Biblia paralela

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1 AHORA pues da voces, si habrá quien te responda; ¿Y á cuál de los santos te volverás? LLAMA pues; ¿habrá acaso quién te responda? ¿o a cuál de los santos ángeles acudirás?
2 Es cierto que al necio la ira lo mata, Y al codicioso consume la envidia. Porque al necio le mata el encono, y al simple le hace morir la envidia.
3 Yo he visto al necio que echaba raíces, Y en la misma hora maldije su habitación. Yo he visto al necio que se iba arraigando, y al instante maldije su habitación.
4 Sus hijos estarán lejos de la salud, Y en la puerta serán quebrantados, Y no habrá quien los libre. Sus hijos están lejos de seguridad; hasta en la puerta son atropellados, sin haber quien los libre.
5 Su mies comerán los hambrientos, Y sacaránla de entre las espinas, Y los sedientos beberán su hacienda. Su mies la devoran los hambrientos, sacándola aun de entre los espinos; y el tramposo anhela por su hacienda.
6 Porque la iniquidad no sale del polvo, Ni la molestia brota de la tierra. Porque no sale del polvo la aflicción, ni del suelo brotan los trabajos;
7 Empero como las centellas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción. Sino que el hombre nace para los trabajos, como las chispas se remontan para volar.
8 Ciertamente yo buscaría á Dios, Y depositaría en él mis negocios: Yo empero acudiría a Dios, y al Altísimo encomendaría mi causa;
9 El cual hace cosas grandes é inescrutables, Y maravillas que no tienen cuento: el cual hace cosas grandes e inescrutables, maravillas que no tienen cuento:
10 Que da la lluvia sobre la haz de la tierra, Y envía las aguas por los campos: que da lluvia sobre la faz de la tierra, y envía las aguas sobre la haz de los campos;
11 Que pone los humildes en altura, Y los enlutados son levantados á salud: para poner en alto a los humildes; y así los que lloran son ensalzados a lugar seguro:
12 Que frustra los pensamientos de los astutos, Para que sus manos no hagan nada: que frustra las maquinaciones de los astutos, de modo que sus manos no puedan efectuar su empresa:
13 Que prende á los sabios en la astucia de ellos, Y el consejo de los perversos es entontecido; que prende a los sabios en su misma astucia, de manera que el consejo de los arteros se precipita;
14 De día se topan con tinieblas, Y en mitad del día andan á tientas como de noche: de día tropiezan con tinieblas, y, como de noche, andan a tientas al mediodía.
15 Y libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, Y de la mano violenta; Así salva al perseguido de la espada de su boca, y al pobre, de la mano del poderoso;
16 Pues es esperanza al menesteroso, Y la iniquidad cerrará su boca. de modo que tiene esperanza el débil, y la injusticia cierra su boca.
17 He aquí, bienaventurado es el hombre á quien Dios castiga: Por tanto no menosprecies la corrección del Todopoderoso. He aquí, dichoso es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies pues la corrección del Omnipotente:
18 Porque él es el que hace la llaga, y él la vendará: Él hiere, y sus manos curan. porque él hace la llaga, y él la venda; él hiere, y sus manos sanan.
19 En seis tribulaciones te librará, Y en la séptima no te tocará el mal. En seis apuros te salvará, y en siete ningún mal te tocará.
20 En el hambre te redimirá de la muerte, Y en la guerra de las manos de la espada. En el hambre, te redimirá de la muerte, y en la guerra, del poder de la espada.
21 Del azote de la lengua serás encubierto; Ni temerás de la destrucción cuando viniere. Del azote de la lengua estarás a cubierto, y no temerás la destrucción cuando viniere.
22 De la destrucción y del hambre te reirás, Y no temerás de las bestias del campo: Te reirás de la destrucción y de la carestía, y de las fieras de la tierra no tendrás temor.
23 Pues aun con las piedras del campo tendrás tu concierto, Y las bestias del campo te serán pacíficas. Porque con las piedras del campo tendrás tu pacto, y las fieras del campo estarán en paz contigo.
24 Y sabrás que hay paz en tu tienda; Y visitarás tu morada, y no pecarás. Y conocerás que hay paz en tu morada; visitarás también tus apriscos, y no echarás de menos nada.
25 Asimismo echarás de ver que tu simiente es mucha, Y tu prole como la hierba de la tierra. Y conocerás que es numeroso tu linaje, y tu descendencia como la hierba de la tierra.
26 Y vendrás en la vejez á la sepultura, Como el montón de trigo que se coge á su tiempo. Llegarás al sepulcro en cumplida edad, como la gavilla de trigo que se recoje a su tiempo.
27 He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: Óyelo, y juzga tú para contigo. He aquí, esto lo hemos averiguado, y así es; óyelo, y conócelo lo tú para tu provecho.
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