Biblia paralela

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1 AHORA pues, oh Israel, oye los estatutos y derechos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis, y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres te da. AHORA pues, oh Israel, escucha los estatutos y las leyes que os enseño, a fin de observarlos; para que viváis, y entréis a heredar la tierra que Jehová vuestro Dios os da.
2 No añadiréis á la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno. No añadiréis a la palabra que os prescribo, ni quitaréis nada de ella; para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que os ordeno.
3 Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor; que á todo hombre que fué en pos de Baal-peor destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti. Vuestros mismos ojos han visto lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor; pues que a todos los hombres que siguieron a Baal-peor, los ha destruído Jehová vuestro Dios de en medio de vosotros;
4 Mas vosotros que os allegasteis á Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy. mas vosotros que os adheristeis a Jehová vuestro Dios, estáis todos vivos hoy.
5 Mirad, yo os he enseñado estatutos y derechos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para poseerla. Ved que os enseño estatutos y leyes, así como me mandó Jehová mi Dios, para que los practiquéis en medio de la tierra adonde vais para poseerla.
6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra: porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es ésta. Los guardaréis pues para cumplirlos; porque en esto consistirá vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a la vista de las naciones; las cuales oirán hablar de todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido es esta gran nación.
7 Porque ¿qué gente grande hay que tenga los dioses cercanos á sí, como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? ¿Porque qué nación hay tan grande, que tenga dioses tan cercanos a sí, como lo está Jehová nuestro Dios, siempre que nosotros le invoquemos?
8 Y ¿qué gente grande hay que tenga estatutos y derechos justos, como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? ¿Y qué nación tan grande, que tenga estatutos y leyes tan justos, como toda esta ley que os pongo delante hoy?
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida: y enseñarlas has á tus hijos, y á los hijos de tus hijos; Esto empero, que te guardes a ti mismo, oh Israel, y que guardes tu alma mucho, no sea que te olvides del las cosas que han visto tus mismos ojos, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, hazlas saber a tus hijos, y a los hijos de tus hijos:
10 El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Júntame el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra: y las enseñarán á sus hijos; especialmente aquello del día en que te presentaste delante de Jehová tu Dios en Horeb, habiéndome dicho Jehová: Júntame al pueblo para que yo le haga oír mis palabras, las que aprenderán, para que me teman todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñen a sus hijos.
11 Y os llegasteis, y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube, y oscuridad. Os acercasteis, pues, y estuvisteis al pie del monte; y el monte se abrasaba en fuego hasta el centro de los cielos, en medio de oscuridad, y nube, y densas tinieblas.
12 Y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego: oísteis la voz de sus palabras, mas á excepción de oír la voz, ninguna figura visteis: Y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; una Voz que hablaba oísteis, mas no visteis figura alguna; tan sólo una voz fué oída.
13 Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra, las diez palabras; y escribiólas en dos tablas de piedra. Y él mismo os anunció su pacto, el cual os mandó observar, es a saber, los Diez mandamientos; y los escribió sobre dos tablas de piedra.
14 Á mí también me mandó Jehová entonces enseñaros los estatutos y derechos, para que los pusieseis por obra en la tierra á la cual pasáis para poseerla. Y Jehová me mandó en ese tiempo que os enseñase estatutos y leyes, para que los practicaseis en la tierra adonde vais a pasar para heredarla.
15 Guardad pues mucho vuestras almas: pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego: Guardad pues escrupulosamente vuestras almas; porque no visteis figura alguna el día que habló Jehová con vosotros en Horeb, de en medio del fuego;
16 Porque no os corrompáis, y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón ó hembra, no sea que os corrompáis, y hagáis para vosotros escultura a semejanza de cualquiera figura, forma de hombre o de mujer;
17 Figura de algún animal que sea en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, o forma de bestia alguna que haya en la tierra; forma de ave alguna que vuele por el aire;
18 Figura de ningún animal que vaya arrastrando por la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra: forma de reptil alguno que se arrastre sobre el suelo; forma de pez alguno que nade en las aguas debajo de la tierra:
19 Y porque alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, no seas incitado, y te inclines á ellos, y les sirvas; que Jehová tu Dios los ha concedido á todos los pueblos debajo de todos los cielos. o no sea que alces los ojos a los cielos, y veas el sol, y la luna, y las estrellas, con todo el ejército de los cielos, y seas impulsado a postrarte ante ellos y darles culto; cosas que Jehová tu Dios ha dado como porción suya a todas las naciones debajo de todos los cielos.
20 Empero á vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que le seáis por pueblo de heredad como en este día. A vosotros empero os ha tomado Jehová, y os ha sacado de aquel horno de hierro, Egipto, para que seáis su pueblo de herencia, como hoy se ve.
21 Y Jehová se enojó contra mí sobre vuestros negocios, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad. Y Jehová se enojó contra mí por causa vuestra, y juró que yo no había de pasar el Jordán, ni de entrar en aquella buena tierra que Jehová tu Dios te va a dar en posesión.
22 Así que yo voy á morir en esta tierra; y no paso el Jordán: mas vosotros pasaréis, y poseeréis aquella buena tierra. Por lo cual he de morir en esta tierra; yo no puedo pasar el Jordán. Vosotros empero lo pasaréis, y heredaréis aquella buena tierra.
23 Guardaos no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y os hagáis escultura ó imagen de cualquier cosa, que Jehová tu Dios te ha vedado. Guardaos pues, no sea que olvidéis el pacto de Jehová vuestro Dios, que él tiene hecho con vosotros, y os hagáis escultura alguna, a semejanza de cualquiera cosa que te ha vedado Jehová tu Dios.
24 Porque Jehová tu Dios es fuego que consume, Dios celoso. Porque Jehová tu Dios es un fuego devorador, Dios celoso es.
25 Cuando hubiereis engendrado hijos y nietos, y hubiereis envejecido en la tierra, y os corrompiereis, é hiciereis escultura ó imagen de cualquier cosa, é hiciereis mal en ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; Cuando hubiereis engendrado hijos e hijos de hijos, y hubiereis estado largo tiempo en la tierra, y os corrompiereis, e hiciereis esculturas a semejanza de cualquiera cosa, haciendo lo que es malo a los ojos de Jehová vuestro Dios, para provocarle a ira,
26 Yo pongo hoy por testigos al cielo y á la tierra, que presto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para poseerla: no estaréis en ella largos días sin que seáis destruídos. pongo hoy por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que infaliblemente pereceréis en breve de sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para poseerla; no prolongaréis los días en ella, sino que seréis del todo destruídos.
27 Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las gentes á las cuales os llevará Jehová: Y os esparcirá Jehová entre las naciones, y quedaréis pocos en número entre las naciones adonde os llevará Jehová.
28 Y serviréis allí á dioses hechos de manos de hombres, á madera y á piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. Y serviréis allí a dioses que son obra de manos de hombres, dioses de palo y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.
29 Mas si desde allí buscares á Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. Empero buscarás de allí, oh Israel, a Jehová tu Dios, y le hallarás, si acudieres a él con todo tu corazón, y con toda tu alma.
30 Cuando estuviereis en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres á Jehová tu Dios, y oyeres su voz; Cuando te vieres en angustia, y te sobrevinieren todas estas cosas en los días venideros, entonces te has de volver a Jehová tu Dios, y escucharás su voz;
31 Porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto de tus padres que les juró. que Dios misericordioso es Jehová tu Dios, no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto de tus padres, el cual les tiene jurado.
32 Porque pregunta ahora de los tiempos pasados, que han sido antes de ti, desde el día que crió Dios al hombre sobre la tierra, y desde el un cabo del cielo al otro, si se ha hecho cosa semejante á esta gran cosa, ó se haya oído otra como ella. Pues infórmate, si quieres, de los primeros tiempos, que eran antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra, y desde un cabo de los cielos hasta el otro cabo de los cielos, si alguna vez ha habido cosa parecida a esta gran cosa, o si se ha oído hablar de otra parecida a ésta.
33 ¿Ha oído pueblo la voz de Dios, que hablase de en medio del fuego, como tú la has oído, y vivido? ¿Pueblo alguno por ventura ha oído jamás la voz de Dios hablando de en medio del fuego, como tú la oíste, y ha vivido?
34 ¿Ó ha Dios probado á venir á tomar para sí gente de en medio de otra gente, con pruebas, con señales, con milagros, y con guerra, y mano fuerte, y brazo extendido, y grandes espantos, según todas las cosas que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos? ¿O ha intentado dios alguno ir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, y con maravillas, y con guerra, y con mano fuerte, y con brazo extendido, y con terrores estupendos, como todo lo que Jehová tu Dios hizo por ti en Egipto, ante tus mismos ojos?
35 Á ti te fué mostrado, para que supieses que Jehová él es Dios; no hay más fuera de él. A ti te fué mostrado esto, para que supieses que Jehová solo es Dios; ningún otro hay fuera de él.
36 De los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte: y sobre la tierra te mostró su gran fuego: y has oído sus palabras de en medio del fuego. Desde los cielos te hizo oír su voz, para corregirte; y sobre la tierra te hizo ver su gran fuego, y sus palabras has oído de en medio del fuego.
37 Y por cuanto él amó á tus padres, escogió su simiente después de ellos, y sacóte delante de sí de Egipto con su gran poder; También por cuanto amó a tus padres, por tanto escogió su simiente después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia, con gran poder;
38 Para echar de delante de ti gentes grandes y más fuertes que tú, y para introducirte, y darte su tierra por heredad, como hoy. para desposeer delante de ti naciones más grandes y más fuertes que tú, a fin de hacerte entrar y darte en herencia la tierra de ellos, como hoy se ve.
39 Aprende pues hoy, y reduce á tu corazón que Jehová él es el Dios arriba en el cielo, y abajo sobre la tierra; no hay otro. Entiende esto pues hoy, y recapacítalo en tu corazón, que sólo Jehová es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro alguno.
40 Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, que yo te mando hoy, para que te vaya bien á ti y á tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre. Por tanto guarda sus estatutos y sus mandamientos, que yo te ordeno hoy, para que te vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti; y para que se te prolonguen los días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da, para siempre.
41 Entonces apartó Moisés tres ciudades de esta parte del Jordán al nacimiento del sol, (Entonces Moisés hizo separar tres ciudades de éste lado del Jordán, hacia el nacimiento del sol,
42 Para que huyese allí el homicida que matase á su prójimo por yerro, sin haber tenido enemistad con él desde ayer ni antes de ayer; y que huyendo á una de estas ciudades salvara la vida: para que huyera allí el homicida que matare a su prójimo sin intento, y que no le odiaba antes, y para que huyendo a una de dichas ciudades, viva;
43 Á Beser en el desierto, en tierra de la llanura, de los Rubenitas; y á Ramoth en Galaad, de los Gaditas; y á Golán en Basán, de los de Manasés. a saber, Bezer en el desierto, en la tierra de la Mesa, para los Rubenitas; y Ramot en Galaad para los Gaditas; y Golán, en el Basán, para Manasés.)
44 Esta, pues, es la ley que Moisés propuso delante de los hijos de Israel. Esta es pues la ley que Moisés puso delante de los hijos de Israel.
45 Éstos son los testimonios, y los estatutos, y los derechos, que Moisés notificó á los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto; Estos son los testimonios y los estatutos y las leyes que habló Moisés a los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto;
46 De esta parte del Jordán, en el valle delante de Beth-peor, en la tierra de Sehón rey de los Amorrheos, que habitaba en Hesbón, al cual hirió Moisés con los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto: de ésta parte del Jordán, en el valle frente a Bet-peor, en la tierra de Sehón, rey amorreo, que habitaba en Hesbón; a quien hirieron Moisés y los hijos de Israel, después que hubieron salido de Egipto.
47 Y poseyeron su tierra, y la tierra de Og rey de Basán; dos reyes de los Amorrheos que estaban de esta parte del Jordán, al nacimiento del sol: Y se posesionaron de su tierra, y de la tierra de Og, rey de Basán, (dos reyes de los Amorreos que había de ésta parte del Jordán, hacia donde nace el sol),
48 Desde Aroer, que está junto á la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sión, que es Hermón; desde Aroer, que está sobre la ribera del torrente de Arnón, hasta el monte Siyón, (el cual es Hermón);
49 Y toda la llanura de esta parte del Jordán, al oriente, hasta la mar del llano, las vertientes de las aguas abajo del Pisga. y todo el Arabá, más acá del Jordán, hacia el oriente, y hasta el Mar del Arabá, al pie de las vertientes del Pisga.
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