Biblia paralela

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1 SUELE decirse: Cuando un hombre despide a su mujer, y apartándose ésta de él, viene a ser de otro marido, ¿podrá él volver más a ella? ¿no será aquella tierra totalmente contaminada? Mas tú has fornicado con muchos amantes; ¡sin embargo, vuélvete a mí, dice Jehová! Dicen: Si alguno dejare a su mujer, y yéndose esta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí! dice Jehová. DICEN: Si alguno dejare su mujer, y yéndose ésta de él se juntare á otro hombre, ¿volverá á ella más? ¿no será tal tierra del todo amancillada? Tú pues has fornicado con muchos amigos; mas vuélvete á mí, dijo Jehová.
2 ¡Alza los ojos a los cerros pelados, y ve! ¿en qué parte no se han acostado contigo? junto a los caminos te has sentado, esperándolos, como el árabe en el desierto; y has contaminado la tierra con tus fornicaciones y con tus maldades. Alza tus ojos a las alturas, y ve en qué lugar no te hayas prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra. Alza tus ojos á los altos, y ve en qué lugar no te hayas publicado: para ellos te sentabas en los caminos, como Árabe en el desierto; y con tus fornicaciones y con tu malicia has contaminado la tierra.
3 Y aunque han sido detenidos los aguaceros, y no han venido las lluvias tardías, sin embargo, tienes la frente de una ramera; rehusas sentir la vergüenza. Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza. Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia de la tarde; y has tenido frente de mala mujer, ni quisiste tener vergüenza.
4 ¿Desde ahora poco no has clamado tú a mí: ¡Padre mío! tú serás el guía de mi juventud? A lo menos desde ahora, ¿no me llamarás a mí, Padre mío, guiador de mi juventud? Á lo menos desde ahora, ¿no clamarás á mí, Padre mío, guiador de mi juventud?
5 ¿reservará acaso la ira continuamente? ¿la guardará para siempre jamás? He aquí que así has dicho; y con todo has cometido maldades, según tu poder. ¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste. ¿Guardará su enojo para siempre? ¿eternalmente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.
6 Además Jehová me dijo en los días del rey Josías: ¿Has visto lo que hace la apóstata Israel? Vase sobre toda elevada montaña y debajo de todo árbol frondoso, y comete fornicación allí. Me dijo Jehová en días del rey Josías:a ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica. Y díjome Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Vase ella sobre todo monte alto y debajo de todo árbol umbroso, y allí fornica.
7 Y yo dije, después de haber ella hecho todo esto: ¡Vuélvete a mí! mas no se volvió: y esto lo vió su hermana, la desleal Judá. Y dije: Después de hacer todo esto, se volverá a mí; pero no se volvió, y lo vio su hermana la rebelde Judá. Y dije después que hizo todo esto: Vuélvete á mí; mas no se volvió. Y vió la rebelde su hermana Judá.
8 Y también, cuando a causa de todos sus adulterios que había cometido la apóstata Israel, la hubiese yo despedido, dándole carta de repudio, ví que su hermana, la desleal Judá, nada temía; sino que ella también se fué y cometió fornicación. Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó. Que yo lo había visto; que por todas estas causas en las cuales fornicó la rebelde Israel, yo la había despedido, y dádole la carta de su repudio; y no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fué ella y fornicó.
9 Y aconteció que, cuando por la liviandad de sus fornicaciones había contaminado la tierra, cometiendo adulterio con piedras y con leños, Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño. Y sucedió que por la liviandad de su fornicación la tierra fué contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño.
10 sin embargo, y a pesar de todo esto, la desleal hermana suya, Judá, no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová. Con todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová. Y con todo esto, la rebelde su hermana Judá no se tornó á mí de todo su corazón, sino mentirosamente, dice Jehová.
11 Entonces Jehová me dijo: La apóstata Israel se ha justificado más bien que la desleal Judá. Y me dijo Jehová: Ha resultado justa la rebelde Israel en comparación con la desleal Judá. Y díjome Jehová: Justificado ha su alma la rebelde Israel en comparación de la desleal Judá.
12 Anda pues y proclama estas palabras hacia el norte, y dirás: ¡Vuélvete, oh apóstata Israel, dice Jehová; no os miraré con rostro ceñudo; porque misericordioso soy, dice Jehová; no guardaré la ira para siempre! Ve y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo. Ve, y clama estas palabras hacia el aquilón, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre vosotros: porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo.
13 Solamente que reconozcas tu iniquidad, a saber, que contra Jehová tu Dios te has rebelado, y te has prostituído a los dioses extraños debajo de todo árbol frondoso, y no has escuchado mi voz, dice Jehová. Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y fornicaste con los extraños debajo de todo árbol frondoso, y no oíste mi voz, dice Jehová. Conoce empero tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y tus caminos has derramado á los extraños debajo de todo árbol umbroso, y no oíste mi voz, dice Jehová.
14 ¡Volveos, oh hijos reincidentes! dice Jehová, porque yo soy vuestro marido; y os tomaré, uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os traeré a Sión; Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion; Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo: y os tomaré uno de una ciudad, y dos de una familia, y os introduciré en Sión;
15 y os daré pastores según mi corazón, que os apacentarán con ciencia y entendimiento. y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia. Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten de ciencia y de inteligencia.
16 Y sucederá que cuando os multiplicareis y creciereis en la tierra, en aquellos días, dice Jehová, no hablarán ya las gentes del Arca del Pacto de Jehová, ni les vendrá en pensamiento, ni se acordarán más de ella, ni las visitarán; ni eso se volverá más a hacer. Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra, en esos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de Jehová; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la echarán de menos, ni se hará otra. Y acontecerá, que cuando os multiplicareis y creciereis en la tierra, en aquellos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de Jehová; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la visitarán, ni se hará más.
17 En aquel tiempo Jerusalem será llamada trono de Jehová; y serán reunidas a ella todas las naciones, al nombre de Jehová, en Jerusalem; y no seguirán más la dureza de su depravado corazón. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón. En aquel tiempo llamarán á Jerusalem Trono de Jehová, y todas las gentes se congregarán á ella en el nombre de Jehová en Jerusalem: ni andarán más tras la dureza de su corazón malvado.
18 En aquellos días la casa de Judá andará con la casa de Israel, y juntas vendrán desde la tierra del Norte a la tierra que dí en herencia a vuestros padres. En aquellos tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel, y vendrán juntamente de la tierra del norte a la tierra que hice heredar a vuestros padres. En aquellos tiempos irán de la casa de Judá á la casa de Israel, y vendrán juntamente de tierra del aquilón á la tierra que hice heredar á vuestros padres.
19 Yo dije empero: ¿Cómo te he de poner entre los hijos míos, y darte la tierra deliciosa, la más hermosa herencia de todas las naciones? Y yo mismo respondí: Tú me llamarás: Padre mío; y ya no te volverás de seguir en pos de mí. Yo preguntaba: ¿Cómo os pondré por hijos, y os daré la tierra deseable, la rica heredad de las naciones? Y dije: Me llamaréis: Padre mío, y no os apartaréis de en pos de mí. Yo empero dije: ¿Cómo te pondré por hijos, y te daré la tierra deseable, la rica heredad de los ejércitos de las gentes? Y dije: Padre mío me llamarás, y no te apartarás de en pos de mí.
20 Ciertamente que así como una mujer es desleal a su marido, así vosotros habéis sido desleales para conmigo, oh casa de Israel, dice Jehová. Pero como la esposa infiel abandona a su compañero, así prevaricasteis contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová. Mas como la esposa quiebra la fe de su compañero, así prevaricasteis contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová.
21 Mas ya se oye sobre los pelados cerros voz de lloro, las súplicas de los hijos de Israel; por cuanto han pervertido su camino, y se han olvidado de Jehová su Dios. Voz fue oída sobre las alturas, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado. Voz sobre las alturas fué oída, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado.
22 ¡Volveos, oh hijos reincidentes, y yo sanaré vuestras reincidencias! ¡He aquí que acudimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios! Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios. Convertíos, hijos rebeldes, sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos á ti; porque tú eres Jehová nuestro Dios.
23 ¡Verdaderamente mentiroso fué el auxilio que esperábamos de los collados, y de la bulla sobre las montañas! ¡verdaderamente en Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel! Ciertamente vanidad son los collados, y el bullicio sobre los montes; ciertamente en Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel. Ciertamente vanidad son los collados, la multitud de los montes: ciertamente en Jehová nuestro Dios está la salud de Israel.
24 Mas, aquella cosa vergonzosa ha devorado las labores de nuestros padres desde nuestra mocedad; sus rebaños y sus vacadas, sus hijos y sus hijas. Confusión consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud; sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas. Confusión consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra mocedad; sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas.
25 ¡Acostémonos pues en nuestra ignominia, y cúbranos nuestra confusión; porque hemos pecado contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra mocedad hasta el día de hoy, y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios! Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre; porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día, y no hemos escuchado la voz de Jehová nuestro Dios. Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre: porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no hemos escuchado la voz de Jehová nuestro Dios.
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