Biblia paralela

# Moderna 1929 actualizada 2020 close Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1960 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 Salió de allí y volvió a su tierra; y sus discípulos le seguían. Y PARTIENDO Jesús de allí, viene a su tierra; y sus discípulos le siguen. Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. Y SALIÓ de allí, y vino á su tierra, y le siguieron sus discípulos.
2 Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos al oírle se asombraron, diciendo: ¿De dónde tiene este estas cosas? ¿Qué sabiduría es esta que le ha sido dada? ¿Y los milagros hechos por sus manos? Y venido el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos al oírle quedaron atónitos, diciendo: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿y qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿y qué quieren decir tan grandes milagros hechos por sus manos? Y llegado el día de reposo,a comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene este estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? Y llegado el sábado, comenzó á enseñar en la sinagoga; y muchos oyéndole, estaban atónitos, diciendo: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y tales maravillas que por sus manos son hechas?
3 ¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros? Y se escandalizaban de él. ¿No es éste el carpintero, hijo de María, y hermano de Santiago, y José, y Judas, y Simón? ¿y no están sus hermanas aquí con nosotros? Y se escandalizaban en él. ¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, y de José, y de Judas, y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros, sus hermanas? Y se escandalizaban en él.
4 Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honor, sino en su tierra, entre sus parientes y en su casa. Mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra,b y entre sus parientes, y en su casa. Mas Jesús les decía: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa.
5 No podía hacer allí ningún milagro, sino que puso las manos sobre unos pocos enfermos, y los sanó. Y no podía hacer milagro alguno allí, salvo que poniendo las manos sobre algunos pocos enfermos, los sanó. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y no pudo hacer allí alguna maravilla; solamente sanó unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.
6 Y estaba asombrado a causa de su incredulidad, y andaba por las aldeas del contorno, enseñando. Y maravillóse de la incredulidad de ellos.
Y andaba por las aldeas del contorno, enseñando.
Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y rodeaba las aldeas de alrededor, enseñando.
7 Llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos; Y llamó a sí los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos: y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos; Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. Y llamó á los doce, y comenzó á enviarlos de dos en dos: y les dió potestad sobre los espíritus inmundos.
8 y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente un bastón; ni bolsa, ni pan, ni dinero en el cinto; y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente un báculo; ni alforja, ni pan, ni dinero en su cinto; Y les mandóc que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto, Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente báculo; no alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa;
9 solo que calzasen sandalias; y que no vistiesen dos túnicas. mas que calzasen sandalias; y que no vistiesen dos túnicas. sino que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas. Mas que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas.
10 Les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, permaneced allí hasta que salgáis de aquel lugar. Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, permaneced allí hasta que salgáis de aquel lugar. Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de aquel lugar. Y les decía: Donde quiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí.
11 Donde no os reciban, ni os escuchen, al salir de allí, sacudid el polvo que quedó bajo vuestros pies en testimonio contra ellos. En verdad os digo que será más llevadera la condena de Sodoma o Gomorra en el día del juicio que la de aquella ciudad. Y si en algún lugar no os recibieren, ni os oyeren, en saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies para testimonio a ellos. En verdad os digo que será mas llevadera la condena de Sodoma o Gomorra en el día del juicio, que la de aquella ciudad. Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos.d De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad. Y todos aquellos que no os recibieren ni os oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, en testimonio á ellos. De cierto os digo que más tolerable será el castigo de los de Sodoma y Gomorra el día del juicio, que el de aquella ciudad.
12 Y saliendo, predicaban que se arrepintiesen; Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen: Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen.
13 y expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban. y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.e Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite á muchos enfermos, y sanaban.
14 Lo oyó el rey Herodes (porque el nombre de Jesús se había hecho manifiesto), y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, y por eso estos poderes obran en él. Y oyó de ello el rey Herodes (porque el nombre de Jesús se había hecho manifiesto) y decía: Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, y por eso poderes milagrosos obran en él. Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. Y oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el que bautizaba, ha resucitado de los muertos, y por tanto, virtudes obran en él.
15 Otros decían: Es Elías. Y otros: Un profeta, o alguno de los profetas. Otros decían: Es Elías. Y decían otros: Es algún profeta, como uno de los antiguos profetas. Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas.f Otros decían: Elías es. Y otros decían: Profeta es, ó alguno de los profetas.
16 Pero cuando lo oyó Herodes, decía: ¡Es Juan, a quien yo hice decapitar; él ha resucitado! Mas oyendo de ello Herodes, decía: ¡Es Juan, a quien yo degollé: él ha resucitado! Al oír esto Herodes, dijo: Este es Juan, el que yo decapité, que ha resucitado de los muertos. Y oyéndolo Herodes, dijo: Éste es Juan el que yo degollé: él ha resucitado de los muertos.
17 Porque el mismo Herodes envió y prendió a Juan, y le encadenó en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues se había casado con ella. porque Herodes mismo había enviado, y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Filipo su hermano; pues se había casado con ella. Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. Porque el mismo Herodes había enviado, y prendido á Juan, y le había aprisionado en la cárcel á causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer.
18 Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano.g Porque Juan decía á Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano.
19 Herodías le guardaba rencor y lo quería matar, pero no podía; Y Herodías se le puso en contra, y quería matarle, mas no podía; Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía; Mas Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía:
20 porque Herodes, sabiendo que era hombre justo y santo, temía a Juan y lo protegía; y cuando le oía se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba con gusto. porque Herodes temía a Juan, conociendo que era hombre justo y santo, y miraba por su seguridad; y cuando le oía, hacía muchas cosas, y le escuchaba con gusto. porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. Porque Herodes temía á Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le tenía respeto: y oyéndole, hacía muchas cosas; y le oía de buena gana.
21 Pero llegó un día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus grandes, a los tribunos y a los principales de Galilea. Mas sucedió que presentóse un día favorable, en que Herodes, en su cumpleaños, dió un convite a sus grandes, y a los tribunos, y a la gente principal de Galilea. Pero venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos y a los principales de Galilea, Y venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su nacimiento, daba una cena á sus príncipes y tribunos, y á los principales de Galilea;
22 Cuando entró la hija de la misma Herodías y danzó, gustó a Herodes y a los que le acompañaban en la mesa; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras y te lo daré. Y cuando entró la hija de Herodías misma y danzó, dió gusto a Herodes y a los que le acompañaban en la mesa; y el rey dijo a la doncella: Pídeme cuanto quisieres, y te lo daré. entrando la hija de Herodías, danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré. Y entrando la hija de Herodías, y danzando, y agradando á Herodes y á los que estaban con él á la mesa, el rey dijo á la muchacha: Pídeme lo que quisieres, que yo te lo daré.
23 Y le juró: Todo cuanto me pidas te lo daré, hasta la mitad de mi reino. Y se lo juró, diciendo: Todo cuanto me pidieres te lo daré, hasta la mitad de mi reino. Y le juró: Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino. Y le juró: Todo lo que me pidieres te daré, hasta la mitad de mi reino.
24 Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista. Y saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella dijo: La cabeza de Juan el Bautista. Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista. Y saliendo ella, dijo á su madre: ¿Qué pediré? Y ella dijo: La cabeza de Juan Bautista.
25 Al instante entró apresuradamente ante el rey, y le pidió: Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. Ella, pues, al instante, entrando apresuradamente a donde estaba el rey, pidió, diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un trinchero la cabeza de Juan el Bautista. Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Entonces ella entró prestamente al rey, y pidió, diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan Bautista.
26 El rey se puso muy triste, pero a causa del juramento y de los que estaban a la mesa, no quiso rechazarla. Y el rey se puso muy triste; mas a causa de sus juramentos, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso rechazarla. Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla. Y el rey se entristeció mucho; mas á causa del juramento, y de los que estaban con él á la mesa, no quiso desecharla.
27 Envió enseguida a un verdugo, y le mandó traer su cabeza. El verdugo fue y lo decapitó en la cárcel; Y enviando inmediatamente uno de su guardia, mandó traer la cabeza de Juan. Y éste fué, y le cortó la cabeza en la cárcel; Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan. Y luego el rey, enviando uno de la guardia, mandó que fuese traída su cabeza;
28 trajo su cabeza en una bandeja, la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. y trayendo su cabeza en un trinchero, la dio a la doncella; y la doncella la dio a su madre. El guarda fue, le decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre. El cual fué, y le degolló en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato, y la dió á la muchacha, y la muchacha la dió á su madre.
29 Cuando sus discípulos lo supieron, vinieron, se llevaron su cadáver y lo pusieron en un sepulcro. Y cuando sus discípulos lo supieron, vinieron, y alzando su cadáver, lo pusieron en un sepulcro. Cuando oyeron esto sus discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y lo pusieron en un sepulcro. Y oyéndolo sus discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y le pusieron en un sepulcro.
30 Los apóstoles, reuniéndose con Jesús, le dieron cuenta de todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Y los apóstoles, reuniéndose con Jesús, le dieron cuenta de todo; de cuanto habían hecho, y de cuanto habían enseñado. Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. Y los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado.
31 Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni tenían tiempo para comer. Y él les dijo: Venid vosotros mismos aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que venían e iban; de manera que ni para comer tenían tiempo. Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. Y él les dijo: Venid vosotros aparte al lugar desierto, y reposad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, que ni aun tenían lugar de comer.
32 Se fueron en la barca a un lugar desierto y apartado. Partieron, pues, en la barca. a un lugar desierto y apartado. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto. Y se fueron en un barco al lugar desierto aparte.
33 Pero muchos los vieron irse y los reconocieron; y de todas las ciudades concurrieron allá a pie, y llegaron antes que ellos. Pero las gentes los vieron en tanto que se iban, y muchos le conocieron; y de todas las ciudades concurrieron allá a pie, y llegaron antes que ellos. Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él. Y los vieron ir muchos, y le conocieron; y concurrieron allá muchos á pie de las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron á él.
34 Al desembarcar, vio una gran multitud, y se compadeció de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. Y saliendo Jesús, vió una gran multitud, y compadecióse de ellos, porque eran como ovejas que no tienen pastor: y comenzó a enseñarles muchas cosas. Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor;h y comenzó a enseñarles muchas cosas. Y saliendo Jesús vió grande multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y les comenzó á enseñar muchas cosas.
35 Como ya era una hora tardía, llegaron a él sus discípulos, diciendo: Este lugar es desierto, y la hora muy avanzada; Y cuando el día estaba ya muy avanzado, se llegaron a él sus discípulos, diciendo: Desierto es este lugar, y el día está muy avanzado: Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. Y como ya fuese el día muy entrado, sus discípulos llegaron á él, diciendo: El lugar es desierto, y el día ya muy entrado;
36 despídelos, para que se vayan a los campos y las aldeas de alrededor, y compren algo de comer. despídelos, para que se vayan a los campos y las aldeas de alderredor, y compren para sí algo de comer. Despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer. Envíalos para que vayan á los cortijos y aldeas de alrededor, y compren para sí pan; porque no tienen qué comer.
37 Pero él, respondiendo, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y le dijeron: ¿Iremos a comprar doscientos denarios de pan, y les daremos de comer? Mas él respondiendo, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y le dijeron: ¿Hemos de ir y comprar doscientos denarios de pan, y dárselo a comer? Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer? Y respondiendo él, les dijo: Dadles de comer vosotros. Y le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?
38 Él les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id a ver. Y ellos, al saberlo, dijeron: Cinco, y dos pescaditos. El les dice: ¿Cuántos panes tenéis? id, y vedlo. Y ellos, al saberlo, dijeron: Cinco, y dos peces. Él les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo. Y al saberlo, dijeron: Cinco, y dos peces. Y él les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Id, y vedlo. Y sabiéndolo, dijeron: Cinco, y dos peces.
39 Y les mandó que se recostaran todos por grupos sobre la hierba verde. Y les mandó que hiciesen recostar a todos por compañías sobre la hierba verde. Y les mandó que hiciesen recostar a todos por grupos sobre la hierba verde. Y les mandó que hiciesen recostar á todos por partidas sobre la hierba verde.
40 Se recostaron por grupos de cien, y de cincuenta. Y se sentaron por partidas de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta. Y se recostaron por grupos, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta. Y se recostaron por partidas, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta.
41 Y tomando los cinco panes y los dos pescaditos, alzó los ojos al cielo, y los bendijo; y partiendo los panes, los dio a los discípulos para que se los pusiesen delante; y repartió los dos pescaditos entre todos. Y tomando los cinco panes y los dos peces, miró al cielo, y los bendijo; y partiendo los panes, dió a los discípulos, para que se los pusiesen delante: y repartió los dos peces entre todos. Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. Y tomados los cinco panes y los dos peces, mirando al cielo, bendijo, y partió los panes, y dió á sus discípulos para que los pusiesen delante: y repartió á todos los dos peces.
42 Comieron todos, y se saciaron; Y comieron todos, y se saciaron; Y comieron todos, y se saciaron. Y comieron todos, y se hartaron.
43 y recogieron doce cestos llenos de pedazos de pan y de las sobras de los pescaditos. y alzaron doce cestos llenos de los pedazos de pan y de los peces. Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces. Y alzaron de los pedazos doce cofines llenos, y de los peces.
44 Los que comieron de los panes eran cinco mil hombres. Y los que comieron de los panes eran como cinco mil hombres. Y los que comieron eran cinco mil hombres. Y los que comieron eran cinco mil hombres.
45 Inmediatamente obligó a sus discípulos a entrar en la barca e ir delante, a la otra orilla, a Betsaida, mientras él despedía a la multitud. E inmediatamente obligó a sus discípulos a entrar en la barca, e ir delante, al otro lado, a Betsaida, en tanto que él mismo despedía la multitud. En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Y luego dió priesa á sus discípulos á subir en el barco, é ir delante de él á Bethsaida de la otra parte, entre tanto que él despedía la multitud.
46 Tras despedirse de ellos, se retiró a la montaña para orar. Y habiéndose separado de ellos, se retiró a la montaña para orar. Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; Y después que los hubo despedido, se fué al monte á orar.
47 Cuando anochecía, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra. Y cuando anochecía, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra. y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra. Y como fué la tarde, el barco estaba en medio de la mar, y él solo en tierra.
48 Cuando los vio cansados de remar porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche, fue a ellos andando sobre el mar. E hizo como que iba a pasarlos. Y los vió remando con ansia; porque el viento les era contrario. Y a eso de la cuarta vigilia de la noche, fué a ellos andando sobre el mar; y hacía como que iba a pasarlos. Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles. Y los vió fatigados bogando, porque el viento les era contrario: y cerca de la cuarta vigilia de la noche, vino á ellos andando sobre la mar, y quería precederlos.
49 Pero ellos, cuando lo vieron andando sobre el mar, pensaron: ¡Es un fantasma! Y gritaron Mas ellos, cuando le vieron andando sobre el mar, pensaron que era un aparecido; y levantaron el grito: Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron; Y viéndole ellos, que andaba sobre la mar, pensaron que era fantasma, y dieron voces;
50 porque todos le vieron, y se turbaron. Pero al instante él habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy; no tengáis miedo! porque todos le vieron, y se turbaron. Mas Jesús al punto habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy; no tengáis miedo! porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Porque todos le veían, y se turbaron. Mas luego habló con ellos, y les dijo: Alentaos; yo soy, no temáis.
51 Subió junto a ellos en la barca; y se calmó el viento, y ellos se quedaron muy asombrados; Y subió a ellos dentro de la barca; y calmó el viento, y ellos quedaron sobremanera asombrados: Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento; y ellos se asombraron en gran manera, y se maravillaban. Y subió á ellos en el barco, y calmó el viento: y ellos en gran manera estaban fuera de sí, y se maravillaban:
52 porque no habían entendido lo de los panes; sino que su corazón estaba endurecido. pues no habían reflexionado sobre el milagro de los panes; sino que su corazón estaba endurecido. Porque aún no habían entendido lo de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus corazones. Porque aun no habían considerado lo de los panes, por cuanto estaban ofuscados sus corazones.
53 Después de atravesar el lago, llegaron a la tierra de Genesaret, y desembarcaron en la playa. Y habiendo atravesado el lago, llegaron a tierra de Genesaret, y atracaron a la playa. Terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret, y arribaron a la orilla. Y cuando estuvieron de la otra parte, vinieron á tierra de Genezaret, y tomaron puerto.
54 Cuando salieron de la barca, enseguida lo reconocieron; Y cuando salieron de la barca, en seguida las gentes le conocieron; Y saliendo ellos de la barca, en seguida la gente le conoció. Y saliendo ellos del barco, luego le conocieron.
55 y corriendo por toda aquella región, comenzaron a llevar en sus camillas a los enfermos, adonde oían decir que estaba. y corriendo por toda aquella comarca, comenzaron a llevar en derredor, en sus camillas, a los enfermos, adonde oían decir que estaba. Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, a donde oían que estaba. Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron á traer de todas partes enfermos en lechos, á donde oían que estaba.
56 Dondequiera que entraba, en aldeas, o en ciudades, o en los campos, ponían a los enfermos en las plazas, y le rogaban que les permitiese tocar siquiera el borde de su manto; y cuantos lo tocaban, quedaban sanos. Y dondequiera que entraba, en aldeas, o en ciudades, o en los campos, ponían a los enfermos en las plazas, y le rogaban les permitiese tocar siquiera el borde de su vestido: y cuantos le tocaron, quedaron sanos. Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos. Y donde quiera que entraba, en aldeas, ó ciudades, ó heredades, ponían en las calles á los que estaban enfermos, y le rogaban que tocasen siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban quedaban sanos.
navigate_before Marcos 5 Marcos 7 navigate_next
arrow_upward Arriba