Biblia paralela

# Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1909 close
Para el Director del canto: sobre instrumentos de cuerda. Maskil de David. Al Músico principal: en Neginoth: Masquil de David.
1 ¡ESCUCHA, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica! ESCUCHA, oh Dios, mi oración, Y no te escondas de mi súplica.
2 ¡Estáme atento, y respóndeme! porque ando en derredor quejándome, y estoy gimiendo, Estáme atento, y respóndeme: Clamo en mi oración, y levanto el grito,
3 a causa de la voz del enemigo, a causa de la persecución del inicuo: porque echan sobre mí agravio, y se me oponen con furor. Á causa de la voz del enemigo, Por la opresión del impío; Porque echaron sobre mí iniquidad, Y con furor me han amenazado.
4 Mi corazón está dolorido dentro de mí, y sobre mí han caído terrores de muerte. Mi corazón está doloroso dentro de mí, Y terrores de muerte sobre mí han caído.
5 Temor y temblor se han apoderado de mí, y horror me ha sumergido. Temor y temblor vinieron sobre mí, Y terror me ha cubierto.
6 Y dije: ¡Oh si tuviese alas como de paloma! que entonces volaría y hallaría descanso. Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
7 Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. (Pausa.) Ciertamente huiría lejos: Moraría en el desierto. (Selah.)
8 Apresuraríame a escapar del viento borrascoso y de la tempestad. Apresuraríame á escapar Del viento tempestuoso, de la tempestad.
9 ¡Destrúyelos, oh Señor, divide sus lenguas! porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. Deshace, oh Señor, divide la lengua de ellos; Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.
10 Día y noche andan rodeándola sobre sus muros: iniquidad también y trabajo hay en medio de ella. Día y noche la rodean sobre sus muros; É iniquidad y trabajo hay en medio de ella.
11 Maldades están en medio de ella; y de sus plazas no se apartan el fraude y el engaño. Agravios hay en medio de ella, Y el fraude y engaño no se apartan de sus plazas.
12 Porque no fué enemigo el que me afrentó; que entonces lo hubiera soportado: ni fué el que me odiaba quien se engrandeció contra mí; que entonces me hubiera escondido de él: Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él:
13 sino tú, hombre de mi aprecio, mi compañero y mi íntimo amigo: Mas tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar:
14 en dulce confianza comunicábamos nuestros secretos pensamientos; y andábamos de compañía en la Casa de Dios. Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, Á la casa de Dios andábamos en compañía.
15 ¡A los tales arrebátelos la muerte! ¡desciendan vivos al abismo! porque hay maldades en sus moradas, y en su corazón. Condenados sean á muerte, Desciendan vivos al infierno: Porque maldades hay en su compañía, entre ellos.
16 En cuanto a mí, a Dios clamaré, y Jehová me salvará. Yo á Dios clamaré; Y Jehová me salvará.
17 Tarde, y mañana, y al mediodía meditaré, y clamaré; y él oirá mi voz. Tarde y mañana y á medio día oraré y clamaré; Y él oirá mi voz.
18 Él redime mi alma en paz de la guerra que se me hace; porque muchos están en contienda conmigo. Él ha redimido en paz mi alma de la guerra contra mí; Pues fueron contra mí muchos.
19 Oirá Dios, y los humillará, y el que desde la antigüedad se sienta entronizado los abatirá; (Pausa:) a aquellos que no experimentan mudanzas, y por eso no temen a Dios. Dios oirá, y los quebrantará luego, El que desde la antigüedad permanece (Selah); Por cuanto no se mudan, Ni temen á Dios.
20 Ha extendido el inicuo sus manos contra sus amigos; ha violado su pacto. Extendió sus manos contra sus pacíficos: Violó su pacto.
21 Los dichos de su boca son más blandos que manteca; pero hay guerra en su corazón: sus palabras son más suaves que el aceite; mas ellas son espadas desenvainadas. Ablandan más que manteca su boca, Pero guerra hay en su corazón: Suavizan sus palabras más que el aceite, Mas ellas son cuchillos.
22 ¡Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará! nunca permitirá que sea movido el justo. Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
23 Tú empero, oh Dios, harás que ellos desciendan al pozo de perdición: los hombres sanguinarios y engañosos no llegarán a la mitad de sus días; mas yo confiaré en ti. Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de la sepultura: Los hombres sanguinarios y engañadores no demediarán sus días: Empero yo confiaré en ti.
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