Biblia paralela

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1 Y VOLVIMOS, y partímonos al desierto camino del mar Bermejo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir por muchos días. VOLVIMOS entonces el rostro, y emprendimos marcha para el desierto, camino del Mar Rojo, como me había mandado Jehová. Y dimos la vuelta a la serranía de Seir muchos días.
2 Y Jehová me habló, diciendo: Mas cumplidos los cuarenta años, me dijo Jehová:
3 Harto habéis rodeado este monte; volveos al aquilón. Bastante habéis ido rodeando esta serranía; volveos hacia el norte;
4 Y manda al pueblo, diciendo: Pasando vosotros por el término de vuestros hermanos los hijos de Esaú, que habitan en Seir, ellos tendrán miedo de vosotros; mas vosotros guardaos mucho: y manda al pueblo, diciendo: Vosotros vais a pasar por el territorio de vuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitan en Seir; y ellos tendrán recelo de vosotros; guardaos pues mucho.
5 No os metáis con ellos; que no os daré de su tierra ni aun la holladura de la planta de un pie; porque yo he dado por heredad á Esaú el monte de Seir. No contendáis con ellos; que no os daré de la tierra de ellos ni siquiera la huella de un pie; porque herencia es de Esaú, a quien he dado la serranía de Seir.
6 Compraréis de ellos por dinero las viandas, y comeréis; y también compraréis de ellos el agua, y beberéis: Las vituallas compraréis de ellos por dinero para que comáis, y también el agua compraréis de ellos por dinero para que bebáis.
7 Pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos: él sabe que andas por este gran desierto: estos cuarenta años Jehová tu Dios fué contigo; y ninguna cosa te ha faltado. Porque Jehová tu Dios te ha bendecido, oh Israel, en toda obra de tus manos: pues él se ha hecho cargo de tu viaje por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y ninguna cosa te ha hecho falta.
8 Y pasamos de nuestros hermanos los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, por el camino de la llanura de Elath y de Ezión-geber. Y volvimos, y pasamos camino del desierto de Moab. Así pasamos de largo a nuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitan en Seir, por el camino del Arabá, desde Elat y desde Ezión-geber.
Entonces cambiamos de rumbo, y pasamos adelante, camino del desierto de Moab.
9 Y Jehová me dijo: No molestes á Moab, ni te empeñes con ellos en guerra, que no te daré posesión de su tierra; porque yo he dado á Ar por heredad á los hijos de Lot. Y me dijo Jehová: No hostilicéis a los Moabitas, ni contendáis con ellos en guerra; que no os daré en la tierra de ellos posesión alguna; porque a los hijos de Lot he dado Ar por posesión suya.
10 (Los Emimeos habitaron en ella antes, pueblo grande, y numeroso, y alto como gigantes: (Los Emitas antes habitaban allí; pueblo grande y numeroso, y de alta talla como los Anaceos.
11 Por gigantes eran ellos también contados, como los Anaceos; y los Moabitas los llaman Emimeos. Por gigantes fueron reputados también ellos, así como los Anaceos; pero los Moabitas los llaman Emitas.
12 Y en Seir habitaron antes los Horeos, á los cuales echaron los hijos de Esaú; y los destruyeron de delante de sí, y moraron en lugar de ellos; como hizo Israel en la tierra de su posesión que les dió Jehová.) También en Seir habitaban los Horeos de antaño; mas los hijos de Esaú los desposeyeron, y los destruyeron delante de sí, y habitaron en su lugar; así como hizo Israel con su herencia, que Jehová les dió.)
13 Levantaos ahora, y pasad el arroyo de Zered. Y pasamos el arroyo de Zered. Ahora pues levantaos, y pasad el torrente de Zared. Y en efecto, pasamos el torrente de Zared.
14 Y los días que anduvimos de Cades-barnea hasta que pasamos el arroyo de Zered, fueron treinta y ocho años; hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campo, como Jehová les había jurado. Y el tiempo que ocupamos desde Cades-barnea hasta que pasamos el torrente de Zared, fué treinta ocho años, hasta que toda aquella generación de hombres de guerra fué consumida de en medio del campamento, según les había jurado Jehová.
15 Y también la mano de Jehová fué sobre ellos para destruirlos de en medio del campo, hasta acabarlos. Además, la mano de Jehová fué contra ellos, para exterminarlos de en medio del campamento, hasta que hubiese acabado con ellos.
16 Y aconteció que cuando se hubieron acabado de morir todos los hombres de guerra de entre el pueblo, Y sucedió que cuando ya hubieron acabado de morir todos aquellos hombres de guerra de entre el pueblo,
17 Jehová me habló, diciendo: me habló Jehová, diciendo:
18 Tú pasarás hoy el término de Moab, á Ar, Vas a pasar hoy por el territorio de Moab, junto a Ar,
19 Y te acercarás delante de los hijos de Ammón: no los molestes, ni te metas con ellos; porque no te tengo de dar posesión de la tierra de los hijos de Ammón; que á los hijos de Lot la he dado por heredad. y llegarás frente a los hijos de Ammón. No los hostilicéis, ni contendáis con ellos; porque no os daré en la tierra de los hijos de Ammón posesión alguna; pues que a los hijos de Lot la he dado en posesión.
20 (Por tierra de gigantes fué también ella tenida: habitaron en ella gigantes en otro tiempo, á los cuales los Ammonitas llamaban Zomzommeos; (Tierra de gigantes fué reputada también ésta. De antaño los Refaítas habitaban en ella, y los Ammonitas los llaman Zomzomeos;
21 Pueblo grande, y numeroso, y alto, como los Anaceos; á los cuales Jehová destruyó de delante de los Ammonitas, quienes les sucedieron, y habitaron en su lugar: pueblo grande y numeroso, y de alta talla como los Anaceos; pero Jehová los destruyó delante de ellos, de manera que los desposeyeron, y habitaron en su lugar.
22 Como hizo con los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, de delante de los cuales destruyó á los Horeos; y ellos les sucedieron, y habitaron en su lugar hasta hoy. Del mismo modo que hizo Jehová a favor de los hijos de Esaú que habitan en Seir; pues destruyó a los Horeos delante de ellos, de manera que los desposeyeron, y habitan en su lugar hasta el día de hoy.
23 Y á los Heveos que habitaban en Haserin hasta Gaza, los Caftoreos que salieron de Caftor los destruyeron, y habitaron en su lugar.) Como sucedió también a los Aveos que habitaban en aldeas hasta Gaza, a quienes los Caftoreos, procedentes de Caftor, los destruyeron, y habitaron en su lugar.)
24 Levantaos, partid, y pasad el arroyo de Arnón: he aquí he dado en tu mano á Sehón rey de Hesbón, Amorrheo, y á su tierra: comienza á tomar posesión, y empéñate con él en guerra. Levantaos pues, alzad el campamento, y pasad el torrente de Arnón. Mira, oh Israel, que he puesto en tu mano a Sehón amorreo, rey de Hesbón, a él y su tierra: comienza a desposeerle, y contiende con él en batalla.
25 Hoy comenzaré á poner tu miedo y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán, y angustiarse han delante de ti. Hoy comenzaré a imponer el miedo de ti y tu terror sobre los pueblos que están debajo de todos los cielos, los cuales oirán tu fama, y temblarán, y se angustiarán, a causa de ti.
26 Y envié mensajeros desde el desierto de Cademoth á Sehón rey de Hesbón, con palabras de paz, diciendo: Envié pues mensajeros desde el desierto de Quedemot a Sehón, rey de Hesbón, con palabras de paz, diciendo:
27 Pasaré por tu tierra por el camino: por el camino iré, sin apartarme á diestra ni á siniestra: Quiero pasar por tu tierra; tan sólo por el camino andaré, sin apartarme a diestra ni a siniestra.
28 La comida me venderás por dinero y comeré: el agua también me darás por dinero, y beberé: solamente pasaré á pie; Las vituallas me las venderás por dinero para que coma, y el agua me la darás por dinero para que beba; solamente quiero pasar a pie:
29 Como lo hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitaban en Seir, y los Moabitas que habitaban en Ar; hasta que pase el Jordán á la tierra que nos da Jehová nuestro Dios. (como hicieron conmigo los hijos de Esaú, que habitan en Seir, y los Moabitas que habitan en Ar), hasta que haya pasado por el jordán a la tierra que Jehová nuestro Dios nos va a dar.
30 Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hoy. Mas no quiso Sehón, rey de Hesbón, dejarnos pasar junto a sí, porque Jehová tu Dios endureció su espíritu e hizo obstinado su corazón, para entregarle en tu mano, como se ve el día de hoy.
31 Y díjome Jehová: He aquí yo he comenzado á dar delante de ti á Sehón y á su tierra; comienza á tomar posesión, para que heredes su tierra. Entonces me dijo Jehová: Mira que he comenzado a poner delante de tí a Sehón y su tierra; comienza pues a desposeerle, para posesionarte de su tierra.
32 Y saliónos Sehón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Jaas. En efecto, salió Sehón a nuestro encuentro, él y todo su pueblo, a librar batalla en Jahaz.
33 Mas Jehová nuestro Dios lo entregó delante de nosotros; y herimos á él y á sus hijos, y á todo su pueblo. Y entrególe Jehová nuestro Dios delante de nosotros; y le herimos a él y a sus hijos y a todo su pueblo.
34 Y tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, y mujeres, y niños; no dejamos ninguno: Y tomamos todas sus ciudades en aquel tiempo, y destruímos totalmente en cada ciudad hombres, mujeres y niños; no dejamos quien escapase:
35 Solamente tomamos para nosotros las bestias, y los despojos de las ciudades que habíamos tomado. solamente las bestias tomamos por despojo, con el botín de las ciudades que habíamos tomado.
36 Desde Aroer, que está junto á la ribera del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en el arroyo, hasta Galaad, no hubo ciudad que escapase de nosotros: todas las entregó Jehová nuestro Dios en nuestro poder. Desde Aroer, que está sobre la ribera del torrente de Arnón, y la ciudad que está en medio del valle adyacente, hasta Galaad; no hubo ciudad amurallada que fuese demasiado fuerte para nosotros; todas ellas las entregó Jehová nuestro Dios delante de nosotros:
37 Solamente á la tierra de los hijos de Ammón no llegaste, ni á todo lo que está á la orilla del arroyo de Jaboc ni á las ciudades del monte, ni á lugar alguno que Jehová nuestro Dios había prohibido. tan solo a la tierra de los hijos de Ammón no te acercaste, ni a banda alguna del torrente de Jaboc; ni a las ciudades de la serranía, ni a ninguna parte que Jehová nuestro Dios nos tenía vedada.
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