Biblia paralela

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1 Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando acabó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. Y ACONTECIÓ que, estando él orando en cierto lugar, cuando acabó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. Y ACONTECIÓ que estando él orando en un lugar, como acabó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos á orar, como también Juan enseñó á sus discípulos.
2 Les dijo: Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Y les dijo: Cuando oréis, decid:
Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Y les dijo: Cuando orareis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos; sea tu nombre santificado. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
3 Danos hoy nuestro pan cotidiano. Danos día por día nuestro pan cotidiano. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
4 Perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en la tentación. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a cada uno que nos debe. Y no nos dejes caer en tentación. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos á todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del malo.
5 Y les dijo: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, y acudirá a él a medianoche y le dirá: Amigo, préstame tres panes; Y les dijo: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, y acudirá a él a media noche, y le dirá: Amigo, préstame tres panes; Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, Díjoles también: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, é irá á él á media noche, y le dirá: Amigo, préstame tres panes,
6 porque un amigo mío ha llegado de viaje a mi casa, y no tengo qué ofrecerle; porque un amigo mío ha venido a mí de camino, y no tengo qué poner delante de él; porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; Porque un amigo mío ha venido á mí de camino, y no tengo que ponerle delante;
7 y aquel, respondiendo desde adentro, le dirá: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos están conmigo en la cama; no puedo levantarme y dártelos? y él, respondiendo desde adentro, le dirá: No me seas molesto; la puerta está ya cerrada, y mis hijos, juntamente conmigo, están en la cama; no puedo levantarme y darte. y aquel, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? Y el de dentro respondiendo, dijere: No me seas molesto; la puerta está ya cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y darte?
8 Os digo que, aunque no se levante a darle por ser su amigo, sin embargo, por su importunidad se levantará y le dará cuantos necesite. Dígoos que aunque no se levante a darle por ser su amigo, sin embargo, por causa de su importunidad, se levantará y le dará cuanto hubiere menester. Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. Os digo, que aunque no se levante á darle por ser su amigo, cierto por su importunidad se levantará, y le dará todo lo que habrá menester.
9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Y yo os digo a vosotros: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y os será abierto.
10 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abre.
11 ¿Y quién de vosotros que sea padre, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, en su lugar le dará una serpiente? ¿Y cuál de vosotros, que es padre, si su hijo le pidiere un pan, le dará una piedra? ¿o si le pidiere un pescado, en lugar de pescado le dará una serpiente? ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿Y cuál padre de vosotros, si su hijo le pidiere pan, le dará una piedra?, ó, si pescado, ¿en lugar de pescado, le dará una serpiente?
12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? ¿o si le pidiere un huevo, le dará un escorpión? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Ó, si le pidiere un huevo, ¿le dará un escorpión?
13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas á vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo á los que lo pidieren de él?
14 Estaba expulsando a un demonio que era mudo; y sucedió que, al salir el demonio, el mudo habló, y las multitudes se maravillaron. Y estaba echando fuera un demonio, que era mudo; y sucedió que al salir el demonio, habló el mudo; y las multitudes se maravillaron. Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; y aconteció que salido el demonio, el mudo habló; y la gente se maravilló. Y estaba él lanzando un demonio, el cual era mudo: y aconteció que salido fuera el demonio, el mudo habló y las gentes se maravillaron.
15 Pero algunos de ellos dijeron: Por Beelzebú, el príncipe de los demonios, echa fuera a los demonios. Mas algunos de entre ellos dijeron: ¡En unión con Beelzebub, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios. Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.a Mas algunos de ellos decían: En Beelzebub, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.
16 Mientras otros, para tentarlo, le pedían una señal del cielo. Y otros, por tentarle, pedían de su parte una señal que procediese del cielo. Otros, para tentarle, le pedían señal del cielo.b Y otros, tentando, pedían de él señal del cielo.
17 Pero él, que conocía sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y una casa dividida contra sí misma se derrumba. Mas él, que conocía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, se destruye; y casa dividida contra casa, cae. Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae. Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.
18 Si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? Porque decís que por Beelzebú yo expulso a los demonios. Si pues Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? porque decís que en unión con Beelzebub yo echo fuera los demonios. Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? ya que decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios. Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo estará en pie su reino? porque decís que en Beelzebub echo yo fuera los demonios.
19 Si, pues, yo por Beelzebú expulso a los demonios, vuestros hijos ¿por quién los expulsan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. Mas si yo echo fuera los demonios en unión con Beelzebub, vuestros hijos ¿en unión con quién los echan fuera? por tanto ellos serán vuestros jueces. Pues si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. Pues si yo echo fuera los demonios en Beelzebub, ¿vuestros hijos en quién los echan fuera? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
20 Pero si yo con el dedo de Dios expulso a los demonios, entonces os ha llegado el reino de Dios. Empero si yo con el dedo de Dios echo fuera los demonios, es evidente que el reino de Dios os ha sobrevenido. Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros. Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, cierto el reino de Dios ha llegado á vosotros.
21 Cuando el fuerte bien armado guarda su casa, todos sus bienes están seguros. Cuando un hombre poderoso, bien armado, guarda su mismo palacio, todos sus bienes están seguros. Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. Cuando el fuerte armado guarda su atrio, en paz está lo que posee.
22 Pero cuando viene otro más poderoso que él y lo vence, le quitará su armadura en la que confiaba y repartirá su botín. Mas cuando sobreviniere otro, más poderoso que él, y le venciere, le quitará su armadura completa en que confiaba, y repartirá sus despojos. Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín. Mas si sobreviniendo otro más fuerte que él, le venciere, le toma todas sus armas en que confiaba, y reparte sus despojos.
23 El que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama. El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. El que no es conmigo, contra mí es;c y el que conmigo no recoge, desparrama. El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
24 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares áridos buscando reposo; al no encontrarlo, dice: Regresaré a mi casa de donde salí. El espíritu inmundo, cuando ha salido de una persona, anda por lugares sin aguas, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Me volveré a mi casa de donde salí. Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Cuando el espíritu inmundo saliere del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Me volveré á mi casa de donde salí.
25 Y cuando llega, la halla barrida y adornada. Y venido a ella, la halla barrida y arreglada. Y cuando llega, la halla barrida y adornada. Y viniendo, la halla barrida y adornada.
26 Entonces va y toma consigo a otros siete espíritus peores que él; y entrando, se establecen allí; y el estado final de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él; y entrando, se establecen allí; y viene a ser peor el postrer estado de aquel hombre, que el primero. Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, habitan allí: y lo postrero del tal hombre es peor que lo primero.
27 Aconteció que, mientras él decía esto, una mujer en medio de la multitud levantó la voz y le dijo: ¡Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos que mamaste! Y aconteció que mientras él decía estas cosas, una mujer de en medio de la multitud, levantando la voz, le dijo: ¡Bienaventurado el seno que te trajo, y los pechos que mamaste! Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. Y aconteció que diciendo estas cosas, una mujer de la compañía, levantando la voz, le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos que mamaste.
28 Pero él respondió: Antes, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y se guían por ella. Mas él dijo: Antes, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
29 Como las multitudes se agrupaban, comenzó a decirles: Esta es una generación perversa; busca una señal, y no se le dará señal, sino la de Jonás. Y cuando las multitudes se apiñaban en derredor de él, comenzó a decir: Esta es una generación mala; busca con empeño una señal; y ninguna señal le será dada, sino la señal de Jonás profeta. Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal,d pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás. Y juntándose las gentes á él, comenzó á decir: Esta generación mala es: señal busca, mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás.
30 Porque como Jonás fue señal para los ninivitas, así será también el Hijo del hombre para esta generación. Porque de la manera que Jonás fué señal a los Ninivitas, así también lo será el Hijo del hombre a esta generación. Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas,e también lo será el Hijo del Hombre a esta generación. Porque como Jonás fué señal á los Ninivitas, así también será el Hijo del hombre á esta generación.
31 La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y hay más que Salomón en este lugar. La reina del Austro se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y la condenará: porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y he aquí uno mayor que Salomón en este lugar. La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón,f y he aquí más que Salomón en este lugar. La reina del Austro se levantará en juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque vino de los fines de la tierra á oír la sabiduría de Salomón; y he aquí más que Salomón en este lugar.
32 Los ninivitas se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás; y mirad, hay algo más que Jonás aquí. Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás; y he aquí uno mayor que Jonás en este lugar. Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron,g y he aquí más que Jonás en este lugar. Los hombres de Nínive se levantarán en juicio con esta generación, y la condenarán; porque á la predicación de Jonás se arrepintieron; y he aquí más que Jonás en este lugar.
33 Nadie que enciende una lámpara la oculta, ni la pone debajo del almud, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz. Nadie, cuando ha encendido una luz, la pone en un sótano, ni debajo del celemín, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz. Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud, sino en el candelero,h para que los que entran vean la luz. Nadie pone en oculto la antorcha encendida, ni debajo del almud, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz.
34 La lámpara del cuerpo es tu ojo; cuando tu ojo es simple, también todo tu cuerpo está iluminado; pero cuando es malo, también todo tu cuerpo está oscuro. La lumbrera del cuerpo es el ojo: por tanto, cuando tu ojo sea sencillo, todo tu cuerpo también estará lleno de luz; mas cuando sea malo, todo tu cuerpo también estará lleno de tinieblas. La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas. La antorcha del cuerpo es el ojo: pues si tu ojo fuere simple, también todo tu cuerpo será resplandeciente; mas si fuere malo, también tu cuerpo será tenebroso.
35 Mira, pues, que la luz que hay en ti, no sea tinieblas. Mira, pues, que la luz que en ti hay, no sea tinieblas. Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas. Mira pues, si la lumbre que en ti hay, es tinieblas.
36 Por tanto, si todo tu cuerpo está iluminado, sin tener oscura ninguna parte, estará totalmente lleno de luz, como cuando una lámpara te ilumina con su fulgor. Por tanto, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna tenebrosa, estará completamente lleno de luz, como cuando una lámpara con su resplandor te alumbra. Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor. Así que, siendo todo tu cuerpo resplandeciente, no teniendo alguna parte de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una antorcha de resplandor te alumbra.
37 Mientras él hablaba, un fariseo le rogó que comiera con él; y al entrar, se puso a la mesa. Mientras él hablaba, un fariseo le rogó que comiera con él; y al entrar, se sentó a la mesa. Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa. Y luego que hubo hablado, rogóle un Fariseo que comiese con él: y entrado Jesús, se sentó á la mesa.
38 Pero al ver esto el fariseo, se extrañó de que no se hubiera lavado antes de comer. Mas el fariseo cuando vió esto, se maravilló de que no hubiese sido bautizado primero, antes de comer. El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer. Y el Fariseo, como lo vió, maravillóse de que no se lavó antes de comer.
39 Entonces el Señor le dijo: Así vosotros, los fariseos, limpiáis el exterior del vaso y del plato, pero vuestro interior está lleno de codicia y de maldad. El Señor entonces le dijo: Así pues vosotros, los fariseos, limpiáis lo exterior de la copa y del plato; mas vuestro interior está lleno de rapacidad y de maldad. Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad. Y el Señor le dijo: Ahora vosotros los Fariseos lo de fuera del vaso y del plato limpiáis; mas lo interior de vosotros está lleno de rapiña y de maldad.
40 ¡Insensatos! ¿El que hizo lo de fuera, no hizo también lo de dentro? ¡Insensatos! ¿el que hizo lo de afuera, no hizo también lo de adentro? Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro? Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de dentro?
41 Antes, dad más bien limosna de lo que tenéis dentro, y todo os será puro. Antes más bien dad limosna de lo que tenéis; y he aquí que todas las cosas os son limpias. Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio. Empero de lo que os resta, dad limosna; y he aquí todo os será limpio.
42 Pero, ¡ay de vosotros, fariseos! Porque dais el diezmo por la menta, la ruda y toda hortaliza; y desatendéis la justicia y el amor de Dios. Esto debíais hacer sin desatender aquello. Mas ¡ay de vosotros, fariseos! porque diezmáis la hierbabuena, y la ruda, y toda suerte de hortalizas; y pasáis de largo la justicia y el amor de Dios. Estas cosas deberíais hacer, sin desatender aquéllas. Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza,i y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello. Mas ¡ay de vosotros, Fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza; mas el juicio y la caridad de Dios pasáis de largo. Pues estas cosas era necesario hacer, y no dejar las otras.
43 ¡Ay de vosotros, fariseos!, que amáis los primeros asientos en las sinagogas y los saludos en las plazas. ¡Ay de vosotros, fariseos! que amáis los primeros asientos en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas. ¡Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas. ¡Ay de vosotros, Fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas.
44 ¡Ay de vosotros! Porque sois como sepulturas disimuladas, y los hombres que andan por encima no lo saben. ¡Ay de vosotros! porque sois como sepulturas que no se ven; y los hombres que andan por encima de ellas no lo saben. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben. ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.
45 Respondiendo entonces uno de los doctores de la ley, le dijo: ¡Maestro, diciendo esas cosas nos ofendes también a nosotros! Respondiendo entonces uno de los doctores de la ley, le dice: ¡Maestro, con decir estas cosas nos afrentas a nosotros también! Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros. Y respondiendo uno de los doctores de la ley, le dice: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas á nosotros.
46 Él entonces dijo: ¡Ay de vosotros también, los doctores de la ley! Porque imponéis a los hombres cargas insoportables, y vosotros ni siquiera las tocáis con un dedo. Mas él dijo: ¡Ay de vosotros también, los doctores de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas difíciles de llevar, y vosotros ni siquiera tocáis las cargas con un dedo. Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis. Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, doctores de la ley! que cargáis á los hombres con cargas que no pueden llevar; mas vosotros ni aun con un dedo tocáis las cargas.
47 ¡Ay de vosotros! Porque edificáis los sepulcros de los profetas a quienes vuestros padres mataron. ¡Ay de vosotros! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y vuestros padres los mataron. ¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas a quienes mataron vuestros padres! ¡Ay de vosotros! que edificáis los sepulcros de los profetas, y los mataron vuestros padres.
48 ¡Así que sois testigos y consentidores de las obras de vuestros padres; porque en verdad ellos los mataron y vosotros edificáis sus sepulcros! ¡Verdaderamente vosotros sois testigos de que consentís en las obras de vuestros padres; porque ellos en verdad los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros! De modo que sois testigos y consentidores de los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros. De cierto dais testimonio que consentís en los hechos de vuestros padres; porque á la verdad ellos los mataron, mas vosotros edificáis sus sepulcros.
49 Por esto también la sabiduría de Dios dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y a muchos de ellos matarán y perseguirán; Por esto también la sabiduría de Dios ha dicho: Les enviaré profetas y mensajeros; y a muchos de ellos matarán y perseguirán; Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán, Por tanto, la sabiduría de Dios también dijo: Enviaré á ellos profetas y apóstoles; y de ellos á unos matarán y á otros perseguirán;
50 para que sea reclamada a esta generación la sangre de todos los profetas que ha sido derramada desde la fundación del mundo; para que de esta generación sea demandada la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la fundación del mundo; para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo, Para que de esta generación sea demandada la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la fundación del mundo;
51 desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacarías, que falleció entre el altar y el santuario; en verdad os digo que esto le será reclamado a esta generación. desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacarías, que fué muerto entre el altar y el Santuario: en verdad os digo, esto será demandado de esta generación. desde la sangre de Abelj hasta la sangre de Zacarías,k que murió entre el altar y el templo; sí, os digo que será demandada de esta generación. Desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zachârías, que murió entre el altar y el templo: así os digo, será demandada de esta generación.
52 ¡Ay de vosotros doctores de la ley! Porque habéis quitado la llave del conocimiento; vosotros no entrasteis, y a los que estaban entrando se lo impedisteis. ¡Ay de vosotros los doctores de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros no entrasteis, y a los que iban entrando se lo impedisteis. ¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis. ¡Ay de vosotros, doctores de la ley! que habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y á los que entraban impedisteis.
53 Mientras les decía estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a fustigarlo con dureza y a provocarlo para que hablase de muchas cosas; Y mientras les decía estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a exasperarse en gran manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas; Diciéndoles él estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a estrecharle en gran manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas; Y diciéndoles estas cosas, los escribas y los Fariseos comenzaron á apretar le en gran manera, y á provocarle á que hablase de muchas cosas;
54 acechándolo para cazar alguna palabra suya y poder acusarlo. asechándole, y procurando cazar alguna cosa de su boca, para poderle acusar. acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle. Acechándole, y procurando cazar algo de su boca para acusarle.
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