Apocalipsis 16
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¡Derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios!
Éxodo 7 al 10
1 Y oí una gran voz procedente del templo, que decía a los siete ángeles: ¡Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios! 2 Y salió el primero, y derramó su copa sobre la tierra; y sobrevino una úlcera maligna y dolorosa sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen. 3 Y el segundo derramó su copa sobre el mar, y se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar. 4 Y el tercero derramó su copa sobre los ríos y las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. 5 Y oí decir al ángel de las aguas: ¡Justo eres, tú que eres y que eras, el santo, porque has juzgado estas cosas! 6 Porque derramaron la sangre de santos y de profetas; tú también les has dado a beber sangre; porque lo merecen. 7 Y oí decir desde el altar: ¡Sí, Señor° Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son tus juicios! 8 Y el cuarto derramó su copa sobre el sol; y le fue dado quemar a los hombres con fuego. 9 Y fueron quemados los hombres con gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas; y no se arrepintieron para darle gloria. 10 Y el quinto derramó su copa sobre el trono de la bestia; y fue oscurecido su reino; y se mordían de dolor la lengua, 11 y blasfemaban al Dios del cielo, a causa de los dolores y de las úlceras; y no se arrepintieron de sus obras. 12 Y el sexto derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y su agua se secó, para que el camino de los reyes de oriente fuese preparado. 13 Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos, como ranas; 14 porque son espíritus de demonios que hacen prodigios; los cuales van hacia los reyes de toda la tierra habitada, a fin de reunirlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso. 15 (Mira que vengo como un ladrón. Dichoso el que vela y guarda sus ropas; para que no ande desnudo y vean su vergüenza). 16 Y los reunieron en el lugar llamado en hebreo Armagedón. 17 Y el séptimo derramó su copa en el aire; y salió una gran voz del templo, desde el trono, diciendo: ¡Hecho está! 18 Y hubo relámpagos, voces, truenos y un gran terremoto; terremoto fuerte y violento como jamás lo hubo desde que el hombre está sobre la tierra. 19 Y la gran ciudad se dividió en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios, para darle la copa del vino del ardor de su ira. 20 Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. 21 Y cayó sobre los hombres un gran granizo, como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios a causa del granizo; porque su plaga fue demasiado grande.