Biblia paralela

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1 HIJO mío, si has salido por fiador de tu prójimo, si has dado tu mano a un extranjero; Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo,
Si has empeñado tu palabra a un extraño,
HIJO mío, si salieres fiador por tu amigo, Si tocaste tu mano por el extraño,
2 te has enlazado con los dichos de tu boca, has quedado preso en los dichos de tu boca. Te has enlazado con las palabras de tu boca,
Y has quedado preso en los dichos de tus labios.
Enlazado eres con las palabras de tu boca, Y preso con las razones de tu boca.
3 ¡Haz esto ahora mismo, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en el poder de tu prójimo! ¡anda, humíllate, y usa de urgencia con tu prójimo! Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate,
Ya que has caído en la mano de tu prójimo;
Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo: Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.
4 ¡No concedas sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento! No des sueño a tus ojos,
Ni a tus párpados adormecimiento;
No des sueño á tus ojos, Ni á tus párpados adormecimiento.
5 líbrate, como corzo, de su mano, cual ave, de la mano del cazador¡ Escápate como gacela de la mano del cazador,
Y como ave de la mano del que arma lazos.
Escápate como el corzo de la mano del cazador, Y como el ave de la mano del parancero.
6 ¡Vé a la hormiga, oh perezoso, considera sus caminos, y sé sabio! Ve a la hormiga, oh perezoso,
Mira sus caminos, y sé sabio;
Ve á la hormiga, oh perezoso Mira sus caminos, y sé sabio;
7 la cual, sin tener jefe, magistrado, ni regidor, La cual no teniendo capitán,
Ni gobernador, ni señor,
La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor,
8 prepara en el verano su alimento, y recoge en la siega su bastimento. Prepara en el verano su comida,
Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
Prepara en el verano su comida Y allega en el tiempo de la siega su mantenimiento.
9 ¿Hasta cuándo, oh perezoso, te estarás acostado? ¿cuándo te levantarás de tu sueño? Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?
¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
10 ¡Un poco más de sueño, un poco más de adormecimiento, un poco más de cruzar las manos para dormir;-- Un poco de sueño, un poco de dormitar,
Y cruzar por un poco las manos para reposo;
Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo:
11 así tu indigencia vendrá cual salteador de caminos, y tu necesidad como hombre armado Así vendrá tu necesidad como caminante,
Y tu pobreza como hombre armado.a
Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre de escudo.
12 Hombre de Bella es el hombre inicuo que anda en derredor con boca perversa; El hombre malo, el hombre depravado,
Es el que anda en perversidad de boca;
El hombre malo, el hombre depravado, Anda en perversidad de boca;
13 que guiña los ojos, que habla con los pies, que hace señas con los dedos. Que guiña los ojos, que habla con los pies,
Que hace señas con los dedos.
Guiña de sus ojos, habla con sus pies, Indica con sus dedos;
14 Hay fraudes en su corazón; maquina la maldad en todo tiempo; siembra las discordias. Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;
Siembra las discordias.
Perversidades hay en su corazón, anda pensando mal en todo tiempo; Enciende rencillas.
15 Por tanto, en un abrir de ojos vendrá su calamidad; de repente será quebrado, y eso sin remedio. Por tanto, su calamidad vendrá de repente;
Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.
Por tanto su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.
16 Estas seis cosas aborrece Jehová, y siete son abominación a su alma. Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:
17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, y las manos que derraman la sangre inocente; Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,
18 el corazón que maquina tretas inicuas, los pies que corren presurosos a hacer maldad; El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal,
19 el testigo mentiroso que respira embustes, y aquel que siembra discordias entre hermanos. El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos.
El testigo falso que habla mentiras, Y el que enciende rencillas entre los hermanos.
20 ¡Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la ley de tu madre! Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre,
Y no dejes la enseñanza de tu madre;
Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre:
21 ¡Átalos de continuo sobre tu corazón, cíñelos, cual collar, a tu garganta! Átalos siempre en tu corazón,
Enlázalos a tu cuello.
Átalos siempre en tu corazón, Enlázalos á tu cuello.
22 Cuando caminares, te guiarán; cuando te acostares, vigilarán sobre ti; y cuando despertares, hablarán contigo. Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán;
Hablarán contigo cuando despiertes.
Te guiarán cuando anduvieres; cuando durmieres te guardarán; Hablarán contigo cuando despertares.
23 Porque el mandamiento es una lámpara, y la ley es una luz, y las reprensiones de la corrección son camino de la vida: Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz,
Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,
Porque el mandamiento es antorcha, y la enseñanza luz; Y camino de vida las reprensiones de la enseñanza:
24 para guardarte de la mujer mala, de la zalamería de la lengua de la extraña. Para que te guarden de la mala mujer,
De la blandura de la lengua de la mujer extraña.
Para que te guarden de la mala mujer, De la blandura de la lengua de la extraña.
25 No codicies en tu corazón su hermosura, ni dejes que ella te prenda con sus párpados; No codicies su hermosura en tu corazón,
Ni ella te prenda con sus ojos;
No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos:
26 porque a causa de la ramera, uno se ve reducido a un pedazo de pan, y la adúltera caza la vida preciosa. Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan;
Y la mujer caza la preciosa alma del varón.
Porque á causa de la mujer ramera es reducido el hombre á un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del varón.
27 ¿Por ventura alguno puede tomar fuego en su seno, sin que le ardan los vestidos? ¿Tomará el hombre fuego en su seno
Sin que sus vestidos ardan?
¿Tomará el hombre fuego en su seno, Sin que sus vestidos se quemen?
28 ¿o puede el hombre andar sobre las ascuas, sin que se le quemen los pies? ¿Andará el hombre sobre brasas
Sin que sus pies se quemen?
¿Andará el hombre sobre las brasas, Sin que sus pies se abrasen?
29 Así sucede con aquel que se llegare a la mujer de su prójimo: ninguno que la tocare quedará sin castigo. Así es el que se llega a la mujer de su prójimo;
No quedará impune ninguno que la tocare.
Así el que entrare á la mujer de su prójimo; No será sin culpa cualquiera que la tocare.
30 Pues no se dejará pasar al ladrón, aunque hurtare para saciar su apetito, cuando tenga hambre; No tienen en poco al ladrón si hurta
Para saciar su apetito cuando tiene hambre;
No tienen en poco al ladrón, cuando hurtare Para saciar su alma teniendo hambre:
31 mas si fuere hallado, hará restitución hasta con las setenas, y entregará todos los haberes de su casa. Pero si es sorprendido, pagará siete veces;
Entregará todo el haber de su casa.
Empero tomado, paga las setenas, Da toda la sustancia de su casa.
32 Pero el que comete adulterio con una mujer, es falto de buen sentido; destructor de su misma alma es aquel que tal hace; Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento;
Corrompe su alma el que tal hace.
Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de entendimiento: Corrompe su alma el que tal hace.
33 heridas y deshonra encontrará, y no se borrará su baldón. Heridas y vergüenza hallará,
Y su afrenta nunca será borrada.
Plaga y vergüenza hallará; Y su afrenta nunca será raída.
34 Porque los celos son la furia del marido; el cual no perdonará en el día de la venganza. Porque los celos son el furor del hombre,
Y no perdonará en el día de la venganza.
Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza.
35 No hará caso de ningún rescate, ni se dará por satisfecho, aun cuando ofrecieres muchos regalos. No aceptará ningún rescate,
Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.
No tendrá respeto á ninguna redención; Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.
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