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Nuevo Testamento

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Apocalipsis 21

Visualización :

Séptima visión: el cielo nuevo y la tierra nueva
Isaías 65:17-19; Romanos 8:17-18; 2 Pedro 3:13-14

1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado, y ya no existía el mar. 2 Y vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, desde Dios, preparada como una novia engalanada para su esposo. 3 Y oí una gran voz del trono, que decía: ¡He aquí el tabernáculo de Dios está con los hombres, y habitará con ellos, y ellos serán su pueblo, y él será Dios de ellos! 4 Y enjugará toda lágrima de sus ojos; y ya no existirá la muerte, ni duelo, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. 5 Y el que estaba sentado sobre el trono dijo: ¡He aquí hago nuevas todas las cosas! Y dijo: ¡Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas! 6 Y me dijo: ¡Hecho está! Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al que tenga sed, le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7 El que venza heredará estas cosas; y yo seré su Dios, y el será mi hijo. 8 Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte.

La nueva Jerusalén, la esposa del Cordero
Isaías 60; Ezequiel 48:30-35; Hebreos 11:10, 16

9 Y vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete últimas plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero. 10 Y me llevó en espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la santa ciudad, Jerusalén, que descendía del cielo, desde Dios, 11 teniendo la gloria de Dios; su luz era semejante a una piedra muy valiosa, como una piedra de jaspe, cristalina. 12 Tenía un muro grande y alto, y tenía doce puertas, y en las puertas doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. 13 Al oriente tenía tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y al oeste tres puertas. 14 El muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero. 15 Y el que hablaba conmigo tenía por medida una caña de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. 16 La ciudad es cuadrada, y su longitud es igual a su anchura. Y midió la ciudad con la caña, doce mil estadios. La longitud, la anchura y la altura son iguales. 17 Midió su muro: ciento cuarenta y cuatro codos; medida de hombre, que es de ángel. 18 Y el material de su muro era de jaspe; y la ciudad era oro puro, semejante a vidrio puro. 19 Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda; 20 el quinto, sardónica; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. 21 Y las doce puertas eran doce perlas; cada puerta era de una sola perla; y la plaza de la ciudad era de oro puro, como vidrio transparente. 22 Y no vi templo en ella; porque su templo es el Señor° Dios Todopoderoso, y el Cordero. 23 Y la ciudad no tiene necesidad del sol ni de la luna, para que la iluminen; porque la gloria de Dios la iluminó, y su lámpara es el Cordero. 24 Las naciones andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán a ella su gloria. 25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche; 26 y llevarán a ella la gloria y la honra de las naciones. 27 Y jamás entrará en ella cosa inmunda, ni el que hace abominación y diga mentira; sino solo los que han sido escritos en el libro de la vida del Cordero.

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