Biblia paralela

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1 ME pondré, dije, sobre mi atalaya, me colocaré sobre la fortaleza, y estaré mirando para ver qué me dirá Dios, y lo que yo he de responder tocante a mi queja. Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. SOBRE mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y atalayaré para ver qué hablará en mí, y qué tengo de responder á mi pregunta.
2 A lo que respondió Jehová, y dijo: Escribe la visión, y escúlpela sobre tablillas, para que se pueda leer corrientemente. Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
3 Porque la visión todavía tardará hasta el plazo señalado; bien que se apresura hacia el fin, y no engañará la esperanza: aunque tardare, aguárdala, porque de seguro vendrá, no se tardará. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.a Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no tardará.
4 ¡Pero he aquí al ensoberbecido! su alma no es recta en él: el justo empero por su fe vivirá. He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.b He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es derecha en él: mas el justo en su fe vivirá.
5 Y también se ensoberbece aquél, porque el vino es engañoso. Él es hombre arrogante que no se quedará en su casa; ha ensanchado como el infierno su apetito, y es como la muerte, que nunca puede saciarse; por eso junta para sí todas las naciones, y recoge a sí mismo todos los pueblos. Y también, el que es dado al vino es traicionero, hombre soberbio, que no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se saciará; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó para sí todos los pueblos. Y también, por cuanto peca por el vino, es un hombre soberbio, y no permanecerá: que ensanchó como el infierno su alma, y es como la muerte, que no se hartará: antes reunió á sí todas las gentes, y amontonó á sí todos los pueblos.
6 ¿Acaso todos éstos no entonarán canción contra él? ¿no cantarán contra él una oda satírica, diciendo: ¡Ay de aquel que amontona lo que no es suyo! (¿hasta cuándo será?) y que carga sobre sí las prendas arrebatadas? ¿No han de levantar todos estos refrán sobre él, y sarcasmos contra él? Dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Hasta cuándo había de acumular sobre sí prenda tras prenda? ¿No han de levantar todos éstos sobre él parábola, y sarcasmos contra él? Y dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Y hasta cuándo había de amontonar sobre sí espeso lodo?
7 ¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de vejar; de modo que serás tú despojo para ellos? ¿No se levantarán de repente tus deudores, y se despertarán los que te harán temblar, y serás despojo para ellos? ¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás á ellos por rapiña?
8 Por cuanto tú has saqueado a muchas naciones, todo el residuo de los pueblos te saquearán a ti; a causa de la derramada sangre humana, y de la violencia hecha a la tierra, a la ciudad, y a los que habitan en ella. Por cuanto tú has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán, a causa de la sangre de los hombres, y de los robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que habitan en ellas. Porque tú has despojado muchas gentes, todos los otros pueblos te despojarán; á causa de las sangres humanas, y robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que moraban en ellas.
9 ¡Ay de aquel que adquiere mala ganancia para su casa, a fin de poner en alto su nido, y librarse así de las garras del mal! ¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal! ¡Ay del que codicia maligna codicia para su casa, por poner en alto su nido, por escaparse del poder del mal!
10 Tú has tramado la afrenta para tu misma casa, destruyendo a muchos pueblos, y pecando así contra tu misma alma: Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida.
11 porque la piedra clama a Dios desde el muro, y la viga desde el maderaje le responde en coro. Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá. Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.
12 ¡Ay de aquel que edifica una ciudad con derramada sangre humana, y acimienta una villa con iniquidad! ¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad! ¡Ay del que edifica la ciudad con sangres, y del que funda la villa con iniquidad!
13 He aquí ¿no está determinado de parte de Jehová de los Ejércitos, que los pueblos se fatiguen sólo para el fuego, y las naciones se cansen en balde? ¿No es esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. ¿No es esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos pues trabajarán para el fuego, y las gentes se fatigarán en vano.
14 ¡Porque la tierra estará llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar! Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.c Porque la tierra será llena de conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar.
15 ¡Ay de aquel que hace beber a su prójimo! ¡tú que viertes tu licor inflamador, y también le haces emborracharse, para poder tú mirar su desnudez! ¡Ay del que da de beber a su prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez! ¡Ay del que da de beber á sus compañeros, que les acercas tu hiel y embriagas, para mirar sus desnudeces!
16 ¡Tú te sacias ya de vergüenza en vez de gloria! ¡Bebe tú también, y descubre tus partes vergonzosas! se te volverá el cáliz de la diestra de Jehová, e ignominia asquerosa cubrirá tu gloria. Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe tú también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá hasta ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria. Haste llenado de deshonra más que de honra: bebe tú también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová volverá sobre ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria.
17 Porque la violencia hecha al Líbano te cubrirá, y la destrucción de las bestias que aquella violencia aterraba; a causa de la derramada sangre humana, y de la violencia hecha a la tierra, a la ciudad y a todos los que habitan en ella. Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras te quebrantará, a causa de la sangre de los hombres, y del robo de la tierra, de las ciudades y de todos los que en ellas habitaban. Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras lo quebrantará; á causa de las sangres humanas, y del robo de la tierra, de las ciudades, y de todos los que en ellas moraban.
18 ¿De qué aprovechan las esculturas cuando su artífice las haya esculpido; también la imagen fundida, y el maestro de mentiras, para que haciendo ídolos mudos, el artífice confíe en su propia hechura? ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo?, ¿la estatua de fundición que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra? ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿la estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
19 ¡Ay de aquel que dice al leño: Despierta; y a la muda piedra: Levántate! ¿Acaso ésta puede enseñar? He aquí que está cubierta de oro y de plata; mas en su interior no hay espíritu alguno. ¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí está cubierto de oro y plata, y no hay espíritu dentro de él. ¡Ay del que dice al palo; Despiértate; y á la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no hay dentro de él espíritu.
20 Jehová empero está en su santo Templo: ¡guarde silencio delante de él toda la tierra! Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra. Mas Jehová está en su santo templo: calle delante de él toda la tierra.
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