Biblia paralela

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1 ¡AY de los que establecen leyes injustas, y determinando prescriben tiranía, ¡AY de los que ordenan leyes inicuas; y de los que ponen por escrito la sinrazón que decretan;
2 Por apartar del juicio á los pobres, y por quitar el derecho á los afligidos de mi pueblo; por despojar las viudas, y robar los huérfanos! a fin de privar de justicia a los desvalidos, y de arrebatar a los pobres de mi pueblo su derecho! para que sean las viudas presa suya, y para saquear a los huérfanos.
3 ¿Y qué haréis en el día de la visitación? ¿y á quién os acogeréis que os ayude, cuando viniere de lejos el asolamiento? ¿y en dónde dejaréis vuestra gloria? ¿Y qué haréis en el día de la visitación, y en la desolación que de lejos viene? ¿a quién huiréis por auxilio? ¿y en dónde dejaréis vuestra gloria?
4 Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, antes todavía extendida su mano. ¡Privados de mi auxilio, se doblegan bajo el yugo de prisionero, o caen debajo de montones de muertos! ¡Con todo esto no se aparta su ira, sino que su mano está aún extendida!
5 Oh Assur, vara y bastón de mi furor: en su mano he puesto mi ira. ¡Ah! Asiria, vara de mi ira: y el palo en su mano es instrumento de mi indignación.
6 Mandaréle contra una gente fementida, y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y que lo ponga á ser hollado como lodo de las calles. Contra una nación impía le enviaré, y contra el pueblo de mi ira le daré comisión; para que se lleve los despojos, y arrebate la presa, y para hollarlos como el Iodo de las calles.
7 Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera; sino que su pensamiento será desarraigar y cortar gentes no pocas. Pero él no tiene tal intento, ni lo piensa así su corazón; sino que en su corazón está el propósito de destruir y de exterminar naciones no pocas.
8 Porque él dice: Mis príncipes ¿no son todos reyes? Porque dice: ¿Acaso mis príncipes no son otros tantos reyes?
9 ¿No es Calno como Carchêmis, Hamath como Arphad, y Samaria como Damasco? ¿No es Calno como Carquemís? ¿no es Hamat como Arpad? ¿no es Samaria como Damasco?
10 Como halló mi mano los reinos de los ídolos, siendo sus imágenes más que Jerusalem y Samaria; Según halló mi mano el reino de los ídolos, (cuyas esculturas eran más numerosas que las de Jerusalem y de Samaria),
11 Como hice á Samaria y á sus ídolos, ¿no haré también así á Jerusalem y á sus ídolos? ¿no es cierto que como acabo de hacer a Samaria y a sus ídolos, así haré también a Jerusalem y a sus ídolos?
12 Mas acontecerá que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el monte de Sión, y en Jerusalem, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos. Por lo mismo, sucederá que cuando el Señor haya acabado de hacer toda su obra en el Monte de Sión y en Jerusalem, castigaré el fruto del orgulloso corazón del rey de Asiria, y la gloria de sus ojos altivos.
13 Porque dijo: Con la fortaleza de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría; porque he sido prudente: y quité los términos de los pueblos, y saqué sus tesoros, y derribé como valientes los que estaban sentados: Porque ha dicho él: con el poder de mi mano yo he hecho todo esto, y por mi sabiduría; pues que soy entendido; y así cambio los linderos de los pueblos, y robo sus tesoros; y hago descender, como valiente que soy, a los sentados sobre tronos;
14 Y halló mi mano como nido las riquezas de los pueblos; y como se cogen los huevos dejados, así me apoderé yo de toda la tierra; y no hubo quien moviese ala, ó abriese boca y graznase. y mi mano ha hallado, cual nido, las riquezas de los pueblos: y como cualquiera recoge los huevos desamparados, así he recogido yo los tesoros de toda la tierra: y no hubo quien moviese ala, ni abriese el pico, ni chirriase.
15 ¿Gloriaráse el hacha contra el que con ella corta? ¿se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? como si el bordón se levantase contra los que lo levantan; como si se levantase la vara: ¿no es leño? ¿Acaso se gloría el hacha contra aquel que corta con ella? ¿o se engrandece la sierra contra aquel que la maneja? ¡eso sería como si la vara manejase a los que la alzan, o como si el palo alzase al hombre, que no es leño!
16 Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos enviará flaqueza sobre sus gordos; y debajo de su gloria encenderá encendimiento, como ardor de fuego. Por tanto enviará el Señor, Jehová de los Ejércitos, entre sus robustos la extenuación, y por debajo de su gloria arderá una hoguera, corno ardimiento de fuego.
17 Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinas. Y será la Luz de Israel como fuego, y su Santo como llama, la cual devorará las zarzas y los espinos de Asiria, en un mismo día;
18 La gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá, desde el alma hasta la carne: y vendrá á ser como abanderado en derrota. y consumirá totalmente la gloria de su bosque y de su campo fructífero: y ello será como el desfallecimiento de un enfermo.
19 Y los árboles que quedaren en su bosque, serán en número que un niño los pueda contar. Y los que sobraren de los árboles de su bosque, serán tan en corto número, que un niño los pueda escribir.
20 Y acontecerá en aquel tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y los que hubieren quedado de la casa de Jacob, nunca más estriben sobre el que los hirió; sino que se apoyarán con verdad en Jehová Santo de Israel. Y acontecerá en aquel día que no volverán más los que quedaren de Israel, y los escapados de la casa de Jacob, a apoyarse en aquel que le hirió; sino que se apoyarán en Jehová, el Santo de Israel, con verdad.
21 Las reliquias se convertirán, las reliquias de Jacob, al Dios fuerte. Un resto volverá, un resto de Jacob, al Todopoderoso Dios.
22 Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas de la mar, las reliquias de él se convertirán: la destrucción acordada rebosará justicia. Porque ¿aunque tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, solo un resto de él volverá: la destrucción es decretada, rebosando en justicia:
23 Pues el Señor Jehová de los ejércitos hará consumación y fenecimiento en medio de la tierra. porque destrucción, y esa decretada, el Señor Jehová de los Ejércitos va a hacer en toda la tierra.
24 Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos dice así: Pueblo mío, morador de Sión, no temas de Assur. Con vara te herirá, y contra ti alzará su palo, á la manera de Egipto: Por tanto así dice el Señor, Jehová de los Ejércitos: ¡No temas, oh pueblo mío, que habitas en Sión, no temas a causa del Asirio, aunque con vara te hiera, y levante su palo contra ti a la manera de Egipto!
25 Mas de aquí á muy poco tiempo, se acabará el furor y mi enojo, para fenecimiento de ellos. porque dentro de todavía un brevísimo tiempo se habrá cumplido mi indignación y mi ira en la destrucción de ellos.
26 Y levantará Jehová de los ejércitos azote contra él, cual la matanza de Madián en la peña de Oreb: y alzará su vara sobre la mar, según hizo por la vía de Egipto. Y Jehová de los Ejércitos despertará contra él un azote, como en el degüello de Madián, junto a la peña de Oreb; y su vara estará otra vez sobre la mar; y la alzará como la alzó en Egipto.
27 Y acaecerá en aquel tiempo, que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se empodrecerá por causa de la unción. Y sucederá en aquel día que quitará su carga de tu hombro, y su yugo de sobre tu cerviz; y será destruído el yugo a causa de la unción.
28 Vino hasta Ajad, pasó hasta Migrón; en Michmas contará su ejército: ¡Llega el Asirio a Ayat; pasa a Migrón; en Micmás deposita su bagaje;
29 Pasaron el vado; alojaron en Geba: Ramá tembló; Gabaa de Saúl huyó. pasan ya el desfiladero; se alojan en Geba! ¡Ramá tiembla; Gabaa de Saúl se pone en fuga!
30 Grita en alta voz, hija de Galim; haz que se oiga hacia Lais, pobrecilla Anathoth. ¡Levanta el grito oh hija de Gallim! ¡Escucha, Laís! ¡Ah pobre Anatot!
31 Madmena se alborotó: los moradores de Gebim se juntarán. ¡Madmena es fugitiva; los habitantes de Gebim se echan a huir!
32 Aún vendrá día cuando reposará en Nob: alzará su mano al monte de la hija de Sión, al collado de Jerusalem. Todavía por un día hace alto en Nob; levanta la mano, en son de amenaza, contra el Monte de la hija de Sión, la colina de Jerusalem.
33 He aquí el Señor Jehová de los ejércitos desgajará el ramo con fortaleza: y los de grande altura serán cortados, y los altos serán humillados. Pero, he aquí que el Señor, Jehová de los Ejércitos, desgajará el ramaje con potencia aterradora; y los árboles de elevada estatura serán cortados, y los altos serán humillados.
34 Y cortará con hierro la espesura del bosque, y el Líbano caerá con fortaleza. Y talará las espesuras del bosque con hierro; y este Líbano por mano de un poderoso caerá.
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