Juan 13
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Jesús lava los pies de sus discípulos
Mateo 26:19-20; Marcos 10:35-45; Lucas 22:14-18, 24-27
1 Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora para pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. 2 Durante la cena, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, [hijo] de Simón, el propósito de entregarle, 3 sabiendo [Jesús] que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos y que de Dios había salido y a Dios iba, 4 se levantó de la cena, se quitó el manto, y tomando una toalla, se la ciñó. 5 Después echó agua en un lebrillo y empezó a lavar los pies de los discípulos y los secó con la toalla de que estaba ceñido. 6 Cuando vino a Simón Pedro, este le dijo: Señor, ¿tú me lavas a mí los pies? 7 Jesús le respondió: Lo que hago, tú no lo sabes ahora; pero lo entenderás después. 8 Pedro le dijo: Jamás me lavarás los pies. Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo. 9 Simón Pedro le dijo: Señor, no solo mis pies, sino también mis manos y mi cabeza. 10 Jesús le dijo: El que está bañado no tiene necesidad de lavarse más que los pies, ya que está todo limpio; y vosotros estáis limpios, pero no todos. 11 Porque sabía quién lo había de entregar; por esto dijo: No todos estáis limpios.
12 Después de lavarles los pies, tomó su manto, se volvió a sentar a la mesa y les dijo: ¿Sabéis lo que he hecho con vosotros? 13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, que soy el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. 15 Porque os he dado ejemplo, para que vosotros también hagáis como yo he hecho con vosotros. 16 En verdad, en verdad os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado mayor que aquel que le envió. 17 Si sabéis estas cosas, dichosos sois si las hacéis. 18 No hablo acerca de todos vosotros; yo sé a quiénes he escogido; pero para que se cumpla la Escritura: «El que come mi pan, alzó contra mí su talón.» [Salmo 41:9] 19 Desde ahora os lo digo antes de que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy. 20 En verdad, en verdad os digo: El que recibe a quien yo envío, a mí me recibe; y el que me recibe, recibe al que me envió.
Jesús anuncia la traición de Judas y la negación de Pedro
Mateo 26:31-35; Marcos 14:27-31; Lucas 22:31-34
21 Después de decir esto, Jesús se turbó en su espíritu y testificó, diciendo: En verdad, en verdad os digo, que uno de vosotros me va a entregar. 22 Los discípulos se miraban unos a otros, [sin saber] de quién hablaba. 23 Estaba recostado sobre el pecho de Jesús uno de sus discípulos, a quien Jesús amaba. 24 Simón Pedro le hizo señas para que preguntase de quién hablaba. 25 Él entonces, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es? 26 Jesús le respondió: Es aquel para quien yo moje el bocado y se lo dé. Y habiendo mojado el bocado, se lo dio a Judas Iscariote, [hijo] de Simón. 27 En el mismo momento, tras el bocado, Satanás entró en él. Jesús, pues, le dijo: Lo que haces, hazlo cuanto antes. 28 Y ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. 29 Pues algunos pensaban que, por tener Judas la bolsa, Jesús le había dicho: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diera algo a los pobres. 30 Él, habiendo tomado el bocado, salió al instante; y era ya de noche.
31 Cuando salió, Jesús dijo: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. 32 Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo, y enseguida lo glorificará. 33 Hijitos, todavía un poco de tiempo estoy con vosotros. Me buscaréis; y según dije a los judíos: A donde yo voy, vosotros no podéis venir, así ahora os lo digo a vosotros. 34 Un nuevo mandamiento os doy, que os améis unos a otros; como yo os he amado, que vosotros también os améis unos a otros. 35 En esto sabrán todos que sois mis discípulos, si os amáis entre vosotros. 36 Simón Pedro le dijo: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, tú no puedes seguirme ahora; pero me seguirás más tarde. 37 Pedro le dijo: Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Mi vida pondré por ti. 38 Jesús respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? En verdad, en verdad te digo: No cantará el gallo sin que me hayas negado tres veces.