2 - Introducción

El libro de Zacarías


En el libro de Esdras tenemos la declaración general de que «Profetizaron Hageo y Zacarías hijo de Iddo [1], ambos profetas, a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén en el nombre del Dios de Israel» (Esd. 5:1). Zacarías, sin embargo, no comenzó su ministerio (por lo que se ha registrado) hasta 2 meses después de la primera profecía de Hageo, aunque la primera profecía de Zacarías fue al menos 1 mes antes de las 2 últimas de Hageo. Por lo tanto, eran contemporáneos, y ambos trabajaron por igual para alentar a los hijos del cautiverio en la construcción del templo (vean Esd. 5:2). Pero Zacarías toma, bajo la guía del Espíritu, una gama de visión mucho más amplia que Hageo. Este último trata principalmente del estado moral de las personas en relación con el propósito para el cual habían regresado de Babilonia; es decir, para edificar la Casa de Jehová, mientras que, para su aliento, él despliega las glorias del futuro cuando el reino sería establecido. Zacarías incluye en su visión profética los reinos gentiles a quienes los judíos estaban sometidos, el establecimiento del Mesías como sacerdote en su trono, que debía edificar el templo de Jehová y «llevará gloria» (Zac. 6:13). También se ocupa del rechazo del Mesías y sus consecuencias, junto con el asedio final de Jerusalén por las naciones, y su liberación por la repentina aparición del mismo Señor. Entonces el remanente, como él señala, estará humillado hasta la contrición al mirar a Aquel a quien habían traspasado; y sus enemigos son destruidos. Además, el profeta exhibe a Jehová como rey sobre toda la tierra, y todas las naciones que ascienden anualmente a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, y para guardar la fiesta de los Tabernáculos. Finalmente, describe la santidad del Señor como marcando cada detalle de la vida diaria de la gente en Jerusalén y Judá. Estos varios puntos, con sus importantes vínculos y desarrollos, se presentarán ante nosotros en nuestro examen del libro. El libro se divide en 2 partes: capítulos 1 al 6, que contienen, después de los primeros 6 versículos, una serie de visiones proféticas otorgadas a Zacarías; y los capítulos 7 al 14, que comprenden los mensajes que recibió para la instrucción y el aliento del pueblo. Por lo tanto, la primera parte puede denominarse apocalíptica, mientras que la segunda participa del carácter profético ordinario.

[1] Zacarías, como lo indica el primer versículo de su profecía, era hijo de Berequías. Iddo era su abuelo, y en la medida en que Zacarías sucedió a Iddo en la función sacerdotal, Berequías debe haber muerto durante la juventud de su hijo. Zacarías reunió así en sí mismo las funciones de profeta y sacerdote.


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