Biblia paralela

# Reina-Valera revisada 1909 close Moderna 1929 close
1 ÉSTAS son las palabras que habló Moisés á todo Israel de esta parte del Jordán en el desierto, en el llano delante del mar Bermejo, entre Parán, y Thopel, y Labán, y Haseroth, y Dizahab. ESTAS son las palabras que habló Moisés a todo Israel de este lado del Jordán, en el desierto, en el Arabá, al extremo opuesto al Mar Rojo, entre Parán, y Tofel, y Labán, y Hazerot, y Di-zahab.
2 Once jornadas hay desde Horeb, camino del monte de Seir, hasta Cades-barnea. Once días de viaje hay de Horeb, camino de la serranía de Seir, hasta Cades-barnea.
3 Y fué, que á los cuarenta años, en el mes undécimo, al primero del mes, Moisés habló á los hijos de Israel conforme á todas las cosas que Jehová le había mandado acerca de ellos; Y aconteció a fines de los cuarenta años, en el mes undécimo, el primero del mes, que habló Moisés á los hijos de Israel conforme a todo lo que le había mandado Jehová acerca de ellos;
4 Después que hirió á Sehón rey de los Amorrheos, que habitaba en Hesbón, y á Og rey de Basán, que habitaba en Astarot en Edrei: después que hubo herido a Sehón, rey amorreo, que habitaba en Hesbón, y a Og, rey de Basán, que habitaba en Asterot, en Edrei.
5 De esta parte del Jordán, en tierra de Moab, resolvió Moisés declarar esta ley, diciendo: De este lado del Jordán, pues, en la tierra de Moab, encargóse Moisés de explicar esta ley, diciendo:
6 Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Harto habéis estado en este monte; Jehová, nuestro Dios, nos habló en Horeb, diciendo: Bastante tiempo habéis permanecido en este monte:
7 Volveos, partíos é id al monte del Amorrheo, y á todas sus comarcas, en el llano, en el monte, y en los valles, y al mediodía, y á la costa de la mar, á la tierra del Cananeo, y el Líbano, hasta el gran río, el río Éufrates. volveos, y alzad el campamento, y marchad a la serranía de los Amorreos y a todos los lugares vecinos, situados en el Arabá, en la Serranía, en la Sefela, en el Mediodía, y en la ribera del mar, tierra del Cananeo; y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.
8 Mirad, yo he dado la tierra en vuestra presencia; entrad y poseed la tierra que Jehová juró á vuestros padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les daría á ellos y á su simiente después de ellos. Ved que pongo delante de vosotros la tierra; entrad, poseed la tierra que juró Jehová a vuestros padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob, que se la daría a ellos y a su descendencia después de ellos.
9 Y yo os hablé entonces, diciendo: Yo no puedo llevaros solo: Y os hablé en aquel tiempo, diciendo: No puedo yo solo llevar la carga de vosotros.
10 Jehová vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí sois hoy vosotros como las estrellas del cielo en multitud. Jehová vuestro Dios os ha hecho muy numerosos; y heos aquí el día de hoy como las estrellas del cielo en multitud.
11 ¡Jehová Dios de vuestros padres añada sobre vosotros como sois mil veces, y os bendiga, como os ha prometido! ¡Jehová el Dios de vuestros padres, os haga mil veces más numerosos de lo que sois y os bendiga, según os ha prometido!
12 ¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias, vuestras cargas, y vuestros pleitos? Mas ¿cómo he de sobrellevar yo solo vuestra molestia y vuestra carga y vuestra contención?
13 Dad me de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes. Dadme de vuestra parte hombres sabios y entendidos y conocidos de vuestras tribus, a quienes yo ponga por caudillos vuestros.
14 Y me respondisteis, y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho. Y me respondisteis: Bueno será que hagamos lo que has dicho.
15 Y tomé los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y púselos por jefes sobre vosotros, jefes de millares, y jefes de cientos, y jefes de cincuenta, y cabos de diez, y gobernadores á vuestras tribus. Tomé pues las cabezas de vuestras tribus, hombres sabios y conocidos, y los puse por caudillos vuestros, jefes de miles, jefes de centenas, jefes de cincuentenas, y jefes de decenas, y por magistrados de vuestras tribus.
16 Y entonces mandé á vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el que le es extranjero. Y mandé a estos vuestros jueces, en ese tiempo, diciendo: Oíd los pleitos entre vuestros hermanos, y juzgad con justicia entre cada uno y su hermano, a su vecino extranjero.
17 No tengáis respeto de personas en el juicio: así al pequeño como al grande oiréis: no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios: y la causa que os fuere difícil, la traeréis á mí, y yo la oiré. No hagáis acepción de personas en el juicio; al pequeño oiréis lo mismo que al grande: no habéis de temer el rostro del hombre, porque el juicio es de Dios; y la causa que fuere demasiado difícil para vosotros, la traeréis a mí, y yo la oiré.
18 Os mandé, pues, en aquel tiempo todo lo que habíais de hacer. Y os mandé en ese tiempo todas las cosas que habíais de hacer.
19 Y partidos de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del monte del Amorrheo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades-barnea. Levantamos el campamento, pues, de Horeb, y anduvimos por todo aquel desierto grande y terrible que visteis en el camino de la serranía de los Amorreos, como nos mandaba Jehová nuestro Dios; y así llegamos a Cades-barnea.
20 Entonces os dije: Llegado habéis al monte del Amorrheo, el cual Jehová nuestro Dios nos da. Entonces os dije: Habéis llegado a la serranía de los Amorreos, que Jehová nuestro Dios nos va a dar.
21 Mira, Jehová tu Dios ha dado delante de ti la tierra: sube y poséela, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes. Mira, oh Israel, que Jehová tu Dios pone delante de tu rostro la tierra: sube, toma posesión, como te ha dicho Jehová, el Dios de tus padres; no temas, ni te amedrentes.
22 Y llegasteis á mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros, que nos reconozcan la tierra y nos traigan de vuelta razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar. Con lo cual os acercasteis a mí, todos vosotros, y dijisteis: Enviemos hombres delante de nosotros, que nos exploren la tierra, y nos vuelvan a traer razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar.
23 Y el dicho me pareció bien: y tomé doce varones de vosotros, un varón por tribu: Y me pareció acertado el consejo; por lo cual tomé de entre vosotros doce hombres, un hombre de cada tribu;
24 Y se encaminaron, y subieron al monte, y llegaron hasta la arroyada de Escol, y reconocieron la tierra. los cuales volvieron el rostro y subieron a la Serranía, y llegaron hasta el torrente de Escol, espiando la tierra.
25 Y tomaron en sus manos del fruto del país, y nos lo trajeron, y diéronnos cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que Jehová nuestro Dios nos da. Y tomaron de las frutas del país en su mano, y bajando de allí, nos las trajeron; también nos trajeron respuesta, diciendo: Buena es la tierra que Jehová nuestro Dios nos da.
26 Empero no quisisteis subir, antes fuisteis rebeldes al dicho de Jehová vuestro Dios; Pero no quisisteis subir; antes os rebelasteis contra el mandamiento de Jehová vuestro Dios,
27 Y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque Jehová nos aborrecía, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en mano del Amorrheo para destruirnos. y murmurasteis en vuestras tiendas, y dijisteis: Por habernos aborrecido Jehová, nos sacó de la tierra de Egipto, a fin de entregarnos en mano de los Amorreos, para destruirnos.
28 ¿Á dónde subimos? Nuestros hermanos han hecho desfallecer nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y muradas hasta el cielo; y también vimos allí hijos de gigantes. ¿A dónde hemos de subir? Nuestros hermanos nos han hecho desmayar el corazón, diciendo: El pueblo es más grande y más alto que nosotros; las ciudades grandes e inexpugnables, amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de los Anaceos.
29 Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de ellos. Entonces yo os dije: No os aterréis, ni tengáis miedo de ellos.
30 Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme á todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos; Jehová vuestro Dios es el que va delante de vosotros; él peleará por vosotros, en conformidad con todo lo que hizo por vosotros en Egipto, ante vuestros mismos ojos;
31 Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre á su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta que habéis venido á este lugar. y también en el desierto, donde habéis visto cómo Jehová vuestro Dios os llevó, cual lleva un hombre a su propio hijo, en todo el camino que anduvisteis hasta vuestra llegada a este lugar.
32 Y aun con esto no creísteis en Jehová vuestro Dios, Pero en este asunto no fuisteis fieles a Jehová vuestro Dios,
33 El cual iba delante de vosotros por el camino, para reconoceros el lugar donde habíais de asentar el campo, con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día. que iba delante de vosotros en el camino, a reconoceros lugar donde hubieseis de acampar, en una columna de fuego de noche, para haceros ver el camino por donde hubieseis de andar, y en una nube de día.
34 Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y enojóse, y juró diciendo: Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, e indignóse, y juró, diciendo:
35 No verá hombre alguno de estos de esta mala generación, la buena tierra que juré había de dar á vuestros padres, No verá ni uno solo de los hombres de esta mala generación, la buena tierra que juré dar a vuestros padres;
36 Excepto Caleb hijo de Jephone: él la verá, y á él le daré la tierra que pisó, y á sus hijos; porque cumplió en pos de Jehová. excepto Caleb, hijo de Jefone; él la verá, y le daré la tierra que ha pisado, a él y a sus hijos; por cuanto ha seguido cumplidamente a Jehová:
37 Y también contra mí se airó Jehová por vosotros, diciendo: Tampoco tú entrarás allá: (pues también contra mí airóse Jehová, por vuestra causa, y dijo: Ni tú tampoco entrarás allá);
38 Josué hijo de Nun, que está delante de ti, él entrará allá: anímale; porque él la hará heredar á Israel. y Josué, hijo de Nun, que está en pie delante de ti, él entrará allá. Anímale, porque él la dará en herencia a Israel.
39 Y vuestros chiquitos, de los cuales dijisteis serán por presa, y vuestros hijos que no saben hoy bueno ni malo, ellos entrarán allá, y á ellos la daré, y ellos la heredarán. Y vuestros niños, de quienes dijisteis que iban a ser una presa, y vuestros hijitos que no conocen en el día ni bien ni mal, ellos entrarán allá; porque a ellos la daré, y ellos la tomarán en posesión.
40 Y vosotros volveos, y partíos al desierto camino del mar Bermejo. Vosotros empero, volveos y emprended la marcha para el desierto, camino del Mar Rojo.
41 Entonces respondisteis y me dijisteis: Pecado hemos contra Jehová; nosotros subiremos y pelearemos, conforme á todo lo que Jehová nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno de sus armas de guerra, y os apercibisteis para subir al monte. Entonces respondiéndome dijisteis: Hemos pecado contra Jehová; nosotros ciertamente subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová nuestro Dios nos tiene mandado. Y os ceñisteis cada cual sus armas de guerra, y os aprontasteis para subir temerariamente a la Serranía.
42 Y Jehová me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; porque no seáis heridos delante de vuestros enemigos. Mas Jehová me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, que yo no estoy en medio de vosotros; no suceda que seáis heridos delante de vuestros enemigos.
43 Y os hablé, y no disteis oído; antes fuisteis rebeldes al dicho de Jehová, y persistiendo con altivez, subisteis al monte. Y yo os hablé, pero no escuchasteis, sino que os rebelasteis contra el mandamiento de Jehová, y, llenos de presunción, subisteis a la Serranía.
44 Y salió el Amorrheo, que habitaba en aquel monte, á vuestro encuentro, y os persiguieron, como hacen las avispas, y os derrotaron en Seir, persiguiéndoos hasta Horma. Entonces los Amorreos, que habitan en aquella serranía, salieron a encontraros; y os persiguieron, como suelen hacer las abejas, y os derrotaron en Seir, hasta Horma.
45 Y volvisteis, y llorasteis delante de Jehová; pero Jehová no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído. Después os volvisteis y llorasteis delante de Jehová; pero Jehová no oyó vuestra voz, ni os prestó oídos.
46 Y estuvisteis en Cades por muchos días, como en los días que habéis estado. Y habitasteis en Cades muchos días, según el número de los días que habitasteis allí.
navigate_before Números 36 Deuteronomio 2 navigate_next
arrow_upward Arriba