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ENTONCES suscitóse un gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus mismos hermanos, los judíos. |
Entonces hubo gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos judíos. |
ENTONCES fué grande el clamor del pueblo y de sus mujeres contra los Judíos sus hermanos. |
2 |
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Pues hubo quienes decían: Nuestros hijos y nuestras hijas, y nosotros somos muchos; por lo cual hemos de comprar trigo, al precio de ellos, para que podamos comer y vivir. |
Había quien decía: Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos; por tanto, hemos pedido prestado grano para comer y vivir. |
Y había quien decía: Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos: hemos por tanto tomado grano para comer y vivir. |
3 |
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También hubo quienes decían: Estamos hipotecando nuestros campos y nuestras viñas y nuestras casas, para poder comprar trigo en la carestía. |
Y había quienes decían: Hemos empeñado nuestras tierras, nuestras viñas y nuestras casas, para comprar grano, a causa del hambre. |
Y había quienes decían: Hemos empeñado nuestras tierras, y nuestras viñas, y nuestras casas, para comprar grano en el hambre. |
4 |
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Asimismo hubo quienes decían: Hemos tomado dinero prestado para pagar el impuesto real, empeñando nuestros campos y nuestras viñas. |
Y había quienes decían: Hemos tomado prestado dinero para el tributo del rey, sobre nuestras tierras y viñas. |
Y había quienes decían: Hemos tomado prestado dinero para el tributo del rey, sobre nuestras tierras y viñas. |
5 |
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Ahora pues, como la carne de estos nuestros hermanos así es nuestra carne, y como los hijos de ellos, son nuestros hijos; y con todo he aquí que vamos sujetando nuestros hijos y nuestras hijas a servidumbre; y hay de nuestras hijas ya sujetas, sin haber poder en nuestra mano para rescatarlas, siendo así que nuestros campos y nuestras viñas ya son de otros. |
Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos; y he aquí que nosotros dimos nuestros hijos y nuestras hijas a servidumbre, y algunas de nuestras hijas lo están ya, y no tenemos posibilidad de rescatarlas, porque nuestras tierras y nuestras viñas son de otros. |
Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos; y he aquí que nosotros sujetamos nuestros hijos y nuestras hijas á servidumbre, y hay algunas de nuestras hijas sujetas: mas no hay facultad en nuestras manos para rescatarlas, porque nuestras tierras y nuestras viñas son de otros. |
6 |
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Entonces yo me indigné mucho al oír sus clamores y estas declaraciones. |
Y me enojé en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras. |
Y enojéme en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras. |
7 |
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Y cuando hube consultado conmigo mismo, me puse en contienda con los nobles y con los magistrados; y les decía: ¿Conque vosotros cobráis usura cada uno de su hermano? Y junté contra ellos una gran asamblea. |
Entonces lo medité, y reprendí a los nobles y a los oficiales, y les dije: ¿Exigís interés cada uno a vuestros hermanos?a Y convoqué contra ellos una gran asamblea, |
Medité lo entonces para conmigo, y reprendí á los principales y á los magistrados, y díjeles: ¿Tomáis cada uno usura de vuestros hermanos? Y convoqué contra ellos una grande junta. |
8 |
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Entonces les dije: Nosotros según nuestras posibilidades hemos rescatado a nuestros hermanos, los judíos, que habían sido vendidos a los paganos; ¿y vosotros también queréis hacer mercancía de vuestros mismos hermanos, después de rescatados por nosotros? Mas ellos callaron; pues no hallaron respuesta. |
y les dije: Nosotros según nuestras posibilidades rescatamos a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones; ¿y vosotros vendéis aun a vuestros hermanos, y serán vendidos a nosotros? Y callaron, pues no tuvieron qué responder. |
Y díjeles: Nosotros rescatamos á nuestros hermanos Judíos que habían sido vendidos á las gentes, conforme á la facultad que había en nosotros: ¿y vosotros aun vendéis á vuestros hermanos, y serán vendidos á nosotros? Y callaron, que no tuvieron qué responder. |
9 |
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Yo pues les dije: No es bueno esto que hacéis. ¿Acaso no debéis andar en el temor de nuestro Dios, por causa de la afrenta de los paganos, enemigos nuestros? |
Y dije: No es bueno lo que hacéis. ¿No andaréis en el temor de nuestro Dios, para no ser oprobio de las naciones enemigas nuestras? |
Y dije: No es bien lo que hacéis, ¿no andaréis en temor de nuestro Dios, por no ser el oprobio de las gentes enemigas nuestras? |
10 |
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Pues yo también, y mis hermanos, y mis mozos les vamos prestando dinero y trigo; ruégoos que dejemos esta usura. |
También yo y mis hermanos y mis criados les hemos prestado dinero y grano; quitémosles ahora este gravamen. |
También yo, y mis hermanos, y mis criados, les hemos prestado dinero y grano: relevémosles ahora de este gravamen. |
11 |
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Devolvedles, os lo ruego, hoy mismo sus campos y sus viñas, y sus casas, y el uno por ciento mensual del dinero y del trigo, y del vino, y del aceite que estáis cobrando de ellos. |
Os ruego que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares y sus casas, y la centésima parte del dinero, del grano, del vino y del aceite, que demandáis de ellos como interés. |
Ruégoos que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares, y sus casas, y la centésima parte del dinero y grano, del vino y del aceite que demandáis de ellos. |
12 |
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A lo cual ellos respondieron: Sí, se los devolveremos, y no lo demandaremos más de ellos: lo haremos así, conforme a lo que tú dices. Entonces llamando a los sacerdotes, les tomé juramento que hicieran de acuerdo con esta promesa. |
Y dijeron: Lo devolveremos, y nada les demandaremos; haremos así como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes, y les hice jurar que harían conforme a esto. |
Y dijeron: Devolveremos, y nada les demandaremos; haremos así como tú dices. Entonces convoqué los sacerdotes, y juramentélos que harían conforme á esto. |
13 |
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También sacudí la falda de mi ropa, y dije enérgicamente: ¡Así sacuda Dios de su casa, y del producto de su mismo trabajo, a todo hombre que no cumpliere esta palabra; para que quede de esta manera sacudido y vacío! Y dijo toda la Asamblea: ¡Amén! y alabaron a Jehová. E hizo el pueblo según este convenio. |
Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! y alabaron a Jehová. Y el pueblo hizo conforme a esto. |
Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo á todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! Y alabaron á Jehová. Y el pueblo hizo conforme á esto. |
14 |
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Además, desde el día que fui nombrado gobernador de la tierra de Judá, a saber, desde el año veinte hasta el año treinta y dos del rey Artajerjes, es decir, durante doce años, yo y mis hermanos no hemos comido pan de gobernador. |
También desde el día que me mandó el rey que fuese gobernador de ellos en la tierra de Judá, desde el año veinte del rey Artajerjes hasta el año treinta y dos, doce años, ni yo ni mis hermanos comimos el pan del gobernador. |
También desde el día que me mandó el rey que fuese gobernador de ellos en la tierra de Judá, desde el año veinte del rey Artajerjes hasta el año treinta y dos, doce años, ni yo ni mis hermanos comimos el pan del gobernador. |
15 |
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Pero los gobernadores anteriores, que habían sido antes que yo, hicieron gravar al pueblo, cobrándolo del pueblo en pan y vino, además de cuarenta siclos de plata diarios: y aun sus mozos imperaban con autoridad sobre el pueblo: mas yo no me porté así, por el temor de Dios. |
Pero los primeros gobernadores que fueron antes de mí abrumaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino más de cuarenta siclos de plata, y aun sus criados se enseñoreaban del pueblo; pero yo no hice así, a causa del temor de Dios. |
Mas los primeros gobernadores que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta siclos de plata: á más de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo; pero yo no hice así, á causa del temor de Dios. |
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Asimismo en la obra de este muro, yo restauré mi parte; y terrenos no adquirimos ningunos; también todos mis mozos se juntaron allí en el trabajo. |
También en la obra de este muro restauré mi parte, y no compramos heredad; y todos mis criados juntos estaban allí en la obra. |
También en la obra de este muro instauré mi parte, y no compramos heredad: y todos mis criados juntos estaban allí á la obra. |
17 |
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A más de esto, ciento cincuenta judíos y magistrados (sin contar los que nos venían de las naciones que están en derredor nuestro), comían a mi mesa. |
Además, ciento cincuenta judíos y oficiales, y los que venían de las naciones que había alrededor de nosotros, estaban a mi mesa. |
Además ciento y cincuenta hombres de los Judíos y magistrados, y los que venían á nosotros de las gentes que están en nuestros contornos, estaban á mi mesa. |
18 |
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Y lo que se aderezaba diariamente era un buey y seis ovejas escogidas; aves también me fueron aderezadas, y cada diez días toda suerte de vino en abundancia: y con todo esto, no exigí pan de gobernador; porque la servidumbre gravaba a este pueblo. |
Y lo que se preparaba para cada día era un buey y seis ovejas escogidas; también eran preparadas para mí aves, y cada diez días vino en toda abundancia; y con todo esto nunca requerí el pan del gobernador, porque la servidumbre de este pueblo era grave. |
Y lo que se aderezaba para cada día era un buey, seis ovejas escogidas, y aves también se aparejaban para mí, y cada diez días vino en toda abundancia: y con todo esto nunca requerí el pan del gobernador, porque la servidumbre de este pueblo era grave. |
19 |
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¡Acuérdate, en provecho mío, oh Dios mío, de todo lo que he hecho por este pueblo! |
Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice por este pueblo. |
Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice á este pueblo. |