Índice general
Ayuda al estudio de Filemón
Autor:
Ayuda al estudio de la Palabra de Dios
Serie:1 - Introducción
Filemón era un creyente de Colosas (Col 4:7-9, 17 nos permiten afirmar esto porque encontramos a las mismas personas citadas allí). Una iglesia local se reunía en su casa (v. 2). Uno de sus esclavos, Onésimo, había huido a Roma, donde había encontrado a Pablo, a través del cual se había convertido. Pablo lo envía de vuelta a su amo, quien lleva esta carta de recomendación.
2 - Esquema de la Epístola
El apóstol Pablo, que estaba en prisión en Roma, se presenta como prisionero de Jesucristo. Se dirige no solo a Filemón sino también a la iglesia local a la que pertenecía este hermano y los suyos (v. 1-3). El apóstol comienza reconociendo las virtudes cristianas que Filemón manifiesta y por las cuales da gracias (v. 4-7).
Pablo pasa ahora al tema de su carta, es decir, a recomendar Onésimo a Filemón.
Lo hace con gran humildad, sin poner de manifiesto su autoridad como apóstol (v. 8-9).
En primer lugar, le informa del gran cambio que ha tenido lugar en Onésimo, su conversión, y que ahora es útil, como su nombre indica (v. 10).
Pablo lo habría guardado con él, pero le correspondía a Filemón decidir libremente (v. 11-14).
Dios, que sabe sacar el bien del mal, permitía que Onésimo se convirtiera para Filemón en más que un esclavo: un hermano (v. 15-16). Por eso Pablo rogó a Filemón que recibiera a Onésimo, a pesar del daño que quizás le había hecho y del cual el apóstol estaba dispuesto tomar a su cargo (v. 17-19).
¡Qué alegría sería para Pablo si Filemón accediera a su petición! (v. 20). En la confianza de que este será el caso, Pablo espera poder venir y regocijarse con ellos también (v. 21-22).
El apóstol termina transmitiendo sus propios saludos y los de los que estaban con él (v. 23-25).
3 - Algunos versículos claves
«Oyendo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús y para con todos los santos» (v. 5).
«Tuve gran gozo y consuelo a causa de tu amor, hermano, por cuanto los corazones de los santos son confortados por ti» (v. 7).
«Te ruego por amor, siendo tal como soy» (v. 9).
«Sin tu consentimiento no he querido hacer nada; para que el bien que haces no sea como obligatorio, sino voluntario» (v. 14).
«…Para que pudieras recibirlo para siempre; ya no como esclavo, sino más que esclavo, como hermano amado» (v. 15-16).
«Te escribo convencido de tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo» (v. 21).