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PROVERBIOS de Salomón, hijo de David, rey de Israel: |
LOS proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: |
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para dar a conocer la sabiduría y la instrucción; para hacer entender las palabras de inteligencia: |
Para entender sabiduría y doctrina; Para conocer las razones prudentes; |
3 |
para que se adquiera instrucción en el buen proceder, en la justicia, en el juicio y en la equidad: |
Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, y juicio y equidad; |
4 |
para comunicar cordura a los simples, y al joven, ciencia y discreción: |
Para dar sagacidad á los simples, Y á los jóvenes inteligencia y cordura. |
5 |
oiga también el sabio, para que aumente su caudal, y el entendido, para que adquiera consejos sabios: |
Oirá el sabio, y aumentará el saber; Y el entendido adquirirá consejo; |
6 |
para hacer entender la parábola y el aforismo, las palabras de los sabios y sus dichos profundos. |
Para entender parábola y declaración; Palabras de sabios, y sus dichos oscuros. |
7 |
El temor de Jehová es el principio de la ciencia; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. |
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. |
8 |
¡Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no deseches la ley de tu madre! |
Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre: |
9 |
porque serán para tu cabeza una guirnalda de gracia, y collares para tu cuello. |
Porque adorno de gracia serán á tu cabeza, Y collares á tu cuello. |
10 |
¡Hijo mío, si los pecadores quisieren atraerte con halagos, no lo consientas! |
Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas. |
11 |
Si dijeren: Ven tú con nosotros; pongamos asechanzas pana derramar sangre; escondamos lazos, sin motivo, para el inocente; |
Si dijeren: Ven con nosotros, Pongamos asechanzas á la sangre, Acechemos sin motivo al inocente; |
12 |
¡traguémoslos vivos, como el sepulcro, y enteros, como los que descienden al hoyo! |
Los tragaremos vivos como el sepulcro, Y enteros, como los que caen en sima; |
13 |
hallaremos toda suerte de sustancia preciosa, llenaremos nuestras casas de botín; |
Hallaremos riquezas de todas suertes, Henchiremos nuestras casas de despojos; |
14 |
echa tu suerte en medio de nosotros, tengamos todos una misma bolsa; |
Echa tu suerte entre nosotros; Tengamos todos una bolsa: |
15 |
¡hijo mío, no vayas en el camino con ellos; aparta tu pie de su sendero! |
Hijo mío, no andes en camino con ellos; Aparta tu pie de sus veredas: |
16 |
porque sus pies corren hacia el mal, y van presurosos a derramar sangre. |
Porque sus pies correrán al mal, É irán presurosos á derramar sangre. |
17 |
Te amonesto; porque en balde se tiende el lazo ante la vista de cualquier ave; |
Porque en vano se tenderá la red Ante los ojos de toda ave; |
18 |
y ellos a su misma sangre asechan, y esconden lazos para su propia vida. |
Mas ellos á su propia sangre ponen asechanzas, Y á sus almas tienden lazo. |
19 |
Asimismo son los caminos de todo aquel que es codicioso de ganancia injusta; la cual quita la vida de sus dueños. |
Tales son las sendas de todo el que es dado á la codicia, La cual prenderá el alma de sus poseedores. |
20 |
La sabiduría, por las afueras de la ciudad, clama a voz en cuello; por las plazas vocea; |
La sabiduría clama de fuera, Da su voz en las plazas: |
21 |
clama en las encrucijadas de las calles concurridas; a la entrada de las puertas, y por toda la ciudad profiere sus palabras: |
Clama en los principales lugares de concurso; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones: |
22 |
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza? ¿y hasta cuándo se deleitarán los escarnecedores en escarnecer, y los insensatos aborrecerán la ciencia? |
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia? |
23 |
¡Volveos a mi reprensión! he aquí que derramaré mi Espíritu sobre vosotros; os daré a conocer mis palabras. |
Volveos á mi reprensión: He aquí yo os derramaré mi espíritu, Y os haré saber mis palabras. |
24 |
Por cuanto yo he llamado, y vosotros habéis rehusado, he extendido mi mano, y no hubo quien hiciera caso, |
Por cuanto llamé, y no quisisteis: Extendí mi mano, y no hubo quien escuchase; |
25 |
sino que desechasteis todo consejo mío, y no quisisteis mi reprensión, |
Antes desechasteis todo consejo mío, Y mi reprensión no quisisteis: |
26 |
yo también me reiré en vuestra calamidad, me mofaré cuando viniere vuestro espanto. |
También yo me reiré en vuestra calamidad, Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; |
27 |
Cuando viniere cual huracán vuestro espanto, y vuestra calamidad, como torbellino, se os echare encima; cuando viniere sobre vosotros la angustia y el aprieto; |
Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, Y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. |
28 |
¡entonces mis despreciadores clamarán a mí, mas yo no responderé, me buscarán con empeño, pero no me hallará! |
Entonces me llamarán, y no responderé; Buscarme han de mañana, y no me hallarán: |
29 |
Por cuanto aborrecieron la ciencia, y no escogieron el temor de Jehová; |
Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová, |
30 |
nada quisieron de mi consejo, y rechazaron con desprecio toda mi reprensión; |
Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía: |
31 |
por tanto comerán del fruto de su mismo camino, y se hartarán de sus propios consejos. |
Comerán pues del fruto de su camino, Y se hartarán de sus consejos. |
32 |
Porque la apostasía de los simples los matará, y la prosperidad de los insensatos causará su perdición. |
Porque el reposo de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará á perder. |
33 |
Aquel empero que me oyere, habitará seguro, y estará tranquilo, sin temor de mal. |
Mas el que me oyere, habitará confiadamente, Y vivirá reposado, sin temor de mal. |