Biblia paralela

# Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 Ya que muchos han intentado coordinar una relación de las cosas que entre nosotros han sido del todo certificadas, HABIENDO muchos tentado á poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,
2 según nos las entregaron aquellos que desde el principio fueron testigos de vista y ministros de la palabra, Como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra;
3 hame parecido bueno también a mí, después de haber averiguado exactamente todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, dignísimo Teófilo; Me ha parecido también á mí, después de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia, escribírtelas por orden, oh muy buen Teófilo,
4 a fin de que conozcas la exacta verdad de las historias en las que has sido oralmente instruído. Para que conozcas la verdad de las cosas en las cuales has sido enseñado.
5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; y su mujer era de las hijas de Aarón, y su nombre, Elisabet. HUBO en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zachârías, de la suerte de Abías; y su mujer, de las hijas de Aarón, llamada Elisabeth.
6 Y ambos eran justos delante de Dios, andando irreprensiblemente en todos los mandamientos y estatutos del Señor. Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin reprensión en todos los mandamientos y estatutos del Señor.
7 Y no tenían hijo, porque Elisabet era estéril; y ambos eran ya bien avanzados en días. Y no tenían hijo, porque Elisabeth era estéril, y ambos eran avanzados en días.
8 Aconteció, pues, que mientras él ministraba como sacerdote delante de Dios, en el orden de su clase, Y aconteció que ejerciendo Zachârías el sacerdocio delante de Dios por el orden de su vez,
9 conforme a la costumbre del sacerdocio, le cayó en suerte quemar el incienso, entrando en el Santuario del Señor. Conforme á la costumbre del sacerdocio, salió en suerte á poner el incienso, entrando en el templo del Señor.
10 Y toda la muchedumbre del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando á la hora del incienso.
11 Y le apareció un ángel del Señor, que estaba de pie a la derecha del altar del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor puesto en pie á la derecha del altar del incienso.
12 Y al verle, Zacarías se turbó, y cayó temor sobre él. Y se turbó Zachârías viéndole, y cayó temor sobre él.
13 Mas el ángel le dijo: No temas, Zacarías; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Mas el ángel le dijo: Zachârías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabeth te parirá un hijo, y llamarás su nombre Juan.
14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán en su nacimiento: Y tendrás gozo y alegría, y muchos se gozarán de su nacimiento.
15 porque será grande a la vista del Señor; no beberá vino ni licor fermentado; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre: Porque será grande delante de Dios, y no beberá vino ni sidra; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre.
16 y a muchos de los hijos de Israel hará volver al Señor su Dios. Y á muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor Dios de ellos.
17 E irá delante de su faz, en el espíritu y poder de Elías, para hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos, de los desobedientes también a la cordura de los justos; aparejando así un pueblo preparado para el Señor. Porque él irá delante de él con el espíritu y virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres á los hijos, y los rebeldes á la prudencia de los justos, para aparejar al Señor un pueblo apercibido.
18 Y dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? pues yo soy viejo, y mi mujer es avanzada en días. Y dijo Zachârías al ángel: ¿En qué conoceré esto? porque yo soy viejo, y mi mujer avanzada en días.
19 Y respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que asisto en la presencia de Dios; y he sido enviado para hablar contigo, y para darte estas buenas nuevas. Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado á hablarte, y á darte estas buenas nuevas.
20 Y he aquí que estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto sea hecho; por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. Y he aquí estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho, por cuanto no creíste á mis palabras, las cuales se cumplirán á su tiempo.
21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías; y se maravillaban de su tardanza dentro del Santuario. Y el pueblo estaba esperando á Zachârías, y se maravillaban de que él se detuviese en el templo.
22 Mas cuando salió, no les podía hablar; y percibieron que había visto una visión en el Santuario: pues les hablaba por señas, y permaneció mudo. Y saliendo, no les podía hablar: y entendieron que había visto visión en el templo: y él les hablaba por señas, y quedó mudo.
23 Y sucedió que cuando se cumplieron los días de su ministerio, se fué a su casa. Y fué, que cumplidos los días de su oficio, se vino á su casa.
24 Y después de aquellos días, concibió su mujer Elisabet, y se ocultó por cinco meses, diciendo: Y después de aquellos días concibió su mujer Elisabeth, y se encubrió por cinco meses, diciendo:
25 Así ha hecho conmigo el Señor, en los días en que me ha mirado para quitar mi afrenta entre los hombres. Porque el Señor me ha hecho así en los días en que miró para quitar mi afrenta entre los hombres.
26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fué enviado de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, Y al sexto mes, el ángel Gabriel fué enviado de Dios á una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
27 a una virgen desposada con un varón llamado José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Á una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David: y el nombre de la virgen era María.
28 Y entrando en donde ella estaba, le dijo: ¡Dios te guarde, oh altamente favorecida! el Señor es contigo:¡bendita tú entre las mujeres! Y entrando el ángel á donde estaba, dijo, ¡Salve, muy favorecida! el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres.
29 Mas ella se turbo mucho con este dicho, y discurría consigo misma que clase de salutación sería ésta. Mas ella, cuando le vió, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación fuese ésta.
30 Y el ángel le dijo: ¡No temas, María; porque has hallado favor con Dios! Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios.
31 Y he aquí que concebirás en tu seno, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre JESÚS. Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
32 Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David: Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre:
33 Y reinará sobre la casa de Jacob eternamente; y de su reino no habrá fin. Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin.
34 María entonces dijo al ángel: ¿Cómo será esto, pues yo no conozco varón? Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón.
35 Y el ángel respondiendo, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te hará sombra: por lo cual también la criatura santa que ha de nacer, será llamada Hijo de Dios. Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
36 Y he aquí que tu parienta Elisabet, ella también ha concebido un hijo en su vejez; y este es el sexto mes con aquella que fué llamada estéril. Y he aquí, Elisabeth tu parienta, también ella ha concebido hijo en su vejez; y éste es el sexto mes á ella que es llamada la estéril:
37 Pues para con Dios ninguna cosa será imposible. Porque ninguna cosa es imposible para Dios.
38 Y dijo María: He aquí la sirvienta del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fué de ella. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase á mí conforme á tu palabra. Y el ángel partió de ella.
39 Y levantándose María en aquellos días, fué apresuradamente a la serranía, a una ciudad de Judá; En aquellos días levantándose María, fué á la montaña con priesa, á una ciudad de Judá;
40 y entrando en casa de Zacarías, saludó a Elisabet. Y entró en casa de Zachârías, y saludó á Elisabeth.
41 Y fué así que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura dio saltos en su seno; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, Y aconteció, que como oyó Elisabeth la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabeth fué llena del Espíritu Santo,
42 y exclamó con voz grande, y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu seno! Y exclamó á gran voz, y dijo. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.
43 ¿Y de dónde esto a mí, que venga a mí la madre de mi Señor? ¿Y de dónde esto á mí, que la madre de mi Señor venga á mí?
44 Pues, he aquí, en cuanto llegó a mis oídos la voz de tu salutación, la criatura dió saltos de alegría en mi seno. Porque he aquí, como llegó la voz de tu salutación á mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45 ¡Y bienaventurada la que ha creído! porque tendrán cumplimiento las cosas que le fueron dichas por parte del Señor. Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.
46 Dijo entonces María: ¡Engrandece mi alma al Señor; Entonces María dijo: engrandece mi alma al Señor;
47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador! Y mi espíritu se alegró en Dios mi Salvador,
48 por cuanto ha mirado benignamente la bajeza de su sirvienta; pues, he aquí, desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones. Porque ha mirado á la bajeza de su criada; Porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.
49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso, y santo es su Nombre. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Y santo es su nombre.
50 Y su misericordia es de generación en generación sobre los que le temen. Y su misericordia de generación á generación Á los que le temen.
51 Con su brazo hace prodigios: esparce a los soberbios en el pensamiento de su corazón. Hizo valentía con su brazo: Esparció los soberbios del pensamiento de su corazón.
52 Depone a los poderosos de sus tronos, y ensalza a los humildes. Quitó los poderosos de los tronos, Y levantó á los humildes.
53 A los hambrientos los llena de bienes, y a los ricos los envía con las manos vacías. Á los hambrientos hinchió de bienes; Y á los ricos envió vacíos.
54 Ha auxiliado a Israel su siervo, teniendo en memoria la misericordia prometida Recibió á Israel su siervo, Acordándose de la misericordia.
55 (según habló a nuestros padres) a Abraham y a su simiente para siempre. Como habló á nuestros padres Á Abraham y á su simiente para siempre.
56 Y María se detuvo con ella como tres meses; y se volvió a su casa. Y se quedó María con ella como tres meses: después se volvió á su casa.
57 A Elisabet, pues, se le cumplió el tiempo de dar a luz; y dió a luz un hijo. Y á Elisabeth se le cumplió el tiempo de parir, y parió un hijo.
58 Y oyeron sus vecinos y sus parientes que Dios había engrandecido para con ella su misericordia; y se alegraron con ella. Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho con ella grande misericordia, y se alegraron con ella.
59 Y aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban, según el nombre de su padre, Zacarías. Y aconteció, que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban del nombre de su padre, Zachârías.
60 Pero respondiendo su madre, dijo: No, sino que será llamado Juan. Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan será llamado.
61 Y le dijeron: Nadie hay de tu parentela que se llame de este nombre. Y le dijeron: ¿Por qué? nadie hay en tu parentela que se llame de este nombre.
62 E hicieron señas a su padre, preguntándole cómo quería llamarle. Y hablaron por señas á su padre, cómo le quería llamar.
63 Y pidiendo la tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaban. Y demandando la tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.
64 Y al instante fué abierta su boca, y suelta su lengua, y habló, bendiciendo a Dios. Y luego fué abierta su boca y su lengua, y habló bendiciendo á Dios.
65 Y cayó temor sobre todos los que moraban en derredor de ellos; y por toda la serranía de Judea se hablaba de todas estas cosas. Y fué un temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montañas de Judea fueron divulgadas todas estas cosas.
66 Y todos los que las oían, las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Qué, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él. Y todos los que las oían, las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.
67 Y Zacarías su padre fué lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: Y Zachârías su padre fué lleno de Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:
68 ¡Bendito sea el Señor Dios de Israel! porque ha visitado a su pueblo y obrado su redención; Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y hecho redención á su pueblo,
69 y a levantado para nosotros un cuerno de salvación, en la casa de su siervo David -- Y nos alzó un cuerno de salvación En la casa de David su siervo,
70 (como habló por boca de sus santos profetas, que han sido desde el principio del mundo), Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio:
71 salvación del poder de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecen; Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron;
72 para dar efecto a la misericordia prometida a nuestros padres, teniendo en memoria su santo pacto; Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordándose de su santo pacto;
73 el juramento que juró a Abraham nuestro padre; Del juramento que juró á Abraham nuestro padre, Que nos había de dar,
74 que él nos daría el que, libertados de la mano de nuestros enemigos, le sirviésemos, sin temor, Que sin temor librados de nuestros enemigos, Le serviríamos
75 en santidad y justicia, delante de él, todos nuestros días. En santidad y en justicia delante de él, todos los días nuestros.
76 ¡Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo! pues irás ante la faz del Señor, para preparar sus caminos; Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás ante la faz del Señor, para aparejar sus caminos;
77 dando conocimiento de salvación a su pueblo, en la remisión de sus pecados; Dando conocimiento de salud á su pueblo, Para remisión de sus pecados,
78 a causa de las entrañas de misericordia de nuestro Dios, en las que nos visitará el Sol naciente, descendiendo de las alturas, Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó de lo alto el Oriente,
79 para dar luz a los que están sentados en tinieblas y en sombra de muerte; para dirigir nuestros pies en el camino de la paz. Para dar luz á los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.
80 Y el niño crecía, y se iba fortaleciendo en espíritu; y estuvo en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel. Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu: y estuvo en los desiertos hasta el día que se mostró á Israel.
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