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¿QUIÉN es como el hombre sabio? ¿y quién es como el que conoce la explicación de una cosa? La sabiduría del hombre hace relucir su rostro, y se suaviza la aspereza de su semblante. |
¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará. |
¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre hará relucir su rostro, y mudaráse la tosquedad de su semblante. |
2 |
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Te aconsejo que guardes el mandato del rey, y esto a causa del Juramento de Dios. |
Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios. |
Yo te aviso que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios. |
3 |
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No te apresures a salir de su presencia; no persistas en hacer una cosa mala; porque él hará todo cuanto quisiere. |
No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere. |
No te apresures á irte de delante de él, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quisiere: |
4 |
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Pues tiene autoridad la palabra del rey: ¿y quién le dirá: Qué haces tú? |
Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: Qué haces? |
Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá, Qué haces? |
5 |
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El que guarda el mandato no experimentará cosa mala; y el corazón del sabio tiene en cuenta el tiempo y el juicio determinados: |
El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio. |
El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el tiempo y el juicio conoce el corazón del sabio. |
6 |
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porque para todo asunto hay tiempo y juicio determinados; porque la miseria del género humano es grande sobre él. |
Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él; |
Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; mas el trabajo del hombre es grande sobre él; |
7 |
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Porque no hay quien sepa lo que ha de ser; ¿pues quién le puede manifestar cómo será? |
pues no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará? |
Porque no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará? |
8 |
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Nadie hay que tenga potestad sobre el espíritu suyo, para retener el espíritu; ni tiene autoridad el día de la muerte; y no hay descargo en esta guerra: y la maldad no podrá librar a los que le son adictos. |
No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee. |
No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte: y no valen armas en tal guerra; ni la impiedad librará al que la posee. |
9 |
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Todo esto lo he visto, aplicando mi corazón a toda obra que se hace debajo del sol. Hay veces que un hombre rige a otro con perjuicio de sí mismo. |
Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo. |
Todo esto he visto, y puesto he mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace: hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo. |
10 |
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Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra, y así llegaron a su fin; mientras tanto los que tenían costumbre de salir del lugar santo, fueron olvidados en la ciudad donde habían obrado rectamente. ¡Esto también es vanidad! |
Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad. |
Esto vi también: que los impíos sepultados vinieron aún en memoria; mas los que partieron del lugar santo, fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde con rectitud habían obrado. Esto también es vanidad. |
11 |
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Por cuanto no se ejecuta sentencia contra la obra mala muy en breve, por eso el corazón de los hijos de los hombres dentro de ellos está plenamente resuelto a hacer el mal. |
Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. |
Porque no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos lleno para hacer mal. |
12 |
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Pero aunque el pecador haga mal cien veces, y con todo se le prolonguen los días, sin embargo yo ciertamente sé que les irá bien a los que temen a Dios, por lo mismo que temen delante de él. |
Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia; |
Bien que el pecador haga mal cien veces, y le sea dilatado el castigo, con todo yo también sé que los que á Dios temen tendrán bien, los que temieren ante su presencia; |
13 |
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Al hombre malo empero no le irá bien, ni tampoco prolongará sus días, los cuales son como una sombra; por cuanto no teme delante de Dios. |
y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios. |
Y que el impío no tendrá bien, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no temió delante de la presencia de Dios. |
14 |
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Hay otra vanidad que acontece sobre la tierra; a saber, el que haya justos a quienes les sucede conforme a la obra de los inicuos, y que haya inicuos a quienes les sucede conforme a la obra de los justos. Dije que esto también es vanidad. |
Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad. |
Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos á quienes sucede como si hicieran obras de impíos; y hay impíos á quienes acaece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad. |
15 |
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Por tanto yo alabo la vida regocijada; porque el hombre no tiene debajo del sol cosa mejor que el comer y beber tranquilamente, y alegrarse; y que esto le quede por parte de su trabajo, en los días de su vida que Dios le concediere debajo del sol. |
Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le concede debajo del sol. |
Por tanto alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba, y se alegre; y que esto se le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le dió debajo del sol. |
16 |
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Cuando apliqué mi corazón a conocer la sabiduría, y a mirar el trabajo que se hace sobre la tierra (pues hay quienes ni de día ni de noche ven con sus ojos el sueño), |
Yo, pues, dediqué mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la faena que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos); |
Yo pues dí mi corazón á conocer sabiduría, y á ver la faena que se hace sobre la tierra; (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en su ojos;) |
17 |
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entonces ví respecto de toda la obra de Dios, que no puede el género humano entender la obra que se hace debajo del sol; pues que por mucho que se canse el hombre en buscarlo, no lo hallará; y también aun cuando el que es sabio se proponga conocerlo, no lo hallará. |
y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla. |
Y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará: aunque diga el sabio que la sabe, no por eso podrá alcanzarla. |