Biblia paralela

# Moderna 1929 actualizada 2020 close Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1960 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 Recibid al débil en la fe, pero no para discutir sobre opiniones. AL que es débil en la fe, recibidle, mas no a disputas de opiniones dudosas. Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. RECIBID al flaco en la fe, pero no para contiendas de disputas.
2 Uno cree poder comer de todo; y otro, siendo débil, solo come verduras. Tal hay que tiene fe para comer de todo; mas el que es débil, come sólo legumbres. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro que es débil, come legumbres.
3 El que come, que no desprecie al que no come; y el que no come, que no juzgue al que come; porque Dios le ha aceptado. El que come, no desprecie al que no come; y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha aceptado. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. El que come, no menosprecie al que no come: y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado.
4 ¿Quién eres tú, que juzgas al siervo de otro? Para con su propio señor está en pie o cae. Pero estará firme, porque el Señor es poderoso para sostenerlo. ¿Quién eres tú que juzgas al siervo ajeno? para con su propio señor está en pie o cae. Mas será mantenido firme, porque poderoso es el Señor para mantenerle firme. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. ¿Tú quién eres que juzgas al siervo ajeno? para su señor está en pie, ó cae: mas se afirmará; que poderoso es el Señor para afirmarle.
5 Uno estima un día más que otro, otro estima todos los días iguales. Que cada cual esté plenamente convencido en su propia mente. Tal hay que reputa un día más que otro; tal reputa todos los días iguales. Cada cual tenga plena seguridad en su propia mente. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté asegurado en su ánimo.
6 El que hace aprecio del día, lo aprecia para el Señor. El que come, come para el Señor, porque da gracias a Dios, y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. El que hace aprecio del día, lo aprecia para el Señor; y el que no hace aprecio del día, para el Señor no lo aprecia. El que come, come para el Señor, pues que da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.a El que hace caso del día, hácelo para el Señor: y el que no hace caso del día, no lo hace para el Señor. El que come, come para el Señor, porque da gracias á Dios; y el que no come, no come para el Señor, y da gracias á Dios.
7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí: Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.
8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así, pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. pues si vivimos, vivimos para el Señor; y si morimos, morimos para el Señor: ora que vivamos pues, ora que muramos, del Señor somos. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Que si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ó que vivamos, ó que muramos, del Señor somos.
9 Para esto mismo Cristo murió y volvió a vivir, para ser Señor tanto de muertos como de vivos. Pues por esto mismo Cristo murió y tornó a vivir, para que fuese Señor así de muertos como de vivos. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. Porque Cristo para esto murió, y resucitó, y volvió á vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.
10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? Y también tú ¿por qué desprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Tú pues ¿por qué juzgas a tu hermano? y tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? porque todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo; Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.b Mas tú ¿por qué juzgas á tu hermano? ó tú también, ¿por qué menosprecias á tu hermano? porque todos hemos de estar ante el tribunal de Cristo.
11 Porque escrito está: «Vivo yo, dice el Señor°, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios.» [Isaías 45:23] pues que escrito esta: Vivo yo, dice el Señor, que a mí se doblará toda rodilla, y toda lengua ha de confesar a Dios. Porque escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
Y toda lengua confesará a Dios.c
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que á mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará á Dios.
12 De manera que cada uno de nosotros dará cuenta de sí mismo a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará cuenta de sí mismo a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. De manera que, cada uno de nosotros dará á Dios razón de sí.
13 Así que, no juzguemos ya más los unos a los otros; antes bien, decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. No juzguemos pues ya más los unos a los otros; antes bien, juzguemos esto, que nadie ponga delante del hermano tropiezo u ocasión de caer. Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Así que, no juzguemos más los unos de los otros: antes bien juzgad de no poner tropiezo ó escándalo al hermano.
14 Sé, y estoy persuadido en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; pero para el que considera algo como inmundo, para él es inmundo. Yo sé, y estoy persuadido en el Señor Jesús, que nada hay que sea de suyo inmundo; mas al que reputa algo como inmundo, para él inmundo es. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que de suyo nada hay inmundo: mas á aquel que piensa alguna cosa ser inmunda, para él es inmunda.
15 Pero si por causa de la comida tu hermano se contrista, no te comportas con amor. ¡No destruyas por causa de tu comida a aquel por quien Cristo murió! Pero si a causa de tu comida tu hermano se contrista, ya no andas conforme al amor. No destruyas con tu comida a aquel por quien murió Cristo. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. Empero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme á la caridad. No arruines con tu comida á aquél por el cual Cristo murió.
16 No dejéis, pues, que se hable mal de vuestro bien; No dejéis pues que se hable mal de vuestro bien: No sea, pues, vituperado vuestro bien; No sea pues blasfemado vuestro bien:
17 porque el reino de Dios no es comer y beber, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. porque el reino de Dios no es el comer y el beber, sino la justicia, y la paz, y el gozo en el Espíritu Santo. porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Que el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo.
18 Porque el que en esto sirve a Cristo, es agradable a Dios, y aprobado por los hombres. Porque el que en estas cosas sirve a Cristo, es acepto a Dios, y aprobado de los hombres. Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Porque el que en esto sirve á Cristo, agrada á Dios, y es acepto á los hombres.
19 Así, pues, sigamos lo que conduce a la paz y a la mutua edificación. Así pues, sigamos las cosas que promueven la paz, y aquellas por las cuales podremos edificarnos mutuamente. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. Así que, sigamos lo que hace á la paz, y á la edificación de los unos á los otros.
20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todos los alimentos, por cierto, son puros; pero lo malo es comer algo que haga tropezar a otros. No derribes, a causa de comida, la obra de Dios. Todas las viandas en verdad son limpias; sin embargo, lo limpio es malo para el hombre que come con ofensa de conciencia. No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come. No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas á la verdad son limpias: mas malo es al hombre que come con escándalo.
21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tropieza tu hermano. Es bueno no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa alguna en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, ó se ofenda ó sea debilitado.
22 La fe que tú tienes, tenla para contigo delante de Dios. ¡Dichoso aquel que no se condena a sí mismo en lo que aprueba! La fe que tú tienes, tenla para contigo mismo delante de Dios. ¡Dichoso aquel que no se condena a sí mismo en lo que aprueba! ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena á sí mismo con lo que aprueba.
23 Pero el que duda cuando come, es condenado, porque no obra por fe; pues todo lo que no es de fe, es pecado. Pero el que tiene escrúpulo, si con todo come, es condenado, porque no obra por fe; pues todo lo que no es de fe, es pecado. Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado. Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado, porque no comió por fe: y todo lo que no es de fe, es pecado.
navigate_before Romanos 13 Romanos 15 navigate_next
arrow_upward Arriba