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Y ACONTECIÓ que en el año cuarto del rey Darío fué hecha revelación de Jehová a Zacarías, en el día cuarto del mes noveno, el mes de Kislev. |
Aconteció que en el año cuarto del rey Darío vino palabra de Jehová a Zacarías, a los cuatro días del mes noveno, que es Quisleu, |
Y ACONTECIÓ en el año cuarto del rey Darío, que fué palabra de Jehová á Zachârías á los cuatro del mes noveno, que es Chisleu; |
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Es de saber que la ciudad de Bet-el había enviado a Sarezer y a Regem-melec, y a los hombres de éste, a implorar el favor de Jehová, |
cuando el pueblo de Bet-el había enviado a Sarezer, con Regem-melec y sus hombres, a implorar el favor de Jehová, |
Cuando fué enviado á la casa de Dios, Saraser, con Regem-melech y sus hombres, á implorar el favor de Jehová, |
3 |
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y para hablar a los sacerdotes que estaban en la Casa de Jehová de los Ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Debo yo seguir llorando en el mes quinto, separándome para ello, como lo he hecho estos tantos años? |
y a hablar a los sacerdotes que estaban en la casa de Jehová de los ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Lloraremos en el mes quinto? ¿Haremos abstinencia como hemos hecho ya algunos años? |
Y á hablar á los sacerdotes que estaban en la casa de Jehová de los ejércitos, y á los profetas, diciendo: ¿Lloraremos en el mes quinto? ¿haremos abstinencia como hemos hecho ya algunos años? |
4 |
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Entonces tuve revelación de Jehová de los Ejércitos, que decía: |
Vino, pues, a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo: |
Fué pues á mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo: |
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Responde a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y os lamentasteis en el mes quinto y en el séptimo, es decir, durante estos setenta años, ¿acaso ayunasteis en manera alguna para mí? digo, ¿para mí? |
Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí? |
Habla á todo el pueblo del país, y á los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí? |
6 |
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Asimismo cuando coméis y cuando bebéis, ¿no sois vosotros mismos los que coméis y bebéis? |
Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros mismos? |
Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros? |
7 |
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¿No son éstas las palabras que proclamó Jehová por los profetas anteriores, cuando Jerusalem estaba habitada y en prosperidad, juntamente con sus ciudades alrededor de ella, y cuando el Mediodía y la Sefela estaban habitadas? |
¿No son estas las palabras que proclamó Jehová por medio de los profetas primeros, cuando Jerusalén estaba habitada y tranquila, y sus ciudades en sus alrededores y el Neguev y la Sefela estaban también habitados? |
¿No son éstas las palabras que publicó Jehová por mano de los profetas primeros, cuando Jerusalem estaba habitada y quieta, y sus ciudades en sus alrededores, y el mediodía y la campiña se habitaban? |
8 |
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Otra vez fué hecha revelación de Jehová a Zacarías, que decía: |
Y vino palabra de Jehová a Zacarías, diciendo: |
Y fué palabra de Jehová á Zachârías, diciendo: |
9 |
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Así habló Jehová de los Ejércitos a vuestros padres, diciendo: Ejecutad verdadera justicia, y usad de misericordia y de compasiones los unos para con los otros, |
Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; |
Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad juicio verdadero, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano: |
10 |
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y no oprimáis a la viuda y al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre; ni maquinéis el mal en vuestros corazones los unos contra los otros. |
no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano. |
No agraviéis á la viuda, ni al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano. |
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Mas ellos rehusaron escuchar, y se negaron a llevar mi yugo; e hicieron pesados sus oídos para no oír. |
Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír; |
Empero no quisieron escuchar, antes dieron hombro rebelado, y agravaron sus oídos para no oír: |
12 |
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Pusieron su corazón también como diamante, para no escuchar la ley, y las palabras que les envió Jehová de los Ejércitos por su Espíritu, por conducto de los profetas anteriores: de modo que hubo grande indignación por parte de Jehová de los Ejércitos. |
y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos. |
Y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su espíritu, por mano de los profetas primeros: fué, por tanto, hecho grande castigo por Jehová de los ejércitos. |
13 |
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Y aconteció que así como él llamó, y ellos no escucharon, así ellos clamarán, y yo no escucharé, dice Jehová de los Ejércitos: |
Y aconteció que así como él clamó, y no escucharon, también ellos clamaron, y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos; |
Y aconteció que como él clamó, y no escucharon, así ellos clamaron, y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos; |
14 |
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sino que los dispersaré, como con torbellino, por todas las naciones que no han conocido. Así en efecto, fué desolada la tierra tras de ellos, de manera que nadie pasaba ni volvía por ella: porque sus enemigos convirtieron la tierra deliciosa en un desierto. |
sino que los esparcí con torbellino por todas las naciones que ellos no conocían, y la tierra fue desolada tras ellos, sin quedar quien fuese ni viniese; pues convirtieron en desierto la tierra deseable. |
Antes los esparcí con torbellino por todas las gentes que ellos no conocían, y la tierra fué desolada tras de ellos, sin quedar quien fuese ni viniese; pues tornaron en asolamiento el país deseable. |