Biblia paralela
# | Moderna 1929 actualizada 2020 | Moderna 1929 | Reina-Valera revisada 1960 | Reina-Valera revisada 1909 |
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1 | No hay, pues, ahora ninguna condenación para los [que están] en Cristo Jesús. | NO hay pues ahora condenación alguna para los que están en Cristo Jesús. | Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. | AHORA pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme á la carne, mas conforme al espíritu. |
2 | Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me liberó de la ley del pecado y de la muerte. | Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha libertado de la ley del pecado y de la muerte. | Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. | Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. |
3 | Porque lo imposible de la ley, ya que era débil por la carne, Dios, enviando a su mismo Hijo en semejanza de carne de pecado, y [como ofrenda] por el pecado, condenó al pecado en la carne; | Pues lo que no pudo la ley, según estaba debilitada por medio de la carne, lo hizo Dios, el cual, envió a su Hijo en semejanza de nuestra carne pecaminosa, y como ofrenda por el pecado, condenó el pecado en la carne de él: | Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; | Porque lo que era imposible á la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando á su Hijo en semejanza de carne de pecado, y á causa del pecado, condenó al pecado en la carne; |
4 | para que la justa exigencia de la ley se cumpliera en nosotros, los que no andamos según [la] carne, sino según [el] Espíritu. | para que la justicia que requiere la ley fuese cumplida en nosotros, los que no andamos según la carne, sino según el espíritu. | para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. | Para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme á la carne, mas conforme al espíritu. |
5 | Porque los que son según [la] carne, piensan en las cosas de la carne; pero los que son según [el] Espíritu, en las cosas del Espíritu. | Porque los que son según la carne, piensan en las cosas de la carne; mas los que son según el espíritu, en las cosas del Espíritu. | Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. | Porque los que viven conforme á la carne, de las cosas que son de la carne se ocupan; mas los que conforme al espíritu, de las cosas del espíritu. |
6 | Pues el pensamiento de la carne es muerte; pero el pensamiento del Espíritu es vida y paz. | Porque el ánimo carnal es muerte; mas el ánimo espiritual es vida y paz: | Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. | Porque la intención de la carne es muerte; mas la intención del espíritu, vida y paz: |
7 | Por cuanto el pensamiento de la carne es enemistad contra Dios, porque no se somete a la ley de Dios, ni tampoco puede; | por cuanto el ánimo carnal es enemistad contra Dios; pues no está sujeto a la ley de Dios, ni a la verdad lo puede estar; | Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; | Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta á la ley de Dios, ni tampoco puede. |
8 | y los que están en la carne no pueden agradar a Dios. | y los que están en la carne no pueden agradar a Dios. | y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. | Así que, los que están en la carne no pueden agradar á Dios. |
9 | Pero vosotros no estáis en [la] carne, sino en [el] Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene [el] Espíritu de Cristo, ese no es de él. | Vosotros empero no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es así que el Espíritu de Dios habita en vosotros: mas si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él. | Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. | Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él. |
10 | Y si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el espíritu es vida a causa de [la] justicia. | Y si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto a causa del pecado, mas el espíritu es vida a causa de justicia. | Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. | Empero si Cristo está en vosotros, el cuerpo á la verdad está muerto á causa del pecado; mas el espíritu vive á causa de la justicia. |
11 | Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a Cristo de entre los muertos vivificará también vuestros cuerpos mortales, por medio de su Espíritu que habita en vosotros. | Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a Cristo de entre los muertos vivificará también vuestros cuerpos mortales, por medio de su Espíritu que habita en vosotros. | Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. | Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos á Jesús mora en vosotros, el que levantó á Cristo Jesús de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. |
12 | Así pues, hermanos, deudores somos, no de la carne, para vivir según la carne; | Así pues, hermanos, deudores somos, no a la carne, para vivir según la carne; | Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; | Así que, hermanos, deudores somos, no á la carne, para que vivamos conforme á la carne: |
13 | pues si vivís según la carne, moriréis; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. | pues si vivís según la carne, moriréis; pero si, por el espíritu, hacéis morir los hechos del cuerpo, viviréis. | porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. | Porque si viviereis conforme á la carne, moriréis; mas si por el espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis. |
14 | Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. | Porque todos cuantos son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. | Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. | Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. |
15 | Porque no habéis recibido espíritu de servidumbre para estar otra vez con temor; pero habéis recibido Espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! | Porque no recibisteis espíritu de servidumbre otra vez, para estar con temor; mas recibisteis espíritu de adopción, en virtud del cual nosotros clamamos: Abba, Padre. | Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! | Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor; mas habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos, Abba, Padre. |
16 | El Espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios; | El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios; | El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. | Porque el mismo Espíritu da testimonio á nuestro espíritu que somos hijos de Dios. |
17 | y si [somos] hijos, también [somo]s herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si sufrimos con él, para que también seamos glorificados con él. | y si hijos, luego herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo, si es así que sufrimos con él, para que también seamos glorificados con él. | Y si hijos, también herederos;a herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. | Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos de Cristo; si empero padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. |
18 | Pues yo estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son dignos [de ser comparados] con la gloria que debe sernos revelada. | Pues yo estimo que los padecimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que ha de ser revelada en nosotros. | Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. | Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada. |
19 | Porque la constante espera de la creación aguarda la manifestación de los hijos de Dios. | Porque la ardiente expectación de la creación aguarda la manifestación de los hijos de Dios. | Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. | Porque el continuo anhelar de las criaturas espera la manifestación de los hijos de Dios. |
20 | Porque la creación fue sometida a vanidad, no por su propia voluntad, sino a causa de aquel que la sometió, | Porque la creación fué hecha sujeta a vanidad, no de voluntad suya, sino a causa de aquel que la sujetó, | Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; | Porque las criaturas sujetas fueron á vanidad, no de grado, mas por causa del que las sujetó con esperanza, |
21 | con la esperanza de que también la misma creación sea liberada de la servidumbre de corrupción, para [gozar] de la gloriosa libertad de los hijos de Dios. | con esperanza de que también la creación misma será libertada de la servidumbre de corrupción, y admitida en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. | porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. | Que también las mismas criaturas serán libradas de la servidumbre de corrupción en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. |
22 | Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una sufre dolores de parto hasta ahora. | Porque sabemos que la creación entera gime juntamente con nosotros, y a una está en dolores de parto hasta ahora. | Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; | Porque sabemos que todas las criaturas gimen á una, y á una están de parto hasta ahora. |
23 | Y no solo [ella], sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, aguardando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. | Y no tan sólo así, sino que nosotros también, que tenemos las primicias del Espíritu, sí, nosotros mismos gemimos dentro de nosotros, aguardando la adopción, es decir, la redención de nuestro cuerpo. | y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. | Y no sólo ellas, mas también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, es á saber, la redención de nuestro cuerpo. |
24 | Porque fuimos salvados en esperanza; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; pues, ¿quién espera lo que ya ve? | Porque somos salvados en esperanza: pero la esperanza que ya se ve, no es esperanza; ¿pues quién espera lo que ya ve? | Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? | Porque en esperanza somos salvos; mas la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿á qué esperarlo? |
25 | Pero si esperamos lo que no vemos aún, con paciencia lo aguardamos. | Mas si esperamos lo que no vemos aún, con paciencia lo aguardamos. | Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. | Empero si lo que no vemos esperamos, por paciencia esperamos. |
26 | De igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como se debe; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inexpresables. | De igual manera el Espíritu también ayuda nuestra flaqueza: porque no sabemos orar como se debe; pero el Espíritu mismo hace intercesión por nosotros, con gemidos que no pueden explicarse con palabras. | Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. | Y asimismo también el Espíritu ayuda nuestra flaqueza: porque qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu pide por nosotros con gemidos indecibles. |
27 | Pero el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, pues de acuerdo con Dios intercede por los santos. | Mas el que escudriña los corazones sabe cual sea la mente del Espíritu; pues él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios. | Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. | Mas el que escudriña los corazones, sabe cuál es el intento del Espíritu, porque conforme á la voluntad de Dios, demanda por los santos. |
28 | Y sabemos que todas las cosas cooperan juntas para el bien de los que aman a Dios, los que son llamados según su propósito. | Y sabemos que todas las cosas cooperan juntas para el bien de los que aman a Dios, los que son llamados según su propósito. | Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. | Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados. |
29 | Porque a los que conoció de antemano, también los predestinó para ser conformes a la imagen de su Hijo, para que él fuese el primogénito entre muchos hermanos. | Porque a los que conoció en su presciencia, los predestinó también para ser conformados a la imagen de su Hijo; para que él fuese el primogénito entre muchos hermanos. | Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. | Porque á los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes á la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos; |
30 | Y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó. | Y a los que predestinó, los llamó también; y a los que llamó, los justificó también; y a los que justificó, también los glorificó. | Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó. | Y á los que predestinó, á éstos también llamó; y á los que llamó, á éstos también justificó; y á los que justificó, á éstos también glorificó. |
31 | ¿Qué diremos a estas cosas? Si Dios está por nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros? | ¿Qué pues diremos a estas cosas? si Dios está por nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros? | ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? | ¿Pues qué diremos á esto? Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros? |
32 | El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él, libremente, todas las cosas? | El que ni aun a su propio Hijo perdonó, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos ha de dar también de pura gracia, todas las cosas juntamente con él? | El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? | El que aun á su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? |
33 | ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. | ¿Quién pondrá acusación contra los escogidos de Dios? Dios es el que justifica; | ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. | ¿Quién acusará á los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. |
34 | ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió; más aún, el que fue resucitado; el que está a la diestra de Dios; el que también intercede por nosotros. | ¿quién es el que condena? ¡Cristo Jesús es el que murió; más aún, el que fué levantado de entre los muertos; el que está a la diestra de Dios; el que también intercede por nosotros! | ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. | ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, quien además está á la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. |
35 | ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? | ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿la tribulación? ¿o la angustia? ¿o la persecución? ¿o el hambre? ¿o la desnudez? ¿o el peligro? ¿o la espada? | ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? | ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? tribulación? ó angustia? ó persecución? ó hambre? ó desnudez? ó peligro? ó cuchillo? |
36 | Como está escrito: «Por tu causa somos muertos todos los días; somos contados como ovejas de matadero.» [Salmo 44:22] | (según está escrito: Por tú causa somos muertos todos los días; somos reputados como ovejas para el matadero.) | Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.b |
Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo: Somos estimados como ovejas de matadero. |
37 | Al contrario, en todas estas cosas somos más que vencedores, por medio de aquel que nos amó. | Al contrario, en todas estas cosas somos vencedores, y más aún, por medio de aquel que nos amó. | Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. | Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó. |
38 | Porque estoy persuadido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni poderes, ni cosas presentes, ni cosas por venir, | Porque estoy persuadido que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni poderes, ni cosas presentes, ni cosas por venir, | Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, | Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, |
39 | ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que está en Cristo Jesús nuestro Señor. | ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada será poderosa para separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús nuestro Señor. | ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. | Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. |