Biblia paralela

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1 PORQUE Abimelec hijo de Jerobaal fué a Siquem, a los hermanos de su madre, y conferenció con ellos, y con toda la parentela de la casa del padre de su madre, diciendo: Abimelec hijo de Jerobaal fue a Siquem, a los hermanos de su madre, y habló con ellos, y con toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo: Y FUÉSE Abimelech hijo de Jerobaal á Sichêm, á los hermanos de su madre, y habló con ellos, y con toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo:
2 Ruégoos digáis en oídos de todos los vecinos de Siquem: ¿Qué os conviene más, el que reinen sobre vosotros setenta hombres, hijos todos ellos de Jerobaal, o que reine sobre vosotros un solo hombre? acordaos también de que yo soy vuestro hueso y vuestra carne. Yo os ruego que digáis en oídos de todos los de Siquem: ¿Qué os parece mejor, que os gobiernen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne un solo hombre? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra. Yo os ruego que habléis á oídos de todos los de Sichêm: ¿Qué tenéis por mejor, que os señoreen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal; ó que os señoree un varón? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra.
3 Refirieron pues los hermanos de su madre todas estas palabras acerca de él en oídos de todos los vecinos de Siquem: y se inclinó el corazón de ellos a seguir a Abimelec; porque decían: Nuestro hermano es. Y hablaron por él los hermanos de su madre en oídos de todos los de Siquem todas estas palabras; y el corazón de ellos se inclinó a favor de Abimelec, porque decían: Nuestro hermano es. Y hablaron por él los hermanos de su madre á oídos de todos los de Sichêm todas estas palabras: y el corazón de ellos se inclinó en favor de Abimelech, porque decían: Nuestro hermano es.
4 Y de la casa de Baal-berit le dieron setenta siclos de plata, con los cuales Abimelec tomó a sueldo hombres ociosos y disolutos; los cuales le siguieron. Y le dieron setenta siclos de plata del templo de Baal-berit, con los cuales Abimelec alquiló hombres ociosos y vagabundos, que le siguieron. Y diéronle setenta siclos de plata del templo de Baal-berith, con los cuales Abimelech alquiló hombres ociosos y vagabundos, que le siguieron.
5 Luego fué a casa de su padre, en Ofra, y mató a sus hermanos, los hijos de Jerobaal, setenta personas, sobre una misma piedra: mas quedó Joatam, el hijo menor de Jerobaal, porque se escondió. Y viniendo a la casa de su padre en Ofra, mató a sus hermanos los hijos de Jerobaal, setenta varones, sobre una misma piedra; pero quedó Jotam el hijo menor de Jerobaal, que se escondió. Y viniendo á la casa de su padre en Ophra, mató á sus hermanos los hijos de Jerobaal, setenta varones, sobre una piedra: mas quedó Jotham, el más pequeño hijo de Jerobaal, que se escondió.
6 Entonces se reunieron todos los vecinos de Siquem, y todos los de la Casa-fuerte, y fueron e hicieron rey a Abimelec, junto a la encina del pilar que había en Siquem. Entonces se juntaron todos los de Siquem con toda la casa de Milo, y fueron y eligieron a Abimelec por rey, cerca de la llanura del pilar que estaba en Siquem. Y reunidos todos los de Sichêm con toda la casa de Millo, fueron y eligieron á Abimelech por rey, cerca de la llanura del pilar que estaba en Sichêm.
7 Y habiéndoselo dicho a Joatam, éste se fué y púsose sobre la cumbre del monte Gerizim; y alzando la voz, clamó, y les dijo: Oídme, señores de Siquem, para que os oiga Dios. Cuando se lo dijeron a Jotam, fue y se puso en la cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó y les dijo: Oídme, varones de Siquem, y así os oiga Dios. Y como se lo dijesen á Jotham, fué y púsose en la cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó, y díjoles: oídme, varones de Sichêm; que Dios os oiga.
8 Una vez los árboles fueron a ungir rey sobre sí; y dijeron al olivo: Reina tú sobre nosotros. Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. Fueron los árboles á elegir rey sobre sí, y dijeron á la oliva: Reina sobre nosotros.
9 Mas el olivo les contestó: ¿Tengo acaso de dejar mi grosura, con la cual en mí se honra a Dios y a los hombres, por ir a ondular sobre los árboles? Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? Mas la oliva respondió: ¿Tengo de dejar mi pingüe jugo, con el que por mi causa Dios y los hombres son honrados, por ir á ser grande sobre los árboles?
10 Entonces dijeron los árboles a la higuera: Ven tú, reina sobre nosotros. Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros. Y dijeron los árboles á la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros.
11 Mas la higuera les respondió: ¿Tengo acaso de dejar mi dulzura y mi buen producto, por ir a ondular sobre los árboles? Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles? Y respondió la higuera: ¿Tengo de dejar mi dulzura y mi buen fruto, por ir á ser grande sobre los árboles?
12 Dijeron luego los árboles a la vid: Ven tú, reina sobre nosotros. Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros. Dijeron luego los árboles á la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros.
13 Mas la vid les respondió: ¿Acaso tengo de dejar mi vino que alegra a Dios y a los hombres, por ir a ondular sobre los árboles? Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? Y la vid les respondió: ¿Tengo de dejar mi mosto, que alegra á Dios y á los hombres, por ir á ser grande sobre los árboles?
14 Entonces dijeron todos los árboles a la cambronera: Ven tú, reina sobre nosotros. Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Anda tú, reina sobre nosotros. Dijeron entonces todos los árboles al escaramujo: Anda tú, reina sobre nosotros.
15 Mas la cambronera respondió así a los árboles: Si de buena fe vosotros vais a ungirme a mí por rey sobre vosotros, venid, refugiaos bajo mi sombra; y si no, salga de la cambronera fuego que devore los cedros del Líbano. Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano. Y el escaramujo respondió á los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, y aseguraos debajo de mi sombra: y si no, fuego salga del escaramujo que devore los cedros del Líbano.
16 Ahora pues, si de buena fe y con integridad habéis obrado en hacer rey a Abimelec; y si habéis hecho lo bueno para con Jerobaal, y para con su casa; y si conforme al merecimiento de sus manos os habéis portado con él; Ahora, pues, si con verdad y con integridad habéis procedido en hacer rey a Abimelec, y si habéis actuado bien con Jerobaal y con su casa, y si le habéis pagado conforme a la obra de sus manos Ahora pues, si con verdad y con integridad habéis procedido en hacer rey á Abimelech, y si lo habéis hecho bien con Jerobaal y con su casa, y si le habéis pagado conforme á la obra de sus manos;
17 (porque peleó mi padre por vosotros, y expuso su vida a los mayores peligros, y os libró de mano de Madián; (porque mi padre peleó por vosotros, y expuso su vida al peligro para libraros de mano de Madián, (Pues que mi padre peleó por vosotros, y echó lejos su vida por libraros de mano de Madián;
18 y vosotros os habéis levantado hoy contra la casa de mi padre, y habéis muerto a sus hijos, setenta personas, sobre una misma piedra, y habéis puesto a Abimelec, el hijo de una esclava suya, por rey sobre los vecinos de Siquem, por cuanto es vuestro hermano); y vosotros os habéis levantado hoy contra la casa de mi padre, y habéis matado a sus hijos, setenta varones sobre una misma piedra; y habéis puesto por rey sobre los de Siquem a Abimelec hijo de su criada, por cuanto es vuestro hermano); Y vosotros os levantasteis hoy contra la casa de mi padre, y matasteis sus hijos, setenta varones, sobre una piedra; y habéis puesto por rey sobre los de Sichêm á Abimelech, hijo de su criada, por cuanto es vuestro hermano:)
19 si pues de buena fe y con integridad habéis obrado para con Jerobaal y para con su casa en este día, entonces alegraos en Abimelec, y alégrese también él en vosotros. si con verdad y con integridad habéis procedido hoy con Jerobaal y con su casa, que gocéis de Abimelec, y él goce de vosotros. Si con verdad y con integridad habéis obrado hoy con Jerobaal y con su casa, que gocéis de Abimelech, y él goce de vosotros.
20 Pero si no, salga de Abimelec fuego que devore a los vecinos de Siquem y de la Casa-fuerte; y salga fuego de los vecinos de Siquem y de la Casa-fuerte, que devore a Abimelec. Y si no, fuego salga de Abimelec, que consuma a los de Siquem y a la casa de Milo, y fuego salga de los de Siquem y de la casa de Milo, que consuma a Abimelec. Y si no, fuego salga de Abimelech, que consuma á los de Sichêm y á la casa de Millo; y fuego salga de los de Sichêm y de la casa de Millo, que consuma á Abimelech.
21 Luego huyó Joatam, y fugándose, se fué a Beer, y habitó allí, por temor de Abimelec su hermano. Y escapó Jotam y huyó, y se fue a Beer, y allí se estuvo por miedo de Abimelec su hermano. Y huyó Jotham, y se fugó, y fuése á Beer, y allí se estuvo por causa de Abimelech su hermano.
22 Abimelec pues fué príncipe sobre Israel por tres años. Después que Abimelec hubo dominado sobre Israel tres años, Y después que Abimelech hubo dominado sobre Israel tres años,
23 Entonces envió Dios un espíritu maligno entre Abimelec y los vecinos de Siquem, de modo que los vecinos de Siquem se portaron pérfidamente con Abimelec; envió Dios un mal espíritu entre Abimelec y los hombres de Siquem, y los de Siquem se levantaron contra Abimelec; Envió Dios un espíritu malo entre Abimelech y los hombres de Sichêm: que los de Sichêm se levantaron contra Abimelech:
24 para que la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal viniese, y para que su sangre cayese sobre Abimelec su hermano, que los mató; y también sobre los vecinos de Siquem, los cuales fortalecieron sus manos para matar a sus hermanos. para que la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y la sangre de ellos, recayera sobre Abimelec su hermano que los mató, y sobre los hombres de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos. Para que el agravio de los setenta hijos de Jerobaal, y la sangre de ellos, viniera á ponerse sobre Abimelech su hermano que los mató, y sobre los hombres de Sichêm que corroboraron las manos de él para matar á sus hermanos.
25 Por lo cual los vecinos de Siquem le pusieron emboscadas sobre las cimas de las montañas, que robaban a cuantos pasaban por aquel camino junto a ellos; de lo cual fué dado aviso a Abimelec. Y los de Siquem pusieron en las cumbres de los montes asechadores que robaban a todos los que pasaban junto a ellos por el camino; de lo cual fue dado aviso a Abimelec. Y pusiéronle los de Sichêm asechadores en las cumbres de los montes, los cuales salteaban á todos los que pasaban junto á ellos por el camino; de lo que fué dado aviso á Abimelech.
26 Entonces vino Gaal hijo de Ebed, con sus hermanos, pasando por Siquem; y los vecinos de Siquem pusieron su confianza en él, Y Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos y se pasaron a Siquem, y los de Siquem pusieron en él su confianza. Y Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos, y pasáronse á Sichêm: y los de Sichêm se confiaron en él.
27 y salieron a los campos, y vendimiaron sus viñas, y pisaron las uvas, e hicieron fiestas; y entraron en casa de su dios, comiendo, y bebiendo, y maldiciendo a Abimelec. Y saliendo al campo, vendimiaron sus viñedos, y pisaron la uva e hicieron fiesta; y entrando en el templo de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec. Y saliendo al campo, vendimiaron sus viñas, y pisaron la uva, é hicieron alegrías; y entrando en el templo de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron á Abimelech.
28 Y dijo Gaal hijo de Ebed: ¿Quién es Abimelec, y quiénes los siquemitas, para que nosotros le obedezcamos a él? ¿No es hijo de Jerobaal, y no es Zebul su comisionado? Servid antes a hombres descendientes de Hamor, el padre de Siquem: ¿por qué pues le hemos de servir nosotros a él? Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelec, y qué es Siquem, para que nosotros le sirvamos? ¿No es hijo de Jerobaal, y no es Zebul ayudante suyo? Servid a los varones de Hamor padre de Siquem; pero ¿por qué le hemos de servir a él? Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelech y qué es Sichêm, para que nosotros á él sirvamos? ¿no es hijo de Jerobaal? ¿y no es Zebul su asistente? Servid á los varones de Hemor padre de Sichêm: mas ¿por qué habíamos de servir á él?
29 Y ojalá este pueblo estuviera bajo mi mano, que entonces yo removiera a Abimelec. Y envió a decir a Abimelec: ¡Aumenta tu ejército y sal! Ojalá estuviera este pueblo bajo mi mano, pues yo arrojaría luego a Abimelec, y diría a Abimelec: Aumenta tus ejércitos, y sal. Fuérame dado este pueblo bajo de mi mano, yo echaría luego á Abimelech. Y decía á Abimelech: Aumenta tus escuadrones, y sal.
30 Y cuando Zebul, comandante de la ciudad, oyó las palabras de Gaal hijo de Ebed, encendióse su ira. Cuando Zebul gobernador de la ciudad oyó las palabras de Gaal hijo de Ebed, se encendió en ira, Y Zebul asistente de la ciudad, oyendo las palabras de Gaal hijo de Ebed, encendióse su ira;
31 Por lo cual envió mensajeros a Abimelec encubiertamente, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido a Siquem, y helos aquí incitando la ciudad contra ti. y envió secretamente mensajeros a Abimelec, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido a Siquem, y he aquí que están sublevando la ciudad contra ti. Y envió sagazmente mensajeros á Abimelech, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido á Sichêm, y he aquí, que han cercado la ciudad contra ti.
32 Ahora pues, levántate de noche, tú y la gente que contigo tienes, y pon emboscadas en el campo; Levántate, pues, ahora de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscadas en el campo. Levántate pues ahora de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscada en el campo:
33 y será que por la mañana, como al tiempo de levantarse el sol, madrugarás, y desplegarás tus tropas contra la ciudad: y he aquí que él y la gente que está con él saldrán a ti; y entonces podrás hacer con él según la facultad de tu mano. Y por la mañana al salir el sol madruga y cae sobre la ciudad; y cuando él y el pueblo que está con él salgan contra ti, tú harás con él según se presente la ocasión. Y por la mañana al salir del sol te levantarás y acometerás la ciudad: y él y el pueblo que está con él saldrán contra ti, y tu harás con él según que se te ofrecerá.
34 Abimelec pues, con toda la gente que le acompañaba, levantóse de noche, y puso emboscadas contra Siquem, en cuatro compañías. Levantándose, pues, de noche Abimelec y todo el pueblo que con él estaba, pusieron emboscada contra Siquem con cuatro compañías. Levantándose pues de noche Abimelech y todo el pueblo que con él estaba, pusieron emboscada contra Sichêm con cuatro compañías.
35 Entonces salió Gaal hijo de Ebed, y colocóse a la entrada de la puerta de la ciudad; Abimelec también levantóse de la emboscada y la gente que consigo tenía. Y Gaal hijo de Ebed salió, y se puso a la entrada de la puerta de la ciudad; y Abimelec y todo el pueblo que con él estaba, se levantaron de la emboscada. Y Gaal hijo de Ebed salió, y púsose á la entrada de la puerta de la ciudad: y Abimelech y todo el pueblo que con él estaba, se levantaron de la emboscada.
36 Entonces viendo Gaal la gente, dijo a Zebul: ¡He aquí gente que baja de las cumbres de las montañas! Pero Zebul le contestó: Tú ves la sombra de los montes, la cual te parece hombres. Y viendo Gaal al pueblo, dijo a Zebul: He allí gente que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: Tú ves la sombra de los montes como si fueran hombres. Y viendo Gaal el pueblo, dijo á Zebul: He allí pueblo que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: La sombra de los montes te parece hombres.
37 Pero Gaal volvió a hablar, diciendo: ¡Mira la gente que viene bajando desde lo más alto de la tierra! y una compañía sigue por la vía del encinar de Meonenim. Volvió Gaal a hablar, y dijo: He allí gente que desciende de en medio de la tierra, y una tropa viene por el camino de la encina de los adivinos. Mas Gaal tornó á hablar, y dijo: He allí pueblo que desciende por medio de la tierra, y un escuadrón viene camino de la campiña de Meonenim.
38 Entonces le dijo Zebul: ¿Dónde pues está tu boca, con que dijiste: Quién es Abimelec, para que nosotros le sirvamos? ¿No es ésta la gente que despreciaste? Ruégote que salgas ahora y pelees contra ella. Y Zebul le respondió: ¿Dónde está ahora tu boca con que decías: Quién es Abimelec para que le sirvamos? ¿No es este el pueblo que tenías en poco? Sal pues, ahora, y pelea con él. Y Zebul le respondió: ¿Dónde está ahora aquel tu hablar, diciendo; Quién es Abimelech para que le sirvamos? ¿No es éste el pueblo que tenías en poco? Sal pues ahora, y pelea con él.
39 Salió pues Gaal, a vista de los vecinos de Siquem, y peleó contra Abimelec. Y Gaal salió delante de los de Siquem, y peleó contra Abimelec. Y Gaal salió delante de los de Sichêm, y peleó contra Abimelech.
40 Y persiguióle Abimelec, (porque huyó delante de él); y cayeron muchos traspasados hasta la entrada de la puerta. Mas lo persiguió Abimelec, y Gaal huyó delante de él; y cayeron heridos muchos hasta la entrada de la puerta. Mas persiguiólo Abimelech, delante del cual él huyó; y cayeron heridos muchos hasta la entrada de la puerta.
41 Mas se quedó Abimelec en Aruma; y Zebul expulsó a Gaal y a sus hermanos para que no morasen en Siquem. Y Abimelec se quedó en Aruma; y Zebul echó fuera a Gaal y a sus hermanos, para que no morasen en Siquem. Y Abimelech se quedó en Aruma; y Zebul echó fuera á Gaal y á sus hermanos, para que no morasen en Sichêm.
42 Y aconteció al otro día que salió la gente al campo; y avisaron de ello a Abimelec. Aconteció el siguiente día, que el pueblo salió al campo; y fue dado aviso a Abimelec, Y aconteció al siguiente día, que el pueblo salió al campo: y fué dado aviso á Abimelech.
43 Mas él había tomado su gente, y los había dividido en tres compañías, y había puesto emboscadas en el campo. Y cuando vió que, he aquí, la gente salía de la ciudad, se levantó contra ellos, y los hirió. el cual, tomando gente, la repartió en tres compañías, y puso emboscadas en el campo; y cuando miró, he aquí el pueblo que salía de la ciudad; y se levantó contra ellos y los atacó. El cual, tomando gente, repartióla en tres compañías, y puso emboscadas en el campo: y como miró, he aquí el pueblo que salía de la ciudad; y levantóse contra ellos, é hiriólos:
44 En seguida Abimelec y los de la compañía que con él estaba se lanzaron con ímpetu, e hicieron parada a la entrada de la puerta de la ciudad, en tanto que las otras dos compañías se arrojaron sobre todos los que estaban en el campo, y los mataron. Porque Abimelec y la compañía que estaba con él acometieron con ímpetu, y se detuvieron a la entrada de la puerta de la ciudad, y las otras dos compañías acometieron a todos los que estaban en el campo, y los mataron. Pues Abimelech y el escuadrón que estaba con él, acometieron con ímpetu, y pararon á la entrada de la puerta de la ciudad; y las dos compañías acometieron á todos los que estaban en el campo, y los hirieron.
45 Y Abimelec peleó contra la ciudad todo aquel día, y tomó la ciudad, y mató la gente que había en ella; luego derribó la ciudad, y sembróla de sal. Y Abimelec peleó contra la ciudad todo aquel día, y tomó la ciudad, y mató al pueblo que en ella estaba; y asoló la ciudad, y la sembró de sal. Y después de combatir Abimelech la ciudad todo aquel día, tomóla, y mató el pueblo que en ella estaba, y asoló la ciudad, y sembróla de sal.
46 Mas cuando todos los hombres de la torre de Siquem lo supieron, entraron en la fortaleza de la casa del dios Berit. Cuando oyeron esto todos los que estaban en la torre de Siquem, se metieron en la fortaleza del templo del dios Berit. Como oyeron esto todos los que estaban en la torre de Sichêm, entráronse en la fortaleza del templo del dios Berith.
47 Y fué dado aviso a Abimelec cómo se habían reunido allí todos los hombres de la torre de Siquem. Y fue dado aviso a Abimelec, de que estaban reunidos todos los hombres de la torre de Siquem. Y fué dicho á Abimelech como todos los de la torre de Sichêm estaban reunidos.
48 Por lo cual subió Abimelec al monte Salmón, él y toda la gente que con él había; y tomando Abimelec un hacha en su mano, cortó una rama de los árboles, y alzándola, se la echó al hombro; y dijo a la gente que le acompañaba: Lo que me habéis visto hacer, apresuraos a hacerlo como yo. Entonces subió Abimelec al monte de Salmón, él y toda la gente que con él estaba; y tomó Abimelec un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles, y levantándola se la puso sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me habéis visto hacer, apresuraos a hacerlo como yo. Entonces subió Abimelech al monte de Salmón, él y toda la gente que con él estaba; y tomó Abimelech un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles, y levantándola púsosela sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me veis á mí que hago, haced vosotros prestamente como yo.
49 En efecto, cortó también toda la gente sendas ramas, y siguiendo tras Abimelec, las colocaron junto a la Casa-alta, y con ellas pegaron fuego a la Casa-alta; por manera que murió también toda la gente de la torre de Siquem; como mil hombres y mujeres. Y todo el pueblo cortó también cada uno su rama, y siguieron a Abimelec, y las pusieron junto a la fortaleza, y prendieron fuego con ellas a la fortaleza, de modo que todos los de la torre de Siquem murieron, como unos mil hombres y mujeres. Y así todo el pueblo cortó también cada uno su rama, y siguieron á Abimelech, y pusiéronlas junto á la fortaleza, y prendieron fuego con ellas á la fortaleza: por manera que todos los de la torre de Sichêm murieron, como unos mil hombres y mujeres.
50 Entonces marchó Abimelec a Tebes, y acampó contra Tebes, y la tomó. Después Abimelec se fue a Tebes, y puso sitio a Tebes, y la tomó. Después Abimelech se fué á Thebes; y puso cerco á Thebes, y tomóla.
51 Mas había una torre fuerte en medio de la ciudad, adonde se refugiaron todos los hombres y las mujeres, es decir, todos los vecinos de la ciudad; y cerrándola sobre sí, se subieron al terrado de la torre. En medio de aquella ciudad había una torre fortificada, a la cual se retiraron todos los hombres y las mujeres, y todos los señores de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas, se subieron al techo de la torre. En medio de aquella ciudad había una torre fuerte, á la cual se retiraron todos los hombres y mujeres, y todos los señores de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas, subiéronse al piso alto de la torre.
52 Vino pues Abimelec contra la torre y la embistió, y llegóse hasta la puerta de la torre para pegarle fuego Y vino Abimelec a la torre, y combatiéndola, llegó hasta la puerta de la torre para prenderle fuego. Y vino Abimelech á la torre, y combatiéndola, llegóse á la puerta de la torre para pegarle fuego.
53 En esto, cierta mujer arrojó una piedra superior de molino, sobre la cabeza de Abimelec, y quebróle los cascos. Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec, y le rompió el cráneo. Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelech, y quebróle los cascos.
54 Entonces él llamó apresuradamente al mancebo su paje de armas, y le dijo: Saca tu espada y mátame, porque no digan de mí: Una mujer le mató. Traspasóle pues el mancebo, de modo que murió. Entonces llamó apresuradamente a su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió. Y luego llamó él á su escudero, y díjole: Saca tu espada y mátame, porque no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió.
55 Y como viesen los hombres de Israel que era muerto Abimelec, se fueron cada cual a su lugar. Y cuando los israelitas vieron muerto a Abimelec, se fueron cada uno a su casa. Y como los Israelitas vieron muerto á Abimelech, fuéronse cada uno á su casa.
56 De este modo hizo Dios la retribución de la maldad que Abimelec había hecho a su padre, en matar a sus setenta hermanos; Así pagó Dios a Abimelec el mal que hizo contra su padre, matando a sus setenta hermanos. Así pues pagó Dios á Abimelech el mal que hizo contra su padre matando á sus setenta hermanos.
57 también toda la maldad de los hombres de Siquem la hizo Dios volver sobre su misma cabeza; de manera que vino sobre ellos la maldición de Joatam hijo de Jerobaal Y todo el mal de los hombres de Siquem lo hizo Dios volver sobre sus cabezas, y vino sobre ellos la maldición de Jotam hijo de Jerobaal. Y aun todo el mal de los hombres de Sichêm tornó Dios sobre sus cabezas: y la maldición de Jotham, hijo de Jerobaal, vino sobre ellos.
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