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EL oráculo que tuvo Jeremías respecto de todos los Judíos que moraban en la tierra de Egipto, los que moraban en Migdol, y en Tafnes, y en Nof, y en la tierra de Patros; oráculo que decía: |
Palabra que vino a Jeremías acerca de todos los judíos que moraban en la tierra de Egipto, que vivían en Migdol, en Tafnes, en Menfis y en tierra de Patros, diciendo: |
PALABRA que fué á Jeremías acerca de todos los Judíos que moraban en la tierra de Egipto, que moraban en Migdol, y en Taphnes, y en Noph, y en tierra de Pathros, diciendo: |
2 |
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Así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: Vosotros habéis visto todo el mal que he traído sobre Jerusalem y sobre todas las ciudades de Judá; pues he aquí que el día de hoy ellas son una desolación, y nadie habita en ellas; |
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Vosotros habéis visto todo el mal que traje sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá; y he aquí que ellas están el día de hoy asoladas; no hay quien more en ellas, |
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Vosotros habéis visto todo el mal que traje sobre Jerusalem y sobre todas las ciudades de Judá: y he aquí que ellas están el día de hoy asoladas, y ni hay en ellas morador; |
3 |
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a causa de la maldad que sus habitantes cometieron para provocarme a ira, en ir a quemar incienso a otros dioses, y a servirles; a quienes no conocían ni ellos, ni vosotros, ni vuestros padres. |
a causa de la maldad que ellos cometieron para enojarme, yendo a ofrecer incienso, honrando a dioses ajenos que ellos no habían conocido, ni vosotros ni vuestros padres. |
Á causa de la maldad de ellos que cometieron para hacerme enojar, yendo á ofrecer sahumerios, honrando dioses ajenos que ellos no habían conocido, vosotros, ni vuestros padres. |
4 |
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Y yo os envié todos mis siervos los profetas, madrugando y enviando, para decir: ¡Oh no hagáis esta cosa abominable que yo aborrezco! |
Y envié a vosotros todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar, para deciros: No hagáis esta cosa abominable que yo aborrezco. |
Y envié á vosotros á todos mis siervos los profetas, madrugando y enviándolos, diciendo: No hagáis ahora esta cosa abominable que yo aborrezco. |
5 |
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Pero no escucharon, ni inclinaron el oído, para convertirse de su maldad, y para dejar de quemar incienso a otros dioses. |
Pero no oyeron ni inclinaron su oído para convertirse de su maldad, para dejar de ofrecer incienso a dioses ajenos. |
Mas no oyeron ni inclinaron su oído para convertirse de su maldad, para no ofrecer sahumerios á dioses ajenos. |
6 |
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Por tanto fué derramada mi indignación y mi ira, la cual ardió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem; de modo que han venido a ser un desierto y una desolación, como hoy se ve. |
Se derramó, por tanto, mi ira y mi furor, y se encendió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, y fueron puestas en soledad y en destrucción, como están hoy. |
Derramóse por tanto mi saña y mi furor, y encendióse en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem, y tornáronse en soledad y en destrucción, como hoy. |
7 |
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Y ahora, así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: ¿Por qué hacéis vosotros tan grande mal contra vuestras mismas almas, para cortar de los vuestros hombres y mujeres, muchachos y niños de pecho, de en medio de Judá; a fin de que no os quede resto alguno; |
Ahora, pues, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ¿Por qué hacéis tan grande mal contra vosotros mismos, para ser destruidos el hombre y la mujer, el muchacho y el niño de pecho de en medio de Judá, sin que os quede remanente alguno, |
Ahora pues, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ¿Por qué hacéis tan grande mal contra vuestras almas, para ser talados varón y mujer, niño y mamante, de en medio de Judá, sin que os quede residuo alguno; |
8 |
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provocándome a ira con la obra de vuestras manos, quemando incienso a otros dioses aquí en la tierra de Egipto, adonde habéis venido a habitar temporalmente, para que seáis destruídos, y para que llegueis a ser una execración y un oprobio entre todas las naciones de la tierra? |
haciéndome enojar con las obras de vuestras manos, ofreciendo incienso a dioses ajenos en la tierra de Egipto, adonde habéis entrado para vivir, de suerte que os acabéis, y seáis por maldición y por oprobio a todas las naciones de la tierra? |
Haciéndome enojar con las obras de vuestras manos, ofreciendo sahumerios á dioses ajenos en la tierra de Egipto, adonde habéis entrado para morar, de suerte que os acabéis, y seáis por maldición y por oprobio á todas las gentes de la tierra? |
9 |
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¿Acaso habéis olvidado las maldades de vuestros padres, y las maldades de los reyes de Judá, y las maldades de sus mujeres, y vuestras propias maldades, y las maldades de vuestras mujeres, que han sido cometidas en la tierra de Judá, y por las calles de Jerusalem? |
¿Os habéis olvidado de las maldades de vuestros padres, de las maldades de los reyes de Judá, de las maldades de sus mujeres, de vuestras maldades y de las maldades de vuestras mujeres, que hicieron en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén? |
¿Os habéis olvidado de las maldades de vuestros padres, y de las maldades de los reyes de Judá, y de las maldades de sus mujeres, y de vuestras maldades, y de las maldades de vuestras mujeres, que hicieron en tierra de Judá y en las calles de Jerusalem? |
10 |
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No se han humillado hasta el día de hoy, ni han tenido temor, ni han andado en mi ley y en mis estatutos que he puesto delante de vosotros y delante de vuestros padres. |
No se han humillado hasta el día de hoy, ni han tenido temor, ni han caminado en mi ley ni en mis estatutos, los cuales puse delante de vosotros y delante de vuestros padres. |
No se han morigerado hasta el día de hoy, ni han tenido temor, ni han caminado en mi ley, ni en mis estatutos que puse delante de vosotros y delante de vuestros padres. |
11 |
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Por tanto, así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que voy a poner mi rostro contra vosotros para mal, y para destruir a todo Judá. |
Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo vuelvo mi rostro contra vosotros para mal, y para destruir a todo Judá. |
Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo pongo mi rostro en vosotros para mal, y para destruir á todo Judá. |
12 |
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Y tomaré el resto de Judá, los que fijaron su rostro resueltamente para entrar en la tierra de Egipto a habitar temporalmente allí, y haré que sean todos consumidos, y que caigan en la tierra de Egipto; a espada y de hambre serán consumidos; desde el menor hasta el mayor morirán a espada y de hambre; y vendrán a ser una execración, y un asombro, y una maldición, y un oprobio. |
Y tomaré el resto de Judá que volvieron sus rostros para ir a tierra de Egipto para morar allí, y en tierra de Egipto serán todos consumidos; caerán a espada, y serán consumidos de hambre; a espada y de hambre morirán desde el menor hasta el mayor, y serán objeto de execración, de espanto, de maldición y de oprobio. |
Y tomaré el resto de Judá que pusieron sus rostros para entrar en tierra de Egipto para morar allí, y en tierra de Egipto serán todos consumidos, caerán á cuchillo, serán consumidos de hambre, á cuchillo y hambre morirán desde el más pequeño hasta el mayor; y serán por juramento, y por espanto, y por maldición, y por oprobio. |
13 |
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Porque castigaré a los Judíos que moran en la tierra de Egipto, así como he castigado a Jerusalem con la espada y con el hambre y con la peste; |
Pues castigaré a los que moran en tierra de Egipto como castigué a Jerusalén, con espada, con hambre y con pestilencia. |
Pues visitaré á los que moran en tierra de Egipto, como visité á Jerusalem, con cuchillo, y con hambre, y con pestilencia. |
14 |
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de modo que del resto de Judá que ha venido a la tierra de Egipto para habitar temporalmente allí, no habrá quien escape o se quede para volver a la tierra de Judá, adonde desean ardientemente volver para morar allí: porque no tornarán allá sino algunos pocos fugitivos. |
Y del resto de los de Judá que entraron en la tierra de Egipto para habitar allí, no habrá quien escape, ni quien quede vivo para volver a la tierra de Judá, por volver a la cual suspiran ellos para habitar allí; porque no volverán sino algunos fugitivos. |
Y del resto de Judá que entraron en tierra de Egipto para morar allí, no habrá quien escape, ni quien quede vivo, para volver á la tierra de Judá, por la cual suspiran ellos por volver para habitar allí: porque no volverán sino los que escaparen. |
15 |
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Entonces respondieron a Jeremías todos los hombres que conocían que sus mujeres quemaban incienso a otros dioses, y todas las mujeres que estaban allí presentes (de las cuales había una gran muchedumbre), es decir, todo el pueblo que moraba en la tierra de Egipto y en Patros, diciendo: |
Entonces todos los que sabían que sus mujeres habían ofrecido incienso a dioses ajenos, y todas las mujeres que estaban presentes, una gran concurrencia, y todo el pueblo que habitaba en tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías, diciendo: |
Entonces todos los que sabían que sus mujeres habían ofrecido sahumerios á dioses ajenos, y todas las mujeres que estaban presentes, una gran concurrencia, y todo el pueblo que habitaba en tierra de Egipto, en Pathros, respondieron á Jeremías, diciendo: |
16 |
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En cuanto a la palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, nosotros no te obedeceremos: |
La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti; |
La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no oímos de ti: |
17 |
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al contrario cumpliremos resueltamente toda promesa que ha salido de nuestra boca, respecto de quemar incienso a la reina del cielo, y de derramar libaciones a ella; como hicimos nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem; con lo cual tuvimos abundancia de pan, y éramos felices, y no vimos calamidad. |
sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno. |
Antes pondremos ciertamente por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer sahumerios á la reina del cielo, y derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalem, y fuimos hartos de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno. |
18 |
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Pero desde que hemos dejado de quemar incienso a la reina del cielo y de derramar libaciones a ella, nos ha faltado todo, y hemos sido consumidos por la espada y el hambre. |
Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos. |
Mas desde que cesamos de ofrecer sahumerios á la reina del cielo, y de derramarle libaciones, nos falta todo, y á cuchillo y á hambre somos consumidos. |
19 |
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También cuando nosotras, las mujeres, quemábamos incienso a la reina del cielo, y le derramábamos libaciones, ¿acaso le hacíamos tortas para tributarle culto, y le derramábamos libaciones, sin nuestros maridos? |
Y cuando ofrecimos incienso a la reina del cielo, y le derramamos libaciones, ¿acaso le hicimos nosotras tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros maridos? |
Y cuando ofrecimos sahumerios á la reina del cielo, y le derramamos libaciones, ¿hicímosle nosotras tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin nuestros maridos? |
20 |
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Entonces Jeremías respondió a todo el pueblo, es decir, a los hombres y a las mujeres, y en fin, a todo el pueblo, los cuales le habían dado aquella respuesta, diciendo: |
Y habló Jeremías a todo el pueblo, a los hombres y a las mujeres y a todo el pueblo que le había respondido esto, diciendo: |
Y habló Jeremías á todo el pueblo, á los hombres y á las mujeres, y á todo el vulgo que le había respondido esto, diciendo: |
21 |
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¿Por ventura no se acordó Jehová del incienso que quemasteis en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem; vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes y el pueblo de la tierra; y acaso no se le dió nada de ello? |
¿No se ha acordado Jehová, y no ha venido a su memoria el incienso que ofrecisteis en las ciudades de Judá, y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes y el pueblo de la tierra? |
¿No se ha acordado Jehová, y no ha venido á su memoria el sahumerio que ofrecisteis en las ciudades de Judá, y en las plazas de Jerusalem, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes, y el pueblo de la tierra? |
22 |
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Sí; de modo que no pudo aguantarlo más Jehová, a causa de la maldad de vuestras obras, y a causa de las abominaciones que cometisteis; por lo cual vuestra tierra ha venido a ser un desierto y un asombro, y una maldición, sin habitante; como parece hoy: |
Y no pudo sufrirlo más Jehová, a causa de la maldad de vuestras obras, a causa de las abominaciones que habíais hecho; por tanto, vuestra tierra fue puesta en asolamiento, en espanto y en maldición, hasta quedar sin morador, como está hoy. |
Y no pudo sufrir más Jehová á causa de la maldad de vuestras obras, á causa de las abominaciones que habíais hecho: por tanto vuestra tierra fué en asolamiento, y en espanto, y en maldición, hasta no quedar morador, como hoy. |
23 |
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por lo mismo que quemasteis incienso a otros dioses, y pecasteis contra Jehová, y no obedecisteis la voz de Jehová, ni anduvisteis en su ley, ni en sus estatutos, ni en sus testimonios; por eso es que os ha venido esta calamidad, como hoy se ve. |
Porque ofrecisteis incienso y pecasteis contra Jehová, y no obedecisteis a la voz de Jehová, ni anduvisteis en su ley ni en sus estatutos ni en sus testimonios; por tanto, ha venido sobre vosotros este mal, como hasta hoy. |
Porque ofrecisteis sahumerios, y pecasteis contra Jehová, y no obedecisteis á la voz de Jehová, ni anduvisteis en su ley, ni en sus estatutos, ni en sus testimonios: por tanto ha venido sobre vosotros este mal, como hoy. |
24 |
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También dijo Jeremías a todo el pueblo, y a todas las mujeres: ¡Oíd el oráculo de Jehová, todos los de Judá que estáis en la tierra de Egipto! |
Y dijo Jeremías a todo el pueblo, y a todas las mujeres: Oíd palabra de Jehová, todos los de Judá que estáis en tierra de Egipto. |
Y dijo Jeremías á todo el pueblo, y á todas las mujeres: Oíd palabra de Jehová, todos los de Judá que estáis en tierra de Egipto: |
25 |
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Así habla Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel, diciendo: Vosotros y vuestras mujeres no sólo hablasteis con vuestra boca, sino que con vuestra mano disteis efecto a ello, diciendo: Sin falta cumpliremos nuestros votos que hemos hecho de quemar incienso a la reina del cielo, y de derramar libaciones a ella. Pues bien, confirmad escrupulosamente vuestros votos, y cumplid puntualmente vuestros votos; |
Así ha hablado Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Vosotros y vuestras mujeres hablasteis con vuestras bocas, y con vuestras manos lo ejecutasteis, diciendo: Cumpliremos efectivamente nuestros votos que hicimos, de ofrecer incienso a la reina del cielo y derramarle libaciones; confirmáis a la verdad vuestros votos, y ponéis vuestros votos por obra. |
Así ha hablado Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Vosotros y vuestras mujeres proferisteis con vuestras bocas, y con vuestras manos lo ejecutasteis, diciendo: Cumpliremos efectivamente nuestros votos que hicimos, de ofrecer sahumerios á la reina del cielo y de derramarle libaciones: confirmáis á la verdad vuestros votos, y ponéis vuestros votos por obra. |
26 |
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empero por lo mismo oíd el oráculo de Jehová, todos los de Judá que moráis en la tierra de Egipto: He aquí, yo he jurado por mi gran nombre, dice Jehová, que no será pronunciado más mi nombre por la boca de ningún hombre de Judá en toda la tierra de Egipto, diciendo: ¡Vive Jehová! |
Por tanto, oíd palabra de Jehová, todo Judá que habitáis en tierra de Egipto: He aquí he jurado por mi grande nombre, dice Jehová, que mi nombre no será invocado más en toda la tierra de Egipto por boca de ningún hombre de Judá, diciendo: Vive Jehová el Señor. |
Por tanto, oíd palabra de Jehová, todo Judá que habitáis en tierra de Egipto: He aquí he jurado por mi grande nombre, dice Jehová, que mi nombre no será más invocado en toda la tierra de Egipto por boca de ningún hombre Judío, diciendo: Vive el Señor Jehová. |
27 |
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He aquí que yo, vigilo sobre ellos para mal y no para bien; y todos los hombres dé Judá que están en la tierra de Egipto, serán consumidos a espada y de hambre, hasta concluir con ellos. |
He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en tierra de Egipto serán consumidos a espada y de hambre, hasta que perezcan del todo. |
He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en tierra de Egipto, serán consumidos á cuchillo y de hambre, hasta que perezcan del todo. |
28 |
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Y los que escaparen de la espada, volverán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá, pocos en número; y todo el resto de Judá que ha venido a la tierra de Egipto para habitar temporalmente allí, conocerán cúya es palabra que quedará establecida, la mía o la suya. |
Y los que escapen de la espada volverán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá, pocos hombres; sabrá, pues, todo el resto de Judá que ha entrado en Egipto a morar allí, la palabra de quién ha de permanecer: si la mía, o la suya. |
Y los que escaparen del cuchillo, volverán de tierra de Egipto á tierra de Judá, pocos hombres; sabrán pues todas las reliquias de Judá, que han entrado en Egipto á morar allí la palabra de quién ha de permanecer, si la mía, ó la suya. |
29 |
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Y esto, dice Jehová, os servirá de señal de que yo os castigaré en este lugar; a fin de que sepáis que serán establecidas segurísimamente mis palabras contra vosotros para mal: |
Y esto tendréis por señal, dice Jehová, de que en este lugar os castigo, para que sepáis que de cierto permanecerán mis palabras para mal sobre vosotros. |
Y esto tendréis por señal, dice Jehová, de que en este lugar os visito, para que sepáis que de cierto permanecerán mis palabras para mal sobre vosotros. |
30 |
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Así dice Jehová: He aquí que voy a entregar a Faraón Hofra rey de Egipto en la mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su vida, a la manera que entregué a Sedequías rey de Judá en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, enemigo suyo, y quien buscaba su vida. |
Así ha dicho Jehová: He aquí que yo entrego a Faraón Hofra rey de Egipto en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su vida, así como entregué a Sedequías rey de Judá en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia,a su enemigo que buscaba su vida. |
Así ha dicho Jehová: He aquí que yo entrego á Faraón Hophra rey de Egipto en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su alma, como entregué á Sedechîas rey de Judá en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, su enemigo, y que buscaba su alma. |