Ayuda al estudio de Colosenses


person Autor: Biblicom 62

library_books Serie: Ayuda al estudio de la Palabra de Dios


1 - Introducción

En el libro de los Hechos, no se menciona que Pablo haya pasado por Colosas durante sus viajes. Como dice el apóstol en esta epístola, parece que Epafras, que era de Colosas (4:12), fue el instrumento permitiendo la conversión de los santos de esa ciudad (1:7). En el momento de escribir esta epístola, Epafras estaba con Pablo (4:12), y fue él quien debió darle noticias de los colosenses.

La epístola parece estar motivada por el hecho de que los colosenses estaban en gran peligro de ser desviados por las enseñanzas humanas, como la filosofía, y de separarse de Cristo. Por eso Pablo insiste tanto en presentarles a Cristo.

Esta epístola se parece a la de los Efesios, con la diferencia de que en los Efesios se ve más bien la Iglesia como el Cuerpo de Cristo, mientras que en los Colosenses se ve más bien a Cristo como la Cabeza del Cuerpo.

2 - Esquema de la Epístola

2.1 - Capítulo 1

Cristo, sus glorias y su obra

Después de un breve saludo en el que se presenta como apóstol (v. 1-2), Pablo les hace saber sus constantes oraciones por ellos, dando gracias por haber recibido el evangelio que Epafras les había proclamado y porque estaban dando fruto para Dios (v. 3-8).

Pablo nunca dejó de orar para que los colosenses abundaran en lo que ya sabían y practicaban (v. 9-11). Da gracias por esa parte común a todos los creyentes: haber sido liberados de las tinieblas y haber sido introducidos en el reino de luz y amor del Hijo, por la obra de la redención (v. 12-14). Pablo presenta inmediatamente las glorias y la primacía del Hijo sobre la creación, Él el Creador, y su primacía sobre la Iglesia como la Cabeza del Cuerpo (v. 15-18). Él es digno de tener el primer lugar, porque es por medio de Él, por su sangre, que se hizo la reconciliación de todas las cosas con Dios (v. 19-21), y para que podamos ser acercados (v. 22-23).

Pablo les presenta ahora su servicio, a saber, dar a conocer el misterio relativo a la Iglesia –Cristo en nosotros– para llevarlos a ser perfectos en Cristo (v. 24-29).

2.2 - Capítulo 2

Los creyentes completos en Cristo

De hecho, la lucha de Pablo era llevar a todos los santos, especialmente a los que nunca había conocido, a entrar plenamente en el conocimiento de los pensamientos de Dios (v. 1-5). Por lo tanto, les exhortó a estar «arraigados» en el Señor, a caminar en consecuencia (v. 6-7) y a no distraerse con enseñanzas humanas como la filosofía (v. 8), porque estaban completos en Cristo en cuya muerte fueron despojados de la carne, de lo cual el bautismo era la marca (v. 9-12). Fue Cristo quien lo hizo a través de su cruz: nos liberó de la obligación de la Ley y triunfó sobre los poderes espirituales que nos tenían esclavizados (v. 13-15).

De ahí la orden de Pablo de que nadie acusara a los colosenses de no someterse a la Ley, lo que correría el riesgo de desestabilizarlos, y de que nadie los llevara a supersticiones según los pensamientos de la carne, lo que los alejaría de la Cabeza que mantiene la unidad del Cuerpo (v. 16-19). Pablo entonces los cuestiona: ya que habían muerto con Cristo, ¿por qué establecieron reglas carnales de ascetismo, como si la carne no se mantuviera en la muerte? (v. 20-23).

2.3 - Capítulos 3 y 4

El camino del creyente como resucitado en Él

2.3.1 - Capítulo 3

Puesto que hemos resucitado con Cristo, nuestra vida está en él; y puesto que está sentado a la derecha de Dios, nuestros pensamientos deben ser vueltos hacia arriba (v. 1-4). Así, dejaremos morir en nosotros todo lo que proviene de la carne y que nos caracterizaba antes de nuestra conversión (v. 5-7), y renunciaremos a todo lo que caracterizaba a nuestro viejo hombre, manifestando así el nuevo hombre que es a imagen de Cristo (v. 8-11). Después de abordar el aspecto negativo de la obra, Pablo presenta el aspecto positivo: estamos llamados a reflejar todos los caracteres de Cristo (v. 12-15). Es al estar llenos de la Palabra de Dios que podremos lograrlo no solo individualmente sino también colectivamente (v. 16-17).

Pablo llega a exhortaciones muy prácticas sobre las relaciones familiares y sociales para complacer al Señor (v. 18-25; 4:1).

2.3.2 - Capítulo 4

Pablo exhorta a los colosenses a orar, especialmente para que se difunda la verdad sobre la Iglesia, que es su servicio especial (v. 2-4). También les exhorta a que su conducta ante el mundo sea un buen testimonio (v. 5-6). Luego recomienda a los portadores de su carta (v. 7-9).

A esto le siguen largos saludos (v. 10-18) en los que vemos los estrechos lazos que unían a las iglesias locales, lo que prácticamente manifiesta la unidad del Cuerpo de Cristo.

3 - Algunos versículos claves

«Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; quien nos liberó del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor» (1:12-13).

«El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación» (1:15).

«Él es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia… para que en todo él tenga la preeminencia» (1:18).

«En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad» (2:9)

«La Cabeza, de la que todo el cuerpo, alimentado y unido por coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios» (2:19).

«Pensad en las cosas de arriba… porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios» (3:2-3).

«Revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección» (3:14).

«La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros» (3:16).

«Vuestra palabra sea siempre con gracia, sazonada con sal» (4:6).