Biblia paralela
# | Moderna 1929 actualizada 2020 | Moderna 1929 | Reina-Valera revisada 1960 | Reina-Valera revisada 1909 |
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1 | Comenzó a hablarles en parábolas: Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, edificó una torre, la arrendó a unos labradores y se fue de viaje. | Y COMENZÓ a hablarles en parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y cavó un lagar, y edificó una torre, y arrendóla a labradores, y se fué al extranjero. | Entonces comenzó Jesús a decirles por parábolas: Un hombre plantó una viña,a la cercó de vallado, cavó un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. | Y COMENZÓ á hablarles por parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y cavó un lagar, y edificó una torre, y la arrendó á labradores, y se partió lejos. |
2 | A su debido tiempo envió un siervo a los labradores, para recibir de ellos el fruto de la viña. | Y a la sazón conveniente, envió a los labradores un siervo suyo, para que recibiese de los labradores su parte de los frutos de la viña. | Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que recibiese de estos del fruto de la viña. | Y envió un siervo á los labradores, al tiempo, para que tomase de los labradores del fruto de la viña. |
3 | Ellos lo tomaron, lo apalearon y lo enviaron con las manos vacías. | Y ellos tomándole, le apalearon, y le enviaron con las manos vacías. | Mas ellos, tomándole, le golpearon, y le enviaron con las manos vacías. | Mas ellos, tomándole, le hirieron, y le enviaron vacío. |
4 | Volvió a enviarles otro siervo; a este hirieron en la cabeza y lo humillaron. | Y volvió a enviarles otro siervo; y a éste le descalabraron y le trataron afrentosamente. | Volvió a enviarles otro siervo; pero apedreándole, le hirieron en la cabeza, y también le enviaron afrentado. | Y volvió á enviarles otro siervo; mas apedreándole, le hirieron en la cabeza, y volvieron á enviarle afrentado. |
5 | Envió a otro; y a este lo mataron; así envió a otros muchos; y los labradores golpeaban a unos y mataban a otros. | Y envió otro; y a éste le mataron y así envió a otros muchos; apaleando ellos a unos, y matando a otros. | Volvió a enviar otro, y a este mataron; y a otros muchos, golpeando a unos y matando a otros. | Y volvió á enviar otro, y á aquél mataron; y á otros muchos, hiriendo á unos y matando á otros. |
6 | Tenía aún un único amado hijo; a este les envió, el último, diciendo: Respetarán a mi hijo. | Teniendo aún uno, su amado hijo, a éste les envió, el postrero, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. | Por último, teniendo aún un hijo suyo, amado, lo envió también a ellos, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. | Teniendo pues aún un hijo suyo amado, enviólo también á ellos el postrero, diciendo: Tendrán en reverencia á mi hijo. |
7 | Pero aquellos labradores se dijeron entre ellos: Este es el heredero; venid, matémoslo, y la heredad será nuestra. | Mas aquellos labradores dijeron entre sí: ¡Éste es el heredero! ¡venid, matémosle; y será nuestra la herencia! | Mas aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra. | Mas aquellos labradores dijeron entre sí: Éste es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra. |
8 | Lo tomaron, lo mataron y lo echaron fuera de la viña. | Y tomándole, le mataron, y le echaron fuera de la viña. | Y tomándole, le mataron, y le echaron fuera de la viña. | Y prendiéndole, le mataron, y echaron fuera de la viña. |
9 | ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y destruirá a los labradores, y dará la viña a otros. | ¿Qué hará, pues, el señor de la viña? Vendrá y destruirá a los labradores, y dará la viña a otros. | ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá a los labradores, y dará su viña a otros. | ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá á estos labradores, y dará su viña á otros. |
10 | ¿No habéis leído esta Escritura?: «La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo; | ¿Ni aun habéis leído esta Escritura: La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la cabeza del ángulo: | ¿Ni aun esta escritura habéis leído: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo; |
¿Ni aun esta Escritura habéis leído: La piedra que desecharon los que edificaban, Ésta es puesta por cabeza de esquina; |
11 | de parte del Señor° se hizo esta, y es maravillosa a nuestros ojos.» [Salmo 118:22, 23] | por el Señor fué hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos? | El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojosb? |
Por el Señor es hecho esto, Y es cosa maravillosa en nuestros ojos? |
12 | Procuraban prenderlo; pero temían al pueblo (porque se dieron cuenta de que contra ellos había dicho la parábola), y dejándolo, se fueron. | Y procuraban prenderle: mas temían al pueblo (porque percibían que contra ellos había dicho la parábola); y dejándole, se fueron. | Y procuraban prenderle, porque entendían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían a la multitud, y dejándole, se fueron. | Y procuraban prenderle, porque entendían que decía á ellos aquella parábola; mas temían á la multitud; y dejándole, se fueron. |
13 | Le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para atraparlo en alguna palabra. | Y le enviaron algunos de los fariseos y de los Herodianos, para que le entrampasen en alguna palabra. | Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra. | Y envían á él algunos de los Fariseos y de los Herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra. |
14 | Cuando llegaron, le dijeron: Maestro, sabemos que eres veraz, y que no te dejas influir por nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que enseñas con verdad el camino de Dios: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Pagaremos, o no pagaremos? | Y llegado que hubieron, le dicen: Maestro, sabemos que eres veraz, y no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, mas enseñas con verdad el camino de Dios: ¿Es licito al pueblo de Dios dar tributo a César, o no? | Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos? | Y viniendo ellos, le dicen: Maestro, sabemos que eres hombre de verdad, y que no te cuidas de nadie; porque no miras á la apariencia de hombres, antes con verdad enseñas el camino de Dios: ¿Es lícito dar tributo á César, ó no? ¿Daremos, ó no daremos? |
15 | Pero él, sabiendo que eran hipócritas, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme un denario para que lo vea. | ¿daremos, o no daremos? Mas él, conociendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? traedme un denario, para que lo vea. | Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. | Entonces él, como entendía la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. |
16 | Ellos lo trajeron. Y les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Ellos le dijeron: De César. | Y habiéndoselo traído, les dice: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Y ellos le dijeron: De César. | Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César. | Y ellos se la trajeron y les dice: ¿Cúya es esta imagen y esta inscripción? Y ellos le dijeron: De César. |
17 | Jesús les dijo: Pagad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaban de él. | Y Jesús les dijo: Pagad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaban de él. | Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él. | Y respondiendo Jesús, les dijo: Dad lo que es de César á César; y lo que es de Dios, á Dios. Y se maravillaron de ello. |
18 | Se acercaron a él unos saduceos, los cuales dicen que no hay resurrección, y le preguntaron: | Entonces vienen a él unos saduceos, los cuales dicen que no hay resurrección; y le preguntan, diciendo: | Entonces vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección,c y le preguntaron, diciendo: | Entonces vienen á el los Saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo: |
19 | Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muere, y deja mujer, pero no deja hijos, su hermano debe tomar a la mujer y dar descendencia al hermano fallecido. | Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere, y dejare mujer, mas no dejare hijos, tome su hermano la mujer de él, y levante sucesión a su hermano. | Maestro, Moisés nos escribiód que si el hermano de alguno muriere y dejare esposa, pero no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano. | Maestro, Moisés nos escribió, que si el hermano de alguno muriese, y dejase mujer, y no dejase hijos, que su hermano tome su mujer, y levante linaje á su hermano. |
20 | Había siete hermanos, el primero tomó mujer y al morir, no dejó descendencia. | Hubo siete hermanos: y el primero tomó mujer, y muriendo, no dejó sucesión. | Hubo siete hermanos; el primero tomó esposa, y murió sin dejar descendencia. | Fueron siete hermanos: y el primero tomó mujer, y muriendo, no dejó simiente; |
21 | El segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; el tercero de la misma manera; | Y la tomó el segundo, y murió, no dejando sucesión; y el tercero, de la misma manera; | Y el segundo se casó con ella, y murió, y tampoco dejó descendencia; y el tercero, de la misma manera. | Y la tomó el segundo, y murió, y ni aquél tampoco dejó simiente; y el tercero, de la misma manera. |
22 | y ninguno de los siete dejó descendencia. Al final murió también la mujer. | y los siete no dejaron sucesión. Murió la mujer también, la postrera de todos. | Y así los siete, y no dejaron descendencia; y después de todos murió también la mujer. | Y la tomaron los siete, y tampoco dejaron simiente: á la postre murió también la mujer. |
23 | En la resurrección, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer. | En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos será mujer? porque los siete la tuvieron por mujer. | En la resurrección, pues, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será ella mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer? | En la resurrección, pues, cuando resucitaren, ¿de cuál de ellos será mujer? porque los siete la tuvieron por mujer. |
24 | Jesús les dijo. ¿No es esta la razón por la que erráis, porque no conocéis las Escrituras ni el poder de Dios? | Jesús les dijo: ¿No erráis por esto mismo, porque no conocéis las Escrituras, ni el poder de Dios? | Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios? | Entonces respondiendo Jesús, les dice: ¿No erráis por eso, porque no sabéis las Escrituras, ni la potencia de Dios? |
25 | Porque cuando resuciten de entre los muertos, ni se casarán, ni se darán en matrimonio; sino que son como ángeles en los cielos. | Porque cuando resucitaren de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en matrimonio; sino que son como los ángeles en los cielos. | Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos. | Porque cuando resucitarán de los muertos, ni se casarán, ni serán dados en casamiento, mas son como los ángeles que están en los cielos. |
26 | Pero en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no leísteis en el Libro de Moisés, cuando describe lo de la zarza?, como le habló Dios, diciendo: «Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.» [Éxodo 3:6] | Pero en cuanto a los muertos, que ellos hayan de resucitar, ¿nunca leísteis en el Libro de Moisés, en el pasaje acerca de la zarza como le habló Dios, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob? | Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?e | Y de que los muertos hayan de resucitar, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? |
27 | No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados. | No es Dios de muertos, sino de vivos: así que vosotros erráis gravemente. | Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis. | No es Dios de muertos, mas Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis. |
28 | Se acercó uno de los escribas, el cual, oyéndolos discutir, y viendo que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? | Y habíase llegado uno de los escribas, el cual, oyéndolos discutir, y viendo que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál mandamiento es el primero de todos? | Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó:f ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? | Y llegándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? |
29 | Jesús respondió: El primero es: Oye, oh Israel: El Señor° nuestro Dios, el Señor° uno solo es; | Jesús respondió: El primero es Oye, oh Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno solo es: | Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. | Y Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. |
30 | y amarás al Señor° tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. | y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todo tu entendimiento, y con todas tus fuerzas. | Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.g Este es el principal mandamiento. | Amarás pues al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente, y de todas tus fuerzas; éste es el principal mandamiento. |
31 | El segundo es este: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» [Levítico 19:18] No hay otro mandamiento mayor que estos. | El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. | Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.h No hay otro mandamiento mayor que estos. | Y el segundo es semejante á él: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. |
32 | Le dijo el escriba: Bien, Maestro, con verdad has dicho que él es uno solo, y no hay otro fuera de él; | Y le dijo el escriba: Bien, Maestro, con verdad has dicho que él es uno solo; y no hay otro fuera de él: | Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él;i | Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; |
33 | y amarlo a él con todo el corazón, y con toda el alma, y con todo el entendimiento, y con todas las fuerzas, y el amar al prójimo como a sí mismo, más importante es que todos los holocaustos y sacrificios. | y amarle a él con todo el corazón, y con toda el alma, y con toda la inteligencia, y con todas las fuerzas, y el amar uno al prójimo como a sí mismo, más es que todos los holocaustos y los sacrificios. | y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.j | Y que amarle de todo corazón, y de todo entendimiento, y de toda el alma, y de todas las fuerzas, y amar al prójimo como á sí mismo, más es que todos los holocaustos y sacrificios. |
34 | Viendo Jesús que había respondido con sensatez, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y nadie a partir de entonces se atrevía a preguntarle. | Y viendo Jesús que había respondido juiciosamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Ya nadie de allí en adelante osaba hacerle más preguntas. | Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle. | Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dice: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle. |
35 | Enseñando Jesús en el templo, preguntó: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? | Y enseñando Jesús en el Templo, respondió y dijo: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? | Enseñando Jesús en el templo, decía: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? | Y respondiendo Jesús decía, enseñando en el templo: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? |
36 | David mismo dice en el Espíritu Santo: Dijo el Señor° a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies. | David mismo dice en el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta tanto que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies. | Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies.k |
Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor á mi Señor: Siéntate á mi diestra, Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. |
37 | Así que, si David mismo le llama Señor, ¿cómo es su hijo? Y la multitud le oía con gusto. | Así que David mismo le llama Señor: ¿de dónde, pues, es su hijo? Y la gente llana le oía con gusto. | David mismo le llama Señor; ¿cómo, pues, es su hijo? Y gran multitud del pueblo le oía de buena gana. | Luego llamándole el mismo David Señor, ¿de dónde, pues, es su hijo? Y los que eran del común del pueblo le oían de buena gana. |
38 | En su enseñanza dijo: Tened cuidado con los escribas, a quienes gusta pasearse con ropas largas, aman los saludos en las plazas, | Y en su enseñanza dijo: Guardaos de los escribas, que gustan de andar en derredor con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, | Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas, | Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, |
39 | los primeros asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes; | y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros puestos en las cenas: | y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; | Y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; |
40 | que devoran las casas de las viudas, y simulan hacer largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación. | los cuales se tragan las casas de las viudas, y, por un disfraz, hacen largas oraciones. Éstos recibirán más severa condenación. | que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación. | Que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Éstos recibirán mayor juicio. |
41 | Sentado frente al arca de las ofrendas, observaba cómo la multitud echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. | Y estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca de las ofrendas: y muchos que eran ricos echaban mucho. | Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. | Y estando sentado Jesús delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca: y muchos ricos echaban mucho. |
42 | Vino también una viuda pobre, y echó dos monedas de cobre, que es un cuadrante. | Vino también una viuda pobre, y echó dos blancas, que hacen un maravedí. | Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. | Y como vino una viuda pobre, echó dos blancas, que son un maravedí. |
43 | Llamando a sus discípulos, les dijo: En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos los que han echado en el arca de las ofrendas; | Y llamando a sí sus discípulos, les dice: En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos los que han echado en el arca de las ofrendas; | Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; | Entonces llamando á sus discípulos, les dice: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca: |
44 | porque todos ellos echaron de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza, ha echado todo cuanto tenía, todo su sustento. | porque todos ellos echaron de lo que les sobra; mas ésta, de su indigencia, ha echado todo cuanto tenía, aun todo su sustento. | porque todos han echado de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. | Porque todos han echado de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su alimento. |