1 |
Se levantaron todos juntos, y lo llevaron ante Pilato. |
Y LEVANTÁNDOSE toda la muchedumbre de ellos, le llevaron ante Pilato. |
Levantándose entonces toda la muchedumbre de ellos, llevaron a Jesús a Pilato. |
LEVANTÁNDOSE entonces toda la multitud de ellos, lleváronle á Pilato. |
2 |
Comenzaron a acusarlo, diciendo: A este encontramos pervirtiendo a nuestra nación y prohibiendo pagar tributo a César, diciendo que él mismo es Cristo, un Rey. |
Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado pervirtiendo a nuestra nación, y vedando pagar tributo a César, y diciendo que él mismo es Cristo, el Rey. |
Y comenzaron a acusarle, diciendo: A este hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohíbe dar tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey. |
Y comenzaron á acusarle, diciendo: Á éste hemos hallado que pervierte la nación, y que veda dar tributo á César, diciendo que él es el Cristo, el rey. |
3 |
Pilato entonces le preguntó: ¿Eres tú el rey de los judíos? Y Jesús le respondió: Tú lo dices. |
Pilato entonces le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el rey de los judíos? Y respondiendo Jesús, le dijo: Tú lo dices. |
Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo dices. |
Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los Judíos? Y respondiendo él, dijo: Tú lo dices. |
4 |
Entonces Pilato dijo a los jefes de los sacerdotes y a la multitud: Ningún delito encuentro en este hombre. |
Y Pilato dijo a los jefes de los sacerdotes y a las turbas de gente: Ninguna culpa hallo en este hombre. |
Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre. |
Y Pilato dijo á los príncipes de los sacerdotes, y á las gentes: Ninguna culpa hallo en este hombre. |
5 |
Pero ellos insistían, diciendo: Amotina al pueblo, enseñando por toda Judea; y comenzando en Galilea, ha llegado hasta aquí. |
Ellos empero insistían más y más, diciendo: Incita al pueblo, enseñando por toda la Judea; y comenzando desde Galilea, llega hasta aquí. |
Pero ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí. |
Mas ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí. |
6 |
Al oír esto, Pilato preguntó si el hombre era galileo. |
Y Pilato, oyendo esto, preguntó si el hombre era galileo. |
Entonces Pilato, oyendo decir, Galilea, preguntó si el hombre era galileo. |
Entonces Pilato, oyendo de Galilea, preguntó si el hombre era Galileo. |
7 |
Cuando supo que era de la jurisdicción de Herodes, se lo envió; porque Herodes estaba en Jerusalén en aquellos días. |
Y luego que supo que era de la jurisdicción de Herodes, le envió a Herodes; el cual estaba en Jerusalem en aquellos días. |
Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén. |
Y como entendió que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió á Herodes, el cual también estaba en Jerusalem en aquellos días. |
8 |
Cuando Herodes vio a Jesús, se alegró mucho; pues hacía tiempo que deseaba verlo; porque había oído hablar de él y esperaba que hiciese algún milagro. |
Y Herodes, cuando vió a Jesús, alegróse sobremanera; pues hacía mucho que deseaba verle; porque había oído hablar de él; y esperaba ver algún milagro hecho por él. |
Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal. |
Y Herodes, viendo á Jesús, holgóse mucho, porque hacía mucho que deseaba verle; porque había oído de él muchas cosas, y tenía esperanza que le vería hacer alguna señal. |
9 |
Lo interrogó sin tregua, pero él no le respondió nada. |
Hízole, pues, muchas preguntas, mas él no le respondió nada. |
Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió. |
Y le preguntaba con muchas palabras; mas él nada le respondió: |
10 |
También los jefes de los sacerdotes y los escribas lo acusaban con ímpetu. |
Mientras tanto los jefes de los sacerdotes y los escribas estaban acusándole porfiadamente. |
Y estaban los principales sacerdotes y los escribas acusándole con gran vehemencia. |
Y estaban los príncipes de los sacerdotes y los escribas acusándole con gran porfía. |
11 |
Herodes con sus soldados lo trató con desprecio y, burlándose de él, le puso una ropa espléndida y lo volvió a enviar a Pilato. |
Y Herodes con sus soldados le trató con desprecio; y haciendo burla de él, le vistió de una ropa esplendorosa, le volvió a enviar a Pilato. |
Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida; y volvió a enviarle a Pilato. |
Mas Herodes con su corte le menospreció, y escarneció, vistiéndole de una ropa rica; y volvióle á enviar á Pilato. |
12 |
Herodes y Pilato se hicieron amigos ese día; porque antes estaban enemistados. |
Y Herodes y Pilato se hicieron amigos en aquel mismo día; porque antes estaban enemistados entre sí. |
Y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí. |
Y fueron hechos amigos entre sí Pilato y Herodes en el mismo día; porque antes eran enemigos entre sí. |
13 |
Pilato entonces, convocando a los jefes de los sacerdotes, a los magistrados y al pueblo, |
Pilato entonces, habiendo convocado a los jefes de los sacerdotes y a los magistrados y al pueblo, |
Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo, |
Entonces Pilato, convocando los príncipes de los sacerdotes, y los magistrados, y el pueblo, |
14 |
les dijo: Me trajisteis a este hombre como amotinador del pueblo; y yo, examinándolo ante vosotros, no he encontrado en él ningún crimen de los que lo acusáis; |
les dijo: Vosotros me habéis traído a este hombre, como pervertidor del pueblo; y he aquí que yo, habiéndole examinado delante de vosotros, no he hallado en este hombre culpa alguna de aquellas de que le acusáis: |
les dijo: Me habéis presentado a este como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. |
Les dijo: Me habéis presentado á éste por hombre que desvía al pueblo: y he aquí, preguntando yo delante de vosotros, no he hallado culpa alguna en este hombre de aquéllas de que le acusáis. |
15 |
ni Herodes tampoco; porque él nos lo ha vuelto a enviar; y mirad, no ha cometido nada digno de muerte. |
ni Herodes tampoco; porque él le ha vuelto a enviar a nosotros; y he aquí, ninguna cosa digna de muerte ha sido cometida por él. |
Y ni aun Herodes, porque os remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre. |
Y ni aun Herodes; porque os remití á él, y he aquí, ninguna cosa digna de muerte ha hecho. |
16 |
Por tanto, lo castigaré y lo dejaré libre. |
Por tanto le castigaré, y le soltaré: |
Le soltaré, pues, después de castigarle. |
Le soltaré, pues, castigado. |
17 |
Porque en cada fiesta les debía liberar un preso. |
porque de necesidad había de soltarles algún preso en cada fiesta. |
Y tenía necesidad de soltarles uno en cada fiesta. |
Y tenía necesidad de soltarles uno en cada fiesta. |
18 |
Pero todos juntos gritaron: ¡Quita a este, y deja en libertad a Barrabás! |
Mas ellos gritaron todos juntos, diciendo: ¡Quita a éste, mas suéltanos a Barrabás! |
Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con este, y suéltanos a Barrabás! |
Mas toda la multitud dió voces á una, diciendo: Quita á éste, y suéltanos á Barrabás: |
19 |
Este, por insurrección en la ciudad y por homicidio, había sido encarcelado. |
el cual por cierto motín hecho en la ciudad, y por un homicidio, había sido echado en la cárcel. |
Este había sido echado en la cárcel por sedición en la ciudad, y por un homicidio. |
(El cual había sido echado en la cárcel por una sedición hecha en la ciudad, y una muerte.) |
20 |
Y les volvió a hablar Pilato, que quería dejar libre a Jesús. |
Y Pilato volvió a hablarles, deseando soltar a Jesús. |
Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; |
Y hablóles otra vez Pilato, queriendo soltar á Jesús. |
21 |
Pero ellos gritaban: ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! |
Mas ellos clamaron a gritos: iCrucifícale! ¡crucifícale! |
pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale! |
Pero ellos volvieron á dar voces, diciendo: Crucifícale, crucifícale. |
22 |
Entonces él les dijo por tercera vez: Pero ¿qué mal ha hecho? ¡Nada que merezca la muerte he encontrado en él; lo castigaré y lo liberaré! |
Él entonces les dijo por tercera vez: Pues ¿qué mal ha hecho? ¡Ninguna cosa digna de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré! |
Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho este? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré. |
Y él les dijo la tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? Ninguna culpa de muerte he hallado en él: le castigaré, pues, y le soltaré. |
23 |
Pero ellos insistían a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado; y sus voces y las de los jefes de los sacerdotes prevalecieron. |
Mas ellos insistían a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado: y las voces de ellos y de los jefes de los sacerdotes prevalecieron. |
Mas ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los principales sacerdotes prevalecieron. |
Mas ellos instaban á grandes voces, pidiendo que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los príncipes de los sacerdotes crecían. |
24 |
Entonces Pilato sentenció que se hiciera lo que pedían. |
Pilato, pues, dió sentencia que fuese hecho lo que pedían. |
Entonces Pilato sentenció que se hiciese lo que ellos pedían; |
Entonces Pilato juzgó que se hiciese lo que ellos pedían; |
25 |
Liberó al que por insurrección y homicidio había sido encarcelado, al que pedían; pero a Jesús lo entregó a la voluntad de ellos. |
Y soltó a aquel que por motín y homicidio había sido echado en la cárcel, a quien pedían; mas a Jesús le entregó a la voluntad de ellos. |
y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, a quien habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos. |
Y les soltó á aquél que había sido echado en la cárcel por sedición y una muerte, al cual habían pedido; y entregó á Jesús á la voluntad de ellos. |
26 |
Cuando lo llevaban, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y cargaron sobre él la cruz, para que la llevara detrás de Jesús. |
Y como le conducían al suplicio, echaron mano de cierto Simón natural de Cirene, que venía del campo; y cargaron sobre él la cruz, para que la llevase en pos de Jesús. |
Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús. |
Y llevándole, tomaron á un Simón Cireneo, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús. |
27 |
Lo seguía una gran multitud del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. |
Y le seguía una inmensa muchedumbre del pueblo, y de mujeres que le plañían y lamentaban. |
Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. |
Y le seguía una grande multitud de pueblo, y de mujeres, las cuales le lloraban y lamentaban. |
28 |
Jesús, volviéndose hacia ellas, dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras y por vuestros hijos. |
Mas Jesús, volviéndose hacia ellas, dijo: Hijas de Jerusalem, no lloréis por mí, mas llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. |
Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. |
Mas Jesús, vuelto á ellas, les dice: Hijas de Jerusalem, no me lloréis á mí, mas llorad por vosotras mismas, y por vuestros hijos. |
29 |
Porque vendrán días en los que dirán: Dichosas las estériles, los vientres que nunca concibieron y los pechos que no amamantaron. |
Pues he aquí que vienen días en los cuales dirán: Dichosas las estériles, y los vientres que nunca concibieron, y los pechos que no amamantaron. |
Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron. |
Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no engendraron, y los pechos que no criaron. |
30 |
Entonces comenzarán a decir a las montañas: Caed sobre nosotros; y a los collados: Escondednos. |
Entonces comenzarán a decir a las montañas: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. |
Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos.a |
Entonces comenzarán á decir á los montes: Caed sobre nosotros: y á los collados: Cubridnos. |
31 |
Porque si esto se hace con el árbol verde, ¿qué no se hará con el seco? |
Porque si tales cosas se hacen en el árbol verde, ¿cuáles no se harán en el seco? |
Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará? |
Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué se hará? |
32 |
Llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para hacerlos morir con él. |
Había también otros dos, que eran malhechores, llevados juntamente con él para hacerlos morir. |
Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. |
Y llevaban también con él otros dos, malhechores, á ser muertos. |
33 |
Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, allí lo crucificaron; y a los malhechores, uno a su derecha y otro a su izquierda. |
Y cuando hubieron llegado al lugar llamado Calvario, allí le crucificaron, y a los malhechores, uno a su derecha y otro a su izquierda. |
Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. |
Y como vinieron al lugar que se llama de la Calavera, le crucificaron allí, y á los malhechores, uno á la derecha, y otro á la izquierda. |
34 |
Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartiéndose entre ellos sus vestidos, echaron suertes. |
Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo entre sí sus vestidos, echaron suertes. |
Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.b |
Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes. |
35 |
El pueblo estaba allí mirando; y también los magistrados que se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es el Cristo de Dios, su escogido. |
Y el pueblo estaba de pie mirando: y los magistrados también, juntamente con ellos, se mofaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo de Dios, su escogido. |
Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es el Cristo, el escogido de Dios. |
Y el pueblo estaba mirando; y se burlaban de él los príncipes con ellos, diciendo: Á otros hizo salvos: sálvese á sí, si éste es el Mesías, el escogido de Dios. |
36 |
Los soldados también se burlaban de él, acercándose y ofreciéndole vinagre |
Los soldados también hacían burla de él, llegándose, y ofreciéndole vinagre, |
Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, |
Escarnecían de él también los soldados, llegándose y presentándole vinagre, |
37 |
y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. |
y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. |
y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. |
Y diciendo: Si tú eres el Rey de los Judíos, sálvate á ti mismo. |
38 |
Además, había una inscripción sobre él: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. |
Y había también una inscripción sobre él: ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. |
Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. |
Y había también sobre él un título escrito con letras griegas, y latinas, y hebraicas: ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. |
39 |
Uno de los malhechores crucificados lo injuriaba, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros. |
Y uno de los malhechores que estaban crucificados, le escarnecía, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? sálvate a ti mismo, y a nosotros. |
Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. |
Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate á ti mismo y á nosotros. |
40 |
Pero respondiendo el otro, lo reprendió, diciendo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios, que bajo la misma sentencia estás? |
Mas respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Tú ni siquiera temes a Dios, aunque estás en la misma condenación? |
Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? |
Y respondiendo el otro, reprendióle, diciendo: ¿Ni aun tú temes á Dios, estando en la misma condenación? |
41 |
Para nosotros, a la verdad, es justo; porque estamos recibiendo lo que nuestros hechos merecieron; pero este nada malo hizo. |
y nosotros a la verdad justamente; porque recibimos la pena debida a nuestros hechos: pero éste ningún mal ha hecho. |
Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo. |
Y nosotros, á la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos: mas éste ningún mal hizo. |
42 |
Y le dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. |
Y dijo a Jesús: Señor, acuérdate de mí, cuando vinieres en tu reino. |
Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. |
Y dijo á Jesús: Acuérdate de mí cuando vinieres á tu reino. |
43 |
Jesús le respondió: En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. |
Y Jesús le respondió: En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el Paraíso. |
Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. |
Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso. |
44 |
Era ya como la hora sexta; y hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. |
Y era ya como la hora de sexta; y hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona. |
Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. |
Y cuando era como la hora de sexta, fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona. |
45 |
El sol se oscureció y la cortina del templo se rasgó por la mitad. |
Y obscurecióse el sol; y el velo del Templo se rasgó por medio. |
Y el sol se oscureció, y el veloc del templo se rasgó por la mitad. |
Y el sol se obscureció: y el velo del templo se rompió por medio. |
46 |
Jesús clamó a gran voz: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!, y habiendo dicho esto, expiró. |
Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! y habiendo dicho esto, expiró. |
Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.d Y habiendo dicho esto, expiró. |
Entonces Jesús, clamando á gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, espiró. |
47 |
Viendo el centurión lo ocurrido, dio gloria a Dios, diciendo: Ciertamente este hombre era justo. |
Y cuando el centurión vió lo que había acontecido, dió gloria a Dios, diciendo: Ciertamente este hombre era justo. |
Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo. |
Y como el centurión vió lo que había acontecido, dió gloria á Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo. |
48 |
Toda la multitud que se había reunido para presenciar este espectáculo, tras contemplar lo sucedido, se volvió golpeándose el pecho. |
Y todas las multitudes que se habían juntado para presenciar este espectáculo, cuando vieron las cosas que habían acontecido, se volvieron, dándose golpes de pecho. |
Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho. |
Y toda la multitud de los que estaban presentes á éste espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían hiriendo sus pechos. |
49 |
También todos sus conocidos y las mujeres que lo habían seguido desde Galilea estaban lejos mirando estas cosas. |
También todos sus conocidos, y las mujeres que le habían acompañado desde Galilea, se estaban de pie a lo lejos, mirando estas cosas. |
Pero todos sus conocidos, y las mujerese que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas. |
Mas todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas. |
50 |
Un hombre llamado José, miembro del concilio, hombre bueno y justo, |
Y he aquí un hombre, llamado José, que era del concilio, hombre bueno y justo, |
Había un varón llamado José, de Arimatea, ciudad de Judea, el cual era miembro del concilio, varón bueno y justo. |
Y he aquí un varón llamado José, el cual era senador, varón bueno y justo, |
51 |
(que no se había unido a su propósito ni a sus acciones), de Arimatea, ciudad de los judíos, esperaba el reino de Dios; |
(él no había consentido en el consejo ni en la obra de los demás), de Arimatea, ciudad de los Judíos, el cual también esperaba el reino de Dios; |
Este, que también esperaba el reino de Dios, y no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos, |
(El cual no había consentido en el consejo ni en los hechos de ellos), de Arimatea, ciudad de la Judea, el cual también esperaba el reino de Dios; |
52 |
este se acercó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. |
éste, acudiendo a Pilato, pidió para sí el cuerpo de Jesús. |
fue a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. |
Éste llegó á Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. |
53 |
Y bajándolo, lo envolvió en un lienzo y lo puso en un sepulcro excavado en la roca, en el cual nadie había sido puesto todavía. |
Y bajándole, le envolvió en un lienzo; y le puso en un sepulcro labrado a pico en una peña, en el cual nadie había sido puesto todavía. |
Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie. |
Y quitado, lo envolvió en una sábana, y le puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual ninguno había aún sido puesto. |
54 |
Era el día de la Preparación, y el sábado se acercaba. |
Y era el día de la Preparación, y el sábado ya rayaba. |
Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo.f |
Y era día de la víspera de la Pascua; y estaba para rayar el sábado. |
55 |
Las mujeres que le habían acompañado desde Galilea los seguían; vieron el sepulcro y cómo fue puesto el cuerpo. |
Y las mujeres que le habían acompañado desde Galilea, siguiendo tras ellos, vieron el sepulcro, y cómo fué puesto el cuerpo. |
Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. |
Y las mujeres que con él habían venido de Galilea, siguieron también y vieron el sepulcro, y cómo fué puesto su cuerpo. |
56 |
Al volver, prepararon especias aromáticas y perfumes; y el sábado descansaron, conforme al mandamiento. |
Y al volverse, prepararon especias y ungüentos; y el sábado descansaron, según el mandamiento. |
Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo,g conforme al mandamiento.h |
Y vueltas, aparejaron drogas aromáticas y ungüentos; y reposaron el sábado, conforme al mandamiento. |