Biblia paralela
# | Moderna 1929 actualizada 2020 | Moderna 1929 | Reina-Valera revisada 1960 | Reina-Valera revisada 1909 |
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1 | Entonces vinieron a Jesús desde Jerusalén unos fariseos y escribas, diciendo: | ENTONCES vinieron a Jesús de Jerusalem escribas y fariseos, que le dijeron: | Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: | ENTONCES llegaron á Jesús ciertos escribas y Fariseos de Jerusalem, diciendo: |
2 | ¿Por qué desobedecen tus discípulos la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. | ¿Por qué traspasan tus discípulos la tradición de los antiguos? pues no se lavan las manos cuando comen pan. | ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. | ¿Por qué tus discípulos traspasan la tradición de los ancianos? porque no se lavan las manos cuando comen pan. |
3 | Él, les contestó: Y vosotros, ¿por qué desobedecéis el mandamiento de Dios a causa de vuestra tradición? | Pero él respondiendo, les dijo: Y vosotros, ¿por qué traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? | Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? | Y él respondiendo, les dijo: ¿Por qué también vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? |
4 | Porque Dios dijo: «Honra a padre y a madre,» [Éxodo 20:12] y «el que maldiga al padre o a la madre, que sea condenado a muerte.» [Éxodo 21:17] | Porque Dios mandó, diciendo: Honra a tu padre y a tu madre, y, El que maldijere al padre o a la madre, muera irremisiblemente. | Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre;a y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.b | Porque Dios mandó, diciendo: Honra al padre y á la madre, y, El que maldijere al padre ó á la madre, muera de muerte. |
5 | Pero vosotros decís: El que diga al padre o a la madre: He ofrecido a Dios en ofrenda todo lo que hubiera podido darte; | Mas vosotros decís: El que dijere al padre o a la madre: Es ofrendado a Dios aquello en que tú pudieras ser servido por mí; | Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, | Mas vosotros decís: Cualquiera que dijere al padre ó á la madre: Es ya ofrenda mía á Dios todo aquello con que pudiera valerte; |
6 | de ningún modo honrará a su padre o a su madre. Así habéis invalidado la palabra de Dios por vuestra tradición. | no honrará más a su padre o a su madre. Así habéis invalidado la palabra de Dios por vuestra tradición. | ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. | No deberá honrar á su padre ó á su madre con socorro. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. |
7 | ¡Hipócritas! Bien profetizó de vosotros Isaías, diciendo: | ¡Hipócritas! ¡admirablemente profetizo de vosotros Isaías, diciendo: | Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: | Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, diciendo: |
8 | «Este pueblo con los labios me honra, pero su corazón está lejos de mí; | Este pueblo con los labios me honra; pero su corazón lejos está de mí; | Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. |
Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón lejos está de mí. |
9 | y en vano me adoran, enseñando como doctrina preceptos de hombres.» [Isaías 29:13] | mas en vano me rinden culto, enseñando doctrinas que son preceptos de los hombres! | Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.c |
Mas en vano me honran, Enseñando doctrinas y mandamientos de hombres. |
10 | Llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd y entended: | Y llamando a sí al pueblo, les dijo: Oíd y entended: | Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: | Y llamando á sí las gentes, les dijo: Oíd, y entended: |
11 | No es lo que entra por la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de la boca; eso contamina al hombre. | No lo que entra por la boca contamina al hombre, sino lo que sale de la boca; esto es lo que contamina al hombre. | No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. | No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. |
12 | Entonces los discípulos, acercándose, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos al oír esta palabra se ofendieron? | Entonces viniendo a él los discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos al oír este dicho se escandalizaron? | Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? | Entonces llegándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los Fariseos oyendo esta palabra se ofendieron? |
13 | Pero él les respondió: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será arrancada de raíz. | Mas él respondiendo, dijo: Toda planta que no ha plantado mi Padre celestial, será desarraigada. | Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. | Mas respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. |
14 | Dejadlos, son ciegos, guías de ciegos; y si el ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo. | Dejadlos: son ciegos, guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. | Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.d | Dejadlos: son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. |
15 | Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos la parábola. | Pedro entonces respondiendo, le dijo: Explícanos la parábola. | Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola. | Y respondiendo Pedro, le dijo: Decláranos esta parábola. |
16 | Él dijo: ¿También a vosotros os falta aún entendimiento? | YJesús dijo: ¿Vosotros también sois todavía sin entendimiento? | Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento? | Y Jesús dijo: ¿Aun también vosotros sois sin entendimiento? |
17 | ¿No comprendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? | ¿No comprendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y se echa en la secreta? | ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? | ¿No entendéis aún, que todo lo que entra en la boca, va al vientre, y es echado en la letrina? |
18 | Pero lo que sale de la boca, del corazón viene; y eso contamina al hombre. | Mas lo que sale de la boca, del corazón procede; y esto es lo que contamina al hombre. | Pero lo que sale de la boca, del corazón sale;e y esto contamina al hombre. | Mas lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. |
19 | Porque del corazón proceden pensamientos malos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias. | Porque del corazón proceden malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias. | Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. | Porque del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias. |
20 | Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con manos no lavadas no contamina al hombre. | Éstas son las cosas que contaminan al hombre; mas el comer con manos no lavadas no contamina al hombre. | Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre. | Estas cosas son las que contaminan al hombre: que comer con las manos por lavar no contamina al hombre. |
21 | Saliendo Jesús de allí, se marchó a la región de Tiro y de Sidón. | Y partiendo Jesús de allí, se fué a las comarcas de Tiro y de Sidón. | Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. | Y saliendo Jesús de allí, se fué á las partes de Tiro y de Sidón. |
22 | Entonces una mujer cananea, que había salido de aquella región, gritaba diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija está gravemente atormentada por un demonio. | Y he aquí que una mujer cananea, de aquellasregiones, saliendo al camino, clamaba, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí; mi hija está gravemente atormentada de un demonio! | Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. | Y he aquí una mujer Cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija es malamente atormentada del demonio. |
23 | Pero él no le respondió palabra; y acercándose sus discípulos le rogaron, diciendo: Despídela, porque nos persigue gritando. | Mas él no le respondió palabra: y viniendo sus discípulos le rogaron, diciendo: Despáchala, porque grita en pos de nosotros. | Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. | Mas él no le respondió palabra. Entonces llegándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despáchala, pues da voces tras nosotros. |
24 | Pero él, respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. | Mas él respondiendo, les dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. | Él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. | Y él respondiendo, dijo: No soy enviado sino á las ovejas perdidas de la casa de Israel. |
25 | Pero ella se acercó y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, ayúdame! | Ella entonces vino, y prosternóse ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! | Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! | Entonces ella vino, y le adoró, diciendo: Señor socórreme. |
26 | Pero él le respondió: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perros. | Mas él respondió y dijo: No es justo tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perros. | Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. | Y respondiendo él, dijo: No es bien tomar el pan de los hijos, y echarlo á los perrillos. |
27 | Ella dijo: ¡Así es, Señor; pero hasta los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos! | Y ella dijo: ¡Así es, Señor; mas óyeme, porque los perros también comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores! | Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. | Y ella dijo: Sí, Señor; mas los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores. |
28 | Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres! Y su hija quedó sana desde aquella hora. | Entonces Jesús respondiendo, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres! Y su hija quedó sana desde aquella hora. | Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. | Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres. Y fué sana su hija desde aquella hora. |
29 | Salió Jesús de allí y fue junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí. | Y partiendo Jesús de allí, pasó a lo largo del mar de Galilea; y subiendo a la montaña, sentóse allí. | Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí. | Y partido Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea: y subiendo al monte, se sentó allí. |
30 | Vino a él una gran multitud, que traía consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y otros muchos, y los pusieron a sus pies; y él los sanó; | Y vinieron a él grandes multitudes, que traían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos y otros muchos enfermos, y los echaron a sus pies; y él los sanó: | Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; | Y llegaron á él muchas gentes, que tenían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos: y los echaron á los pies de Jesús, y los sanó: |
31 | de modo que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los lisiados sanados, a los cojos andar, a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel. | de manera que la multitud se maravillaba, cuando veía a los mudos hablando, a los mancos sanos, a los cojos andando, a los ciegos con vista; y glorificaron al Dios de Israel. | de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel. | De manera que se maravillaban las gentes, viendo hablar los mudos, los mancos sanos, andar los cojos, y ver los ciegos: y glorificaron al Dios de Israel. |
32 | Jesús, llamando a sus discípulos, les dijo: Tengo compasión por la multitud, ya hace tres días que permanecen conmigo, y no tienen qué comer; no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino. | Y Jesús llamando a sí sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de esta multitud, que ya hace tres días que permanecen conmigo, y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino. | Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino. | Y Jesús llamando á sus discípulos, dijo: Tengo lástima de la gente, que ya hace tres días que perseveran conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos ayunos no quiero, porque no desmayen en el camino. |
33 | Pero sus discípulos le dijeron: ¿De dónde conseguiremos aquí, en un desierto, tantos panes para saciar a tanta gente? | Pero sus discípulos le dicen: ¿De dónde hemos de conseguir aquí en un desierto tantos panes que saciemos a tanta gente? | Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande? | Entonces sus discípulos le dicen: ¿Dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, que hartemos á tan gran compañía? |
34 | Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos respondieron: Siete, y unos pocos pescaditos. | Y Jesús les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. | Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. | Y Jesús les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. |
35 | Mandó a la multitud que se recostase en la tierra. | Y mandó a las gentes que se recostasen sobre la tierra. | Y mandó a la multitud que se recostase en tierra. | Y mandó á las gentes que se recostasen sobre la tierra. |
36 | Tomó los siete panes y los pescados y, después de dar gracias, los partió y dio a los discípulos, y los discípulos a la multitud. | Y tomando los siete panes y los peces, dió gracias, y los quebró, y dió a los discípulos, y los discípulos, al pueblo. | Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la multitud. | Y tomando los siete panes y los peces, haciendo gracias, partió y dió á sus discípulos; y los discípulos á la gente. |
37 | Comieron todos, y se saciaron; y recogieron de los pedazos que sobraron siete cestos llenos. | Y comieron todos, y se saciaron: y alzaron de los pedazos que sobraron siete canastos llenos. | Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas. | Y comieron todos, y se hartaron: y alzaron lo que sobró de los pedazos, siete espuertas llenas. |
38 | Los que habían comido eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. | Y los que habían comido eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. | Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. | Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin las mujeres y los niños. |
39 | Despedida la multitud, subió en la barca, y se fue a los confines de Magadán. | Y despedidas las gentes, entró en la barca, y vino a los confines de Magdala. | Entonces, despedida la gente, entró en la barca, y vino a la región de Magdala. | Entonces, despedidas las gentes, subió en el barco: y vino á los términos de Magdalá. |