Biblia paralela
# | Moderna 1929 actualizada 2020 | Moderna 1929 | Reina-Valera revisada 1960 | Reina-Valera revisada 1909 |
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1 | Una vez a salvo, nos dimos cuenta de que la isla se llamaba Malta. | Y CUANDO hubimos escapado, entonces supimos que la isla se llamaba Melita. | Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta. | Y CUANDO escapamos, entonces supimos que la isla se llamaba Melita. |
2 | Los nativos manifestaron hacia nosotros una bondad poco común; encendieron una hoguera y nos acogieron a todos, porque llovía y hacía frío. | Y aquellos bárbaros usaron con nosotros de no poca bondad; porque encendieron una hoguera, y nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que nos estaba encima, y a causa del frío. | Y los naturales nos trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío. | Y los bárbaros nos mostraron no poca humanidad; porque, encendido un fuego, nos recibieron á todos, á causa de la lluvia que venía, y del frío. |
3 | Recogiendo Pablo una brazada de ramas secas y echándolas al fuego, se le prendió de la mano una víbora que huía del calor. | Mas habiendo Pablo recogido una porción de ramas secas, y echádolas en el fuego, saliendo una víbora, a causa del calor, le trabó de la mano. | Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. | Entonces habiendo Pablo recogido algunos sarmientos, y puéstolos en el fuego, una víbora, huyendo del calor, le acometió á la mano. |
4 | Cuando los bárbaros vieron la bestia colgando de su mano, decían entre sí: Sin duda este hombre es un homicida, a quien, aun habiendo escapado del mar, la Justicia no le permite vivir. | Y como viesen los bárbaros el reptil colgado de su mano, decían entre sí: Sin duda este hombre es homicida, a quien aun cuando haya escapado del mar, la Justicia no le ha permitido vivir. | Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. | Y como los bárbaros vieron la víbora colgando de su mano, decían los unos á los otros: Ciertamente este hombre es homicida, á quien, escapado de la mar, la justicia no deja vivir. |
5 | Pero él, sacudiendo la bestia en el fuego, no sufrió ningún daño. | Mas él, sacudiendo el reptil en el fuego, no experimentó mal alguno. | Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. | Mas él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún mal padeció. |
6 | Ellos esperaban que se hinchara o cayera muerto de repente; pero, después de esperar largo tiempo y ver que ningún mal le ocurría, cambiando de parecer decían que era algún dios. | Pero ellos aguardaban que se hinchase, o cayese muerto de repente: pero cuando hubieron aguardado largo tiempo, y vieron que ningún mal le sucedía, mudando de parecer, decían que era algún dios. | Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios. | Empero ellos estaban esperando cuándo se había de hinchar, ó caer muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, mudados, decían que era un dios. |
7 | En las cercanías de ese lugar había unas tierras pertenecientes al principal de la isla, que se llamaba Publio; este nos recibió y nos hospedó amablemente tres días. | Y en las cercanías de aquel lugar, estaban los terrenos del hombre principal de la isla, el cual se llamaba Publio: éste nos recibió, y nos hospedó tres días benévolamente. | En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días. | En aquellos lugares había heredades del principal de la isla, llamado Publio, el cual nos recibió y hospedó tres días humanamente. |
8 | Sucedió que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y disentería; entró Pablo donde él estaba, y tras orar, puso sobre él las manos y lo sanó. | Y fué así que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y disentería; y entró Pablo a donde él estaba, y habiendo orado, puso sobre él las manos, y le sanó. | Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó. | Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebres y de disentería: al cual Pablo entró, y después de haber orado, le puso las manos encima, y le sanó: |
9 | Cuando esto sucedió, los demás de la isla que tenían enfermedades vinieron y fueron sanados. | Y hecho esto, los demás de la isla que tenían enfermedades vinieron, y fueron sanados. | Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados; | Y esto hecho, también otros que en la isla tenían enfermedades, llegaban, y eran sanados: |
10 | También ellos nos manifestaron muchas atenciones; y cuando nos íbamos, nos dieron las cosas que necesitábamos. | Los cuales también nos honraron con muchos honores; y cuando nos dimos a la vela pusieron a bordo las cosas que habíamos menester. | los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias. | Los cuales también nos honraron con muchos obsequios; y cuando partimos, nos cargaron de las cosas necesarias. |
11 | Pasados tres meses, nos embarcamos en una nave alejandrina que había invernado en la isla, y que tenía por insignia los Dioscuros. | Y pasados tres meses, nos hicimos a la vela en una nave Alejandrina que había invernado en la isla, cuya divisa era Cástor y Pólux. | Pasados tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux. | Así que, pasados tres meses, navegamos en una nave Alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña á Cástor y Pólux. |
12 | Abordamos en Siracusa y nos detuvimos allí tres días. | Y habiendo aportado a Siracusa, nos detuvimos allí tres días; | Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días. | Y llegados á Siracusa, estuvimos allí tres días. |
13 | De ahí, siguiendo la costa, llegamos a Regio. Un día después se levantó un viento del sur, y llegamos al segundo día a Puteoli; | y de allí, habiendo hecho un giro, arribamos a Regio; y después de un día, soplando el Austro, en el segundo día llegamos a Puteoli: | De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli, | De allí, costeando alrededor, vinimos á Regio; y otro día después, soplando el austro, vinimos al segundo día á Puteolos: |
14 | allí encontramos unos hermanos que nos invitaron a quedarnos con ellos siete días. Así fuimos llegando a Roma. | en donde hallamos hermanos, y fuimos convidados a que nos quedásemos con ellos siete días. Y así llegamos a Roma; | donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y luego fuimos a Roma, | Donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que quedásemos con ellos siete días; y luego vinimos á Roma; |
15 | Los hermanos de esta ciudad, al oír todo lo que nos había ocurrido, vinieron a nuestro encuentro hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró ánimo. | y de allí los hermanos, habiendo oído hablar de nosotros, vinieron a encontrarnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; viendo a los cuales, Pablo dió gracias a Dios, y cobró buen ánimo. | de donde, oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento. | De donde, oyendo de nosotros los hermanos, nos salieron á recibir hasta la plaza de Appio, y Las Tres Tabernas: á los cuales como Pablo vió, dió gracias á Dios, y tomó aliento. |
16 | Cuando entramos en Roma [el centurión entregó a los presos al prefecto de la guardia pretoriana], pero a Pablo le fue permitido habitar aparte, con un soldado que le custodiaba. | Y cuando entramos en Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de la guardia pretoriana; pero a Pablo le fué permitido habitar por sí solo, con un soldado que le guardaba. | Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase. | Y como llegamos á Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de los ejércitos, mas á Pablo fué permitido estar por sí, con un soldado que le guardase. |
17 | Tres días después Pablo convocó a los principales de los judíos y cuando se reunieron, les dijo: Yo, hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo o las costumbres de nuestros padres, fui apresado en Jerusalén y entregado en manos de los romanos; | Y aconteció que después de tres días, convocó a los hombres principales de los judíos: y habiéndose ellos reunido, les dijo: Yo, hermanos, sin haber hecho cosa contra el pueblo, o las costumbres de nuestros padres, fuí entregado preso, desde Jerusalem, en manos de los romanos: | Aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos, a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos; | Y aconteció que tres días después, Pablo convocó á los principales de los Judíos; á los cuales, luego que estuvieron juntos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra los ritos de la patria, he sido entregado preso desde Jerusalem en manos de los Romanos; |
18 | ellos, cuando me interrogaron, querían dejarme en libertad; porque no hallaron en mí causa digna de muerte. | los cuales, cuando me hubieron examinado, querían soltarme; porque no hallaron en mí causa de muerte. | los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar, por no haber en mí ninguna causa de muerte. | Los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar; por no haber en mí ninguna causa de muerte. |
19 | Como los judíos se oponían, me vi en la necesidad de apelar a César; pero no porque tenga algo de qué acusar a mi nación. | Mas oponiéndose a ello los judíos, me fué necesario apelar a César; pero no porque yo tuviese algo de que acusar a mi nación. | Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César;a no porque tenga de qué acusar a mi nación. | Mas contradiciendo los Judíos, fuí forzado á apelar á César; no que tenga de qué acusar á mi nación. |
20 | Por este motivo os llamé, para veros y hablar con vosotros; porque por la esperanza de Israel estoy encadenado. | Por esta causa, pues, os he llamado, para veros, y hablar con vosotros: porque es a causa de la esperanza de Israel, que estoy atado con esta cadena. | Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy sujeto con esta cadena. | Así que, por esta causa, os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy rodeado de esta cadena. |
21 | Ellos le dijeron: Nosotros no hemos recibido cartas de Judea respecto a ti, ni ningún hermano de los que han venido ha contado o dicho mal de ti. | Y ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas respecto de ti, ni ninguno de los hermanos que han venido, ha contado o dicho mal de ti. | Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti. | Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido cartas tocante á ti de Judea, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado ó hablado algún mal de ti. |
22 | Pero deseamos oír de tu parte lo que piensas; porque sabemos que en todas partes se habla contra esta secta. | Pero deseamos oír de tu parte lo que piensas; porque respecto de esta secta, nos es sabido que en todas partes se habla en contra de ella. | Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella. | Mas querríamos oír de ti lo que sientes; porque de esta secta notorio nos es que en todos lugares es contradicha. |
23 | Habiéndole señalado un día, vinieron a él en gran número a su alojamiento; a ellos, desde la mañana hasta la tarde, les exponía y testificaba acerca del reino de Dios, tratando de convencerlos en relación con Jesús, a partir de la ley de Moisés y de los profetas. | Y habiéndole señalado un día, vinieron a él en gran número, a su alojamiento; a los cuales expuso la materia, testificando ardorosamente respecto del reino de Dios, y persuadiéndoles respecto de Jesucristo, sacando sus pruebas así de la Ley de Moisés como de los Profetas, desde por la mañana hasta la tarde. | Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. | Y habiéndole señalado un día, vinieron á él muchos á la posada, á los cuales declaraba y testificaba el reino de Dios, persuadiéndoles lo concerniente á Jesús, por la ley de Moisés y por los profetas, desde la mañana hasta la tarde. |
24 | Algunos quedaban convencidos de lo que se decía, y otros no creían. | Y algunos creían las cosas que eran dichas, y otros no creían. | Y algunos asentían a lo que se decía, pero otros no creían. | Y algunos asentían á lo que se decía, mas algunos no creían. |
25 | Como no estaban de acuerdo entre ellos, se retiraron después de que Pablo les dijo una última palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a vuestros padres, | Y estando en desacuerdo entre sí, partieron, después que Pablo les hubo dicho una palabra más: Bien habló el Espíritu Santo, por medio de Isaías a vuestros padres, | Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: | Y como fueron entre sí discordes, se fueron, diciendo Pablo esta palabra: Bien ha hablado el Espíritu Santo por el profeta Isaías á nuestros padres, |
26 | diciendo: «Ve a este pueblo y dile: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis; | diciendo: Vé a este pueblo, y dile: Con oír oiréis, y no entenderéis: y viendo veréis, y no percibiréis: | Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis; |
Diciendo: Ve á este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis: |
27 | porque se ha endurecido el corazón de este pueblo, y sus oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con sus ojos, oigan con sus oídos, entiendan con el corazón, se conviertan, y yo los sane.» [Isaías 6:9-10] | porque se ha embotado el corazón de este pueblo, y sus oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con sus ojos, y oigan con sus oídos, y entiendan con él corazón, y se conviertan, y yo los sane. | Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane.b |
Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y de los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos taparon; Porque no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane. |
28 | Sabed, pues, que esta salvación de Dios es enviada a los gentiles; ellos la oirán. | Séaos pues notorio que esta salvación de Dios es enviada a los gentiles; ellos también la oirán. | Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán. | Séaos pues notorio que á los Gentiles es enviada esta salud de Dios: y ellos oirán. |
29 | [Cuando dijo estas cosas, los judíos se fueron y tuvieron gran discusión entre ellos.] | [Y habiendo él dicho estas cosas, se fueron los judíos, y tuvieron grande discusión entre sí.] | Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí. | Y habiendo dicho esto, los Judíos salieron, teniendo entre sí gran contienda. |
30 | [Pablo] permaneció dos años enteros en su propia vivienda alquilada, y recibía a cuantos iban a verle, | Y Pablo permaneció dos años enteros en su propia vivienda alquilada, y recibía a cuantos iban a verle; | Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, | Pablo empero, quedó dos años enteros en su casa de alquiler, y recibía á todos los que á él venían, |
31 | predicando el reino de Dios y enseñando lo concerniente al Señor Jesucristo, con toda libertad, sin impedimento. | predicando el reino de Dios, y enseñando lo tocante al Señor Jesucristo, con toda confianza, sin que nadie se lo vedase. | predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento. | Predicando el reino de Dios y enseñando lo que es del Señor Jesucristo con toda libertad, sin impedimento. |