1 |
Después de estas cosas Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea, [que es el mar] de Tiberias. |
DESPUÉS de estas cosas Jesús se fué a la otra orilla del Mar de Galilea, que es el mar de Tiberias. |
Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. |
PASADAS estas cosas, fuése Jesús de la otra parte de la mar de Galilea, que es de Tiberias. |
2 |
Y le siguió una gran multitud, porque veían los milagros que hacía en los enfermos. |
Y le siguió una gran muchedumbre de gentes, porque veían los milagros que hacía en los enfermos. |
Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. |
Y seguíale grande multitud, porque veían sus señales que hacía en los enfermos. |
3 |
Pero Jesús subió a la montaña, y allí se sentó con sus discípulos. |
Mas Jesús se fué a la montaña, y allí se sentó con sus discípulos. |
Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. |
Y subió Jesús á un monte, y se sentó allí con sus discípulos. |
4 |
Y la Pascua, la fiesta de los judíos, se acercaba. |
(Y estaba cerca la Pascua, fiesta de los judíos.) |
Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. |
Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los Judíos. |
5 |
Alzando Jesús los ojos, y viendo que una gran multitud venía hacia él, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que estos coman? |
Alzando, pues, Jesús los ojos, y viendo que una gran multitud venía hacia él, dijo a Felipe: ¿De dónde hemos de comprar pan para que éstos coman? |
Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos? |
Y como alzó Jesús los ojos, y vió que había venido á él grande multitud, dice á Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? |
6 |
Esto lo decía para probarle; pues él mismo sabía lo que iba a hacer. |
Esto lo decía para probarle; pues él mismo sabía lo que iba a hacer. |
Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. |
Mas esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. |
7 |
Felipe le respondió: 200 denarios de pan no bastarían para que cada uno tome un poco. |
Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no les es suficiente, para que cada uno tome un poco. |
Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. |
Respondióle Felipe: Doscientos denarios de pan no les bastarán, para que cada uno de ellos tome un poco. |
8 |
Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: |
Dícele uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro: |
Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: |
Dícele uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro: |
9 |
Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué son estos para tantos? |
Aquí está un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos: pero éstos ¿qué son entre tantos? |
Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? |
Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; ¿mas qué es esto entre tantos? |
10 |
Jesús dijo: Haced que los hombres se recuesten. Había mucha hierba en aquel sitio. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos 5.000. |
Dijo Jesús: Haced que los hombres se recuesten: y había mucha hierba en aquel sitio. Se recostaron, pues, los hombres, hasta en número de cinco mil. |
Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. |
Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar: y recostáronse como número de cinco mil varones. |
11 |
Tomó entonces Jesús los panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban recostados; y asimismo les dio de los peces, cuanto querían. |
Tomó entonces Jesús los panes, y habiendo dado gracias, repartió a los que estaban recostados: y asimismo les dió de los pececillos, cuanto querían. |
Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. |
Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, repartió á los discípulos, y los discípulos á los que estaban recostados: asimismo de los peces, cuanto querían. |
12 |
Cuando estuvieron satisfechos, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobran, para que no se pierda nada. |
Y cuando estuvieron satisfechos, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobran, para que no se pierda nada. |
Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. |
Y como fueron saciados, dijo á sus discípulos: Recoged los pedazos que han quedado, porque no se pierda nada. |
13 |
Los recogieron, pues, y llenaron doce cestos de los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. |
Los recogieron, pues, y llenaron doce cestos de los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. |
Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. |
Cogieron pues, é hinchieron doce cestas de pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron á los que habían comido. |
14 |
Entonces aquellos hombres, cuando vieron el milagro que Jesús había hecho, decían: Este es verdaderamente el Profeta que había de venir al mundo. |
Por tanto aquellos hombres, cuando vieron el milagro que Jesús había hecho, decían: Este es verdaderamente el Profeta que había de venir al mundo. |
Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. |
Aquellos hombres entonces, como vieron la señal que Jesús había hecho, decían: Éste verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. |
15 |
Jesús, pues, percibiendo que estaban a punto de venir y tomarle por la fuerza, para hacerle rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo. |
Jesús, pues, percibiendo que estaban a punto de venir y tomarle por fuerza, para hacerle rey, partió otra vez a la montaña, él solo. |
Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo. |
Y entendiendo Jesús que habían de venir para arrebatarle, y hacerle rey, volvió á retirarse al monte, él solo. |
16 |
Al anochecer, sus discípulos bajaron al mar, |
Y cuando era la tarde, sus discípulos bajaron al mar, |
Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar, |
Y como se hizo tarde, descendieron sus discípulos á la mar; |
17 |
entraron en una barca e iban atravesando el mar hacia Capernaum. Había ya oscurecido, y Jesús no había aún venido a su encuentro. |
y entraron en una barca, e iban atravesando el mar hacia Capernaum. Había ya obscurecido, y Jesús no había aún venido a ellos. |
y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos. |
Y entrando en un barco, venían de la otra parte de la mar hacia Capernaum. Y era ya oscuro, y Jesús no había venido á ellos. |
18 |
Además, el mar se encrespaba a causa de un gran viento que soplaba. |
Entretanto el mar se iba levantando, a causa de un gran viento que soplaba. |
Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba. |
Y levantábase la mar con un gran viento que soplaba. |
19 |
Cuando habían remado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús andando sobre el mar y acercándose a la barca; y se asustaron. |
Y cuando, pues, hubieron remado cosa de veinte o treinta estadios, ven a Jesús andando sobre el mar, y acercándose a la barca; y se asustaron. |
Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. |
Y como hubieron navegado como veinticinco ó treinta estadios, ven á Jesús que andaba sobre la mar, y se acercaba al barco: y tuvieron miedo. |
20 |
Pero él les dijo: Yo soy, no tengáis miedo. |
Mas él les dice: Yo soy; no tengáis miedo. |
Mas él les dijo: Yo soy; no temáis. |
Mas él les dijo: Yo soy; no tengáis miedo. |
21 |
Querían, pues, recibirlo en la barca y enseguida llegó la barca a la tierra a la que iban. |
Gustosos pues, le recibieron en le barca; y llegó luego la barca a la tierra adonde iban. |
Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban. |
Ellos entonces gustaron recibirle en el barco: y luego el barco llegó á la tierra donde iban. |
22 |
Al día siguiente, la gente que estaba en la otra ribera del mar vio que no había allí más que una sola barca, y sabían que Jesús no había entrado en la barca con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían ido solos. |
Al día siguiente, la gente que estaba de la otra parte del mar, viendo que no había allí más que una sola barquichuela, y conociendo que entró en la barca con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían ido solos; |
El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que estos se habían ido solos. |
El día siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar, como vió que no había allí otra navecilla sino una, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en ella, sino que sus discípulos se habían ido solos; |
23 |
Sin embargo, otras barcas de Tiberias se habían aproximado al lugar donde comieron el pan, después de haber dado gracias el Señor. |
(sin embargo arribaron barquichuelas de Tiberias, cerca del lugar donde comieron el pan, después de haber dado gracias el Señor;) |
Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor. |
Y que otras navecillas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber el Señor dado gracias; |
24 |
Cuando, pues, la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum en busca de Jesús. |
cuando, pues, la gente vió que Jesús no estaba allí ni tampoco sus discípulos, entraron ellos en las barquichuelas, y fueron a Capernaum, en busca de Jesús. |
Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús. |
Como vió pues la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos en las navecillas, y vinieron á Capernaum buscando á Jesús. |
25 |
Y, hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo viniste acá? |
Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabbí ¿cuándo viniste acá? |
Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? |
Y hallándole de la otra parte de la mar, dijéronle: Rabbí, ¿cuándo llegaste acá? |
26 |
Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo: Me buscáis, no porque visteis los milagros, sino porque comisteis de los panes, y os saciasteis. |
Respondióles Jesús y dijo: En verdad, en verdad os digo: Me buscáis, no porque visteis los milagros, sino porque comisteis de los panes, y os saciasteis. |
Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. |
Respondióles Jesús, y dijo; De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os hartasteis. |
27 |
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que dura para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues sobre este el Padre, Dios, ha puesto su sello. |
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que dura para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste le selló el Padre, Dios. |
Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre. |
Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que á vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque á éste señaló el Padre, que es Dios. |
28 |
Ellos entonces le dijeron: ¿Qué hemos de hacer, para realizar las obras de Dios? |
Ellos entonces le dijeron: ¿Qué hemos de hacer, para obrar las obras de Dios? |
Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? |
Y dijéronle: ¿Qué haremos para que obremos las obras de Dios? |
29 |
Jesús respondió: Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel a quien él envió. |
Jesús respondió y les dijo: Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel a quien él envió. |
Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. |
Respondió Jesús, y díjoles: Ésta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. |
30 |
Le dijeron pues: ¿Qué señal haces tú para que veamos y creamos? ¿Qué obra haces? |
Dijéronle pues: ¿Qué señal haces tú, para que veamos y creamos? ¿qué obras tú? |
Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? |
Dijéronle entonces: ¿Qué señal pues haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obras? |
31 |
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: «Pan del cielo les dio a comer.» [Salmo 78:24 (véase Éxodo 16:4, 14, 15)] |
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dió a comer. |
Nuestros padres comieron el maná en el desierto,a como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.b |
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dió á comer. |
32 |
Les dijo entonces Jesús: En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo, mi Padre os da el verdadero pan del cielo. |
Les dijo entonces Jesús: En verdad, en verdad os digo: No fué Moisés quien os dió el pan del cielo; mi Padre empero os da el verdadero pan del cielo. |
Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. |
Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dió Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. |
33 |
Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. |
Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo, y da vida al mundo. |
Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. |
Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. |
34 |
Ellos le dijeron: Señor, danos siempre este pan. |
Ellos por tanto le dijeron: Señor, danos siempre este pan. |
Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. |
Y dijéronle: Señor, danos siempre este pan. |
35 |
Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí jamás tendrá sed. |
Díjoles Jesús: Yo soy el pan de la vida: el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca jamás tendrá sed. |
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. |
Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. |
36 |
Pero os he dicho ya que vosotros me habéis visto y no creéis. |
Pero os he dicho ya que vosotros me habéis visto, y no creéis. |
Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. |
Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. |
37 |
Todo lo que me da el Padre, a mí vendrá; y al que viene a mí, de ninguna manera lo echaré fuera. |
Todo cuanto me da el Padre, a mí vendrá; y al que viene a mí, de ninguna manera le desecharé. |
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. |
Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no le hecho fuera. |
38 |
Porque descendí del cielo no para hacer mi propia voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió. |
Porque descendí del cielo no para hacer mi propia voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió. |
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. |
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió. |
39 |
Y esta es la voluntad de aquel que me envió, que de todo lo que me ha dado, yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día postrero. |
Y ésta es la voluntad de aquel que me envió, que de cuanto me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día postrero. |
Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. |
Y ésta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero. |
40 |
Porque esta es la voluntad de mi Padre, que todo aquel que ve al Hijo y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día postrero. |
Pues que ésta es la voluntad de mi Padre, que todo aquel que ve al Hijo y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. |
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. |
Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero. |
41 |
Entonces los judíos murmuraban de él, porque dijo: Yo soy el pan que descendió del cielo. |
Por tanto los judíos murmuraban de él, porque dijo: Yo soy el pan que descendió del cielo. |
Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. |
Murmuraban entonces de él los Judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendí del cielo. |
42 |
Y decían: ¿No es este Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: Yo he descendido del cielo? |
Y decían: ¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: Yo he descendido del cielo? |
Y decían: ¿No es este Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice este: Del cielo he descendido? |
Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? |
43 |
Jesús les respondió: No murmuréis entre vosotros. |
Jesús respondió, y les dijo: No murmuréis entre vosotros. |
Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. |
Y Jesús respondió, y díjoles: No murmuréis entre vosotros. |
44 |
Nadie puede venir a mí si el Padre que me envió no le trae, y yo lo resucitaré en el día postrero. |
Nadie puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere: y yo le resucitaré en el día postrero. |
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. |
Ninguno puede venir á mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. |
45 |
Escrito está en los Profetas: «Y todos ellos serán enseñados por Dios.» [Isaías 54:13] Todo aquel que ha oído al Padre, y ha aprendido de él, viene a mí. |
Escrito está en los Profetas: Y todos ellos serán enseñados de Dios. Todo aquel que ha oído de parte del Padre, y ha aprendido de él, viene a mí. |
Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios.c Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. |
Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene á mí. |
46 |
No es que alguien haya visto al Padre, con excepción de aquel que es de Dios; este ha visto al Padre. |
No que hombre alguno haya visto al Padre, con excepción de aquel que es de Dios: éste ha visto al Padre. |
No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; este ha visto al Padre. |
No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios, éste ha visto al Padre. |
47 |
En verdad, en verdad os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. |
En verdad, en verdad os digo: El que cree en mí tiene vida eterna. |
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. |
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. |
48 |
Yo soy el pan de la vida. |
Yo soy el pan de la vida. |
Yo soy el pan de vida. |
Yo soy el pan de vida. |
49 |
Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron; |
Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron: |
Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. |
Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y son muertos. |
50 |
este es el pan que desciende del cielo, para que uno pueda comer de él y no morir. |
éste es el pan que desciende del cielo, para que uno pueda comer de él, y no morir. |
Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. |
Éste es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera. |
51 |
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá eternamente; y el pan que yo daré es mi carne que doy por la vida del mundo. |
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá eternamente: y el pan que yo daré es mi carne, que doy por la vida del mundo. |
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. |
Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. |
52 |
Por tanto, los judíos disputaron entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este hombre darnos a comer su carne? |
por tanto los judíos disputaron entre sí diciendo: ¿Cómo puede este hombre darnos su carne a comer? |
Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne? |
Entonces los Judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne á comer? |
53 |
Jesús, pues, les dijo: En verdad, en verdad os digo: A menos que comáis la carne del Hijo del hombre, y bebáis su sangre, no tendréis vida en vosotros. |
Jesús, pues, les dijo: En verdad, en verdad os digo: A menos que comáis la carne del Hijo del hombre, y bebáis su sangre, no tendréis vida en vosotros. |
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. |
Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros. |
54 |
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día postrero. |
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. |
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. |
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero. |
55 |
Porque mi carne es verdadero alimento, y mi sangre es verdadera bebida. |
Porque mi carne es verdadero alimento, y mi sangre es verdadera bebida. |
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. |
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. |
56 |
El que come mi carne y bebe mi sangre, mora en mí, y yo en él. |
El que come mi carne y bebe mi sangre, mora en mí, y yo en él. |
El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. |
El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. |
57 |
Como el Padre viviente me envió, y yo vivo por medio del Padre, así el que me come, este también vivirá por medio de mí. |
Como el Padre viviente me envió, y yo vivo por medio del Padre, así el que me come, éste también vivirá por medio de mí. |
Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. |
Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. |
58 |
Este es el pan que descendió del cielo; el que come este pan vivirá eternamente; no como vuestros padres que comieron el maná y murieron. |
Éste es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres que comieron el maná, y murieron: el que come este pan, vivirá eternamente. |
Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. |
Éste es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente. |
59 |
Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. |
Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. |
Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. |
Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. |
60 |
Por tanto, muchos de sus discípulos, al oír esto, dijeron: Dura palabra es esta. ¿Quién la puede escuchar? |
Por tanto muchos de sus discípulos, al oír esto, dijeron: ¡Dura palabra es ésta! ¿quién la puede escuchar? |
Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? |
Y muchos de sus discípulos oyéndolo, dijeron: Dura es esta palabra: ¿quién la puede oír? |
61 |
Pero Jesús, conociendo en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza? |
Jesús empero, conociendo en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza? |
Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende? |
Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, díjoles: ¿Esto os escandaliza? |
62 |
¿Qué, pues, si veis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? |
¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre subir a donde antes estaba? |
¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? |
¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero? |
63 |
El Espíritu es el que da vida, la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y vida. |
Es el espíritu el que da vida, la carne de nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado espíritu y vida son. |
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. |
El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida. |
64 |
Pero hay algunos de vosotros que no creen. Pues desde el principio Jesús sabía quiénes eran los que no creían y quién era aquel que le había de entregar. |
Mas hay algunos de vosotros que no creen. Pues desde el principio sabía Jesús quiénes eran los que no creían, y quién era aquel que le había de entregar. |
Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. |
Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. |
65 |
Y dijo: Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no le ha sido dado del Padre. |
Y dijo: Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí, a menos que le sea dado por mi Padre. |
Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. |
Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir á mí, si no le fuere dado del Padre. |
66 |
Por esto muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban más con él. |
Por esto muchos de sus discípulos se volvieron atrás, y ya no andaban más con él. |
Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. |
Desde esto, muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. |
67 |
Por tanto, Jesús dijo a los doce: ¿No queréis iros vosotros también? |
Por tanto Jesús dijo a los doce: ¿No queréis iros vosotros también? |
Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? |
Dijo entonces Jesús á los doce: ¿Queréis vosotros iros también? |
68 |
Le respondió Simón Pedro: Señor ¿a quién iremos? Tú tienes las palabras de vida eterna; |
Respondióle Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? ¡tú tienes las palabras de vida eterna: |
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. |
Y respondióle Simón Pedro: Señor, ¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna. |
69 |
y nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo. |
y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo! |
Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.d |
Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente. |
70 |
Les respondió Jesús: ¿No os escogí yo a vosotros, los doce, y uno de vosotros es diablo? |
Respondióles Jesús: ¿No os escogí yo a vosotros, los doce, y uno de vosotros es diablo? |
Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? |
Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y uno de vosotros es diablo? |
71 |
Lo decía del hijo de Simón, Judas Iscariote, porque era este, siendo uno de los doce, quien le iba a entregar. |
Lo decía del hijo de Simón, Judas Iscariote, porque era éste, siendo uno de los doce, quien le iba a entregar. |
Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque este era el que le iba a entregar, y era uno de los doce. |
Y hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón, porque éste era el que le había de entregar, el cual era uno de los doce. |