Biblia paralela

# Moderna 1929 actualizada 2020 close Reina-Valera revisada 1909 close
1 Uno de los días en que enseñaba al pueblo en el templo y predicaba el evangelio, se le acercaron los jefes de los sacerdotes y los escribas con los ancianos, Y ACONTECIÓ un día, que enseñando él al pueblo en el templo, y anunciando el evangelio, llegáronse los príncipes de los sacerdotes y los escribas, con los ancianos;
2 y le preguntaron: Dinos, ¿con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te ha dado esta autoridad? Y le hablaron, diciendo: Dinos: ¿con qué potestad haces estas cosas? ¿ó quién es el que te ha dado esta potestad?
3 Pero él les respondió: Yo también os preguntaré una cosa, y contestadme: Respondiendo entonces Jesús, les dijo: Os preguntaré yo también una palabra; respondedme:
4 El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? El bautismo de Juan, ¿era del cielo, ó de los hombres?
5 Entonces discutieron entre sí, diciendo: Si decimos: Del cielo, dirá: ¿Por qué no le creísteis? Mas ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Si dijéremos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?
6 Pero si decimos: De los hombres, todo el pueblo nos apedreará; porque está persuadido de que Juan era profeta. Y si dijéremos, de los hombres, todo el pueblo nos apedreará: porque están ciertos que Juan era profeta.
7 Respondieron que no sabían de dónde. Y respondieron que no sabían de dónde.
8 Jesús les dijo: Yo tampoco os digo con qué autoridad hago estas cosas. Entonces Jesús les dijo: Ni yo os digo con qué potestad hago estas cosas.
9 Entonces comenzó a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos labradores y se ausentó durante mucho tiempo. Y comenzó á decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y arrendóla á labradores, y se ausentó por mucho tiempo.
10 Al llegar la época de la vendimia envió un siervo a los labradores, para que le diesen del producto de la viña; pero los labradores lo golpearon y lo enviaron con las manos vacías. Y al tiempo, envió un siervo á los labradores, para que le diesen del fruto de la viña; mas los labradores le hirieron, y enviaron vacío.
11 Envió de nuevo a otro siervo; pero a este también maltrataron e insultaron y lo enviaron con las manos vacías. Y volvió á enviar otro siervo; mas ellos á éste también, herido y afrentado, le enviaron vacío.
12 Envió a un tercer siervo; a este también hirieron y lo echaron fuera. Y volvió á enviar al tercer siervo; mas ellos también á éste echaron herido.
13 Dijo entonces el señor de la viña: ¿Qué haré? Enviaré a mi amado hijo; quizá lo respeten. Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré mi hijo amado: quizás cuando á éste vieren, tendrán respeto.
14 Pero cuando los labradores lo vieron, discutieron entre ellos, diciendo: ¡Este es el heredero! ¡Matémoslo, para que la heredad sea nuestra! Mas los labradores, viéndole, pensaron entre sí, diciendo: Éste es el heredero; venid, matémosle para que la heredad sea nuestra.
15 Y echándolo fuera de la viña, lo mataron. ¿Qué hará entonces con ellos el señor de la viña? Y echáronle fuera de la viña, y le mataron. ¿Qué pues, les hará el señor de la viña?
16 Vendrá, destruirá a aquellos labradores y dará la viña a otros. Cuando oyeron esto, dijeron: ¡Dios nos libre! Vendrá, y destruirá á estos labradores, y dará su viña á otros. Y como ellos lo oyeron, dijeron: ¡Dios nos libre!
17 Pero él, mirándolos fijamente, dijo: ¿Qué significa entonces esto que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores, esta llegó a ser cabeza del ángulo? Mas él mirándolos, dice: ¿Qué pues es lo que está escrito: La piedra que condenaron los edificadores, Esta fué por cabeza de esquina?
18 Todo el que caiga sobre esta piedra, será quebrantado; y sobre el que ella caiga, lo pulverizará. Cualquiera que cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre el que la piedra cayere, le desmenuzará.
19 Los escribas y los jefes de los sacerdotes querían detenerlo en aquel momento, porque se dieron cuenta que contra ellos había dicho esta parábola; pero temían al pueblo. Y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque entendieron que contra ellos había dicho esta parábola: mas temieron al pueblo.
20 Acechándolo, enviaron espías que fingían ser justos, para atraparlo en alguna de sus palabras, a fin de entregarlo al poder y a la autoridad del gobernador. Y acechándole enviaron espías que se simulasen justos, para sorprenderle en palabras, para que le entregasen al principado y á la potestad del presidente.
21 Dichos espías le preguntaron: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, que no consideras la apariencia de nadie, sino que enseñas el camino de Dios con verdad: Los cuales le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas bien, y que no tienes respeto á persona; antes enseñas el camino de Dios con verdad.
22 ¿Es lícito que demos tributo a César, o no? ¿Nos es lícito dar tributo á César, ó no?
23 Él, dándose cuenta de la astucia, les dijo: Mas él, entendiendo la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis?
24 Mostradme un denario. ¿De quién es la imagen y la inscripción? Le respondieron: De César. Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César.
25 Él les dijo: Dad entonces a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Entonces les dijo: Pues dad á César lo que es de César; y lo que es de Dios, á Dios.
26 No pudieron sorprenderlo en las palabras que decía ante el pueblo; y asombrados de su respuesta, callaron. Y no pudieron reprender sus palabras delante del pueblo: antes maravillados de su respuesta, callaron.
27 Se acercaron entonces algunos de los saduceos (los cuales dicen que no hay resurrección), y le preguntaron: Y llegándose unos de los Saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron,
28 Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muere teniendo mujer, pero sin tener hijos, que el hermano del fallecido tome a su mujer y dé descendencia a su hermano. Diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y muriere sin hijos, que su hermano tome la mujer, y levante simiente á su hermano.
29 Eran, pues, siete hermanos; el primero tomó mujer y murió sin hijos; Fueron, pues, siete hermanos: y el primero tomó mujer, y murió sin hijos.
30 y la tomó el segundo; Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos.
31 y el tercero la tomó, y de la misma manera hicieron los siete, y murieron sin dejar hijos. Y la tomó el tercero: asimismo también todos siete: y murieron sin dejar prole.
32 Después murió también la mujer. Y á la postre de todos murió también la mujer.
33 En la resurrección ¿de cuál de ellos será esposa? Puesto que los siete la tuvieron por mujer. En la resurrección, pues, ¿mujer de cuál de ellos será? porque los siete la tuvieron por mujer.
34 Jesús les dijo: Los hijos de este siglo se casan y se dan en matrimonio; Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y son dados en casamiento:
35 pero los que serán tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo venidero y la resurrección de entre los muertos no se casan, ni se dan en matrimonio; Mas los que fueren tenidos por dignos de aquel siglo y de la resurrección de los muertos, ni se casan, ni son dados en casamiento:
36 ni pueden ya morir; porque son como los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección. Porque no pueden ya más morir: porque son iguales á los ángeles, y son hijos de Dios, cuando son hijos de la resurrección.
37 En cuanto a que los muertos resucitan, Moisés mismo lo indicó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor°, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Y que los muertos hayan de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor: Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob.
38 Dios no es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos viven. Porque Dios no es Dios de muertos, mas de vivos: porque todos viven á él.
39 Entonces algunos de los escribas le dijeron: Bien has dicho, Maestro. Y respondiéndole unos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho.
40 Y no se atrevían a preguntarle más. Y no osaron más preguntarle algo.
41 Pero él les preguntó: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David? Y él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David?
42 Porque el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor° a mi Señor: Siéntate a mi derecha, Y el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor á mi Señor: Siéntate á mi diestra,
43 hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies.
44 David le llama su Señor, entonces, ¿cómo es su Hijo? Así que David le llama Señor: ¿cómo pues es su hijo?
45 A oídos de todo el pueblo, dijo a sus discípulos: Y oyéndole todo el pueblo, dijo á sus discípulos:
46 Guardaos de los escribas, a quienes les gusta pasearse con ropas largas, y aman los saludos en las plazas, los primeros asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes; Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;
47 que devoran las casas de las viudas, y simulan orar largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación. Que devoran las casas de las viudas, poniendo por pretexto la larga oración: éstos recibirán mayor condenación.
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