Biblia paralela

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1 Entró Jesús otra vez en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. Y ENTRÓ Jesús otra vez en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y OTRA vez entró en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca.
2 Y le observaban disimuladamente para ver si lo sanaría en sábado, para poder acusarle. Y le observaban disimuladamente, por ver si le sanaría en día de sábado, para poderle acusar. Y le acechaban para ver si en el día de reposoa le sanaría, a fin de poder acusarle. Y le acechaban si en sábado le sanaría, para acusarle.
3 Y dijo al hombre que tenía la mano paralizada: Levántate y ponte en medio. Él entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Ponte de pie en medio. Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate en medio.
4 Y les dijo: ¿Es lícito en sábado hacer bien o hacer mal, salvar una vida o matar? Pero ellos callaban. Luego a ellos les dice: ¿Cuál es lícito, hacer bien en día de sábado, o hacer mal? ¿salvar la vida, o matar? Mas ellos callaban. Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposob hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. Y les dice: ¿Es lícito hacer bien en sábado, ó hacer mal? ¿salvar la vida, ó quitarla? Mas ellos callaban.
5 Mirándolos a su alrededor con indignación, apenado a causa de la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende la mano. Y la extendió; y la mano le fue curada. Y mirándolos en torno suyo con indignación, entristecido a causa de la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió; y la mano le fue restituída. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. Y mirándolos alrededor con enojo, condoleciéndose de la ceguedad de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió, y su mano fué restituída sana.
6 Enseguida, saliendo los fariseos con los herodianos, conspiraban contra él, para ver cómo podrían matarlo. Y saliendo los fariseos, entraron en consejo contra él con los Herodianos, para ver cómo pudieran destruirle. Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle. Entonces saliendo los Fariseos, tomaron consejo con los Herodianos contra él, para matarle.
7 Jesús, con sus discípulos, se retiró al mar; y le siguió una gran multitud de Galilea, de Judea, Jesús, pues, con sus discípulos, se retiró al mar; y le siguió una inmensa multitud de Galilea, y de Judea. Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea, Mas Jesús se apartó á la mar con sus discípulos: y le siguió gran multitud de Galilea, y de Judea.
8 de Jerusalén, de Idumea, de más allá del Jordán. Y de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran multitud, al oír lo que hacía, acudía a él. Y de Jerusalem, y de Idumea, y de más allá del Jordán, y de en derredor de Tiro y de Sidón, una muchedumbre inmensa, al oír cuán grandes cosas hacía, acudían a él. de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él. Y de Jerusalem, y de Idumea, y de la otra parte del Jordán. Y los de alrededor de Tiro y de Sidón, grande multitud, oyendo cuán grandes cosas hacía, vinieron á él.
9 Y dijo a sus discípulos que preparasen una barca para él, a causa de la multitud, para que no le oprimiesen; Y dijo a sus discípulos que una barquilla le asistiese de continuo, a causa del gentío, para que no le oprimiesen; Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen. Y dijo á sus discípulos que le estuviese siempre apercibida la barquilla, por causa del gentío, para que no le oprimiesen.
10 porque había sanado a muchos, de modo que se le echaban encima para tocarle todos los que tenían algún mal. porque había sanado a muchos, de modo que caían sobre él para tocarle cuantos tenían mal alguno. Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él.c Porque había sanado á muchos; de manera que caían sobre él cuantos tenían plagas, por tocarle.
11 Los espíritus inmundos también, cuando le veían, caían ante él y gritaban diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Los espíritus inmundos también, siempre que le veían, caían en tierra delante de él, y gritaban, diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.
12 Y él los reprendía sin cesar, para que no lo pusieran de manifiesto. Mas él les mandaba mucho, que no le pusiesen de manifiesto. Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen. Mas él les reñía mucho que no le manifestasen.
13 Subió a la montaña, y llamó junto a él a los que él mismo quiso; y fueron a él. Y subió a la montaña, y llamó a sí los que él mismo quiso; y vinieron a él. Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y subió al monte, y llamó á sí á los que él quiso; y vinieron á él.
14 Designó a doce para que estuviesen con él, para enviarlos a predicar Y constituyó a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar; Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, Y estableció doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos á predicar.
15 y tener autoridad de expulsar los demonios. y para tener potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios: y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios: Y que tuviesen potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios:
16 Los doce eran: Simón, (a quien puso por sobrenombre Pedro); a saber, Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; Á Simón, al cual puso por nombre Pedro;
17 Jacobo el de Zebedeo, Juan hermano de Jacobo (a quienes puso por sobrenombre Boanerges, que significa: Hijos del trueno); y Santiago hijo de Zebedeo, y Juan hermano de Santiago, a quienes puso por sobrenombre Boanerges, que significa: Hijos del trueno; a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno; Y á Jacobo, hijo de Zebedeo, y á Juan hermano de Jacobo; y les apellidó Boanerges, que es, Hijos del trueno;
18 Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo el de Alfeo, Tadeo, Simón el zelote y Andrés, y Felipe, y Bartolomé, y Mateo, y Tomás, y Santiago hijo de Alfeo, y Tadeo, y Simón el celote, a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananista, Y á Andrés, y á Felipe, y á Bartolomé, y á Mateo, y á Tomas, y á Jacobo hijo de Alfeo, y á Tadeo, y á Simón el Cananita,
19 y Judas Iscariote, el cual le entregó. y Judas Iscariote, el cual también le entregó; y volvieron a casa. y Judas Iscariote, el que le entregó. Y vinieron a casa. Y á Judas Iscariote, el que le entregó. Y vinieron á casa.
20 Llegaron a una casa, y se juntó otra vez tal multitud, que no podían ellos ni siquiera comer pan. Y se juntó otra vez la multitud, de manera que no podían ellos ni siquiera comer pan. Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan. Y agolpóse de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan.
21 Cuando lo oyeron sus familiares, salieron para echar mano de él; porque decían: Está fuera de sí. Y cuando lo oyeron los suyos, salieron para echar mano de él; porque decían; Está fuera de sí. Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí. Y como lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle: porque decían: Está fuera de sí.
22 Los escribas que vinieron de Jerusalén decían: ¡Tiene a Beelzebú; y por el príncipe de los demonios expulsa a los demonios! Pero los escribas que vinieron de Jerusalem, decían: ¡Tiene a Beelzebub y en unión con el príncipe de los demonios, echa fuera los demonios! Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.d Y los escribas que habían venido de Jerusalem, decían que tenía á Beelzebub, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.
23 Él los llamó a sí, y les dijo en parábolas: ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Y él los llamó a sí, y les dijo en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera á Satanás?
24 Si un reino se divide contra sí mismo, no puede permanecer aquel reino. Y si un reino se divide contra sí mismo, no puede permanecer aquel reino. Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer. Y si algún reino contra sí mismo fuere dividido, no puede permanecer el tal reino.
25 Si una casa se divide contra sí misma, no podrá permanecer aquella casa. Y si una casa se divide contra sí misma, no podrá permanecer aquella casa. Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer. Y si alguna casa fuere dividida contra sí misma, no puede permanecer la tal casa.
26 Y si Satanás se levanta contra sí mismo y se divide, no puede permanecer, sino que su fin ha llegado. Y si Satanás se ha levantado contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer, sino que tiene fin. Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin. Y si Satanás se levantare contra sí mismo, y fuere dividido, no puede permanecer; antes tiene fin.
27 Ninguno puede entrar en la casa del fuerte, y saquear sus bienes, si primero no ata al fuerte; entonces saqueará su casa. Ninguno puede entrar en la casa del poderoso, y saquear sus efectos, si primero no atare al poderoso; y entonces saqueara su casa. Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa. Nadie puede saquear las alhajas del valiente entrando en su casa, si antes no atare al valiente y entonces saqueará su casa.
28 En verdad os digo que todo pecado será perdonado a los hijos de los hombres, y sus blasfemias; En verdad os digo que todo género de pecados será perdonado a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren: De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados á los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren;
29 pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo jamás tendrá perdón, sino que es culpable de un eterno pecado; mas el que blasfemare contra el Espíritu Santo no tiene perdón jamás, sino que queda sujeto a eterna condenación; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón,e sino que es reo de juicio eterno. Mas cualquiera que blasfemare contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, mas está expuesto á eterno juicio.
30 porque decían: espíritu inmundo tiene. por cuanto decían: Espíritu inmundo tiene. Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo. Porque decían: Tiene espíritu inmundo.
31 Llegaron su madre y sus hermanos, y quedándose fuera, enviaron a llamarlo. Vinieron pues sus hermanos y su madre, y estando fuera, enviaron a él, llamándole. Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle. Vienen después sus hermanos y su madre, y estando fuera, enviaron á él llamándole.
32 Una multitud estaba sentada alrededor de él, y le dijeron: He aquí tu madre y tus hermanos te buscan fuera. Y una multitud estaba sentada alrededor de él; y algunos le dijeron: He aquí tu madre y tus hermanos allá fuera te buscan. Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan. Y la gente estaba sentada alrededor de él, y le dijeron: He aquí, tu madre y tus hermanos te buscan fuera.
33 Pero él les respondió: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Mas él les respondió: ¿Quién es mi madre, y quiénes mis hermanos? Él les respondió diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y él les respondió, diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos?
34 Mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Y mirando en derredor a los que estaban sentados en torno de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Y mirando á los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y hermanos.
35 Porque el que cumple la voluntad de Dios, este es mi hermano, y hermana, y madre. Porque aquel que hiciere la voluntad de Dios, este mismo es mi hermano, y hermana, y madre. Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
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