Biblia paralela

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1 ENTONCES le dijo Noemí, su suegra: Hija mía, ¿no he de buscar lugar de descanso para ti, donde te vaya bien? Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien? Y DÍJOLE su suegra Noemi: Hija mía, ¿no te tengo de buscar descanso, que te sea bueno?
2 Ahora pues, aquel Booz, con cuyas criadas tú has estado, ¿no es amigo nuestro? He aquí que avienta la era de las cebadas esta noche. ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas. ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas mozas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas.
3 Lávate pues, y úngete, y ponte tus mejores ropas, y baja a la era; mas no te des a conocer al hombre hasta que haya acabado de comer y beber. Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. Te lavarás pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, pasarás á la era; mas no te darás á conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.
4 Entonces será que al acostarse él, tú notarás bien el lugar donde se acostare; luego irás, y alzando la cubierta de sus pies, te acostarás allí, para que él te diga lo que has de hacer. Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer. Y cuando él se acostare, repara tú el lugar donde él se acostará, é irás, y descubrirás los pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.
5 Y ella le respondió: Todo cuanto me dices, yo lo haré. Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes. Y le respondió: Haré todo lo que tú me mandares.
6 Bajó pues a la era, e hizo conforme a todo lo que le había mandado su suegra. Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado. Descendió pues á la era, é hizo todo lo que su suegra le había mandado.
7 Y cuando Booz hubo comido y bebido, y estuvo contento su corazón, se fué a acostar al extremo del montón del trigo; entonces ella llegóse calladamente, y alzando la cubierta de sus pies, se acostó allí. Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó. Y como Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, retiróse á dormir á un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y descubrió los pies, y acostóse.
8 Y aconteció que a la media noche, tuvo un susto el hombre; e inclinándose hacia adelante, ¡he aquí una mujer acostada a sus pies! Y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel hombre, y se volvió; y he aquí, una mujer estaba acostada a sus pies. Y aconteció, que á la media noche se estremeció aquel hombre, y palpó: y he aquí, la mujer que estaba acostada á sus pies.
9 Dijo pues: ¿Tú quién eres? Y ella contestó: Soy Rut, tu sierva; extiende tu ala sobre tu sierva, porque redentor mío eres. Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano. Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Ruth tu sierva: extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.
10 A lo que dijo él: ¡Bendita seas de Jehová, hija mía! has hecho que tu postrera bondad sea mayor que la primera, en no andar tras los jóvenes, sean pobres o ricos. Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos. Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; que has hecho mejor tu postrera gracia que la primera, no yendo tras los mancebos, sean pobres ó ricos.
11 Ahora pues, hija mía, no temas; que cuanto me dices yo lo haré por ti: porque sabe toda la puerta de mi pueblo que eres mujer de acendrada virtud. Ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa. Ahora pues, no temas, hija mía: yo haré contigo lo que tú dijeres, pues que toda la puerta de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa.
12 Mas ahora, aunque es cierto que soy redentor tuyo, sin embargo hay otro redentor más cercano que yo. Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo. Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo.
13 Pasa tranquila la noche, y será que por la mañana si él quiere redimirte, sea en hora buena; que redima él: mas si él no quisiere redimirte, entonces te redimiré yo; ¡vive Jehová! Acuéstate hasta por la mañana. Pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa, pues, hasta la mañana. Reposa esta noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa pues hasta la mañana.
14 Ella pues se acostó a sus pies hasta por la mañana: luego se levantó antes de poder distinguir un hombre a otro; porque él dijo: No se sepa que vino mujer a la era. Y después que durmió a sus pies hasta la mañana, se levantó antes que los hombres pudieran reconocerse unos a otros; porque él dijo: No se sepa que vino mujer a la era. Y después que reposó á sus pies hasta la mañana, levantóse, antes que nadie pudiese conocer á otro. Y él dijo: No se sepa que haya venido mujer á la era.
15 Dijo también: Da acá el manto que traes sobre ti, y tenlo bien. Y ella lo tuvo bien, en tanto que él midió allí seis medidas de cebada: luego las puso sobre ella, y se fué a la ciudad. Después le dijo: Quítate el manto que traes sobre ti, y tenlo. Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y se las puso encima; y ella se fue a la ciudad. Después le dijo: Llega el lienzo que traes sobre ti, y ten de él. Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y púsoselas á cuestas: y vínose ella á la ciudad.
16 Ella también fué a su suegra; la cual dijo: ¿Qué hay, hija mía? y ella le contó todo lo que le había hecho aquel hombre. Y cuando llegó a donde estaba su suegra, esta le dijo: ¿Qué hay, hija mía? Y le contó ella todo lo que con aquel varón le había acontecido. Así que vino á su suegra, ésta le dijo: ¿Qué pues, hija mía? Y declaróle ella todo lo que con aquel varón le había acontecido.
17 Dijo también: Estas seis medidas de cebada me ha dado, porque me dijo: No vuelvas con las manos vacías a tu suegra. Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dio, diciéndome: A fin de que no vayas a tu suegra con las manos vacías. Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dió, diciéndome: Porque no vayas vacía á tu suegra.
18 Y ésta dijo: Siéntate tranquila, hija mía, hasta que sepas como caerá la cosa; porque no descansará ese hombre hasta que haya acabado el asunto hoy. Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy. Entonces Noemi dijo: Reposa, hija mía, hasta que sepas como cae la cosa: porque aquel hombre no parará hasta que hoy concluya el negocio.
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