Biblia paralela

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1 EMPERO la serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que Jehová Dios había hecho; y dijo a la mujer: ¿Conque ha dicho Dios: No comeréis de ningún árbol del jardín? Pero la serpientea era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? EMPERO la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo á la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
2 Y respondió la mujer a la serpiente: Del fruto de los árboles del jardín bien podemos comer: Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; Y la mujer respondió á la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos;
3 mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comeréis de él, ni lo tocaréis, no sea que muráis. pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis.
4 Entonces dijo la serpiente a la mujer: De seguro que no moriréis; Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; Entonces la serpiente dijo á la mujer: No moriréis;
5 antes bien, sabe Dios que en el día que comiereis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal. sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.
6 Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era una delicia para los ojos, y árbol deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto, y comió; y dió también a su marido, cuando con ella estaba, y él comió. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió así como ella.
7 Y fueron abiertos los ojos de entrambos, y conocieron que estaban desnudos: y cosieron hojas de higuera, e hicieron para sí ceñidores que los cubriesen. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y fueron abiertos los ojos de entrambos, y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el jardín al fresco del día; y escondiéronse el hombre y su mujer de la presencia de Jehová Dios, entre los árboles del jardín. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto al aire del día: y escondióse el hombre y su mujer de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
9 Entonces Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás? Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y llamó Jehová Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
10 Y él respondió: Oí tu voz en el jardín, y tuve miedo, porque estaba desnudo, y me escondí. Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y escondíme.
11 Y él dijo: ¿Quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del cual te mandé que no comieses? Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del que yo te mandé no comieses? Y díjole: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?
12 Y dijo el hombre: La mujer que pusiste aquí conmigo me dió del árbol, y comí. Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dió del árbol, y yo comí.
13 Y dijo Jehová Dios a la mujer: ¿Qué es esto que has hecho? Y respondió la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó,b y comí. Entonces Jehová Dios dijo á la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
14 Entonces dijo Jehová Dios a la serpiente: Por cuanto has hecho esto, maldita seas más que toda bestia, y más que todo animal del campo; sobre tu vientre andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y Jehová Dios dijo á la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida:
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; ésta te quebrará la cabeza, y tú le quebrarás el calcañar. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
16 A la mujer dijo: Haré que sean muchos los trabajos de tus preñeces; con dolor parirás los hijos; y a tu marido estará sujeta tu voluntad, y él será tu señor. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido,c y él se enseñoreará de ti. Á la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor parirás los hijos; y á tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti.
17 Y a Adam dijo: Por cuanto escuchaste la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé, diciendo, No comerás de él; maldita sea la tierra por tu causa; con trabajo comerás de ella todos los días de tu vida, Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste á la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo, No comerás de él; maldita será la tierra por amor de ti; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida;
18 y te producirá espinos y abrojos, y comerás de las plantas del campo. Espinos y cardos te producirá,d y comerás plantas del campo. Espinos y cardos te producirá, y comerás hierba del campo;
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra de donde fuiste tomado; porque polvo eres, y al polvo tornarás. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. En el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas á la tierra; porque de ella fuiste tomado: pues polvo eres, y al polvo serás tornado.
20 Y llamó el hombre a su mujer «Eva, porque ella había de ser madre de todos los vivientes. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva,e por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Y llamó el hombre el nombre de su mujer, Eva; por cuanto ella era madre de todos lo vivientes.
21 E hizo Jehová Dios para Adam y para su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Y Jehová Dios hizo al hombre y á su mujer túnicas de pieles, y vistiólos.
22 Y dijo Jehová Dios: He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal; ahora pues, no sea que extienda la mano y tome también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre: Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida,f y coma, y viva para siempre. Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal: ahora, pues, porque no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre:
23 Por tanto le echó Jehová Dios del jardín de Edén, para que labrase la tierra de donde fué tomado. Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Y sacólo Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fué tomado.
24 De modo que arrojó al hombre, y colocó al frente del jardín de Edén los querubines y una espada de fuego que daba vueltas por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía á todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
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