Biblia paralela

# Moderna 1929 close Reina-Valera revisada 1909 close
Para el Director del canto: Salmo de los hijos de Coré. Maskil. Al Músico principal: de los hijos de Coré: Masquil.
1 CON nuestros oídos, oh Dios, hemos oído, (nuestros padres nos lo han contado), la obra que hiciste en sus días, en los antiguos tiempos. OH Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado, La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
2 Tú, con tu mano, expulsaste las naciones, y los plantaste a ellos; quebrantaste los pueblos, mas a ellos los hiciste arraigar. Tú con tu mano echaste las gentes, y los plantaste á ellos; Afligiste los pueblos, y los arrojaste.
3 Porque no por su espada heredaron la tierra, ni los salvó su propio brazo; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro; porque los amaste. Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos.
4 ¡Tú eres mi Rey, oh Dios! ¡manda salvaciones para Jacob! Tú, oh Dios, eres mi rey: Manda saludes á Jacob.
5 Por ti postraremos a nuestros enemigos; en tu nombre atropellaremos a nuestros contrarios. Por medio de ti sacudiremos á nuestros enemigos: En tu nombre atropellaremos á nuestros adversarios.
6 Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará: Porque no confiaré en mi arco, Ni mi espada me salvará.
7 pues tú nos has salvado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecen. Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, Y has avergonzado á los que nos aborrecían.
8 En Dios nos gloriamos todo el día, y para siempre confesaremos tu nombre. (Pausa.) En Dios nos gloriaremos todo tiempo, Y para siempre loaremos tu nombre. (Selah.)
9 Ahora empero nos has desechado, y nos has cubierto de deshonra, y no sales con nuestros ejércitos. Empero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; Y no sales en nuestros ejércitos.
10 Nos haces volver atrás delante del enemigo; y nos saquean para sí los que nos aborrecen. Nos hiciste retroceder del enemigo, Y saqueáronnos para sí los que nos aborrecían.
11 Nos entregas como ovejas destinadas para ser comidas; y nos esparces entre las naciones. Pusístenos como á ovejas para comida, Y esparcístenos entre las gentes.
12 Vendes a tu pueblo de balde, y nada ganas con su precio. Has vendido tu pueblo de balde, Y no pujaste en sus precios.
13 Nos haces objeto de vituperio a nuestros vecinos, el escarnio y la burla de los que están en derredor nuestro. Pusístenos por vergüenza á nuestros vecinos, Por escarnio y por burla á los que nos rodean.
14 Nos haces una fábula entre las naciones, y objeto de ludibrio entre los pueblos. Pusístenos por proverbio entre las gentes, Por movimiento de cabeza en los pueblos.
15 Cada día mi vergüenza está delante de mí, y la confusión de mi rostro me cubre; Cada día mi vergüenza está delante de mí, Y cúbreme la confusión de mi rostro,
16 por causa de la voz de aquel que me afrenta y deshonra, por causa del enemigo y del hombre vengativo. Por la voz del que me vitupera y deshonra, Por razón del enemigo y del que se venga.
17 Todo esto nos ha sobrevenido, mas no nos hemos olvidado de ti, ni nos hemos portado falsamente en tu pacto. Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti; Y no hemos faltado á tu pacto.
18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón, y nuestros pasos no se han apartado de tus caminos; No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni tampoco se han apartado nuestros pasos de tus caminos.
19 para que nos quebrantases en un lugar de chacales, y nos cubrieses con sombra de muerte. Cuando nos quebrantaste en el lugar de los dragones, Y nos cubriste con sombra de muerte,
20 Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios, y extendido nuestras manos a un dios extraño, Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios, Ó alzado nuestras manos á dios ajeno,
21 ¿Dios no hubiera de pedir cuenta de esto? porque él conoce los secretos del corazón. ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón.
22 Antes, por tu causa somos muertos todos los días, somos reputados como ovejas para el matadero. Empero por tu causa nos matan cada día; Somos tenidos como ovejas para el matadero.
23 ¡Despierta! ¿por qué duermes, Señor? ¡despierta, no nos deseches para siempre! Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre.
24 ¿Por qué escondes tu rostro, y te olvidas de nuestra miseria y de nuestra opresión? ¿Por qué escondes tu rostro, Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra?
25 Porque nuestra alma se ha agobiado hasta el polvo, y nuestro cuerpo está pegado con la tierra. Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo: Nuestro vientre está pegado con la tierra.
26 ¡Levántate para ayudarnos, y redímenos por causa de tu misericordia! Levántate para ayudarnos, Y redímenos por tu misericordia.
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