Ayuda al estudio de Filipenses


person Autor: Biblicom 62

library_books Serie: Ayuda al estudio de la Palabra de Dios


1 - Introducción

Filipos es la primera ciudad de Europa, en Macedonia, donde el apóstol Pablo permaneció unos días durante su segundo viaje misionero (Hec. 16:12-40). Su ministerio había dado frutos. Al menos dos personas habían sido convertidas por él: Lidia, vendedora de púrpura, y el carcelero de la prisión; porque Pablo había conocido la prisión, por haber liberado a una mujer del diablo que habitaba en ella. Fue después de su visita a esta ciudad cuando la iglesia local se formó.

Esta carta es una carta de agradecimiento por un don. Destaca el gran afecto mutuo que unía a Pablo con los filipenses. Pablo expresa libremente sus temores acerca de ellos acerca de las disensiones entre ellos.

2 - Esquema de la Epístola

2.1 - Capítulo 1: Cristo, la vida del cristiano

Después de un breve saludo en el que simplemente se presenta como un esclavo (v. 1-2), Pablo les habla de sus constantes oraciones por ellos, sus seres queridos, para que sean guardados irreprensibles (v. 3-11).

Les aseguró que su encarcelamiento, lejos de ser un obstáculo para la difusión del evangelio, manifestaba públicamente que sus ataduras estaban en Cristo, de modo que muchos creyentes fueron estimulados a predicar el evangelio (v. 12-14). Algunas personas malintencionadas lo hacían para dañar a Pablo, pensando que esto le causaría un daño adicional, sin embargo, Pablo se regocijaba de que el evangelio se propagaba (v. 15-18) y de que, sin importar lo que le ocurriera, Cristo sería glorificado en él (v. 19-20). Para el apóstol que vivía en la tierra, Cristo era su vida; y si debía morir, estaría con Cristo, que era preferible (v. 21-23). Sin embargo, él discierne que era mejor para él quedarse para servir a los filipenses (v. 24-26). Los exhortaba a permanecer unidos en la lucha por el evangelio por el cual se les había dado la gracia de sufrir (v. 27-30).

2.2 - Capítulo 2: Cristo, el modelo del cristiano

Pablo aborda el problema de la disensión entre ellos. Les pide que piensen de la misma manera y que busquen el interés de los demás y no el suyo propio (v. 1-4). Para animarles les presenta a Cristo, el modelo que renunció a todo y se humilló a sí mismo hasta la muerte (v. 5-8). Es este camino de humildad que agrada a Dios, por eso Él levantó a Jesucristo por encima de todo (v. 9-11).

Es con tal humildad que los filipenses son urgidos a hacerse cargo de sí mismos para la salvaguarda de su carrera, porque Pablo ya no podía estar entre ellos (v. 12), pero Dios les ayudaría (v. 13). Tenían que ser irreprochables para tener un buen testimonio ante el mundo (v. 14-16). Así, su compromiso a la fe sería un sacrificio agradable a Dios (Rom. 12:1), que el sacrificio de Pablo completaría, para el gozo de Dios. Por eso Pablo exhorta a los filipenses a regocijarse, como él mismo se regocijó (v. 17-18).

Pablo, al no poder ir a ellos, hubiera querido enviarles a Timoteo, que era uno de los pocos que se preocupaba por ellos de la misma manera que él (v. 19-24). Pero decidió enviarles esta carta mediante Epafrodito, que se había recuperado recientemente de una grave enfermedad, para que los filipenses, que se habían sentido muy tristes al conocer que estaba enfermo, pudieran regocijarse al ver a su hermano recuperado y que Epafrodito se regocijara en el consuelo de los filipenses (v. 25-30).

2.3 - Capítulo 3: Cristo, la meta del cristiano

Pablo advierte a los filipenses que estén en guardia contra los malos obreros judíos que querían que fuesen circuncidados, y les recuerda que nuestra circuncisión (el dejar de lado la carne) es moral (v. 1-3). Les presenta cómo él mismo había dejado de lado sus muchas ventajas según la carne, considerándolas como basura, para ser caracterizadas por la justicia de Dios y no por la del hombre (v. 4-9). Él quería entrar cada vez más en el conocimiento de Cristo (v. 10-11), su meta permanente era captar a Cristo (v. 12-14). Por lo tanto, insta a los filipenses a tener este mismo sentimiento (v. 15-16).

Pablo les pide que lo imiten, porque muchos de ellos tenían como meta las cosas de la tierra (v. 17-19), por lo que les recuerda que somos ciudadanos del cielo donde pronto entraremos, después de haber sido transmutados por el poder de Cristo (v. 20-21).

2.4 - Capítulo 4: Cristo, el poder del cristiano

Con amor, Pablo exhorta a aquellas que tuvieron desacuerdos a tener un mismo pensamiento (v. 1-3). Recuerda a los filipenses la importancia de la oración para saborear la paz de Dios (v. 4-7), y la importancia de estar ocupado con cosas que tienen la aprobación de Dios (v. 8-9).

Pablo les da gracias calurosamente por el don que le habían dado, incluso si, confiándose en el Señor, habría podido pasarse de él (v. 10-14). Este don era sobre todo agradable a Dios, era un fruto producido por la gracia en ellos (v. 15-19). Esto es seguido por saludos que muestran que él escribe desde Roma (v. 21-23).

3 - Algunos versículos claves

«Porque para mí el vivir es Cristo» (1:21).

«Haya, pues, en vosotros este pensamiento que también hubo en Cristo Jesús» (2:5).

«Dios es el que produce en vosotros tanto el querer como el hacer» (2:13).

«Las cosas que para mí eran ganancia, las he considerado como pérdida a causa de Cristo» (3:7).

«Para conocerle a él, y el poder de su resurrección, y la comunión de sus padecimientos» (3:10).

«Olvidando las cosas de atrás, me dirijo hacia las que están delante, prosigo hasta la meta, al premio del celestial llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (3:13-14).

«Porque nuestra ciudadanía está en los cielos» (3:20).

«Alegraos en el Señor siempre» (4:4).

«En todo… dad a conocer vuestras demandas a Dios; y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros sentimientos en Cristo Jesús» (4:6-7).

«Todo lo puedo en aquel que me fortalece» (4:13).