1 |
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PORQUE Abimelec hijo de Jerobaal fué a Siquem, a los hermanos de su madre, y conferenció con ellos, y con toda la parentela de la casa del padre de su madre, diciendo: |
Abimelec hijo de Jerobaal fue a Siquem, a los hermanos de su madre, y habló con ellos, y con toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo: |
Y FUÉSE Abimelech hijo de Jerobaal á Sichêm, á los hermanos de su madre, y habló con ellos, y con toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo: |
2 |
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Ruégoos digáis en oídos de todos los vecinos de Siquem: ¿Qué os conviene más, el que reinen sobre vosotros setenta hombres, hijos todos ellos de Jerobaal, o que reine sobre vosotros un solo hombre? acordaos también de que yo soy vuestro hueso y vuestra carne. |
Yo os ruego que digáis en oídos de todos los de Siquem: ¿Qué os parece mejor, que os gobiernen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne un solo hombre? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra. |
Yo os ruego que habléis á oídos de todos los de Sichêm: ¿Qué tenéis por mejor, que os señoreen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal; ó que os señoree un varón? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra. |
3 |
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Refirieron pues los hermanos de su madre todas estas palabras acerca de él en oídos de todos los vecinos de Siquem: y se inclinó el corazón de ellos a seguir a Abimelec; porque decían: Nuestro hermano es. |
Y hablaron por él los hermanos de su madre en oídos de todos los de Siquem todas estas palabras; y el corazón de ellos se inclinó a favor de Abimelec, porque decían: Nuestro hermano es. |
Y hablaron por él los hermanos de su madre á oídos de todos los de Sichêm todas estas palabras: y el corazón de ellos se inclinó en favor de Abimelech, porque decían: Nuestro hermano es. |
4 |
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Y de la casa de Baal-berit le dieron setenta siclos de plata, con los cuales Abimelec tomó a sueldo hombres ociosos y disolutos; los cuales le siguieron. |
Y le dieron setenta siclos de plata del templo de Baal-berit, con los cuales Abimelec alquiló hombres ociosos y vagabundos, que le siguieron. |
Y diéronle setenta siclos de plata del templo de Baal-berith, con los cuales Abimelech alquiló hombres ociosos y vagabundos, que le siguieron. |
5 |
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Luego fué a casa de su padre, en Ofra, y mató a sus hermanos, los hijos de Jerobaal, setenta personas, sobre una misma piedra: mas quedó Joatam, el hijo menor de Jerobaal, porque se escondió. |
Y viniendo a la casa de su padre en Ofra, mató a sus hermanos los hijos de Jerobaal, setenta varones, sobre una misma piedra; pero quedó Jotam el hijo menor de Jerobaal, que se escondió. |
Y viniendo á la casa de su padre en Ophra, mató á sus hermanos los hijos de Jerobaal, setenta varones, sobre una piedra: mas quedó Jotham, el más pequeño hijo de Jerobaal, que se escondió. |
6 |
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Entonces se reunieron todos los vecinos de Siquem, y todos los de la Casa-fuerte, y fueron e hicieron rey a Abimelec, junto a la encina del pilar que había en Siquem. |
Entonces se juntaron todos los de Siquem con toda la casa de Milo, y fueron y eligieron a Abimelec por rey, cerca de la llanura del pilar que estaba en Siquem. |
Y reunidos todos los de Sichêm con toda la casa de Millo, fueron y eligieron á Abimelech por rey, cerca de la llanura del pilar que estaba en Sichêm. |
7 |
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Y habiéndoselo dicho a Joatam, éste se fué y púsose sobre la cumbre del monte Gerizim; y alzando la voz, clamó, y les dijo: Oídme, señores de Siquem, para que os oiga Dios. |
Cuando se lo dijeron a Jotam, fue y se puso en la cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó y les dijo: Oídme, varones de Siquem, y así os oiga Dios. |
Y como se lo dijesen á Jotham, fué y púsose en la cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó, y díjoles: oídme, varones de Sichêm; que Dios os oiga. |
8 |
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Una vez los árboles fueron a ungir rey sobre sí; y dijeron al olivo: Reina tú sobre nosotros. |
Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. |
Fueron los árboles á elegir rey sobre sí, y dijeron á la oliva: Reina sobre nosotros. |
9 |
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Mas el olivo les contestó: ¿Tengo acaso de dejar mi grosura, con la cual en mí se honra a Dios y a los hombres, por ir a ondular sobre los árboles? |
Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? |
Mas la oliva respondió: ¿Tengo de dejar mi pingüe jugo, con el que por mi causa Dios y los hombres son honrados, por ir á ser grande sobre los árboles? |
10 |
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Entonces dijeron los árboles a la higuera: Ven tú, reina sobre nosotros. |
Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros. |
Y dijeron los árboles á la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros. |
11 |
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Mas la higuera les respondió: ¿Tengo acaso de dejar mi dulzura y mi buen producto, por ir a ondular sobre los árboles? |
Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles? |
Y respondió la higuera: ¿Tengo de dejar mi dulzura y mi buen fruto, por ir á ser grande sobre los árboles? |
12 |
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Dijeron luego los árboles a la vid: Ven tú, reina sobre nosotros. |
Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros. |
Dijeron luego los árboles á la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros. |
13 |
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Mas la vid les respondió: ¿Acaso tengo de dejar mi vino que alegra a Dios y a los hombres, por ir a ondular sobre los árboles? |
Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? |
Y la vid les respondió: ¿Tengo de dejar mi mosto, que alegra á Dios y á los hombres, por ir á ser grande sobre los árboles? |
14 |
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Entonces dijeron todos los árboles a la cambronera: Ven tú, reina sobre nosotros. |
Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Anda tú, reina sobre nosotros. |
Dijeron entonces todos los árboles al escaramujo: Anda tú, reina sobre nosotros. |
15 |
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Mas la cambronera respondió así a los árboles: Si de buena fe vosotros vais a ungirme a mí por rey sobre vosotros, venid, refugiaos bajo mi sombra; y si no, salga de la cambronera fuego que devore los cedros del Líbano. |
Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano. |
Y el escaramujo respondió á los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, y aseguraos debajo de mi sombra: y si no, fuego salga del escaramujo que devore los cedros del Líbano. |
16 |
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Ahora pues, si de buena fe y con integridad habéis obrado en hacer rey a Abimelec; y si habéis hecho lo bueno para con Jerobaal, y para con su casa; y si conforme al merecimiento de sus manos os habéis portado con él; |
Ahora, pues, si con verdad y con integridad habéis procedido en hacer rey a Abimelec, y si habéis actuado bien con Jerobaal y con su casa, y si le habéis pagado conforme a la obra de sus manos |
Ahora pues, si con verdad y con integridad habéis procedido en hacer rey á Abimelech, y si lo habéis hecho bien con Jerobaal y con su casa, y si le habéis pagado conforme á la obra de sus manos; |
17 |
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(porque peleó mi padre por vosotros, y expuso su vida a los mayores peligros, y os libró de mano de Madián; |
(porque mi padre peleó por vosotros, y expuso su vida al peligro para libraros de mano de Madián, |
(Pues que mi padre peleó por vosotros, y echó lejos su vida por libraros de mano de Madián; |
18 |
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y vosotros os habéis levantado hoy contra la casa de mi padre, y habéis muerto a sus hijos, setenta personas, sobre una misma piedra, y habéis puesto a Abimelec, el hijo de una esclava suya, por rey sobre los vecinos de Siquem, por cuanto es vuestro hermano); |
y vosotros os habéis levantado hoy contra la casa de mi padre, y habéis matado a sus hijos, setenta varones sobre una misma piedra; y habéis puesto por rey sobre los de Siquem a Abimelec hijo de su criada, por cuanto es vuestro hermano); |
Y vosotros os levantasteis hoy contra la casa de mi padre, y matasteis sus hijos, setenta varones, sobre una piedra; y habéis puesto por rey sobre los de Sichêm á Abimelech, hijo de su criada, por cuanto es vuestro hermano:) |
19 |
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si pues de buena fe y con integridad habéis obrado para con Jerobaal y para con su casa en este día, entonces alegraos en Abimelec, y alégrese también él en vosotros. |
si con verdad y con integridad habéis procedido hoy con Jerobaal y con su casa, que gocéis de Abimelec, y él goce de vosotros. |
Si con verdad y con integridad habéis obrado hoy con Jerobaal y con su casa, que gocéis de Abimelech, y él goce de vosotros. |
20 |
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Pero si no, salga de Abimelec fuego que devore a los vecinos de Siquem y de la Casa-fuerte; y salga fuego de los vecinos de Siquem y de la Casa-fuerte, que devore a Abimelec. |
Y si no, fuego salga de Abimelec, que consuma a los de Siquem y a la casa de Milo, y fuego salga de los de Siquem y de la casa de Milo, que consuma a Abimelec. |
Y si no, fuego salga de Abimelech, que consuma á los de Sichêm y á la casa de Millo; y fuego salga de los de Sichêm y de la casa de Millo, que consuma á Abimelech. |
21 |
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Luego huyó Joatam, y fugándose, se fué a Beer, y habitó allí, por temor de Abimelec su hermano. |
Y escapó Jotam y huyó, y se fue a Beer, y allí se estuvo por miedo de Abimelec su hermano. |
Y huyó Jotham, y se fugó, y fuése á Beer, y allí se estuvo por causa de Abimelech su hermano. |
22 |
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Abimelec pues fué príncipe sobre Israel por tres años. |
Después que Abimelec hubo dominado sobre Israel tres años, |
Y después que Abimelech hubo dominado sobre Israel tres años, |
23 |
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Entonces envió Dios un espíritu maligno entre Abimelec y los vecinos de Siquem, de modo que los vecinos de Siquem se portaron pérfidamente con Abimelec; |
envió Dios un mal espíritu entre Abimelec y los hombres de Siquem, y los de Siquem se levantaron contra Abimelec; |
Envió Dios un espíritu malo entre Abimelech y los hombres de Sichêm: que los de Sichêm se levantaron contra Abimelech: |
24 |
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para que la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal viniese, y para que su sangre cayese sobre Abimelec su hermano, que los mató; y también sobre los vecinos de Siquem, los cuales fortalecieron sus manos para matar a sus hermanos. |
para que la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y la sangre de ellos, recayera sobre Abimelec su hermano que los mató, y sobre los hombres de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos. |
Para que el agravio de los setenta hijos de Jerobaal, y la sangre de ellos, viniera á ponerse sobre Abimelech su hermano que los mató, y sobre los hombres de Sichêm que corroboraron las manos de él para matar á sus hermanos. |
25 |
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Por lo cual los vecinos de Siquem le pusieron emboscadas sobre las cimas de las montañas, que robaban a cuantos pasaban por aquel camino junto a ellos; de lo cual fué dado aviso a Abimelec. |
Y los de Siquem pusieron en las cumbres de los montes asechadores que robaban a todos los que pasaban junto a ellos por el camino; de lo cual fue dado aviso a Abimelec. |
Y pusiéronle los de Sichêm asechadores en las cumbres de los montes, los cuales salteaban á todos los que pasaban junto á ellos por el camino; de lo que fué dado aviso á Abimelech. |
26 |
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Entonces vino Gaal hijo de Ebed, con sus hermanos, pasando por Siquem; y los vecinos de Siquem pusieron su confianza en él, |
Y Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos y se pasaron a Siquem, y los de Siquem pusieron en él su confianza. |
Y Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos, y pasáronse á Sichêm: y los de Sichêm se confiaron en él. |
27 |
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y salieron a los campos, y vendimiaron sus viñas, y pisaron las uvas, e hicieron fiestas; y entraron en casa de su dios, comiendo, y bebiendo, y maldiciendo a Abimelec. |
Y saliendo al campo, vendimiaron sus viñedos, y pisaron la uva e hicieron fiesta; y entrando en el templo de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec. |
Y saliendo al campo, vendimiaron sus viñas, y pisaron la uva, é hicieron alegrías; y entrando en el templo de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron á Abimelech. |
28 |
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Y dijo Gaal hijo de Ebed: ¿Quién es Abimelec, y quiénes los siquemitas, para que nosotros le obedezcamos a él? ¿No es hijo de Jerobaal, y no es Zebul su comisionado? Servid antes a hombres descendientes de Hamor, el padre de Siquem: ¿por qué pues le hemos de servir nosotros a él? |
Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelec, y qué es Siquem, para que nosotros le sirvamos? ¿No es hijo de Jerobaal, y no es Zebul ayudante suyo? Servid a los varones de Hamor padre de Siquem; pero ¿por qué le hemos de servir a él? |
Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelech y qué es Sichêm, para que nosotros á él sirvamos? ¿no es hijo de Jerobaal? ¿y no es Zebul su asistente? Servid á los varones de Hemor padre de Sichêm: mas ¿por qué habíamos de servir á él? |
29 |
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Y ojalá este pueblo estuviera bajo mi mano, que entonces yo removiera a Abimelec. Y envió a decir a Abimelec: ¡Aumenta tu ejército y sal! |
Ojalá estuviera este pueblo bajo mi mano, pues yo arrojaría luego a Abimelec, y diría a Abimelec: Aumenta tus ejércitos, y sal. |
Fuérame dado este pueblo bajo de mi mano, yo echaría luego á Abimelech. Y decía á Abimelech: Aumenta tus escuadrones, y sal. |
30 |
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Y cuando Zebul, comandante de la ciudad, oyó las palabras de Gaal hijo de Ebed, encendióse su ira. |
Cuando Zebul gobernador de la ciudad oyó las palabras de Gaal hijo de Ebed, se encendió en ira, |
Y Zebul asistente de la ciudad, oyendo las palabras de Gaal hijo de Ebed, encendióse su ira; |
31 |
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Por lo cual envió mensajeros a Abimelec encubiertamente, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido a Siquem, y helos aquí incitando la ciudad contra ti. |
y envió secretamente mensajeros a Abimelec, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido a Siquem, y he aquí que están sublevando la ciudad contra ti. |
Y envió sagazmente mensajeros á Abimelech, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido á Sichêm, y he aquí, que han cercado la ciudad contra ti. |
32 |
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Ahora pues, levántate de noche, tú y la gente que contigo tienes, y pon emboscadas en el campo; |
Levántate, pues, ahora de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscadas en el campo. |
Levántate pues ahora de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscada en el campo: |
33 |
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y será que por la mañana, como al tiempo de levantarse el sol, madrugarás, y desplegarás tus tropas contra la ciudad: y he aquí que él y la gente que está con él saldrán a ti; y entonces podrás hacer con él según la facultad de tu mano. |
Y por la mañana al salir el sol madruga y cae sobre la ciudad; y cuando él y el pueblo que está con él salgan contra ti, tú harás con él según se presente la ocasión. |
Y por la mañana al salir del sol te levantarás y acometerás la ciudad: y él y el pueblo que está con él saldrán contra ti, y tu harás con él según que se te ofrecerá. |
34 |
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Abimelec pues, con toda la gente que le acompañaba, levantóse de noche, y puso emboscadas contra Siquem, en cuatro compañías. |
Levantándose, pues, de noche Abimelec y todo el pueblo que con él estaba, pusieron emboscada contra Siquem con cuatro compañías. |
Levantándose pues de noche Abimelech y todo el pueblo que con él estaba, pusieron emboscada contra Sichêm con cuatro compañías. |
35 |
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Entonces salió Gaal hijo de Ebed, y colocóse a la entrada de la puerta de la ciudad; Abimelec también levantóse de la emboscada y la gente que consigo tenía. |
Y Gaal hijo de Ebed salió, y se puso a la entrada de la puerta de la ciudad; y Abimelec y todo el pueblo que con él estaba, se levantaron de la emboscada. |
Y Gaal hijo de Ebed salió, y púsose á la entrada de la puerta de la ciudad: y Abimelech y todo el pueblo que con él estaba, se levantaron de la emboscada. |
36 |
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Entonces viendo Gaal la gente, dijo a Zebul: ¡He aquí gente que baja de las cumbres de las montañas! Pero Zebul le contestó: Tú ves la sombra de los montes, la cual te parece hombres. |
Y viendo Gaal al pueblo, dijo a Zebul: He allí gente que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: Tú ves la sombra de los montes como si fueran hombres. |
Y viendo Gaal el pueblo, dijo á Zebul: He allí pueblo que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: La sombra de los montes te parece hombres. |
37 |
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Pero Gaal volvió a hablar, diciendo: ¡Mira la gente que viene bajando desde lo más alto de la tierra! y una compañía sigue por la vía del encinar de Meonenim. |
Volvió Gaal a hablar, y dijo: He allí gente que desciende de en medio de la tierra, y una tropa viene por el camino de la encina de los adivinos. |
Mas Gaal tornó á hablar, y dijo: He allí pueblo que desciende por medio de la tierra, y un escuadrón viene camino de la campiña de Meonenim. |
38 |
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Entonces le dijo Zebul: ¿Dónde pues está tu boca, con que dijiste: Quién es Abimelec, para que nosotros le sirvamos? ¿No es ésta la gente que despreciaste? Ruégote que salgas ahora y pelees contra ella. |
Y Zebul le respondió: ¿Dónde está ahora tu boca con que decías: Quién es Abimelec para que le sirvamos? ¿No es este el pueblo que tenías en poco? Sal pues, ahora, y pelea con él. |
Y Zebul le respondió: ¿Dónde está ahora aquel tu hablar, diciendo; Quién es Abimelech para que le sirvamos? ¿No es éste el pueblo que tenías en poco? Sal pues ahora, y pelea con él. |
39 |
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Salió pues Gaal, a vista de los vecinos de Siquem, y peleó contra Abimelec. |
Y Gaal salió delante de los de Siquem, y peleó contra Abimelec. |
Y Gaal salió delante de los de Sichêm, y peleó contra Abimelech. |
40 |
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Y persiguióle Abimelec, (porque huyó delante de él); y cayeron muchos traspasados hasta la entrada de la puerta. |
Mas lo persiguió Abimelec, y Gaal huyó delante de él; y cayeron heridos muchos hasta la entrada de la puerta. |
Mas persiguiólo Abimelech, delante del cual él huyó; y cayeron heridos muchos hasta la entrada de la puerta. |
41 |
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Mas se quedó Abimelec en Aruma; y Zebul expulsó a Gaal y a sus hermanos para que no morasen en Siquem. |
Y Abimelec se quedó en Aruma; y Zebul echó fuera a Gaal y a sus hermanos, para que no morasen en Siquem. |
Y Abimelech se quedó en Aruma; y Zebul echó fuera á Gaal y á sus hermanos, para que no morasen en Sichêm. |
42 |
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Y aconteció al otro día que salió la gente al campo; y avisaron de ello a Abimelec. |
Aconteció el siguiente día, que el pueblo salió al campo; y fue dado aviso a Abimelec, |
Y aconteció al siguiente día, que el pueblo salió al campo: y fué dado aviso á Abimelech. |
43 |
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Mas él había tomado su gente, y los había dividido en tres compañías, y había puesto emboscadas en el campo. Y cuando vió que, he aquí, la gente salía de la ciudad, se levantó contra ellos, y los hirió. |
el cual, tomando gente, la repartió en tres compañías, y puso emboscadas en el campo; y cuando miró, he aquí el pueblo que salía de la ciudad; y se levantó contra ellos y los atacó. |
El cual, tomando gente, repartióla en tres compañías, y puso emboscadas en el campo: y como miró, he aquí el pueblo que salía de la ciudad; y levantóse contra ellos, é hiriólos: |
44 |
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En seguida Abimelec y los de la compañía que con él estaba se lanzaron con ímpetu, e hicieron parada a la entrada de la puerta de la ciudad, en tanto que las otras dos compañías se arrojaron sobre todos los que estaban en el campo, y los mataron. |
Porque Abimelec y la compañía que estaba con él acometieron con ímpetu, y se detuvieron a la entrada de la puerta de la ciudad, y las otras dos compañías acometieron a todos los que estaban en el campo, y los mataron. |
Pues Abimelech y el escuadrón que estaba con él, acometieron con ímpetu, y pararon á la entrada de la puerta de la ciudad; y las dos compañías acometieron á todos los que estaban en el campo, y los hirieron. |
45 |
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Y Abimelec peleó contra la ciudad todo aquel día, y tomó la ciudad, y mató la gente que había en ella; luego derribó la ciudad, y sembróla de sal. |
Y Abimelec peleó contra la ciudad todo aquel día, y tomó la ciudad, y mató al pueblo que en ella estaba; y asoló la ciudad, y la sembró de sal. |
Y después de combatir Abimelech la ciudad todo aquel día, tomóla, y mató el pueblo que en ella estaba, y asoló la ciudad, y sembróla de sal. |
46 |
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Mas cuando todos los hombres de la torre de Siquem lo supieron, entraron en la fortaleza de la casa del dios Berit. |
Cuando oyeron esto todos los que estaban en la torre de Siquem, se metieron en la fortaleza del templo del dios Berit. |
Como oyeron esto todos los que estaban en la torre de Sichêm, entráronse en la fortaleza del templo del dios Berith. |
47 |
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Y fué dado aviso a Abimelec cómo se habían reunido allí todos los hombres de la torre de Siquem. |
Y fue dado aviso a Abimelec, de que estaban reunidos todos los hombres de la torre de Siquem. |
Y fué dicho á Abimelech como todos los de la torre de Sichêm estaban reunidos. |
48 |
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Por lo cual subió Abimelec al monte Salmón, él y toda la gente que con él había; y tomando Abimelec un hacha en su mano, cortó una rama de los árboles, y alzándola, se la echó al hombro; y dijo a la gente que le acompañaba: Lo que me habéis visto hacer, apresuraos a hacerlo como yo. |
Entonces subió Abimelec al monte de Salmón, él y toda la gente que con él estaba; y tomó Abimelec un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles, y levantándola se la puso sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me habéis visto hacer, apresuraos a hacerlo como yo. |
Entonces subió Abimelech al monte de Salmón, él y toda la gente que con él estaba; y tomó Abimelech un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles, y levantándola púsosela sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me veis á mí que hago, haced vosotros prestamente como yo. |
49 |
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En efecto, cortó también toda la gente sendas ramas, y siguiendo tras Abimelec, las colocaron junto a la Casa-alta, y con ellas pegaron fuego a la Casa-alta; por manera que murió también toda la gente de la torre de Siquem; como mil hombres y mujeres. |
Y todo el pueblo cortó también cada uno su rama, y siguieron a Abimelec, y las pusieron junto a la fortaleza, y prendieron fuego con ellas a la fortaleza, de modo que todos los de la torre de Siquem murieron, como unos mil hombres y mujeres. |
Y así todo el pueblo cortó también cada uno su rama, y siguieron á Abimelech, y pusiéronlas junto á la fortaleza, y prendieron fuego con ellas á la fortaleza: por manera que todos los de la torre de Sichêm murieron, como unos mil hombres y mujeres. |
50 |
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Entonces marchó Abimelec a Tebes, y acampó contra Tebes, y la tomó. |
Después Abimelec se fue a Tebes, y puso sitio a Tebes, y la tomó. |
Después Abimelech se fué á Thebes; y puso cerco á Thebes, y tomóla. |
51 |
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Mas había una torre fuerte en medio de la ciudad, adonde se refugiaron todos los hombres y las mujeres, es decir, todos los vecinos de la ciudad; y cerrándola sobre sí, se subieron al terrado de la torre. |
En medio de aquella ciudad había una torre fortificada, a la cual se retiraron todos los hombres y las mujeres, y todos los señores de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas, se subieron al techo de la torre. |
En medio de aquella ciudad había una torre fuerte, á la cual se retiraron todos los hombres y mujeres, y todos los señores de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas, subiéronse al piso alto de la torre. |
52 |
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Vino pues Abimelec contra la torre y la embistió, y llegóse hasta la puerta de la torre para pegarle fuego |
Y vino Abimelec a la torre, y combatiéndola, llegó hasta la puerta de la torre para prenderle fuego. |
Y vino Abimelech á la torre, y combatiéndola, llegóse á la puerta de la torre para pegarle fuego. |
53 |
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En esto, cierta mujer arrojó una piedra superior de molino, sobre la cabeza de Abimelec, y quebróle los cascos. |
Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec, y le rompió el cráneo. |
Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelech, y quebróle los cascos. |
54 |
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Entonces él llamó apresuradamente al mancebo su paje de armas, y le dijo: Saca tu espada y mátame, porque no digan de mí: Una mujer le mató. Traspasóle pues el mancebo, de modo que murió. |
Entonces llamó apresuradamente a su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió. |
Y luego llamó él á su escudero, y díjole: Saca tu espada y mátame, porque no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió. |
55 |
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Y como viesen los hombres de Israel que era muerto Abimelec, se fueron cada cual a su lugar. |
Y cuando los israelitas vieron muerto a Abimelec, se fueron cada uno a su casa. |
Y como los Israelitas vieron muerto á Abimelech, fuéronse cada uno á su casa. |
56 |
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De este modo hizo Dios la retribución de la maldad que Abimelec había hecho a su padre, en matar a sus setenta hermanos; |
Así pagó Dios a Abimelec el mal que hizo contra su padre, matando a sus setenta hermanos. |
Así pues pagó Dios á Abimelech el mal que hizo contra su padre matando á sus setenta hermanos. |
57 |
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también toda la maldad de los hombres de Siquem la hizo Dios volver sobre su misma cabeza; de manera que vino sobre ellos la maldición de Joatam hijo de Jerobaal |
Y todo el mal de los hombres de Siquem lo hizo Dios volver sobre sus cabezas, y vino sobre ellos la maldición de Jotam hijo de Jerobaal. |
Y aun todo el mal de los hombres de Sichêm tornó Dios sobre sus cabezas: y la maldición de Jotham, hijo de Jerobaal, vino sobre ellos. |