2 Corintios 1
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Saludos
Hechos 19:23; Gálatas 1:1-5; Filipenses 1:27-30; Colosenses 1:1-8; 2 Timoteo 2:8-12
1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya: 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Participar en los sufrimientos y las consolaciones
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación; 4 quien nos consuela en toda nuestra aflicción, para que podamos nosotros consolar a los que están en cualquier aflicción, por medio de la consolación con que nosotros mismos somos consolados por Dios. 5 Pues, así como abundan los padecimientos de Cristo en nosotros, así abunda también nuestra consolación por medio de Cristo. 6 ¿Somos afligidos? Es para vuestra consolación y salvación; ¿somos consolados? Es para vuestra consolación, la cual actúa en soportar con paciencia los mismos padecimientos que sufrimos también nosotros. 7 Y nuestra esperanza en lo que a vosotros se refiere es firme; sabiendo que como sois copartícipes de los padecimientos, así también de la consolación. 8 Porque no queremos que ignoréis, hermanos, acerca de la aflicción que [nos] sucedió en Asia; que fuimos abrumados más allá de nuestras fuerzas, hasta el punto de perder la esperanza de salir con vida. 9 Pero teníamos dentro de nosotros mismos la sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; 10 quien de tan terrible muerte nos liberó y nos liberará; en él confiamos que nos siga liberando; 11 cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración; para que muchas personas den gracias por nosotros, por el don dado a nosotros mediante la intercesión de muchos.
Motivaciones y proyectos de Pablo
Pablo aplaza su visita
1 Corintios 4:18-21; 16:5-7; 1 Tesalonicenses 2:3-12
12 Porque esta es nuestra gloria: El testimonio de nuestra conciencia que, con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos comportado en el mundo, y mayormente ante vosotros. 13 Porque no os escribimos otra cosa que la que leéis, que también reconocéis, y espero que hasta el final reconoceréis; 14 como también en parte nos habéis reconocido que somos vuestra gloria, al igual que también vosotros seréis la nuestra, en el día de nuestro Señor Jesús. 15 Y con esta confianza quise ir primero a vosotros, para que tuvieseis una segunda gracia; 16 y pasar por vosotros a Macedonia, y otra vez venir desde Macedonia a vosotros, y ser encaminado por vosotros a Judea. 17 Teniendo este propósito, ¿acaso usé de ligereza? ¿O lo que determino, lo determino según la carne, de modo que haya en mí el sí, sí, y el no, no? 18 Pero Dios es fiel de que nuestra palabra a vosotros no es sí y no. 19 Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, el que entre vosotros fue predicado por nosotros, por mí, por Silvano y por Timoteo, no fue sí y no, sino que en él es sí. 20 Porque cuantas promesas de Dios hay, en él está el sí; y también en él el amén a Dios, para gloria suya por medio de nosotros. 21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios; 22 que también nos selló, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. 23 Pero sobre mi alma invoco a Dios por testigo que, por ser indulgente con vosotros, todavía no he ido a Corinto. 24 No es que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que somos colaboradores de vuestro gozo; porque por la fe estáis en pie.