Biblia paralela

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1 ALEPH.- ¡Cómo se ha empañado el oro! ¡cómo se ha demudado el oro finísimo! ¡derramadas están las piedras del Santuario por las encrucijadas de todas las calles! ¡Cómo se ha ennegrecido el oro!
¡Cómo el buen oro ha perdido su brillo!
Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.
¡CÓMO se ha oscurecido el oro! ¡Cómo el buen oro se ha demudado! Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.
2 BETH.- Los esclarecidos hijos de Sión, una vez igualados con el oro puro, ¡cómo son ahora desestimados, cual si fuesen vasos de barro, obra de manos de alfarero! Los hijos de Sion, preciados y estimados más que el oro puro,
¡Cómo son tenidos por vasijas de barro, obra de manos de alfarero!
Los hijos de Sión, preciados y estimados más que el oro puro, ¡Cómo son tenidos por vasos de barro, obra de manos de alfarero!
3 GUIMEL.- Aun las chacales sacan la teta, y dan de mamar a sus cachorrillos; pero la hija de mi pueblo se ha vuelto cruel como los avestruces del desierto. Aun los chacales dan la teta, y amamantan a sus cachorros;
La hija de mi pueblo es cruel como los avestruces en el desierto.
Aun los monstruos marinos sacan la teta, dan de mamar á sus chiquitos: La hija de mi pueblo es cruel, como los avestruces en el desierto.
4 DALETH.- A causa de la sed, la lengua del niño de pecho se le pega al paladar; los pequeñitos piden pan, mas no hay quien se lo reparta. La lengua del niño de pecho se pegó a su paladar por la sed;
Los pequeñuelos pidieron pan, y no hubo quien se lo repartiese.
La lengua del niño de teta, de sed se pegó á su paladar: Los chiquitos pidieron pan, y no hubo quien se lo partiese.
5 HE.- Los que se alimentaban de manjares delicados, pereciendo están por la calles; los que se criaban en escarlata, se abrazan con los estercoleros. Los que comían delicadamente fueron asolados en las calles;
Los que se criaron entre púrpura se abrazaron a los estercoleros.
Los que comían delicadamente, asolados fueron en las calles; Los que se criaron en carmesí, abrazaron los estercoleros.
6 VAV.- Así el castigo de la iniquidad de la hija de mi pueblo es mayor que el del pecado de Sodoma, la cual fué destruída en un momento, sin que nadie le echase mano. Porque se aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma,a
Que fue destruida en un momento, sin que acamparan contra ella compañías.
Y aumentóse la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma, Que fué trastornada en un momento, y no asentaron sobre ella compañías.
7 ZAYIN.- Sus nobles eran más puros que la nieve, más blancos que la leche; más rubios eran sus cuerpos que los corales; su talle más hermoso que el zafiro: Sus nobles fueron más puros que la nieve, más blancos que la leche;
Más rubios eran sus cuerpos que el coral, su talle más hermoso que el zafiro.
Sus Nazareos fueron blancos más que la nieve, más lustrosos que la leche. Su compostura más rubicunda que los rubíes, más bellos que el zafiro:
8 (CHETH) pero ahora, más obscuro que la misma obscuridad es su aspecto; no se les conoce por las calles: su piel se les pega a los huesos; reseca está; se ha vuelto como palo. Oscuro más que la negrura es su aspecto; no los conocen por las calles;
Su piel está pegada a sus huesos, seca como un palo.
Oscura más que la negrura es la forma de ellos; no los conocen por las calles: Su piel está pegada á sus huesos, seca como un palo.
9 TAV.- Más felices son los muertos a espada que los muertos de hambre, pues aquellos derraman la vida atravesados; pero éstos, privados de los frutos del campo. Más dichosos fueron los muertos a espada que los muertos por el hambre;
Porque estos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra.
Más dichosos fueron los muertos á cuchillo que los muertos del hambre; Porque éstos murieron poco á poco por falta de los frutos de la tierra.
10 YOD.- ¡Las misericordiosas manos de las mujeres cuecen a sus mismos hijos! ¡éstos les sirven de comida en el quebranto de la hija de mi pueblo! Las manos de mujeres piadosas cocieron a sus hijos;b
Sus propios hijos les sirvieron de comida en el día del quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
Las manos de las mujeres piadosas cocieron á sus hijos; Fuéronles comida en el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
11 KAPH.- Jehová ha desahogado su indignación, ha derramado su ardiente ira; y ha encendido un fuego en Sión que la ha devorado hasta los cimientos. Cumplió Jehová su enojo, derramó el ardor de su ira;
Y encendió en Sion fuego que consumió hasta sus cimientos.
Cumplió Jehová su enojo, derramó el ardor de su ira; Y encendió fuego en Sión, que consumió sus fundamentos.
12 LAMED.- No creían los reyes de la tierra, ni todos los habitadores del mundo, que hubiesen de entrar el adversario y el enemigo por las puertas de Jerusalem. Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan en el mundo,
Creyeron que el enemigo y el adversario entrara por las puertas de Jerusalén.
Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan en el mundo, Creyeron que el enemigo y el adversario entrara por las puertas de Jerusalem.
13 MEM.- ¡Es a causa de los pecados de sus profetas y de las iniquidades de sus sacerdotes; los cuales derramaron en medio de ella la sangre de los justos! Es por causa de los pecados de sus profetas, y las maldades de sus sacerdotes,
Quienes derramaron en medio de ella la sangre de los justos.
Es por los pecados de sus profetas, por las maldades de sus sacerdotes, Que derramaron en medio de ella la sangre de los justos.
14 NUN.- Vagaban por las calles; ciegos de rabia, se amancillaban con la sangre: no se les podía tocar ni siquiera los vestidos. Titubearon como ciegos en las calles, fueron contaminados con sangre,
De modo que no pudiesen tocarse sus vestiduras.
Titubearon como ciegos en las calles, fueron contaminados en sangre, De modo que no pudiesen tocar á sus vestiduras.
15 SAMEC.- Las gentes clamaban acerca de ellos: ¡Apartaos! ¡inmundos son! ¡apartaos! ¡apartaos! ¡no les toquéis! y cuando huyendo andaban errantes, aun entre los paganos se decía: ¡No han de demorar más aquí! ¡Apartaos! ¡Inmundos! les gritaban; ¡Apartaos, apartaos, no toquéis!
Huyeron y fueron dispersados; se dijo entre las naciones:
Nunca más morarán aquí.
Apartaos ¡inmundos!, les gritaban, Apartaos, apartaos, no toquéis. Cuando huyeron y fueron dispersos, dijeron entre las gentes: Nunca más morarán aquí
16 AYIN.- El rostro airado de Jehová los dividió; él no volverá a mirarlos más: pues no respetaron la persona de sacerdotes, y a los ancianos no mostraron favor. La ira de Jehová los apartó, no los mirará más;
No respetaron la presencia de los sacerdotes, ni tuvieron compasión de los viejos.
La ira de Jehová los apartó, no los mirará más: No respetaron la faz de los sacerdotes, ni tuvieron compasión de los viejos.
17 PI- Con todo esto, nuestros ojos desfallecían de esperar nuestro vano socorro; puestos en nuestra atalaya, tendíamos la vista hacia una nación que no nos podía salvar. Aun han desfallecido nuestros ojos esperando en vano nuestro socorro;
En nuestra esperanza aguardamos a una nación que no puede salvar.
Aun nos han desfallecido nuestros ojos tras nuestro vano socorro: En nuestra esperanza aguardamos gente que no puede salvar.
18 TSADE.- ¡Los enemigos cazaban nuestros pasos, de modo que no podíamos transitar por las calles: cercano está nuestro fin, cumplidos son nuestros días; porque ya ha llegado nuestro fin! Cazaron nuestros pasos, para que no anduviésemos por nuestras calles;
Se acercó nuestro fin, se cumplieron nuestros días; porque llegó nuestro fin.
Cazaron nuestro pasos, que no anduviésemos por nuestras calles: Acercóse nuestro fin, cumpliéronse nuestros días; porque nuestro fin vino.
19 QOPH.- Más veloces eran nuestros perseguidores que las aves del cielo: nos dieron caza sobre las montañas; nos pusieron emboscadas en el desierto. Ligeros fueron nuestros perseguidores más que las águilas del cielo;
Sobre los montes nos persiguieron, en el desierto nos pusieron emboscadas.
Ligeros fueron nuestros perseguidores más que las águilas del cielo: Sobre los montes nos persiguieron, en el desierto nos pusieron emboscada.
20 RESH.- El aliento de nuestra vida, el ungido de Jehová, fué tomado en sus hoyos; de quien pensábamos que bajo su sombra hubiésemos de vivir entre los gentiles. El aliento de nuestras vidas, el ungido de Jehová,
De quien habíamos dicho: A su sombra tendremos vida entre las naciones, fue apresado en sus lazos.
El resuello de nuestras narices, el ungido de Jehová, De quien habíamos dicho: Á su sombra tendremos vida entre las gentes: fué preso en sus hoyos.
21 SHIN.- ¡Regocíjate y alégrate, oh hija de Edom, tu que habitas en la tierra de Uz! ¡a ti también pasará el caliz de ira; embriagada serás, y te desnudarás! Gózate y alégrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Uz;
Aun hasta ti llegará la copa; te embriagarás, y vomitarás.
Gózate y alégrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Hus: Aun hasta ti pasará el cáliz; embriagarte has, y vomitarás.
22 TAV.- ¡Oh hija de Sión, se acaba el castigo de tu iniquidad: no serás llevada más en cautiverio: pero se castiga ya tu iniquidad, oh hija de Edom, se pone en descubierto tu pecado! Se ha cumplido tu castigo, oh hija de Sion;
Nunca más te hará llevar cautiva.
Castigará tu iniquidad, oh hija de Edom;
Descubrirá tus pecados.
Cumplido es tu castigo, oh hija de Sión: Nunca más te hará trasportar. Visitará tu iniquidad, oh hija de Edom; Descubrirá tus pecados.
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