Juan 17
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Jesús ora por sus discípulos
Hebreos 7:24-28; 4:14-16
1 Jesús dijo estas cosas; y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo también te glorifique a ti; 2 así como le has dado poder sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos aquellos que le has dado. 3 Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú enviaste. 4 Yo te glorifiqué en la tierra, acabando la obra que me diste que hiciera. 5 Ahora glorifícame tú, Padre, al lado tuyo, con la gloria que tenía junto a ti antes que el mundo fuese.
6 Manifesté tu nombre a los hombres que me diste del mundo. Tuyos eran, y me los diste, y tu palabra han guardado. 7 Ahora ellos han sabido que todo cuanto me has dado viene de ti; 8 porque las palabras que tú me diste, yo se las he dado, y ellos las han recibido; y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado; porque tuyos son; 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo es mío; y yo soy glorificado en ellos.
11 Ya no estoy en el mundo, pero ellos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre Santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre para que sean uno, como nosotros lo somos. 12 Mientras yo estaba con ellos, los guardaba en tu nombre; a los que me diste, los guardé y ninguno de ellos se perdió, excepto el hijo de perdición; para que la Escritura se cumpliese.
13 Pero ahora voy a ti; y estas cosas digo en el mundo, para que ellos tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 14 Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del maligno. 16 Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. 17 Santifícalos en la verdad; tu palabra es [la] verdad. 18 Como me enviaste al mundo, también yo los envié al mundo. 19 Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad.
20 No ruego solamente por estos, sino también por los que crean en mí por medio de la palabra de ellos; 21 para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti; que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me has dado, yo les he dado; para que sean uno, como nosotros somos uno; 23 yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad; para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los has amado, como a mí me has amado. 24 Padre, deseo que donde yo estoy, también estén conmigo aquellos que me has dado, para que vean mi gloria que me has dado, porque me amaste desde antes de la fundación del mundo. 25 ¡Padre justo! El mundo no te conoció, pero yo te conocí, y estos conocieron que tú me enviaste. 26 Y les di a conocer tu nombre, y se lo daré a conocer; para que el amor con que me amaste esté en ellos, y yo en ellos.