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PERO Sefatías hijo de Matán, y Gedalías hijo de Pasur, y Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, oyeron las palabras que hablaba Jeremías a todo el pueblo, diciendo: |
Oyeron Sefatías hijo de Matán, Gedalías hijo de Pasur, Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo: |
Y OYÓ Sephatías hijo de Mathán, y Gedalías hijo de Pashur, y Jucal hijo de Selemías, y Pashur hijo de Malchîas, las palabras que Jeremías hablaba á todo el pueblo, diciendo: |
2 |
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Así dice Jehová: El que se quedare en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; mas el que se saliere a los Caldeos vivirá; pues su vida le será como un despojo arrebatado, mas vivirá. |
Así ha dicho Jehová: El que se quedare en esta ciudad morirá a espada, o de hambre, o de pestilencia; mas el que se pasare a los caldeos vivirá, pues su vida le será por botín, y vivirá. |
Así ha dicho Jehová: El que se quedare en esta ciudad morirá á cuchillo, ó de hambre, ó de pestilencia; mas el que saliere á los Caldeos vivirá, pues su vida le será por despojo, y vivirá. |
3 |
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Así dice Jehová: Esta ciudad será ciertamente entregada en poder del ejército del rey de Babilonia, el cual la tomará. |
Así ha dicho Jehová: De cierto será entregada esta ciudad en manos del ejército del rey de Babilonia, y la tomará. |
Así ha dicho Jehová: De cierto será entregada esta ciudad en mano del ejército del rey de Babilonia, y tomarála. |
4 |
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Entonces dijeron los príncipes al rey: Rogámoste que este hombre sea muerto; porque debilita las manos de los hombres de guerra que nos quedan aún en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no procura el bienestar de este pueblo, sino su mal. |
Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los hombres de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal. |
Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los hombres de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal. |
5 |
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A lo que respondió el rey Sedequías: He aquí, él está en vuestra mano; porque no es el rey quien pueda hacer nada en contra de vosotros. |
Y dijo el rey Sedequías: He aquí que él está en vuestras manos; pues el rey nada puede hacer contra vosotros. |
Y dijo el rey Sedechîas: Helo ahí, en vuestras manos está; que el rey no podrá contra vosotros nada. |
6 |
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Ellos pues tomaron a Jeremías y le echaron en la cisterna de Malquías, hijo de Hamelec, que había en el patio de la cárcel; y bajaron a Jeremías por medio de sogas: y en la cisterna no había agua, sino fango; y hundióse Jeremías en el fango. |
Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la cisterna no había agua, sino cieno, y se hundió Jeremías en el cieno. |
Entonces tomaron ellos á Jeremías, é hiciéronlo echar en la mazmorra de Malchîas hijo de Amelech, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron á Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no había agua, sino cieno; y hundióse Jeremías en el cieno. |
7 |
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Mas oyó Ebed-melec etíope, eunuco que había en la casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la cisterna. Y el rey estaba sentado a la sazón en la puerta de Benjamín. |
Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco de la casa real, que habían puesto a Jeremías en la cisterna, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín, |
Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco que estaba en casa del rey, que habían puesto á Jeremías en la mazmorra, y estando sentado el rey á la puerta de Benjamín, |
8 |
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Ebed-melec pues salió de la casa del rey y habló con el rey, diciendo: |
Ebed-melec salió de la casa del rey y habló al rey, diciendo: |
Ebed-melec salió de la casa del rey, y habló al rey, diciendo: |
9 |
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Oh rey, señor mío, muy mal han hecho estos hombres en todo lo que acaban de hacer con el profeta Jeremías, a quien han echado en la cisterna: y él se muere en el lugar en donde está, a causa del hambre; porque no hay pan en la ciudad. |
Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, al cual hicieron echar en la cisterna; porque allí morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad. |
Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con Jeremías profeta, al cual hicieron echar en la mazmorra; porque allí se morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad. |
10 |
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Entonces mandó el rey a Ebed-melec etíope, diciendo: Toma contigo de aquí treinta hombres, y saca al profeta Jeremías de la cisterna antes que muera. |
Entonces mandó el rey al mismo etíope Ebed-melec, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar al profeta Jeremías de la cisterna, antes que muera. |
Entonces mandó el rey al mismo Ebed-melec Etíope, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar á Jeremías profeta de la mazmorra, antes que muera. |
11 |
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Ebed-melec pues tomó consigo los hombres, y fué a la casa del rey, a la parte debajo de la tesorería, y tomó de allí ropa deshecha y trapos viejos, y los bajaron a Jeremías con sogas, dentro de la cisterna. |
Y tomó Ebed-melec en su poder a los hombres, y entró a la casa del rey debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, y los echó a Jeremías con sogas en la cisterna. |
Y tomó Ebed-melec en su poder hombres, y entró á la casa del rey al lugar debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos, traídos, viejos, y andrajosos, y echólos á Jeremías con sogas en la mazmorra. |
12 |
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Y Ebed-melec etíope dijo a Jeremías: Ruégote que pongas esta ropa deshecha y los trapos viejos debajo de tus sobacos, donde te cogen las sogas: y Jeremías lo hizo así. |
Y dijo el etíope Ebed-melec a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, bajo los sobacos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías. |
Y dijo Ebed-melec Etíope á Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos, traídos, y rotos, bajo los sobacos de tus brazos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías. |
13 |
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Y sacaron a Jeremías con las sogas, alzándole de la cisterna; y permaneció Jeremías en el patio de la cárcel. |
De este modo sacaron a Jeremías con sogas, y lo subieron de la cisterna; y quedó Jeremías en el patio de la cárcel. |
De este modo sacaron á Jeremías con sogas, y subiéronlo de la mazmorra; y quedó Jeremías en el patio de la cárcel. |
14 |
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Entonces envió el rey Sedequías y trajo a sí al profeta Jeremías, al tercer pasadizo que había en la Casa de Jehová; y dijo el rey a Jeremías: Te voy a preguntar una cosa; no encubras de mí nada. |
Después envió el rey Sedequías, e hizo traer al profeta Jeremías a su presencia, en la tercera entrada de la casa de Jehová. Y dijo el rey a Jeremías: Te haré una pregunta; no me encubras ninguna cosa. |
Después envió el rey Sedechîas, é hizo traer á sí á Jeremías profeta á la tercera entrada que estaba en la casa de Jehová. Y dijo el rey á Jeremías: Pregúntote una palabra, no me encubras ninguna cosa. |
15 |
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Y dijo Jeremías a Sedequías: Si te lo declarare, ¿no es cierto que me harás morir? y si te diere consejo, tú no me escucharás. |
Y Jeremías dijo a Sedequías: Si te lo declarare, ¿no es verdad que me matarás? y si te diere consejo, no me escucharás. |
Y Jeremías dijo á Sedechîas: Si te lo denunciare, ¿no es verdad que me matarás? y si te diere consejo, no has de escucharme. |
16 |
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El rey Sedequías juró entonces a Jeremías secretamente, diciendo: ¡Vive Jehová, el que hizo esta alma nuestra, que no te haré morir, y que no te entregaré en manos de aquellos hombres que buscan tu vida! |
Y juró el rey Sedequías en secreto a Jeremías, diciendo: Vive Jehová que nos hizo esta alma, que no te mataré, ni te entregaré en mano de estos varones que buscan tu vida. |
Y juró el rey Sedechîas en secreto á Jeremías, diciendo: Vive Jehová que nos hizo esta alma, que no te mataré, ni te entregaré en mano de estos varones que buscan tu alma. |
17 |
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Jeremías pues dijo a Sedequías: Así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos, el Dios de Israel: Si tú salieres a los príncipes del rey de Babilonia, entonces vivirá tu alma, y esta ciudad no será quemada a fuego; y vivirás tú y tu casa. |
Entonces dijo Jeremías a Sedequías: Así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Si te entregas en seguida a los príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y esta ciudad no será puesta a fuego, y vivirás tú y tu casa. |
Entonces dijo Jeremías á Sedechîas: Así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Si salieres luego á los príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y esta ciudad no será puesta á fuego; y vivirás tú y tu casa: |
18 |
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Pero si no salieres a los príncipes del rey de Babilonia, entonces esta ciudad será entregada en mano de los Caldeos, y ellos la quemarán a fuego; y tú no escaparás de mano de ellos. |
Pero si no te entregas a los príncipes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los caldeos, y la pondrán a fuego, y tú no escaparás de sus manos. |
Mas si no salieres á los príncipes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los Caldeos, y la pondrán á fuego, y tú no escaparás de sus manos. |
19 |
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Mas el rey Sedequías respondió a Jeremías: Tengo miedo a los judíos que han desertado a los Caldeos, no sea que éstos me entreguen en su mano, y ellos sacien su venganza en mí. |
Y dijo el rey Sedequías a Jeremías: Tengo temor de los judíos que se han pasado a los caldeos, no sea que me entreguen en sus manos y me escarnezcan. |
Y dijo el rey Sedechîas á Jeremías: Témome á causa de los Judíos que se han adherido á los Caldeos, que no me entreguen en sus manos y me escarnezcan. |
20 |
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A lo cual Jeremías respondió: No te entregarán. Obedece, te lo ruego, a la voz de Jehová, respecto de lo que te digo, para que te vaya bien y para que viva tu alma. |
Y dijo Jeremías: No te entregarán. Oye ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y te irá bien y vivirás. |
Y dijo Jeremías: No te entregarán. Oye ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y tendrás bien, y vivirá tu alma. |
21 |
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Empero si tú rehusares salir, esta es la palabra que me ha revelado Jehová: |
Pero si no quieres entregarte, esta es la palabra que me ha mostrado Jehová: |
Mas si no quisieres salir, ésta es la palabra que me ha mostrado Jehová: |
22 |
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He aquí que todas las mujeres que han quedado en la casa del rey de Judá, serán sacadas para los príncipes del rey de Babilonia; y he aquí que ellas te dirán: ¡Tus amigos familiares te incitaron, y prevalecieron contigo; mas ya que tus pies están hundidos en el cieno, se han vuelto atrás! |
He aquí que todas las mujeres que han quedado en casa del rey de Judá serán sacadas a los príncipes del rey de Babilonia; y ellas mismas dirán: Te han engañado, y han prevalecido contra ti tus amigos; hundieron en el cieno tus pies, se volvieron atrás. |
Y he aquí que todas las mujeres que han quedado en casa del rey de Judá, serán sacadas á los príncipes del rey de Babilonia; y ellas mismas dirán: Te han engañado, y prevalecido contra ti tus amigos; atollaron en el cieno tus pies, se volvieron atrás. |
23 |
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También sacarán a todas tus mujeres y a tus hijos a los Caldeos; y tú mismo no podrás escapar de su mano; porque serás tomado preso por mano del rey de Babilonia; y harás que esta ciudad sea quemada a fuego. |
Sacarán, pues, todas tus mujeres y tus hijos a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que por mano del rey de Babilonia serás apresado, y a esta ciudad quemará a fuego. |
Sacarán pues, todas tus mujeres y tus hijos á los Caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que por mano del rey de Babilonia serás preso, y á esta ciudad quemará á fuego. |
24 |
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Entonces Sedequías dijo a Jeremías: No sepa nadie nada de esto, y no morirás. |
Y dijo Sedequías a Jeremías: Nadie sepa estas palabras, y no morirás. |
Y dijo Sedechîas á Jeremías: Nadie sepa estas palabras, y no morirás. |
25 |
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Y si los príncipes llegaren a saber que yo he hablado contigo, y vinieren a ti, y te dijeren: Rogámoste nos digas lo que dijiste al rey, (no lo encubras de nosotros, y no te haremos morir); también lo que a ti te dijo el rey; |
Y si los príncipes oyeren que yo he hablado contigo, y vinieren a ti y te dijeren: Decláranos ahora qué hablaste con el rey, no nos lo encubras, y no te mataremos; asimismo qué te dijo el rey; |
Y si los príncipes oyeren que yo he hablado contigo, y vinieren á ti y te dijeren: Decláranos ahora qué hablaste con el rey, no nos lo encubras, y no te mataremos; asimismo qué te dijo el rey; |
26 |
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entonces les responderás: Yo presentaba mi petición delante del rey, para que no me hiciese volver a casa de Jonatán, para morir allí. |
les dirás: Supliqué al rey que no me hiciese volver a casa de Jonatán para que no me muriese allí. |
Les dirás: Supliqué al rey que no me hiciese tornar á casa de Jonathán porque no me muriese allí. |
27 |
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En efecto, todos los príncipes vinieron a Jeremías, y se lo preguntaron; y él les respondió conforme a todas aquellas palabras que el rey había mandado; y ellos callaron, y se retiraron de él; por manera que el asunto no llegó a conocerse. |
Y vinieron luego todos los príncipes a Jeremías, y le preguntaron; y él les respondió conforme a todo lo que el rey le había mandado. Con esto se alejaron de él, porque el asunto no se había oído. |
Y vinieron luego todos los príncipes á Jeremías, y preguntáronle: y él les respondió conforme á todo lo que el rey le había mandado. Con esto se dejaron de él, porque el negocio no se había oído. |
28 |
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Jeremías pues permaneció en el patio de la cárcel hasta el día que fué tomada Jerusalem; y estaba aún allí cuando Jerusalem fué tomada. |
Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel hasta el día que fue tomada Jerusalén; y allí estaba cuando Jerusalén fue tomada.a |
Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel hasta el día que fué tomada Jerusalem; y allí estaba cuando Jerusalem fué tomada. |