Biblia paralela

# Moderna 1929 actualizada 2020 close Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1960 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 PERO Sefatías hijo de Matán, y Gedalías hijo de Pasur, y Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, oyeron las palabras que hablaba Jeremías a todo el pueblo, diciendo: Oyeron Sefatías hijo de Matán, Gedalías hijo de Pasur, Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo: Y OYÓ Sephatías hijo de Mathán, y Gedalías hijo de Pashur, y Jucal hijo de Selemías, y Pashur hijo de Malchîas, las palabras que Jeremías hablaba á todo el pueblo, diciendo:
2 Así dice Jehová: El que se quedare en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; mas el que se saliere a los Caldeos vivirá; pues su vida le será como un despojo arrebatado, mas vivirá. Así ha dicho Jehová: El que se quedare en esta ciudad morirá a espada, o de hambre, o de pestilencia; mas el que se pasare a los caldeos vivirá, pues su vida le será por botín, y vivirá. Así ha dicho Jehová: El que se quedare en esta ciudad morirá á cuchillo, ó de hambre, ó de pestilencia; mas el que saliere á los Caldeos vivirá, pues su vida le será por despojo, y vivirá.
3 Así dice Jehová: Esta ciudad será ciertamente entregada en poder del ejército del rey de Babilonia, el cual la tomará. Así ha dicho Jehová: De cierto será entregada esta ciudad en manos del ejército del rey de Babilonia, y la tomará. Así ha dicho Jehová: De cierto será entregada esta ciudad en mano del ejército del rey de Babilonia, y tomarála.
4 Entonces dijeron los príncipes al rey: Rogámoste que este hombre sea muerto; porque debilita las manos de los hombres de guerra que nos quedan aún en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no procura el bienestar de este pueblo, sino su mal. Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los hombres de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal. Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los hombres de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal.
5 A lo que respondió el rey Sedequías: He aquí, él está en vuestra mano; porque no es el rey quien pueda hacer nada en contra de vosotros. Y dijo el rey Sedequías: He aquí que él está en vuestras manos; pues el rey nada puede hacer contra vosotros. Y dijo el rey Sedechîas: Helo ahí, en vuestras manos está; que el rey no podrá contra vosotros nada.
6 Ellos pues tomaron a Jeremías y le echaron en la cisterna de Malquías, hijo de Hamelec, que había en el patio de la cárcel; y bajaron a Jeremías por medio de sogas: y en la cisterna no había agua, sino fango; y hundióse Jeremías en el fango. Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la cisterna no había agua, sino cieno, y se hundió Jeremías en el cieno. Entonces tomaron ellos á Jeremías, é hiciéronlo echar en la mazmorra de Malchîas hijo de Amelech, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron á Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no había agua, sino cieno; y hundióse Jeremías en el cieno.
7 Mas oyó Ebed-melec etíope, eunuco que había en la casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la cisterna. Y el rey estaba sentado a la sazón en la puerta de Benjamín. Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco de la casa real, que habían puesto a Jeremías en la cisterna, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín, Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco que estaba en casa del rey, que habían puesto á Jeremías en la mazmorra, y estando sentado el rey á la puerta de Benjamín,
8 Ebed-melec pues salió de la casa del rey y habló con el rey, diciendo: Ebed-melec salió de la casa del rey y habló al rey, diciendo: Ebed-melec salió de la casa del rey, y habló al rey, diciendo:
9 Oh rey, señor mío, muy mal han hecho estos hombres en todo lo que acaban de hacer con el profeta Jeremías, a quien han echado en la cisterna: y él se muere en el lugar en donde está, a causa del hambre; porque no hay pan en la ciudad. Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, al cual hicieron echar en la cisterna; porque allí morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad. Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con Jeremías profeta, al cual hicieron echar en la mazmorra; porque allí se morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad.
10 Entonces mandó el rey a Ebed-melec etíope, diciendo: Toma contigo de aquí treinta hombres, y saca al profeta Jeremías de la cisterna antes que muera. Entonces mandó el rey al mismo etíope Ebed-melec, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar al profeta Jeremías de la cisterna, antes que muera. Entonces mandó el rey al mismo Ebed-melec Etíope, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar á Jeremías profeta de la mazmorra, antes que muera.
11 Ebed-melec pues tomó consigo los hombres, y fué a la casa del rey, a la parte debajo de la tesorería, y tomó de allí ropa deshecha y trapos viejos, y los bajaron a Jeremías con sogas, dentro de la cisterna. Y tomó Ebed-melec en su poder a los hombres, y entró a la casa del rey debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, y los echó a Jeremías con sogas en la cisterna. Y tomó Ebed-melec en su poder hombres, y entró á la casa del rey al lugar debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos, traídos, viejos, y andrajosos, y echólos á Jeremías con sogas en la mazmorra.
12 Y Ebed-melec etíope dijo a Jeremías: Ruégote que pongas esta ropa deshecha y los trapos viejos debajo de tus sobacos, donde te cogen las sogas: y Jeremías lo hizo así. Y dijo el etíope Ebed-melec a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, bajo los sobacos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías. Y dijo Ebed-melec Etíope á Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos, traídos, y rotos, bajo los sobacos de tus brazos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías.
13 Y sacaron a Jeremías con las sogas, alzándole de la cisterna; y permaneció Jeremías en el patio de la cárcel. De este modo sacaron a Jeremías con sogas, y lo subieron de la cisterna; y quedó Jeremías en el patio de la cárcel. De este modo sacaron á Jeremías con sogas, y subiéronlo de la mazmorra; y quedó Jeremías en el patio de la cárcel.
14 Entonces envió el rey Sedequías y trajo a sí al profeta Jeremías, al tercer pasadizo que había en la Casa de Jehová; y dijo el rey a Jeremías: Te voy a preguntar una cosa; no encubras de mí nada. Después envió el rey Sedequías, e hizo traer al profeta Jeremías a su presencia, en la tercera entrada de la casa de Jehová. Y dijo el rey a Jeremías: Te haré una pregunta; no me encubras ninguna cosa. Después envió el rey Sedechîas, é hizo traer á sí á Jeremías profeta á la tercera entrada que estaba en la casa de Jehová. Y dijo el rey á Jeremías: Pregúntote una palabra, no me encubras ninguna cosa.
15 Y dijo Jeremías a Sedequías: Si te lo declarare, ¿no es cierto que me harás morir? y si te diere consejo, tú no me escucharás. Y Jeremías dijo a Sedequías: Si te lo declarare, ¿no es verdad que me matarás? y si te diere consejo, no me escucharás. Y Jeremías dijo á Sedechîas: Si te lo denunciare, ¿no es verdad que me matarás? y si te diere consejo, no has de escucharme.
16 El rey Sedequías juró entonces a Jeremías secretamente, diciendo: ¡Vive Jehová, el que hizo esta alma nuestra, que no te haré morir, y que no te entregaré en manos de aquellos hombres que buscan tu vida! Y juró el rey Sedequías en secreto a Jeremías, diciendo: Vive Jehová que nos hizo esta alma, que no te mataré, ni te entregaré en mano de estos varones que buscan tu vida. Y juró el rey Sedechîas en secreto á Jeremías, diciendo: Vive Jehová que nos hizo esta alma, que no te mataré, ni te entregaré en mano de estos varones que buscan tu alma.
17 Jeremías pues dijo a Sedequías: Así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos, el Dios de Israel: Si tú salieres a los príncipes del rey de Babilonia, entonces vivirá tu alma, y esta ciudad no será quemada a fuego; y vivirás tú y tu casa. Entonces dijo Jeremías a Sedequías: Así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Si te entregas en seguida a los príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y esta ciudad no será puesta a fuego, y vivirás tú y tu casa. Entonces dijo Jeremías á Sedechîas: Así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Si salieres luego á los príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y esta ciudad no será puesta á fuego; y vivirás tú y tu casa:
18 Pero si no salieres a los príncipes del rey de Babilonia, entonces esta ciudad será entregada en mano de los Caldeos, y ellos la quemarán a fuego; y tú no escaparás de mano de ellos. Pero si no te entregas a los príncipes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los caldeos, y la pondrán a fuego, y tú no escaparás de sus manos. Mas si no salieres á los príncipes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los Caldeos, y la pondrán á fuego, y tú no escaparás de sus manos.
19 Mas el rey Sedequías respondió a Jeremías: Tengo miedo a los judíos que han desertado a los Caldeos, no sea que éstos me entreguen en su mano, y ellos sacien su venganza en mí. Y dijo el rey Sedequías a Jeremías: Tengo temor de los judíos que se han pasado a los caldeos, no sea que me entreguen en sus manos y me escarnezcan. Y dijo el rey Sedechîas á Jeremías: Témome á causa de los Judíos que se han adherido á los Caldeos, que no me entreguen en sus manos y me escarnezcan.
20 A lo cual Jeremías respondió: No te entregarán. Obedece, te lo ruego, a la voz de Jehová, respecto de lo que te digo, para que te vaya bien y para que viva tu alma. Y dijo Jeremías: No te entregarán. Oye ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y te irá bien y vivirás. Y dijo Jeremías: No te entregarán. Oye ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y tendrás bien, y vivirá tu alma.
21 Empero si tú rehusares salir, esta es la palabra que me ha revelado Jehová: Pero si no quieres entregarte, esta es la palabra que me ha mostrado Jehová: Mas si no quisieres salir, ésta es la palabra que me ha mostrado Jehová:
22 He aquí que todas las mujeres que han quedado en la casa del rey de Judá, serán sacadas para los príncipes del rey de Babilonia; y he aquí que ellas te dirán: ¡Tus amigos familiares te incitaron, y prevalecieron contigo; mas ya que tus pies están hundidos en el cieno, se han vuelto atrás! He aquí que todas las mujeres que han quedado en casa del rey de Judá serán sacadas a los príncipes del rey de Babilonia; y ellas mismas dirán: Te han engañado, y han prevalecido contra ti tus amigos; hundieron en el cieno tus pies, se volvieron atrás. Y he aquí que todas las mujeres que han quedado en casa del rey de Judá, serán sacadas á los príncipes del rey de Babilonia; y ellas mismas dirán: Te han engañado, y prevalecido contra ti tus amigos; atollaron en el cieno tus pies, se volvieron atrás.
23 También sacarán a todas tus mujeres y a tus hijos a los Caldeos; y tú mismo no podrás escapar de su mano; porque serás tomado preso por mano del rey de Babilonia; y harás que esta ciudad sea quemada a fuego. Sacarán, pues, todas tus mujeres y tus hijos a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que por mano del rey de Babilonia serás apresado, y a esta ciudad quemará a fuego. Sacarán pues, todas tus mujeres y tus hijos á los Caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que por mano del rey de Babilonia serás preso, y á esta ciudad quemará á fuego.
24 Entonces Sedequías dijo a Jeremías: No sepa nadie nada de esto, y no morirás. Y dijo Sedequías a Jeremías: Nadie sepa estas palabras, y no morirás. Y dijo Sedechîas á Jeremías: Nadie sepa estas palabras, y no morirás.
25 Y si los príncipes llegaren a saber que yo he hablado contigo, y vinieren a ti, y te dijeren: Rogámoste nos digas lo que dijiste al rey, (no lo encubras de nosotros, y no te haremos morir); también lo que a ti te dijo el rey; Y si los príncipes oyeren que yo he hablado contigo, y vinieren a ti y te dijeren: Decláranos ahora qué hablaste con el rey, no nos lo encubras, y no te mataremos; asimismo qué te dijo el rey; Y si los príncipes oyeren que yo he hablado contigo, y vinieren á ti y te dijeren: Decláranos ahora qué hablaste con el rey, no nos lo encubras, y no te mataremos; asimismo qué te dijo el rey;
26 entonces les responderás: Yo presentaba mi petición delante del rey, para que no me hiciese volver a casa de Jonatán, para morir allí. les dirás: Supliqué al rey que no me hiciese volver a casa de Jonatán para que no me muriese allí. Les dirás: Supliqué al rey que no me hiciese tornar á casa de Jonathán porque no me muriese allí.
27 En efecto, todos los príncipes vinieron a Jeremías, y se lo preguntaron; y él les respondió conforme a todas aquellas palabras que el rey había mandado; y ellos callaron, y se retiraron de él; por manera que el asunto no llegó a conocerse. Y vinieron luego todos los príncipes a Jeremías, y le preguntaron; y él les respondió conforme a todo lo que el rey le había mandado. Con esto se alejaron de él, porque el asunto no se había oído. Y vinieron luego todos los príncipes á Jeremías, y preguntáronle: y él les respondió conforme á todo lo que el rey le había mandado. Con esto se dejaron de él, porque el negocio no se había oído.
28 Jeremías pues permaneció en el patio de la cárcel hasta el día que fué tomada Jerusalem; y estaba aún allí cuando Jerusalem fué tomada. Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel hasta el día que fue tomada Jerusalén; y allí estaba cuando Jerusalén fue tomada.a Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel hasta el día que fué tomada Jerusalem; y allí estaba cuando Jerusalem fué tomada.
navigate_before Jeremías 37 Jeremías 39 navigate_next
arrow_upward Arriba