Biblia paralela
# | Moderna 1929 actualizada 2020 | Moderna 1929 | Reina-Valera revisada 1960 | Reina-Valera revisada 1909 |
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1 | Mientras hablaban al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes, el capitán de la guardia del templo y los saduceos, | EMPERO mientras hablaban al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes, con el a capitán del Templo y los saduceos, | Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, | Y HABLANDO ellos al pueblo, sobrevinieron los sacerdotes, y el magistrado del templo, y los Saduceos, |
2 | irritados de que enseñaran al pueblo y anunciaran en nombre de Jesús la resurrección de entre los muertos. | indignados de que enseñasen al pueblo, y proclamasen en nombre de Jesús la resurrección de entre los muertos. | resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. | Resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de los muertos. |
3 | Les echaron mano y los pusieron en la prisión hasta el día siguiente, porque era ya tarde. | Y les echaron mano, y los pusieron en la prisión hasta la mañana; porque era ya tarde. | Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde. | Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente; porque era ya tarde. |
4 | Pero muchos de los que oyeron la palabra, creyeron; y llegó a ser el número de los hombres como 5.000. | Muchos, sin embargo, de los que habían oído la palabra, creyeron; y vino a ser el número de los hombres como cinco mil. | Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil. | Mas muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y fué el número de los varones como cinco mil. |
5 | Al día siguiente se reunieron sus gobernantes, los ancianos y los escribas, en Jerusalén; | Y aconteció, al día siguiente, que se juntaron sus gobernantes, y los ancianos, y los escribas en Jerusalem: | Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, | Y aconteció al día siguiente, que se juntaron en Jerusalem los príncipes de ellos, y los ancianos, y los escribas; |
6 | y estaban el sumo sacerdote Anás, así como Caifás, Juan y Alejandro, y todos los de la familia de los sumos sacerdotes. | y Annás sumo sacerdote estaba allí, y Caifás, y Juan, y Alejandro, y cuantos eran del linaje de los sumos sacerdotes. | y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes; | Y Anás, príncipe de los sacerdotes, y Caifás, y Juan y Alejandro, y todos los que eran del linaje sacerdotal; |
7 | Poniendo a Pedro y a Juan en medio, les preguntaron: ¿Con qué poder o en nombre de quién hicisteis esto? | Y habiéndolos puesto en medio de ellos, les preguntaron: ¿Con qué poder, y en qué nombre habéis hecho esto? | y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto? | Y haciéndolos presentar en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, ó en qué nombre, habéis hecho vosotros esto? |
8 | Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos: | Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: | Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: | Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Príncipes del pueblo, y ancianos de Israel: |
9 | si nosotros hoy somos interrogados acerca de la buena obra hecha a un hombre enfermo, de qué manera ha sido curado, | si nosotros el día de hoy somos interrogados, respecto de la buena obra hecha a un hombre enfermo, en virtud de quién haya sido sanado, | Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera este haya sido sanado, | Pues que somos hoy demandados acerca del beneficio hecho á un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, |
10 | sea conocido de todos vosotros y de todo el pueblo de Israel que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros habéis crucificado, a quien Dios resucitó de entre los muertos, en su nombre se presenta él ante vosotros sano. | sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis, a quien Dios resucitó de entre los muertos, y por la virtud de él mismo, éste se presenta aquí delante de vosotros sano. | sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. | Sea notorio á todos vosotros, y á todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, al que vosotros crucificasteis y Dios le resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. |
11 | Esta es la piedra desechada por vosotros los edificadores, que ha llegado a ser cabeza del ángulo. | Ésta es la piedra que fué desechada de vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. | Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.a | Éste es la piedra reprobada de vosotros los edificadores, la cual es puesta por cabeza del ángulo. |
12 | Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado entre los hombres, en el que podamos ser salvos. | Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos. | Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. | Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado á los hombres, en que podamos ser salvos. |
13 | Viendo ellos el denuedo de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. | Y viendo ellos el denuedo de Pedro y de Juan, y percibiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y al fin los reconocían, que eran de los que habían estado con Jesús. | Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. | Entonces viendo la constancia de Pedro y de Juan, sabido que eran hombres sin letras é ignorantes, se maravillaban; y les conocían que habían estado con Jesús. |
14 | Y viendo al hombre que había sido sanado de pie en medio de ellos, nada podían decir en contra. | Y viendo al hombre que había sido sanado, de pie en medio de ellos, nada podían decir en contra. | Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra. | Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba con ellos, no podían decir nada en contra. |
15 | Después de que les mandaron salir del Sanedrín, se consultaron, | Empero habiéndoles mandado que saliesen del Sinedrio, conferenciaban entre sí, | Entonces les ordenaron que saliesen del concilio; y conferenciaban entre sí, | Mas les mandaron que se saliesen fuera del concilio; y conferían entre sí, |
16 | diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque es evidente a todos los que habitan en Jerusalén que un milagro notable ha sido hecho por medio de ellos, y no podemos negarlo. | diciendo: ¿Qué hemos de hacer con estos hombres? porque es evidente a todos los que habitan en Jerusalem, que un milagro notable ha sido hecho por medio de ellos; y nosotros no lo podemos negar. | diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar. | Diciendo: ¿Qué hemos de hacer á estos hombres? porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria á todos los que moran en Jerusalem, y no lo podemos negar. |
17 | Pero para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que de aquí en adelante a nadie hablen en este nombre. | Sin embargo, para que esto no se divulgue más entre el pueblo, amenacémoslos, mandando que de aquí en adelante no hablen en este nombre a hombre alguno. | Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. | Todavía, porque no se divulgue más por el pueblo, amenacémoslos, que no hablen de aquí adelante á hombre alguno en este nombre. |
18 | Y llamándolos, les prohibieron hablar o enseñar en el nombre de Jesús. | Y habiéndolos llamado, les mandaron que no hablasen absolutamente ni enseñasen en el nombre de Jesús. | Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. | Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. |
19 | Pero Pedro y Juan les respondieron: ¡Juzgad vosotros si es justo ante Dios escucharos a vosotros más bien que a Dios! | Pedro y Juan empero respondieron y les dijeron: ¡Juzgad vosotros si es justo delante de Dios escucharos a vosotros más bien que a Dios! | Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; | Entonces Pedro y Juan, respondiendo, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer antes á vosotros que á Dios: |
20 | Porque nosotros no podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído. | pues en cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar las cosas que hemos visto y oído. | porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído. | Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído. |
21 | Después de amenazarlos los soltaron, no hallando cómo castigarlos a causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo sucedido; | De manera que habiéndolos amenazado todavía más, los soltaron, no hallando cómo castigarlos, a causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que había sido hecho: | Ellos entonces les amenazaron y les soltaron, no hallando ningún modo de castigarles, por causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que se había hecho, | Ellos entonces los despacharon amenazándolos, no hallando ningún modo de castigarlos, por causa del pueblo; porque todos glorificaban á Dios de lo que había sido hecho. |
22 | porque tenía más de 40 años el hombre en quien fue hecho este milagro de curación. | porque era de más de cuarenta años el hombre en quien fué hecho este milagro de curación. | ya que el hombre en quien se había hecho este milagro de sanidad, tenía más de cuarenta años. | Porque el hombre en quien había sido hecho este milagro de sanidad, era de más de cuarenta años. |
23 | Puestos en libertad, volvieron a los suyos y les refirieron todo lo que los jefes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho. | Puestos pues en libertad, volvieron a los suyos, y refirieron todo cuanto les habían dicho los jefes de los sacerdotes y los ancianos. | Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. | Y sueltos, vinieron á los suyos, y contaron todo lo que los príncipes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho. |
24 | Ellos, al oírlo, alzaron unánimes la voz a Dios, diciendo: ¡Soberano! Tú que hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo cuanto en ellos hay; | Ellos entonces, cuando lo oyeron, levantaron unánimes la voz a Dios, diciendo: ¡Señor! tú eres el Dios que hiciste el cielo, y la tierra, y el mar, y todo cuanto hay en ellos; | Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;b | Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz á Dios, y dijeron: Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, la mar, y todo lo que en ellos hay; |
25 | que por boca de nuestro padre David, tu siervo, dijiste: «¿Por qué se amotinaron las naciones, y los pueblos meditaron vanos proyectos? | que por boca de tu siervo David dijiste: ¿Por qué se amotinaron las naciones, y los pueblos meditaron vanos proyectos? | que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? |
Que por boca de David, tu siervo, dijiste: ¿Por qué han bramado las gentes, Y los pueblos han pensado cosas vanas? |
26 | Acudieron los reyes de la tierra, y los príncipes unánimes se juntaron contra el Señor° y contra su Cristo;» [Salmo 2:1-2] | Pusiéronse en pie los reyes de la tierra, y los príncipes a una se juntaron contra el Señor y contra su Cristo | Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo.c |
Asistieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo. |
27 | porque en verdad se juntaron en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, | porque a la verdad se juntaron, en esta ciudad, contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste, Herodes, y Poncio Pilato, con los gentiles, y las tribus de Israel, | Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodesd y Poncio Pilato,e con los gentiles y el pueblo de Israel, | Porque verdaderamente se juntaron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, al cual ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los Gentiles y los pueblos de Israel, |
28 | para llevar a cabo cuanto tu mano y tu consejo predestinaron que sucediera. | para hacer todo cuanto tu mano y tu consejo habían predeterminado que había de hacerse. | para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. | Para hacer lo que tu mano y tu consejo habían antes determinado que había de ser hecho. |
29 | Ahora, Señor, mira sus amenazas; y concede a tus siervos que con todo denuedo anuncien tu palabra, | ¡Ahora pues, Señor, mira las amenazas de ellos; y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, | Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, | Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y da á tus siervos que con toda confianza hablen tu palabra; |
30 | mientras extiendes tu mano para sanar, y para que se realicen señales y prodigios en nombre de tu santo siervo Jesús. | mientras tú extiendas la mano para sanar, de manera que señales y maravillas sean hechas en el nombre de tu santo siervo Jesús! | mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. | Que extiendas tu mano á que sanidades, y milagros, y prodigios sean hechos por el nombre de tu santo Hijo Jesús. |
31 | Habiendo así suplicado, fue sacudido el lugar donde estaban reunidos, y todos fueron llenos del Espíritu Santo; y hablaron la palabra de Dios con denuedo. | Y habiendo ellos orado, fué sacudido el lugar donde estaban congregados; y fueron todos llenos del Espíritu Santo; y hablaron la palabra de Dios con denuedo. | Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. | Y como hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con confianza. |
32 | La multitud de los creyentes era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo cosa alguna de lo que poseía; sino que tenían todas las cosas en común. | Y la muchedumbre de los creyentes era de un mismo corazón y de una misma alma; y ninguno decía ser suya propia cosa alguna de las que poseía; mas todas las cosas les eran comunes. | Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.f | Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma: y ninguno decía ser suyo algo de lo que poseía; mas todas las cosas les eran comunes. |
33 | Los apóstoles con gran poder daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús; y todos ellos gozaban de una abundante gracia. | Y con gran poder dieron testimonio los apóstoles de la resurrección del Señor Jesús; y mucha gracia estaba sobre todos ellos. | Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. | Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran esfuerzo; y gran gracia era en todos ellos. |
34 | Porque no había ningún necesitado entre ellos; pues todos los poseedores de campos o de casas los vendían y traían el precio de lo vendido, | Porque no había ningún indigente entre ellos; pues cuantos eran poseedores de campos, y de casas, los vendían, y traían los valores de las cosas vendidas, | Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, | Que ningún necesitado había entre ellos: porque todos los que poseían heredades ó casas, vendiéndolas, traían el precio de lo vendido, |
35 | y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se distribuía según la necesidad que tuviera cada uno. | y los ponían a los pies de los apóstoles; y se hacía distribución a cada uno según cualquiera de ellos tuviese necesidad. | y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.g | Y lo ponían á los pies de los apóstoles; y era repartido á cada uno según que había menester. |
36 | Entonces José, por los apóstoles llamado Bernabé (que significa Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, | Y José, que por los apóstoles fué apellidado Bernabé (que traducido quiere decir, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, | Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, | Entonces José, que fué llamado de los apóstoles por sobrenombre, Bernabé, (que es interpretado, Hijo de consolación) Levita, natural de Cipro, |
37 | quien tenía un campo y lo vendió; y trayendo el dinero, lo puso a los pies de los apóstoles. | teniendo un campo, lo vendió: y trayendo el dinero, lo puso a los pies de los apóstoles. | como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles. | Como tuviese una heredad, la vendió, y trajo el precio, y púsolo á los pies de los apóstoles. |