Biblia paralela

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1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; SIENDO pues justificados por la fe, tenemos paz para con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo; Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:
2 por quien también tenemos acceso, por la fe, a esta gracia en la que estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. por medio de quien también tenemos la entrada, por la fe, en esta gracia, en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en esperanza de la gloria de Dios. por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Por el cual también tenemos entrada por la fe á esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia, Y no solamente así, sino que nos gloriamos también en nuestras tribulaciones; sabiendo que la tribulación obra paciencia; Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; Y no sólo esto, mas aun nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
4 y la paciencia, experiencia; y la experiencia, esperanza, y la paciencia, prueba de fe; y la prueba de fe, esperanza; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; Y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por medio del Espíritu Santo, que nos ha sido dado. y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.
6 Porque Cristo, cuando aún estábamos sin fuerzas, a su tiempo murió por los impíos. Porque Cristo, siendo nosotros todavía débiles, al tiempo debido murió por los impíos. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Porque Cristo, cuando aún éramos flacos, á su tiempo murió por los impíos.
7 Porque apenas por un justo alguien morirá; aunque por un bueno, quizás alguno hasta se atreva a morir; Porque apenas por un justo morirá alguno; bien que por el hombre bueno, quizá alguno aun se atreva a morir: Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Ciertamente apenas muere alguno por un justo: con todo podrá ser que alguno osara morir por el bueno.
8 pero Dios demuestra su amor hacia nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. mas Dios encarece su amor hacia nosotros, en esto, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
9 Por tanto, mucho más estando justificados por su sangre, seremos salvos de la ira por medio de él. Mucho más pues, siendo justificados por su sangre, seremos salvados de la ira por medio de él. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
10 Porque si siendo enemigos fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida; Pues si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo, mucho más, siendo reconciliados, seremos salvados por su vida: Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliado con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
11 y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. y no sólo así, sino que nos gloriamos en Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por causa de quien hemos ahora recibido la reconciliación. Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. Y no sólo esto, mas aun nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por el cual hemos ahora recibido la reconciliación.
12 Por tanto, como por un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por el pecado la muerte, así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron; Por tanto, de la manera que por medio de un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por medio del pecado la muerte, y así la muerte pasó por todos los hombres, por cuanto todos pecaron: — Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte,a así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. De consiguiente, vino la reconciliación por uno, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó á todos los hombres, pues que todos pecaron.
13 (porque hasta la ley, había pecado en el mundo; pero el pecado no se imputa sin que haya ley.­ pues hasta la Ley, hubo pecado en el mundo; empero el pecado no se imputa sin haber ley:— Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. Porque hasta la ley, el pecado estaba en el mundo; pero no se imputa pecado no habiendo ley.
14 No obstante, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán, quien es tipo del que iba a venir. sin embargo de lo cual, reinó la muerte desde Adam hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado conforme a la semejanza de aquella transgresión de Adam; quien es tipo de aquel que había de venir. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. No obstante, reinó la muerte desde Adam hasta Moisés, aun en los que no pecaron á la manera de la rebelión de Adam; el cual es figura del que había de venir.
15 Pero el don no ha sido como la transgresión; porque si por la transgresión de uno los muchos murieron, mucho más abundaron para los muchos la gracia de Dios y el don por la gracia de otro hombre, Jesucristo. No empero como la transgresión, ha sido también el don gratuito de Dios: pues si entonces, por la transgresión del uno, los muchos suyos murieron, mucho más ahora, la gracia de Dios y el don, que es por la gracia del otro hombre, Jesucristo, han abundado a los muchos suyos. Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Mas no como el delito, tal fué el don: porque si por el delito de aquel uno murieron los muchos, mucho más abundó la gracia de Dios á los muchos, y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo.
16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque el juicio vino por una sola transgresión para condenación; pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. Y no como sucedió por medio de uno que pecó, ha sido el don: porque el juicio fué de una sola transgresión para condenación; mas el don gratuito es de muchas transgresiones para justificación. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. Ni tampoco de la manera que por un pecado, así también el don: porque el juicio á la verdad vino de un pecado para condenación, mas la gracia vino de muchos delitos para justificación.
17 Porque si por la transgresión de uno solo la muerte reinó por medio de él, mucho más, los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia, reinarán en vida por medio del otro, Jesucristo). Porque si por la transgresión del uno, la muerte reinó por medio del uno, mucho más, los que han recibido la abundancia de la gracia y del don de la justicia, reinarán en vida por medio del otro, Jesucristo. Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Porque, si por un delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán en vida por un Jesucristo los que reciben la abundancia de gracia, y del don de la justicia.
18 Así, pues, como mediante una sola transgresión vino [la] condenación a todos los hombres, así también por medio de un solo acto de justicia vino justificación de vida a todos los hombres. Luego, así como por medio de una sola transgresión, sentencia vino a todos los hombres para condenación, asimismo también por medio de un solo acto de justicia, sentencia viene a todos los hombres para justificación de vida. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Así que, de la manera que por un delito vino la culpa á todos los hombres para condenación, así por una justicia vino la gracia á todos los hombres para justificación de vida.
19 Porque como por la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, igualmente por la obediencia de uno solo, muchos serán constituidos justos. Pues de la manera que por medio de la desobediencia de un solo hombre, los muchos suyos fueron constituídos pecadores, así también por medio de la obediencia de uno solo los muchos suyos serán constituídos justos. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituídos pecadores, así por la obediencia de uno los muchos serán constituídos justos.
20 Mas [la] ley entró para que abundara el pecado; pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia; La ley entró además para que abundase el pecado; mas donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia: Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; La ley empero entró para que el pecado creciese; mas cuando el pecado creció, sobrepujó la gracia;
21 para que, así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine mediante [la] justicia, para vida eterna, por medio de Jesucristo, nuestro Señor. para que, de la manera que reinó el pecado en muerte, así también reinase la gracia, por medio de justicia, a vida eterna, por medio de Jesucristo nuestro Señor. para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro. Para que, de la manera que el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna por Jesucristo Señor nuestro.
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