo que día alguno acarreará. | No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día.a |
NO te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día. | |
2 | Alábete otro, y no tu misma boca, el extraño, y no tus mismos labios. | Alábete el extraño, y no tu propia boca; El ajeno, y no los labios tuyos. |
Alábete el extraño, y no tu boca; El ajeno, y no tus labios. | |
3 | Pesada es la piedra, y carga gravosa la arena; pero el enfado de un necio pesa más que entrambas. | Pesada es la piedra, y la arena pesa; Mas la ira del necio es más pesada que ambas. |
Pesada es la piedra, y la arena pesa; Mas la ira del necio es más pesada que ambas cosas. | |
4 | Cruel es la cólera, y diluvio destructor es la ira; mas ¿quién podrá estar en pie delante de la envidia? | Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia? |
Cruel es la ira, é impetuoso el furor; Mas ¿quién parará delante de la envidia? | |
5 | Mejor es la reprensión franca que el amor oculto. | Mejor es reprensión manifiesta Que amor oculto. |
Mejor es reprensión manifiesta Que amor oculto. | |
6 | Fieles son las heridas del que ama; mas profusos los besos del enemigo. | Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece. |
Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece. | |
7 | El alma saciada desdeña el panal de miel; pero al alma hambrienta todo bocado amargo es dulce. | El hombre saciado desprecia el panal de miel; Pero al hambriento todo lo amargo es dulce. |
El alma harta huella el panal de miel; Mas al alma hambrienta todo lo amargo es dulce. | |
8 | Como pájaro que vaga de su nido, así es el hombre que vaga de su lugar. | Cual ave que se va de su nido, Tal es el hombre que se va de su lugar. |
Cual ave que se va de su nido, Tal es el hombre que se va de su lugar. | |
9 | El ungüento y el perfume alegran el corazón; y así la dulzura del amigo, más que su cordial consejo. | El ungüento y el perfume alegran el corazón, Y el cordial consejo del amigo, al hombre. |
El ungüento y el perfume alegran el corazón: Y el amigo al hombre con el cordial consejo. | |
10 | No abandones a tu amigo, ni al amigo de tu padre, para ir a la casa de tu hermano en el día de tu calamidad; pues mas vale el amigo allegado que el hermano alejado. | No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. |
No dejes á tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejano. | |
11 | ¡Se sabio, hijo mío, y alegra mi corazón; así tendré qué responder al que me vitupere! | Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, Y tendré qué responder al que me agravie. |
Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, Y tendré qué responder al que me deshonrare. | |
12 | El prudente prevé el mal, y se esconde; pero los simples pasan adelante, y llevan el daño | El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño. |
El avisado ve el mal, y escóndese, Mas los simples pasan, y llevan el daño. | |
13 | Llévate el vestido de aquel que sale por fiador del que no es de los suyos; y toma prendas del que se obliga por la extraña | Quítale su ropa al que salió fiador por el extraño; Y al que fía a la extraña, tómale prenda. |
Quítale su ropa al que fió al extraño; Y al que fió á la extraña, tómale prenda. | |
14 | Cuando alguno, levantándose muy de mañana, bendice a su amigo a grandes voces, téngase por maldición echada sobre éste. | El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana, Por maldición se le contará. |
El que bendice á su amigo en alta voz, madrugando de mañana, Por maldición se le contará. | |
15 | Una gotera incesante en un día lluvioso y una mujer rencillosa son cosas parecidas: | Gotera continua en tiempo de lluvia Y la mujer rencillosa, son semejantes; |
Gotera continua en tiempo de lluvia, Y la mujer rencillosa, son semejantes: | |
16 | quien a ella refrenare, refrena al viento, y su mano derecha aprieta el resbaloso aceite. | Pretender contenerla es como refrenar el viento, O sujetar el aceite en la mano derecha. |
El que pretende contenerla, arresta el viento: Ó el aceite en su mano derecha. | |
17 | El hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el semblante de su amigo. | Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo. |
Hierro con hierro se aguza; Y el hombre aguza el rostro de su amigo. | |
18 | Quien cuida de la higuera, comerá el fruto de ella; y el que mira por los intereses de su señor, será honrado. | Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra. |
El que guarda la higuera, comerá su fruto; Y el que guarda á su señor, será honrado. | |
19 | Como en el agua rostro corresponde a rostro, así el corazón de un hombre a otro. | Como en el agua el rostro corresponde al rostro, Así el corazón del hombre al del hombre. |
Como un agua se parece á otra, Así el corazón del hombre al otro. | |
20 | El sepulcro y la perdición nunca se hartan; asimismo son insaciables los ojos de los hombres. | El Seol y el Abadón nunca se sacian; Así los ojos del hombre nunca están satisfechos. |
El sepulcro y la perdición nunca se hartan: Así los ojos del hombre nunca están satisfechos. | |
21 | Lo que es el crisol para la plata, y el hornillo para el oro, eso es al hombre la boca que le alaba. | El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, Y al hombre la boca del que lo alaba. |
El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro: Y al hombre la boca del que lo alaba. | |
22 | Aun cuando majares al necio en un mortero con el pisón, entre el trigo machacado, ni aun así se apartará de su necedad. | Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón, No se apartará de él su necedad. |
Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo á pisón majados, No se quitará de él su necedad. | |
23 | Conoce perfectamente y de vista tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños; | Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, Y mira con cuidado por tus rebaños; |
Considera atentamente el aspecto de tus ovejas; Pon tu corazón á tus rebaños: | |
24 | porque no para siempre duran las riquezas, y ni aun una corona, de siglo en siglo. | Porque las riquezas no duran para siempre; ¿Y será la corona para perpetuas generaciones? |
Porque las riquezas no son para siempre; ¿Y será la corona para perpetuas generaciones? | |
25 | Se recoge el heno, y aparece la hierba, y las plantas de las montañas se cosechan. | Saldrá la grama, aparecerá la hierba, Y se segarán las hierbas de los montes. |
Saldrá la grama, aparecerá la hierba, Y segaránse las hierbas de los montes. | |
26 | Los corderos son para tus vestidos, y para el alquiler del campe son los machos cabríos; | Los corderos son para tus vestidos, Y los cabritos para el precio del campo; |
Los corderos para tus vestidos, Y los cabritos para el precio del campo: | |
27 | y habrá abundancia de leche de cabras para tu alimento, para la subsistencia de tu familia, y para la manutención de tus criadas. | Y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento de tu casa, Y para sustento de tus criadas. |
Y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, y para mantenimiento de tu casa, Y para sustento de tus criadas. |