Índice general
Ayuda al estudio de Tito
Autor:
Ayuda al estudio de la Palabra de Dios
Serie:1 - Introducción
Tito ciertamente había sido convertido por el apóstol Pablo, ya que lo llama su hijo en la fe. Si él no es mencionado en Hechos, es posible pensar, de acuerdo con Gálatas 2:1-10 que menciona la circunstancia de Hechos 15, que él debía estar con Pablo en Jerusalén antes de su segundo viaje. Más tarde, Pablo le había dado una misión en Corinto (2 Cor. 8:6; 12:18).
En esta epístola, vemos que el apóstol le confía el servicio de mantener el orden en la Casa de Dios, como lo hizo con Timoteo.
2 - Esquema de la Epístola
2.1 - Capítulo 1 - Velar sobre una sana enseñanza
En su saludo, Pablo se presenta como un esclavo enviado para servir, y da el tema y el marco de su servicio (v. 1-4). Las iglesias de Creta estaban plagadas de malos obreros que las conducían al desorden. En vez de arreglarlo él mismo, Pablo dejó a Tito allí para que lo hiciera. Él tenía que reconocer a aquellos que tenían una conducta irreprochable y que eran capaces de enseñar para establecerlos como ancianos (v. 5-9). También tenía que reprender y silenciar a los malos obreros que engañaban a las almas para obtener un beneficio vergonzoso (v. 10-11). En cuanto a los cretenses, también tenía que reprenderlos enérgicamente para que no se volvieran hacia las falsas enseñanzas (v. 12-14). Los malos obreros que eran incrédulos, eran de hecho reprobados (v. 15-16).
2.2 - Capítulo 2 - Conducta personal apropiada para una sana enseñanza
Tito debía presentar a los creyentes qué conducta seguir para que estuviera de acuerdo con la sana enseñanza (v. 1). Debía comenzar con aquellos que debían mostrar el ejemplo: los hermanos y hermanas mayores (v. 2-3). Era apropiado que las hermanas mayores instruyeran a las jóvenes; en cuanto al propio Tito, tenía que instruir a los jóvenes (v. 4-6), teniendo un caminar y una enseñanza ejemplares para no dar a los oponentes ninguna oportunidad (v. 7-8). Aquellos que eran de la condición social más baja eran instados a comportarse sumisa y honestamente, siendo animados por adornar la sana enseñanza con tal conducta (v. 9-10).
Al enseñar esto, Tito estaba simplemente reportando lo que la gracia misma enseñaba: vivir en el mundo, sin ser del mundo, de manera que honrara a Dios y a los hombres, y esperando la venida del Señor (v. 11-13) quien se dio a sí mismo por nosotros, para santificarnos para él (v. 14). Este sacrificio del Señor y su propósito justifican que estas cosas sean enseñadas con autoridad (v. 15).
2.3 - Capítulo 3 - Conducta ante el mundo y en la iglesia
Tito todavía tenía que recordar a los creyentes cuál debía ser su conducta hacia las autoridades de este mundo (v. 1-2), sabiendo que una vez fuimos parte de él (v. 3) y que fuimos arrancados de él sólo por la gracia de Dios (v. 4-6), en vista de nuestra herencia celestial (v. 7). Al ser conscientes de esta gracia, debemos ser celosos para Dios (v. 8). Pablo le pide a Tito que insista en estas cosas, mientras le advierte que no se involucre en discusiones vanas y que rechace a aquellos que crean partidos (v. 9-11).
Al final de su carta, Pablo invita a Tito a venir rápidamente a él (v. 12). Mientras tanto, le invita a asegurarse de que los siervos de Dios no carezcan de nada y de que los creyentes sean celosos en las buenas obras (v. 13-14).
Finalmente, el apóstol termina con un breve saludo (v. 15).
3 - Algunos versículos claves
«Porque la gracia de Dios que trae salvación ha sido manifestada a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos sobria, justa y piadosamente en el presente siglo, aguardando la bendita esperanza y la aparición en gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo» (2:11-13).
«Cuando la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor hacia los hombres aparecieron, nos salvó… según su misericordia» (3:4-5).